¡Cueste lo que me Cueste!
Muy buenas noches damas y caballeros, ¿Cómo andan? Yo aquí trayéndoles un fic especial que hago por dos motivos.
El primero es porque se lo dedico a una buena amiga mía en Fan Fiction llamada Lourdes13 a quien quiero mucho ;D y el segundo es para cumplir con el Reto #3: de shipps sorpresas que se organizó en el Foro "The Latin House Forum" que termina a finales de septiembre. Así aprovecho en matar dos pájaros de un solo tiro.
Como lo dice el Sumary, este cuento se enfocará en el para nada agraciado casanova de Rusty Spokes que es tan imán para chicas como lo es un repelente para las moscas y como trata de ligarse de todas las formas a Polly Pain, la amiga patinadora de Lynn que aparece en ese capítulo en donde Lincoln tiene una cita a ciegas cuádruple y trata de evitar a Ronnie Anne a toda costa.
¿Pero el desesperado pelirrojo lo logrará o quedará siempre tirado en el rincón de la Friendzone? Veamos cómo le irá y si tendrá suerte.
-¡AAAUUUCH! ¡Cuidado con lo que haces, Rocky!- no pude evitar soltar un aullido de dolor cuando mi hermano menor estaba poniéndome una venda alrededor de la cabeza tapando un gran chichón redondo y palpitante que tenía ahí.
-Entonces deja de moverte para terminar con esto- él estaba de lo más fastidiado por mi actitud, como me choca tener que ser regañado por mi hermanito por mis quejas cuando se supone debe ser al revés -y listo. Veamos cuántos días vas a durar sin que te vuelvas a joder el coco- tuvo el descaro de darme unas palmaditas en la frente.
-Ja, ja, muy gracioso- reí sarcástico pero enseguida hice una mueca y me sobé adolorido el chichón -espero que si pase mucho tiempo antes de volver a herirme así...- tuve que esforzarme mucho para no soltar unas lágrimas de dolor.
-La próxima vez procura también llevar puesto un casco que no se caiga cuando des contra el pavimento. Podrías terminar como un huevo estrellado- refunfuñé por esa broma a costa de mi infortunio, pero su celular comenzó a sonar antes de que pudiera reclamarle.
-¡Ah, Lucy! ¿Cómo está hoy mi princesa de la oscuridad?- bramé por el cursi apodo que le tiene a su peculiar noviecita -¿Ir a-a ver el Remake de la pe-película del Exorcista?- ahora yo fui quién río cuando se puso azul del miedo ya sudando a caudales teniendo un Tic en el ojo derecho.
-¡No, no, no! Claro que no tengo problemas con ir a verla contigo- debí admitir que supo disimular muy bien su tono de voz para no revelar el miedo que tiene -solo dime a qué hora quieres que... ¿Tan ta-tarde en la noche? Bu-bueno, ya sabes cómo es mi papá cuando llego muy tarde a casa. ¿Por qué no mejor...?- comenzó a alejarse de mí intentando convencer a su primor de ver esa película en otro horario o ver otra menos aterradora.
-Procuraré dejarte la luz encendida para cuando vuelvas- le dije burlón, pero no prestó atención -bien por ti, Romeo. Tú sí que tienes suerte- suspiré ya desganado y otra vez me froté la frente.
Como no tenía mejor que hacer ahora, decidí ir a mi cuarto a intentar dormir un poco y con suerte así dejaría de dolerme tanto la cabeza.
Me tiré de espaldas en la cama sin siquiera tomarme la molestia de quitarme los zapatos y teniendo los brazos cruzados tras mi nuca viendo fijamente el techo poniéndome a pensar.
Ah, mi hermano menor, en serio estás volviéndote todo un hombre, incluso mucho mejor que yo porque con tan solo 14 años ya tienes una novia estable, mientras que a tu edad yo pues... mejor no pienso en eso o esta jaqueca que tengo podría empeorar.
Es bueno ver que si ha sabido cómo aplicar los "sabios consejos" que papá siempre nos dio para saber cómo ligarnos a las chicas y que estas caigan totalmente rendidas a nuestros pies, bueno, aunque él muy a diferencia mía solo tuvo ojos para una sola chica y solo para una y nada más (junto con la increíble suerte de que esta también le haya tirado el ojo) y no ha tratado de cortejar a toda aquella que se le cruce en frente como lo he hecho yo un montón de veces... tampoco sintiendo lo que es ser rechazado esa misma cantidad de veces.
