Capítulo 7- Cortejo
Namjoon entró a la habitación que le indico Hoseok, el omega le agradaba mucho pues era amable con él y lo trataba con cariño.
—Cielo, siento mucho el estado de la habitación, pero es que nadie se queda aquí, siempre tratamos de tener todo limpio pero esta al ser la más pequeña y alejada no procuramos limpiarla tanto, por favor no le digas a Jungkook — dijo con una sonrisa.
—No te preocupes Hoseok, yo puedo encargarme de limpiarla y en cuanto al tamaño es perfecta, es mucho más grande que en la que estaba en el palacio de mi padre.
Hoseok vio de nuevo la habitación, esta realmente era pequeña solo cabía una cama matrimonial, un pequeño mueble donde se guardaba la ropa, dos buros en cada lado de la cama y por último una pequeña mesita con una silla, el omega no podía imaginar como es que Nam vivía en una incluso más pequeña que esta.
—Bien entonces me retiro, si necesita ayuda no dude en llamarme a y por cierto la comida se servirá en media hora para que pueda acompañarnos.
Cuando el omega salió Namjoon se puso a organizar sus cosas, las cuales eran muy pocas que en menos de 10 minutos terminó, por lo que mejor se dispuso a limpiar, el lugar le agradaba solo que estaba lleno de polvo, no supo cuánto tiempo había pasado hasta que tocaron a su puerta, al abrirla vio que era Hoseok quien le decía que era hora de la comida y ya todos estaban abajo esperándolo.
—Hola buenas tardes—los alfas al verlo se pusieron de pie en muestra de respeto excepto Jungkook, este se mantuvo sentado ignorandolo pero dándoles la orden de que se sentarán.
—Ahora mismo le traeré su plato majestad— está vez fue Lisa quien habló una omega muy bella que trabaja para los Jeon desde que tenía memoria.
—Jamás te vuelvas a referir con ese honorífico hacia él Lisa, es simplemente Namjoon, espero y quede claro para ti y todos los demás— todos se quedaron cayados pues nunca habían escuchado ese tono tan brusco en Jungkook, el momento era incomodo pero se logró romper con la llegada de cierto príncipe.
—Hola buenas tardes, Majestad—dijo inclinándose como forma de respeto al rey, pero al ponerse derecho fue que vio al omega de lindos hoyuelos y no pudo evitar sonreír.
—Hola bonito— dijo mirando directamente a Namjoon el cual se sonrojo por la forma tan cariñosa en que le habló, Seokjin quería burlarse pues conocía bien a su hermano y sabía que eso le molestaría— espero sigas mejor de tu pierna, en la mañana noté que te dolía mucho y batallabas al caminar... mira esperaba encontrarte y darte esto— de uno de los bolsillos de su traje sacó un pequeño frasco— es un ungüento que servirá para que no duela tanto, si quieres puedo ayudarte aplicarlo—todos voltearon hacia Jeon al escuchar un fuerte gruñido, este venia directamente de su lobo y era uno posesivo, los omegas de inmediato bajaron la cabeza ladeandola en señalan de sumisión.
—¿Qué carajos te pasa Jeon? No sabía que fueras tan celoso con tus hermanos. — dijo en protesta Yoongi, el alfa era el príncipe y futuro Rey de un reino vecino, buscaba aliarse con los Jeon por posibles guerras así que este desconocía bien quienes eran los familiares del Jungkook.
—Príncipe Yoongi debe haber una confusión, Namjoon no es nuestro hermano, es el esposo de Jungkook— dijo sonrientemente Seokjin, el cual disfrutaba de ver lo celoso que estaba su hermano.
—¿Eso es verdad? —miro directamente al omega, al ver que este asentia se disculpo con el rey—Lo siento su majestad no sabia que Namjoon era su esposo, como lo vi más temprano solo y bueno no esta sentado a su lado ocupando el lugar del rey consorte me confundí—el ambiente era tenso, pero se a ligero cuando la comida llegó, Yoongi se sentó de frente al omega pues aunque sabía que estaba casado eso no impedía que podría quitárselo a Jeon.
El pobre omega no sabía que hacer pues sentía la fuerte mirada de ambos alfas, cuando el plato de Namjoon fue puesto delante de él Jungkook se adelantó.
—Lisa, Namjoon no comerá eso, me dijo que tiene una dieta especial y el mismo prepara sus alimentos, así que puedes ir hacerlo omega. —el omega con pena se puso de pie para ir a preparar su propia comida, Irene disfrutaba tanto el que Jeon lo humillara así, incluso el alfa estaba sonriendo pero esa estúpida risa se le borró en cuanto vio como el príncipe Min se ponía de pie.
—Yo tampoco puedo comer esto, así que te acompaño a la cocina y así preparamos juntos los alimentos — sin esperar respuesta del omega lo tomó del brazo y juntos partieron a la cocina, Jin no pudo evitar soltar una carcajada que fue callada al ver el rostro enfurecido de su hermano.
