nombres y mentiras
Antes de darme cuenta estábamos frente a una gran casa rosa de muñecas, el doctor Facundo nos dijo que esperamos afuera un momento mientras el nos presentaba. No tenemos mucho, todas nuestras cosas caben en la maleta de Pato y mi guitarra siempre estaba conmigo, somos la viva imagen de lo que llaman "vagabundos" ¿Será que los otros niños nos verán de menos? Es un pensamiento estúpido, pero si algo me enseñó la vida es que a nadie le gusta ver al otro de buenas y aman patear al caído.
Jugaba con la cinta de mi guitarra con una mano mientras Pato me sostenía la otra, estaba nerviosa, eso sabía bien, incluso si la fuerza de su mano era la única señal de sus nervios.
Pato es buena para vivir en la calle, es fuerte, lista y rápida; súper lámpara, sabe sobrevivir y mantenerse fuera de peligro. Pero una niña no debería saber cómo vivir en la calle, ella necesita crecer bien y afuera yo no puedo asegurarme de que lo haga, por eso vinimos aquí, por Pato y solo por Pato.
Su mano me apretaba con fuerza la mía y yo estaba a punto de decirle que me soltará cuando el doctor Facundo abrió la puerta y por fin nos dejó entrar.
El hogar era re lindo por fuera pero por dentro era tremendo chiquero, parecía la casa abandonada donde nos quedamos en San Clemente antes de decidirnos por venir. Habían como 10 chicos frente a nosotros, todos con camiseta blanca, preparados para dormir en lo que se supone que sería la sala.
-"che, vos sos la chica de san Clemente" dijo el chico mas alto con el pelo largo señalando a Pato
-"quien sos? A vos no te recuerdo de allá" otro al lado del primero, con gafas y pelo cortito se dirigió a mi pero antes de que pudiera responder el doctor Facundo hablo
-"está es Patricia y este es Alex, a partir de hoy son los nuevos integrantes del hogar, espero que todos los traten bien"
-"hola, prefiero que me digan Pato, espero que nos llevemos bien"
-"buenas"
Al lado del Doctor había una señora de pelo corto bastante bonita con cara amable pero cansada que nos sonreía
-"Bienvenidos chicos, yo soy Belén la directora del hogar, espero que se sientan a gusto con nosotros, pónganse cómodos, mañana podemos hablar de sus datos y papeles"
Justo después de eso el doctor Facundo y Belén se fueron al piso de arriba a quien sabe que, dejándonos a Pato y a mi frente a un montón de muchachos curiosos que nos rodeaban
-"¿Cuántos años tenes?"
-"¿También sos de San Clemente?"
-"¿Te gusta jugar a las muñecas?"
-"¿Esa guitarra es tuya?"
-"¿Sabes tocar?"
-"¿Sos bueno en el fútbol?"
-"chicos paren, no los han dejado hablar a los pobres, veni ayudame Jime" Alguien hablo haciendo que todos se separen de nosotros y nos dejen respirar
Una niña morena cerca a los chicos que estaban en mi cara con preguntas se fue hacia el fondo del grupo y volvió del brazo con una muchacha alta de pelo corto agarrado con una diadema y ojos casi negros como una noche de ciudad, estaba mirando al frente pero parecía que no enfocaba a nada ni nadie, aún así tenía una sonrisa mientras caminaba a nosotros con la ayuda de la niña morena.
-"que gusto conocerlos a ambos, mi nombre es Milagros pero por favor llámenme Mili" dijo mientras nos daba la mano a cada uno, aún con la sonrisa en el rostro y la mirada perdida era realmente guapa
-"el gusto es mío Mili, yo soy Alex, espero que nos llevemos bien" dije mientras respondía su saludo con ambas manos, ojalá mi voz le parezca especial y la guarde en su memoria, pensé mientras miraba directamente sus ojos
-"yo soy Jimena" la niña que ayudaba a Mili grito en mi oído, iniciando una ola de presentaciones a la que apenas podía seguirle el ritmo, por un segundo pude mirar a Pato que estaba en las mismas, los dos igual de desubicados con todos gritando nombres y apodos raros, hasta que el doctor Facundo se fue a su casa (que es al otro lado de la ciudad) y Belén decidió que Mili dormiría con ella en el cuarto en lugar de en el cambuche de la sala.
Eventualmente se calmo por fin la gritadera y todos se empezaron a acomodar en los colchones y sofás, Pato logró un lugar en uno de los sillones y yo ya estaba instalado en el costado de la silla, después de meses viajando juntos desarrollamos este hábito de sueño, Pato dormiría bien hasta las 3 am mientras yo vigilaba y luego cambiaríamos de guardia, yo dormía hasta las 7 mientras Pato hacia vigía y empezaba a buscar cosas para el desayuno. A veces, dejaba a Pato dormir hasta las 6, otras, ella no me despertaba hasta las 9, pero en general tenemos un sistema funcional. Aunque no sé que tan bueno sea está noche en la pila de cuerpos en la que dormiremos.