En especial si no recibe la patada por parte de aquella que sea tu mayor centro de atención y a la que mayor ímpetu se la ha dado para conquistar. En serio sí que has tenido mucha suerte, Rocky.
Como no pude conciliar el sueño, saqué mi celular para chatear un poco con mis amigos y saber que han estado haciendo. Reí cuando Liam dijo que un bromista libero a todas las gallinas de su corral y que debió hacer maromas para recuperarlas, también cuando Zach comentó que junto a sus padres logró polarizar toda su casa con papel aluminio pasa así al fin tener completa privacidad y que el gobierno no "siga espiándolos" lo mismo hice cuando Stella informó que Clyde ya se había recuperado de esos tamales que le cayeron a su estómago y que ella les preparó.
Pero no podía reír por lo que Lincoln dijo sobre que su hermana Lynn tuvo una pelea física con Ronnie Anne y que ahora estaba cuidando de esta. Todos nos preocupamos y le preguntamos porque se pelearon, pero él no quiso dar muchos detalles al respecto a lo que no nos quedó de otra que resignarnos y desearles la mejor de las suertes.
Cuidar a la chica por la que uno babea como perro y que te quita el sueño por las noches... es algo que yo con mucho gusto haría si se me diese la oportunidad, mejor dicho, si ELLA me diese la oportunidad para que pueda ver que mis sentimientos son totalmente genuinos.
Vaya... ¿En serio tan desesperado estoy que soy capaz de desear que se encuentre herida de alguna forma para que yo, como un caballero con brillante armadura y montado en su imponente corcel blanco, vaya a su rescate y la proteja de todo mal y peligro?
¡MUY BIEN PENSADO, RUSTY! Bravo por ti, cabeza hueca. Luego te preguntas porque ni ella u otra de esas damiselas que has tratado de cortejar te han dado la espalda como si fueses un mero plebeyo, ¡Vas camino al éxito!
Gemí y ahora ruedo para estar acostado sobre mi costado derecho ahora pasando varias de las fotos que tengo guardadas en el celular hasta que encuentro la que más interesa, la principal de mi larga lista de infructuosos intentos de conquistas y que me ha quitado el sueño por las noches en más de una ocasión.
-Polly... ¿Qué más debo hacer para que al fin te des cuenta de que no eres solamente un simple interés pasajero?- pasé un dedo en su risueña cara agradando su imagen admirándola en todo su esplendor.
Que increíblemente patético es no solamente que mi hermanito tenga más suerte en el amor que yo, sino qué en estos últimos dos años no he podido quitarme de la cabeza a esa hábil, divertida, tenaz y hermosa patinadora que sin que yo mismo me diese cuenta flechó mi corazón la misma noche en que la conocí.
Mucha risa me da recordar ese momento. Resultaba que 4 de las locas hermanas Lincoln le habían arreglado una cuádruple cita a ciegas para que no estuviera solo en un baile estudiantil que se iba a llevar a cabo una noche, pero como él no podía lidiar con esas pretendientes al mismo tiempo, nos pidió a Clyde, Liam, Zach y a mí que lo ayudáramos con eso y quitarle un gran peso de encima.
Yo estaba que me moría de los nervios e incluso consideré que era mejor opción bailar con alguno de ellos que con cualquiera de esas chicas porque por más que haya querido tener una para ese día y no estar solo como un total perdedor, la pena me hizo ponerme más rojo que mi cabello.
Pero asombrosamente nos fue de maravilla a todos los que integramos a la Formación Serpiente en esa ocasión. Lincoln tuvo su noche de ensueño con Ronnie, los demás con las otras chicas con las que él se supone iban a divertirse, incluyéndome a mí con Polly.
Esa noche fue mágica para mí, casi como si me hubieran trasladado a uno de esas películas cursis de Disney cuando el príncipe y la doncella bailan al compás de una dulce y melosa canción (usando patines en nuestro caso) sintiéndonos el centro del universo y que nada existía alrededor nuestro cada vez que nos perdíamos en la profundidad de los ojos del otro.
Como me hubiese gustado que el cuento de hadas durase un poco más, porque a pesar de lo mucho que nos divertimos en esa ocasión, no pasamos más allá de ser conocidos de una sola noche no volviendo a juntarnos de esa manera en posibles citas futuras o algo parecido.