—Y dime ¿cuál es esa dieta especial que debes comer? — preguntaba con duda Yoongi, la mayoría de las cocineras los veían raro, pues era muy extraño que personas de la realeza se acercaran a ese lugar.
—Yo... Mmm....deben ser solo vegetales y poca proteína— aun con dudas el alfa quiso sacarle platica pues ese omega le agradaba y mucho.
Namjoon se sentía muy a gusto con Yoongi, ese alfa le prestaba mucha atención y era amable con él, durante su platica supo que el alfa era mayor por 8 años lo cual lo sorprendió mucho pues parecía de menor edad.
—¿Te parece si mañana salimos a pasear? — preguntó el alfa después de terminar los alimentos.
—Me encantaría.... pero debo pedirle permiso al rey, no creo que le agrade mucho que yo salga con otros alfas.
—Esta bien esperare ansioso tu respuesta.
Los días habían pasado y Yoongi seguía siendo muy gentil con Namjoon, mientas que Jungkook lo ignoraba y cuando le prestaba atención era para humillarlo sin importar quien estuviera presente.
Después de dos semanas fue que Jungkook recibio aquella temida carta, donde se preguntaba si su omega ya había sido marcado, por que si o si tendría que hacerlo esa noche pues ya no podía evadir a la iglesia.
Después de la cena la pareja se fue a sus respectivas habitaciones, cuando Nam entró vio que en el centro había una bañera y Hoseok lo esperaba sentado en la cama.
—Majestad que bueno que ya llegó, por poco y me quedo dormido, vine para ayudarle a darse su baño, el rey me mando a prepararlo y me pidió que en cuanto estuviera listo fuera a su habitación —Nam no entendía para que debía prepararlo pero como no quería hacer enojar más a Jungkook simplemente obedeció.
Chasquidos de besos era lo único que se escuchaba en la habitación de cierto alfa rubio, este estaba sentado en su cama mientras cierta persona estaba sentado a horcajadas y balanceaba sus caderas siguiendo un ritmo placentero.
Jimin no entendía como fue que se dejó convencer, el se había prometido que eso no volvería a pasar, no estaba bien, en primera porque estaba con alguien de mayor rango, segunda era menor que él por 15 años y tercera y más importante era otro alfa y para rematar el hermano de su Rey al que juro proteger.
—Jin detente habíamos acordado no volver hacer eeestooo— decía entre gemidos pues el alfa menor se estaba encargado de darle húmedos besos en todo su cuello, además de continuar con aquellos lentos movimientos de cadera que enloquecian al mayor.
—Será la última vez lo prometo Jimin, ahora por favor hazme tuyo, llename, quiero sentirte — el alfa mayor solo de escucharlo se ponía más duro, pero debía ser fuerte y detener todo esto.
—Siempre dices lo mismo y te volveré a tener aquí en mi habitación, Seokjin sabes que esto no está bien, si alguien nos descubre pueden decirle a Jungkook y tal vez el logre entendernos, pero que tal que esto llega a voces del clero, sabes lo mal que son vistas las relaciones entre alfa y alfa, querrán darnos pena de muerte aun sin averiguar si los rumores son falsos o verdaderos, así que vete.
El alfa veía a Jimin y sabía que este tenía razón, lo que ellos hacían estaba mal, pero como hacerle entender a él y a su lobo lo mucho que deseaban estar entre los brazos de Park Jimin,como le encantaba sentirse llenado por él, el único hombre con el que ha estado íntimamente, el cual le robo su virginidad desde los 15 años, bueno eso de robar no era tan cierto, pues Jin aprovecho el celo del Alfa para escabullirse a sus sábanas pues jimin por temor no aceptaba lo que sentía por él menor y no supo como pero 6 años después seguía haciéndolo aún y cuando el alfa le había ordenado que no lo hiciera más.
Cuando Jin tenía 18 años comenzaron una relación, el alfa lo cortejaba, pasaban sus celos juntos e incluso Jimin había aceptado que podían ser versátiles, pero todo terminó aquel día que vieron como la iglesia enjuiciaba y mataba a dos alfas a los cuales se les descubrió eran amantes, desde ese entonces Park juro que por el amor que sentía por Jin no lo arriesgaría a eso, aunque se ganará el odio del Alfa menor.
Seokjin muy molesto salió de la habitación donde dormía el guardia real, al ir tan rápido no le tomó importancia cuando vio como Namjoon se cruzo por su camino.
Jungkook estaba en su habitación, estaba molesto con Namjoon por todas las mentiras que le dijo, ahora odiaba como el estúpido de Min lo llamaba de forma dulce e incluso los había visto en varias ocasiones caminando por los jardines del palacio y lo que más odiaba eran esos malditos celos y ganas de mandar todo al demonio para perdonar y tomar a Namjoon como su verdadera pareja, su lobo no dejaba de insistirle que debía ser dulce con el omega, pero es que cuanto lo veía recordaba como fue que cayó en su tonta trampa.
