Soy esa hoja que lleva el viento, 
mirando desde adentro, provocando el lamento. 
Soy cristiano, en paz busco mi camino, 
evito las disputas, persigo lo divino.

No quiero reportar malas direcciones, 
ni romper lazos de antiguas relaciones. 
Desde pequeño he sentido esta unión, 
un amor que florece en cada rincón.

Su corazón, lejos del Señor se encuentra, 
lo que dicen sus ojos es una gran tormenta. 
Pienso y miro con anhelo sincero, 
mas guardo silencio, esperando el sendero.

A no ser que el Señor me mande a hablar, 
en espera del milagro que he de consagrar. 
Con fe en Su promesa, ante Su altar me postro, 
reconociendo Su amor que nunca es un costo.

Mamá, papá y familia, los espero en Cristo, 
juntos en armonía, ese es nuestro propósito. 
Diremos con alegría “Ebenezer” al cantar, 
y responderán: ¡presentes ante Dios, nuestra verdad!

En cada paso firme que juntos vamos a dar, 
seremos testigos de Su luz al brillar. 
Con fe renovada y corazones abiertos, 
viviremos en Su gracia, siempre cubiertos.