Bien iluso fui al pensar que ya había hallado al amor de mi vida en ese instante, pero ni modo, la vida sigue y aún quedaban muchos peces en el mar que esperaba pescar con esos "infalibles métodos" que ya había mencionado antes y que normalmente han tenido tan buenos resultados como si me aplicase perfume con aroma de zorrillo.
Pero ¿A quién trataba de engañar? A pesar de ser el "Don Juan" de mi grupo de amigos y el que siempre tuvo mayor interés en las chicas lo cierto era que era un completo fracasado en todos los sentidos, tanto en lo físico porque mis granos les causaban la mayor de la repulsión, como por actitud debido a las cosas que les decía con todo volviéndome el haciéndome un total hazmerreír ante los ojos de las demás personas.
Jamás pudiendo sentir lo mismo que Polly me hizo sentir en esa ocasión...
Sin embargo, como dice ese viejo y conocido refrán: "Si amas algo déjalo ir, y si regresa hacia ti, es porque siempre fue tuyo" y por un momento me volví a sentir en el cielo cuando me la tope por casualidad hace un par de años atrás.
Flash Back:
Era un quinceañero que ya cursaba la preparatoria y junto con mis compinches fuimos a un parque para tratar de animar a Lincoln cuyo abuelo había muerto recientemente y estaba de lo más decaído.
-¿Unas carreritas, Lincoln? El que pierda deberá invitarnos a todos a una pizza- recomendé porque todos estábamos montados en nuestras respectivas bicicletas.
-... suena bien...- se demoró en contestar casi hablando en susurro teniendo la cabeza gacha.
Desvié la mirada sintiéndome mal por verlo en tan lamentable estado y porque no tenía mejor forma de animarlo, hasta que vi cerca nuestro a un grupo de chicas que daban su propio paseo.
-Miren a esas linduras, ¿Qué tal si hacemos algunas acrobacias frente a ellas? A lo mejor las dejamos de lo más impresionadas y decidan hacernos compañía- les propuse algo ansioso.
-Rusty...- Clyde me dedicó una mirada de reproche como un papá ante alguna travesura de su hijo, Liam bramó como uno de sus caballos y rodó los ojos y Zach soltó una pequeña risa.
-No, no. Está bien... está bien- pero Lincoln accedió luego de pasarse una mano por los ojos secándose las lágrimas que habían amenazado con salírsele.
Naturalmente yo fui el que tomó la iniciativa y me dirigí a unas rampas para hacer piruetas en frente de todas esas chicas. Pude hacer dos hábiles giros en el aire que dejó a más de una con la boca abierta y por momentos olvidé que el objetivo de eso era animar a mi amigo peliblanco.
Pero cuando iba a agarrar impulso para hacer una tercera maroma, ocurrió el desastre.
-¡OYE TÚ, CUIDADO!- había olvidado que no era la única persona que usaba las rampas y muy tarde vi a una chica en patines que venía en dirección mía.
-¡AY, CARAJO!- intenté girar a la derecha, pero iba tan rápido que solo conseguí que se volcara mi bicicleta y derrapa no teniendo manera de detenerme creyendo que íbamos a chocar.
Increíblemente, ella tuvo la suficiente habilidad para saltar abriendo las piernas eludiéndome por completo. Sentí que el tiempo pasó lento al verla pasar sobre mí quedando hipnotizado un momento, hasta que mi cuerpo siguió su camino junto a la bici y terminamos chocando contra unos contenedores de basura.
-¡RUSTY!- inmediatamente mis amigos vinieron a ver como estaba -¡¿Estás bien?!- Zach me ayudó a ponerme de pie.
-Claro que sí...- rugí molesto y adolorido quitándome una cáscara de plátano que me había caído en la cara. Noté como las chicas que antes se habían asombrado por mis acrobacias, ahora se reían de mí como si fuera un bufón.
A eso me rebajaba, a ser un payaso vulgar y sin gracia que entretenía a los demás hasta que se le acabaran las risas, ¡Buen trabajo, galán!
-¿Estás bien tú?- pero la chica con la que casi choco tuvo la cortesía suficiente para venir y ver cómo me encontraba.
-Sí, estoy bien. Perdón por casi chocar contigo- pedí perdón mientras me quitaba el casco y me sobaba la nuca.