-"Oye Alex, no te vas a acostar?" La chica de pelo crespo, Georgina, me preguntó desde su esquina del colchón
-"Me va mejor durmiendo sentado"
-"Alex tiene razón, con lo duro que está todo hasta mejor dormir sentados" el chico mas bajito del montón, Roña creo, grito
-"No me refería a eso" intenté decir porque odio que pongan palabras en mi boca pero ninguno me escucho
-"Yo no pienso dormir acá" otra de las chicas chillo, son tantas que no puedo dar cuenta de todas por nombre, pero está chica era la de cara amargada como si siempre estuviera chupando un limón
-"Mira nena, por mi duérmete en la calle" Georgina le respondió al tiro
-"ay chicos no se de qué se quejan tanto" Pato empezó en un tono que conozco bien y me hizo sonreír, veamos que tan crédulos son los del hogar -"en san Clemente a Alex y a mi nos tocó dormir en las rocas de playa en medio de una tormenta"
Tenía que mirar al suelo para no soltar a reír ¿Rocas en medio de una tormenta? Cada día se le ocurren cosas más trágicas a Patito... Se le hubiera ocurrido ayer y hubiéramos podido cenar, pero bueno, proceso artístico y toda la vaina
-"¿enserio? Y entonces que paso" Nadia, la más chiquita de todos, pregunto con entusiasmo
-"De repente una ola enorme como de cuatro metros nos despertó y nos arrastró por la orilla"
-"¿Y que paso después?" La otra chiquita pregunto igual de intrigada
-"Nada, porque eso nunca pasó" Jimena grito tan enojada como si hubiéramos insultado a su madre... Espera no, eso sonó mal -"Eso fue una película que viste nena, ¿acaso nos crees estúpidos?"
-"No entiendo" la pobre Nadia miraba confundida a Jimena después de que la sacará del ambiente del cuento con su chillido
-"Que ella no es más que una mentirosa y no me banco a las mentirosas" ¿acaso está niña no sabe decir algo sin gritar?
-"Seguro tu eres el alma de las fiestas" dije ya cansado
-"Que decís nene" en medio segundo ya tenía a la furia hecha niña frente mío
-"es una historia, acaso nunca leíste un cuento o que?"
Jimena estaba a punto de volver a gritarme cuando Roña me salvó de que me piten los oídos -"pero si son cuentos ¿Por qué los dicen como si fueran de verdad?"
Mire a Pato que me sonrió y les respondí la cosa más obvia del mundo -"Te dan más plata si creen que la tragedia te paso a ti"
-+-
Tuve que acompañar a Pato al baño, según los otros chicos la casa está embrujada y si nos movemos solos el fantasma seguramente nos va a agarrar. Increíble que tan grandecitos sigan creyendo pendejadas como esas. Ya estábamos de vuelta cuando los escuchamos hablar detrás del sofá
-"vamos chicos, la nueva no es tan mala"
-"pará Mosca, si ni vos ni yo nos la bancamos"
-"¿Y que les parece el nuevo? Alex"
-"¿Su perro faldero? Es un tarado" Bueno, parece que hasta aquí nos duro la racha de buena fama en el hogar
-"pero que decís si lo que es, es un potro" ¿Potro? Mire a Pato para que me explicará pero ella solo estaba mirando dolida la escena frente a ella
-"Esos dos son unos mentirosos y unos ladrones, yo no quiero vivir con personas así en la casa"
En ese momento decidí meterme en la conversación. Si Pato iba a vivir aquí, no podía tener problemas con todos los demás. Alcance a oír como ella me llamaba pero ya me había hecho notar, sonrisa en la cara y listo para el show
-"Mentiroso y ladrón son palabras muy fuertes ¿no crees linda?" Me dirigí a la chica carepuño que había quedado muda al ver que había escuchado
-"Patito, ¿crees que somos mentirosos?" continúe y todos voltearon a verla como una caricatura, apenas ella negó con la cabeza volví a poner la atención en mi persona -"Y yo nunca eh robado nada, así que ladrones tampoco"
-"No no, lo que Pato y yo hacemos es cuentearía, somos magos de historias y narradores de fantasías" empecé a narrar mi discurso previo a cada show, si toca actuar para que no nos echen a la calle que así sea -"Somos la conexión entre universos, tenemos historias del nacimiento de héroes y la caída de imperios"
Para este punto tenia a cada uno de los chicos comiendo de la palma de mi mano, incluso la estirada de Jimena, a todo el mundo le gusta una buena historia. Pato había notado la rutina y también había empezado su parte del libreto -"Pero Ale, ¿Por qué no les muestras mejor?" dijo mientras me pasaba mi guitarra
-"Ay no podría, si ya nos dijeron que odian nuestras historias, no quisiera molestarlos con nuestras canciones" Dije mientras me ponía la guitarra encima, esperando que alguno muerda el anzuelo en cualquier momento
-"Pero una canción no haría daño, ¿Verdad chicos?" Todos los chicos poco a poco empezaron a mostrar su interés, intentando ocultar su interés con comentarios y excusas bobas
-"Bien, si insisten supongo que puedo cantar una canción de cuna antes de dormir" Me acomode en el sofá y casi inmediatamente todos estaban a mi alrededor apilados en los sillones, deje mi mano tocar el primer acorde y...
*CRASH*
la araña candelabro cayo del techo aplastando los colchones, todos empezaron a gritar, Nadia y Sol a llorar y mientras todos corrían escaleras arriba al cuarto de Belén yo me quede paralizado en el sofá con una sola cosa en mi mente
-"¿Que putas?"
-+-
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro