Sentada en el sillón de su living Dayra  chequea los vistos en su historia de instagram.
Varias personas le han enviado emojis que en el contexto social actual reemplazan el halago escrito diciéndole que se ve linda. Pero no es lo que ella espera y las redes sociales la aburren ya.
No tiene muchos seguidores ni sube gran cantidad de fotos, más bien comparte memes y chistes que le causan risa, o alguna frase que algún sentimiento en ella despierta.
Y aún así tiene pretendientes, como dirían las abuelas. Pero ninguno logra gustarle a ella.
Un ex novio la trató de complicada hace trescientos días atrás, sin embargo se percibe a si misma como una mujer distinta a las demás personas, y no es algo negativo, sino que lo que todos hacen le aburre enseguida; es de esas personas que le gustan las cosas nuevas y no muy conocidas, y por ello, para sus amigos era una muchacha insípida.

Dayra creyó que había aprendido a estar sola, sin romance, que nadie podría despertar en ella interés o ilusión... pero ahí estaba, esperando que él le escribiera.
Se enoja consigo misma pues se había propuesto no depender emocionalmente de otra persona, y lo estaba logrando, a no ser por él, que después de muchos fracasos anteriores, le había dado todo lo que ella buscaba en un solo día.
¿Es posible que lograra derrumbarla en veinticuatro horas?
¡Que hacía mirando sus cuentas!
Llora, no lo puede evitar, se siente sola. Todo por lo que venía luchando se desvanecía.
"¿Por qué vió mi foto pero no reacciona?" se pregunta. Y lo peor es que recuerda haberle hecho a su amiga una crítica dura: "las redes sociales son una parte de la realidad, pero no la componen toda. Detrás de la pantalla hay una persona que nada asegura que está concentrada en lo que las demás publican. A lo mejor realmente miró tu historia, a lo mejor solo deslizó su pulgar sin prestar atención alguna. Que te envíen o no emojis o den like a tus fotos o notas no significa que realmente tú le gustas.
Las redes sociales nos conectan al mismo tiempo que nos alejan de las personas, pregúntate, ¿cuántas veces abrió sus cuentas estando contigo? ¿te dice que eres hermosx cuando te tiene en frente? Las redes nos dan la valentía de hacer lo que en persona no podemos, es verdad, ¡pero es tan lindo que te miren a la cara y te lo digan! ¡Es tan lindo saber que estamos realmente cerca! Que un like no es nada, un visto tampoco, mucho menos cuando te sientes destrozadx y no tienes el abrazo que necesitas y un me gusta no te reconforta."
Sabe que ella misma no publica su vida y que sus seguidores no tienen idea de cómo es en verdad, pues por un meme te pueden creer una persona divertida, una frase célebre compartida una persona intelectual, y una foto tuya un reflejo de tu forma física. Nadie te conoce de verdad por ello, ¿por qué espera su like? ¡Si fue mucho más lindo tenerlo en persona hablando y riendo con naturalidad!

Ahora con calma entiende que es mejor esperar hasta la próxima vez que se vieran porque fue agradable y de gran ayuda tenerlo cara a cara, pues así también se pueden detectar mentiras, lo opuesto a través de una red social, así que guarda su teléfono y se dirige a la cocina a preparar algo que cenar, dejando atrás sus inseguridades y pensamientos baratos que no ayudan en nada y no paran de restar.