Jeon estaba tan perdido en sus pensamientos que no escucho cuando la puerta fue tocada, fue hasta después de un rato que vio como Namjoon entraba, le había ordenado a Hobi que fuera por el, pues esa misma noche debía marcarlo y fue tan estúpido al decirselo al omega que este pensó que debía preparar a Namjoon para una noche más íntima, pues el omega llevaba un lindo camisón rojo de seda con encajes, la tela era muy transparentosa tapaba únicamente lo necesario pero no dejaba nada a la imaginación, en cuanto Jeon le presto la debida atención sintió como su corazón se paraba y no solo es parte de su cuerpo lo hacía.
Namjoon estaba muy sonrojado, su dorado cabello estaba peinado hacia un lado lo que lo hacía lucir aún más tierno, su piel acanelada brillaba muestra de lo suave que debía estar y de los aceites que seguramente Hobi había aplicado en él y finalmente estaba esa deliciosa esencia que caracterizaba al omega pues sus tres aromas bailaban a su alrededor.
Jungkook quiso ser fuerte, el jura que lo fue, que puso resistencia y que no se dejó llevar, pero sin importar como llegó a ese momento lo estaba disfrutando demasiado.
Jugkook se acerco a Namjoon y lo tomó de la barbilla, sus movimientos fueron rápidos que cuando menos lo esperaron ya estaban besándose, Jeon trataba de probar lo más que podía de la boca de Nam y este aunque era más torpe trataba de seguirle el ritmo.
Ninguno de los hablaba sólo se dejaban llevar por las caricias, el alfa tomaba posesiva mente a Namjoon de la cintura pegándolo lo más que podía a su cuerpo mientras el omega llevaba sus manos a la parte trasera de su cuello para así profundizar más el beso.
—Omega no sabes cuanto te deseo— decía el alfa mientras bajaba sus labios a su largo cuello, chupaba y mordía a su antojo cuello y clavículas.
El Alfa no podía negarlo más Namjoon era su destinado y tanto él como su lobo querían hacerlo suyo por lo que estaba dispuesto a olvidar todo y dejarse llevar.
Cargó al omega y lo recostó en el centro de la cama, desde ahí podía observarlo mejor, recordaba exactamente cada parte de su cuerpo, así que lentamente comenzó a quitarse la camisa.
Namjoon estaba un poco confundido, por una parte le daba miedo el alfa pues los últimos días lo había tratado de lo peor e incluso lo ignoraba, pero su parte animal le decía que debía entregarse al alfa y confiar en él pues le pertenecían, aunque esa última parte no lograba entenderla del todo.
—Namjoon perdo....—las palabras del Alfa fueron interrumpidas pues su puerta fue abierta y de ella ingreso cierta omega llorando.
Namjoon enseguida se trató de cubrir al igual que jungkook.
—Oh lo siento majestad no quise interrumpirlos es solo que afuera esta lloviendo y me dan mucho miedo los truenos.—Lloraba falsamente pues ella claro que se había dado cuenta cuando su hermano ingreso a la alcoba del rey.
Namjoon creyó que Jeon la echaría pero por el contrario se acerco a ella y la abrazo diciéndole que todo estaría bien y como si lo que acababa de pasar no hubiera existido lo corrió y le dijo que la próxima vez fuera a su alcoba decente y no como un omega que se ganaba el dinero a base de caricias.
El omega se sintió ofendido y rápidamente abandono el lugar odiando el haber sido tan tonto como para creer que Jungkook lo quería y olvidaría esa absurda conversación.
A la mañana siguiente el omega estaba verdaderamente triste, sus ojos estaban hinchados y no tenía ganas de nada, jamás ni en sus más locos sueños pensó que desearía tanto volver a lado de su padre pues Jeon era peor que él.
Justo estaba lamentándose cuando su puerta fue tocada, al abrir se arrepintió pues no estaba presentable y justo enfrente de él tenía al apuesto alfa que siempre lo hacía sentir especial.
—Toma omega, en cuanto las vi pensé en ti y quise traertelas— Yoongi tenía en sus manos un hermoso ramo de rosas rojas, el cual le entrego al omega, para después despedirse dándole un pequeño beso en la mejilla.
Namjoon estaba sonrojado y confundido a la vez, pues todos sabían que cuando iniciaba el cortejo el alfa entregaba doce rosas rojas, quiso pensar que tal vez Yoongi no sabía de esto o estaba confundió pero al contarlas una docena se hizo presente y aún y cuando no debería sentirlo por ser un omega casado, su corazón empezó a latir fuertemente al igual que sentía pequeñas cosquillas en su estómago al pensar en el alfa pálido.
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