¿Se puede amar a alguien y no quererlo cerca? Me temo que si, se puede. Y a veces se debe.
Me pasó con vos, de revivir un amor que creía extinto pero que reanimó años después de que aquel amor adolescente pareciera haber perecido al paso del tiempo. ¿Y sabes algo? Si me preguntas por qué te amé no sabría decirte. De más está que te culpe de mis desgracias nuevamente, que por amarte viví en el infierno que provoca por dentro el desamor de dormirte y despertarte con quién por uno no siente ni el más mínimo sentido de humanidad, menos amor. Y es que más que objeto en tu vida no me siento. 
Aquella vez te agradecí las enseñanzas, o lo que yo misma descubrí de mí, pero hoy, francamente hoy no sé el por qué estoy gastando el teclado en esto.
Sabes, y saben que te amo y que te amé como se ama, detallado en los libros al menos, a un primer amor, o al más fuerte, o al que más desgarrador resulte. Pero no quiero verte volver, me niego a padecer tal sufrimiento. Cómo dijo Charles, "...yo te pienso, pero no te busco..." y no lo hago porque duele. Cada hebra de mi corazón se parte, cada pedazo de mi alma se quiebra, y cada engranaje de mi mente falla si te tengo cerca actuando como si yo fuera la mascota nueva que acabas de comprarte. Y es horrible hasta compararme con una mascota comprada, porque no creo que haya genuino amor donde el intercambio por dinero ocurre. Y vos estás ahí burlándote de mis reacciones a tu falta de afecto. A veces prefiero tu seriedad a tu sonrisa macabra, te confieso.
Tampoco quiero que me busques, tus solicitudes en las redes se estancan en una casilla de mensajes bloqueada, no a tu forma de ser, sino a lo que yo siento, que es un amor que se humilla a tu gusto cuando reapareces con un "te amo" tan falso como que fue Jonas el que abrió las aguas del río. Y después de tu objetivo cumplido volves a ser el mismo iceberg que despreció y no le importó el barco que lo chocó casi ciego e ilusionado en llegar a su glorioso destino.
No está bueno vivir una relación vacía de cariño. Tampoco encuentro justificación en lo físico. No necesito que me digas que te atraigo, o que te atraje en algún momento, ni que me digas que disfrutabas las sacudidas de colchón porque sé bien que no soy buena en eso, jamás me interesó serlo, que tal vez ahí resultaba en tu hambre mujeriego, pero no, no es mi culpa, tampoco lograbas despertar mi fuego interno a pleno, de lo contrario, imagino como hubiéramos sido, sin embargo, tampoco es suficiente para que me ames, no creo que eso base la relación. Y ojo, no es que yo no la pasara bien en eso.
No sentías amor, no sentías atracción, no sentías placer... ¿que te ha hecho volver a mí tantas veces?
Te gustaba que te amara, te gustaba que volviera y mostrarte ese amor. Te gustaba que sufriera porque para vos no había mejor demostración.
Y a mi me dolía amarte tanto.
Aún me duele tanto amor.
Pero ¿qué me gusta tanto de vos? Milenio de terapia necesito para entenderlo.
No te entregaste completo a mí, y a mí me  aterró mucho también hacerlo, ¿por qué no podía ni puedo decirte que no cuando me llamas y decís que me estás necesitando? ¿Por qué no puedo decirte que no cuando me buscas en el sexo? ¿Por qué en lugar de golpearte en la cara con el puño te digo que te amo y te pido que me abraces para dormirme a tu abrigo?  ¿Por qué cedes a eso?
Y estás bloqueado, eliminado, ya no tenes mi número de teléfono. Ya estoy tranquila durmiendo con mi peluche sola en mi habitación. Pero te extraño. Te pienso. Te anhelo.
Pero no, así estoy bien. Ya no lloro. Ya no me duermo insegura. Ya no me molesta la falta de tu abrazo ni quiero la cucharita para dormirme más rápido. Ya no quiero ver si tenés otro amorío o si otra físicamente atractiva te llamó la atención.
Ya no quiero despertarme y pedirte sin decirte realmente que me gustaría que te levantaras y cumplieras las veces que me dijiste "quédate a dormir, mañana te cebo unos mates". Igual, las veces que sí lo hiciste  me sentí rara, enamorada sí, solo que me costaba  pensar que no lo hacías con amor sino solo por no pelear durante la tarde.
Los gestos hermosos sí te los agradezco, sin embargo la balanza no tira para ahí. Voy a que si alguien te pregunta por mi vos no me conoces, siendo que a mí hasta matrimonio e hijos me pediste. También sé que matrimonio por no vivir en ¿pecado de coito se dice? no sé, y un hijo porque según tu forma de ver a mí me haría más feliz. Un hijo con vos no me hubiera hecho más feliz, al contrario, amarte no era suficiente para traer un niño al mundo, necesito que vos también me ames. Y el pecado, bueno, en paz con tu señor pero cruel sos para mí.
¿Y si nos hubiéramos casado que? ¿Que vida nos hubiera deparado?
¿Si volvemos  a intentarlo después de haber caído en tantas derrotas que nos deparará?
¿Aún querés intentarlo?
Yo si, pero no.
No porque no es sano. No porque no tenes el mismo amor.
No porque el bloqueo que te hice es más por lo que yo siento que por como sos vos.
Porque estoy en calma, porque puedo pensar sin el corazón abierto en daño y sufrimiento.
Pero te amo. Te amo y aún así se me parte el pecho en dos.
Y no estás, y yo estoy, para mí, para vivir yo.
Y estás y siento que me muero.
Y no estas y te revivo en mis recuerdos, todos, sin distinción. De tu piano, tu guitarra, tu voz. De freefire, de series, de ver que hacemos. De besos, caricias... Hasta de discusión.
No estás pero te siento.
No me encontrás, pero me tenés con vos.
No estamos juntos, pero somos dos.
En mi cabeza... el problema es eso.
Entonces, no te quiero cerca porque te amo, te quiero lejos porque me amo yo.
Pero te quiero conmigo, por la misma razón.
¿Se entiende?
Canalla tu forma de quererme. Estúpida mi pasión.
Entonces, ¿se puede amar y no querer tenerle cerca?  Se puede. Y hay que ser muy valientes. Y muy cobardes también.
Y así, espero que el tiempo a mi favor juegue, borrandote de mi, o volviendo a adormecerme.