-Procura estar más atento la próxima vez. No siempre la persona con la que vayas a tropezar tendrá mis mismos reflejos gatunos- pese a todo ella pudo bromear con cierto tono de arrogancia y también se quitó su casco.
Iba a decirle algo más, hasta que la vi más detenidamente. Esa chica que aunque no tuviera sus patines puestos sería tan alta como yo, que de por sí era el más alto de mi grupo de amigos, ese cabello castaño no muy largo amarrado con un par de coletas, esos ojos avellana.
Un segundo, ¡Pero si ella se trataba de...!
-¡ERES TÚ!- exclamamos al mismo tiempo señalándonos mutuamente porque ella también me reconoció -¡Cuánto tiempo sin verte!- con esa peculiar sincronización nos vimos de arriba abajo.
-¿Ya la conocías, Rusty?- quiso saber Zach.
-¡Claro que sí! ¿No la recuerdan? Es una de las cuatro chicas de esa ocasión cuando tuvimos que ayudar a Lincoln en ese baile cuando aún teníamos 11 años- de uno en uno hicieron memoria.
-Hacía años que no te veía- siguió hablando ella teniendo la misma sonrisa de ese entonces -¿Cómo has estado... eh... Krusty?- intentó recordar mi nombre.
-Rusty- reí por su error -¿Y cómo te encuentras tú? Veo que sigues siendo muy hábil a la hora de patinar- debía admitir que para haberme esquivado del modo en como lo hizo, se requiere una gran destreza.
-¡JA! Y eso que no has visto lo que en verdad soy capaz de hacer- hizo una pose presumida -¿Qué me dices de ti? ¿También vas a la preparatoria? No te he visto por ahí.
-Claro que asisto ahí. Sería imposible no hacerme notar entre los demás- bromeé rascándome mi cabellera pelirroja -entonces... ¿Estás en el equipo femenino de deportes?- no iba a desaprovechar la oportunidad en entablar una conversación.
-Por supuesto. Si supieras a cuantas he hecho morder el polvo en el patinaje...- siguió presumiendo.
Con todo interés le pedí que me contara más sobre eso y accedió para comenzar a alejarnos, pero primero miré de reojo a mis amigos sintiéndome mal por dejarlos así, en especial a Lincoln.
Zach levanto ambos pulgares, Liam me chequeó un ojo, Clyde sonrió asintiendo, pero vimos al peliblanco a ver si estaba de acuerdo. Él solo mantuvo la mirada perdida por unos segundos, pero al verme pudo sonreír ligeramente siendo todo lo que necesitaba para irme sin arrepentimientos.
Fin del flash back.
Prácticamente la tenía en la bolsa, ilusamente creía que con nuestro momento especial de esa noche y reencontrarnos luego de cuatro años iba a tener al fin la oportunidad de conquistarme a una bella chica y se volviese mi novia.
Pero una pequeña probada de realidad me bajó de mi nube de fantasía. No es como si ¡PUF! Por arte de magia ella me quisiese de esa manera y todo eso, debía luchar para ganármela y no había lugar para esos intentos baratos de conquista que apliqué con otras chicas.
Y cuando me refiero a luchar para conquistarla, me refería a sudar sangre al tratar de seguirle el ritmo en los deportes que a ella le gustaba hacer aparte del patinaje.
¡DIOS SANTO! Siempre he sabido que no soy precisamente un adonis con el cuerpo y la fuerza de un dios griego, pero intentar ponerme a la par de una súper atleta como ella para no terminar comiendo el polvo llevaba mi flacucho cuerpo hasta sus límites; algunas veces me pregunto cómo Lincoln podía aguantar tanto cuando ayudaba a su hermana Lynn con sus prácticas.
Siendo algo que ella no tuvo pelos en la lengua de recalcarme.
Flash Back:
Estábamos en una competencia de parejas haciendo diversas actividades y teníamos ya 16 años, pero en vez serle de ayuda, solo fui un ancla, un lastre que la entorpeció en todos los aspectos haciéndole perder de manera muy humillante, en especial en los retos y pruebas de destreza física.
-Ay... ay...- gemía adolorido porque ella, a pesar de todo, tuvo la cortesía de vendarme un brazo.
-Deja de quejarte tanto, ni yo cuando era niñita chillaba así- el normalmente tono armonioso y enérgico de su voz ahora era frío como el iceberg que hundió al Titanic -ya terminé- me soltó con cierta brusquedad lastimándome un poco.
-Auch... gracias, Polly- desvié la mirada rascándome esa de las muchas lesiones que tenía -yo... este... perdón por no haberte ayudado en los retos. Te aseguro que la próxima vez...
-Basta ya, Rusty- interrumpió alzando una mano y me tensé por la mirada que me dedico hasta que cerró los ojos para echarse hacia atrás el pelo que tenía en su frente -escucha, Rusty... en serio aprecio lo que siempre tratas de hacer, pero es mejor que pares hasta aquí.
-¿Qué?- no comprendí a que se estaba refiriendo.
-En serio me halagas que trates de estar junto a mí e intentes demostrar que eres capaz de hacer lo mismo soy capaz de hacer, pero esto me ha confirmado que no eres lo que estoy buscando en un chico- sentí como una bola de demolición dio contra mi corazón reventándolo en mil pedazos.
-Eres un chico atento, amable y divertido y seguramente algún día de estos conquistaras a una de esas tantas chicas con las que coqueteas, pero esa no seré yo. Así que mucha suerte- tuvo la cortesía de darme un beso en la mejilla derecha para ponerse su casco e irse patinando.
-Pe... pero Polly...- quise llamarla, pero ya estaba demasiado lejos y no pude ver las lágrimas de desdicha que empezaron a salir de mis ojos.
Fin del flash back.
Vaya patada al trasero que recibí. Lo único que me servía de consuelo es que ella aun quería seguir siendo amiga mía por lo que no todo estaba perdido, al menos, así quería verlo. Por eso, cuando no volvía hacer el ridículo ante otras linduras, trataba de demostrarle que yo aún podía ser el tipo de chico que a ella le encanta.
Volviendo a fallar estrepitosamente y a lo grande. Por eso estoy aquí ahora mismo, porque trate de deslizarme en mi patineta sobre un pasamanos y terminé cayendo como costal de papas (Por enésima vez) contra el suelo.
Ah... se supone que ya debería haberme resignado en conquistarla buscando más opciones y todo eso, pero es que simplemente ella sigue gravada en mi cabeza nunca dejando de ser la primera en mi lista. Ahora que estamos a un solo paso de graduarnos y cada uno tomará su propio camino en la vida, siento que la presión aumenta con cada día que transcurre.
Debía hallar el modo de conquistarla antes de que fuese muy tarde. Si intentando hacer lo mismo que he hecho en estos años no he logrado nada, debía cambiar de táctica, pero ¿Qué debería hacer ahora que el tiempo se acaba?
Mejor duermo un poco a ver si mañana la iluminación llega a mi mente, mientras sueño que de nuevo bailo con ella como en esa noche de cuentos de hadas.
(...)
Aunque no pude tener ese tipo de sueños porque mi hermanito regreso de lo más aterrado del cine, por lo que no me quedó de otra que dejarle dormir conmigo durante toda la noche mientras temblaba como loco debido a los nervios.
Los deberes del hermano mayor... pero ya que carajos. Veamos si logro aprender algo realmente útil en la escuela y que me permita solucionar este predicamento.
-¿Y cómo sigue Ronnie Anne, Lincoln? ¿Mejor?- quiso saber Stella teniendo a Clyde a su lado que se sujetaba la cabeza con ambas manos poseyendo una expresión casi digna de un muerto.
-Un poco mejor, por fortuna- él tenía un semblante iracundo que ninguno de nosotros había visto de su parte antes.
-Sigo sin creer que tu hermana Lynn la haya agredido así. Entiendo que se haya enfadado con Ronnie por haberte pegado, pero no era para llegase a tales extremos- dijo Zach.
-Ni que fuese tu novia y estuviese poseída por los celos o algo parecido- comentó ahora Liam.
-Chicos- interrumpió Stella porque lo que decían no ayudaban en nada a la situación -solo recuerda, Lincoln, que todos estamos aquí para apoyarte en lo que necesiten- sujetó su mano derecha apretándosela levemente y él solo asintió despacio no cambiando su expresión que sinceramente estaba comenzando a dar miedo.
Finalizada la hora del almuerzo, debíamos volver a clases. El tema de Lincoln con Ronnie era lo que rondaba ahora por mi cabeza y debía quitarme el sombrero ante él porque en serio demostró ser capaz de hacer lo que sea por la chica que le gusta sin hacer tonterías como las que yo hago con Polly.
Tengo que cambiar mi enfoque, descubrir que otras cosas le gustan a ella para poder hacerlas delante suyo y vea qué si es de mi interés total y no solo otro fallido intento de conquista, pero la pregunta seguía siendo la misma: ¿Qué hago?
-¿Te duele mucho, Polly?- cuando me dirigía a mi casillero vi como ella caminaba cojeando siendo acompañada por una amiga. Así que me oculte en una esquina.
-¿Tú que crees?- respondió cortante y se sobó una reciente y muy fea raspadura en su rodilla derecha -es lo que me pasa por no ponerme las rodilleras durante las prácticas...- abrió su casillero unas vendas, pomadas y gasas para ponérselas ahí.
-Es raro de tu parte no tomar esas precauciones que siempre tomas, ¿Qué paso contigo?- indagó su amiga y yo me arrimé con todo el disimulo posible para saber más del asunto.
-Bueno... es que...- extrañamente ella pareció apenarse, un semblante muy inusual de parte suya -es que se me olvido ponerme las rodilleras porque volví a pensar en ese doctor que me atendió la semana pasada cuando me disloqué el codo- abrí enormemente los ojos por ese suspiro soñador que soltó, porque nunca la vi gemir así.
-¿Caíste ante un hombre mucho mayor que tú? ¡Jamás creí eso de tu parte, Polly!- a su amiga le daba mucha gracia eso, pero yo ahora me puse rojo de la ira y de los celos.
-Es que él es muy guapo...- rugí como perro cuando siguió hablando -además, es un médico cuya labor es ayudar a toda persona que sufra alguna herida, Roberta. Sabes que a mí me fascinan los hombres que dedican sus vidas a ayudar a los demás desinteresadamente y ponen su alma al asegurarse de que sus pacientes estén bien. Lo que daría por conocer a uno así cuando asista a la universidad...
Toda esa ira que subía en mí como la lava de un volcán en erupción desapareció de repente y sentí como al fin recibí la iluminación.
¡ESA ERA LA RESPUESTA A MI PROBLEMA! Siempre intentando cortejarla haciendo maromas como si fuera un mono de feria, que nunca se me ocurrió intentar averiguar lo que más le gustaba aparte de los deportes y ver si podía llegar a su corazón por otros caminos.
Entonces le gustan los médicos, los hombres que entregan el cuerpo y alma en ayudar a los heridos y heridos, ¿Eh?
No era nada de lo que pudiera esperar de su parte y tampoco algo que sea mucho de mi interés por el... peculiar pavor que le tengo a la sangre, pero, valía la pena intentarlo por la chica que tantos suspiros me ha robado, ¿No? Además, en caso de que no logre nada con ella, puede que con eso al fin me vuelva un verdadero imán para las señoritas y no su bufón personal.
Así que lo intentaré, por la chica que me gusta y por la que tanta sangre, sudor y lágrimas he derramado, me meteré en esa profesión y lograré después de tantos intentos fallidos ganármela al fin dándole un cierre al cuento de hadas inconcluso conformado por los dos desde esa noche.
¡CUESTE LO QUE ME CUESTE!
Primer y único capítulo de esta historia completado en Fan Fiction el 22/08/2020.
Publicado en Wattpad el 01/010/2020.
Espero que les gustase este One-Shot dedicado a Rusty y Polly. Sé que es algo chico y que dejé muy al aire ciertos elementos, pero es que a mi amiga Lourdes13 le prometí hacer una historia chica en comparación a las grandes actualizaciones que he hecho últimamente en FF, espero que te haya encantado (te mando un besito ;D)
Se dice que por amor uno es capaz de hacer lo que sea y ciertamente Rusty ejemplifica eso al literalmente partirse el Coco para ganarse el aprecio de Polly fallando una y otra vez, ¿Quién no ha hecho alguna tontería por la chica que le gusta?
Y si se preguntan que son esas menciones a una pelea que Lynn tuvo con Ronnie y cuando Lincoln estaba triste por la muerte de su abuelo, es porque son cosas ocurridas en mis fics "Una Ganadora de Verdad" & "Pop-Pop" respectivamente.
Esta historia al igual que esas pertenecen al mismo universo de mi primer fic de TLH "La Siguiente Generación" y no son las únicas, ya que tengo otras y haré más tanto de los amigos de Lincoln, como de las hermanas de este, lo aseguro ;D
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro