Si ayer tuviste un día gris, tranquila,
yo haré canciones para ver si
así consigo hacerte sonreír,
si lo que quieres es huir, camina,
yo haré canciones para ver,
si así consigo fuerzas pa' vivir...
No tengo más motivos para darte
que este miedo que me da,
el no volver a verte, nunca más...

Creo ver la lluvia caer
en mi ventana te veo pero, no está lloviendo
no es más que un reflejo de mi pensamiento,
hoy te echo de menos...
Yo sólo quiero hacerte saber
amiga estés donde estés
que si te falta el aliento yo te lo daré,
y si te sientes sola háblame,
que te estaré escuchando aunque no te pueda ver...
Aunque no te pueda ver...
De tantas cosas que perdí
diría, que sólo guardo lo que fue
mágico tiempo que nació en abril,
miradas tristes sobre mí se anidan
y se hacen parte de mi ser
y ahora siempre llueve porque estoy sin ti...
No tengo más motivos
para darte que esta fría soledad,
que necesito darte tantas cosas más...
Creo ver la lluvia caer
en mi ventana te veo pero no está lloviendo
no es más que un reflejo de mi pensamiento
hoy te echo de menos...
Yo sólo quiero hacer saber
amiga estés donde estés que si te falta aliento
yo te lo daré...

Pov Yuuri:

El cielo de medianoche lucia hermoso y pacífico, aspire una bocanada de aire y deje salir un grito. Tenía la necesidad de desahogarme y me negaba a llorar de nuevo. No dejaría salir mis lágrimas otra vez.

Habían pasado ya varias noches desde mi ridículo en el gran Prix y aún me sentía deprimido, por eso tras días completos de depresión e insomnio, estaba hecho una mierda.

Sentía la necesidad de la pista, de emitir una danza relajante y curativa que me conectara conmigo mismo.

Tenía en el bolsillo las llaves del Ice castle, cortesía de Yuuko, que me había facilitado una copia, era algo así como nuestro secreto.

Al llegar, me quede atónito al oír una suave melodía, parecía ser una balada y el volumen era bajo, pero aun así audible. Entonces me quede totalmente impactado al ver una figura en la pista, no fue tanto la sorpresa de que el lugar no se encontrara vacío, si no los movimientos de aquel hombre. Cada paso suyo, cada desliz, cada pirueta, todo era arte puro, describía poesía con sus pasos, tanta elegancia, armonía y erotismo, en esa rutina me dejo con la boca abierta y el corazón latiendo a todo galope, él era increíble. 

Nunca había visto nada así, era como un sueño. Quizá estuviera en efecto soñando, porque tal Adonis, no tal Eros, no podía ser real.

Cuando la melodía término, el patinador se quedó quieto, entonces se acercó a mí y pude observarlo mejor. Tenía el cabello corto, con un flequillo largo que le cubría un ojo, pero el otro estaba cubierto por una pátina nebulosa, su ojo era azulino, pero ensombrecido por aquel halo que indicaba ceguera. Me quede atónito al darme cuenta de eso. 

¡Un hombre ciego que se movía de forma tan magistral sobre el hielo!

Fin pov:

─Lo siento, de verdad no quería interrumpirte yo...

─Está bien, no me molesta.

El hombre sonrió amablemente y el joven lo hizo también, agarrando un poco de confianza y expresándose.

─! Eres increíble! Te mueves de una forma espectacular, eres un patinador de lo mejor, de verdad me has dejado deslumbrado.

Comento alegre mientras gesticulaba, si bien el hombre no podía verle, escuchaba muy bien la emoción en su tono, no era porque el menor le estuviese halagando, si no por la forma sincera y emocionada en que lo hacía, que se sintió bien. Había algo agradable en ese chico.

─ ¿Eres un patinador también?

─Bueno si, pero...

De inmediato el tono del chico decayó, su voz había bajado dos o tres octavas y el ánimo se apagó de pronto, era como si una nube hubiese ensombrecido el brillo del sol.

─ ¿Pero...?

─No soy bueno, jamás podría hacer una coreografía como tú, yo de hecho acabo de hacer el ridículo y perder la oportunidad de ir al gran Prix, este año.

─Hum, aún es pronto para decir eso, según las fechas, aún hay oportunidades de calificar.

─Mi puntaje es muy bajo, ya no la salvo, de hecho pensaba retirarme oficialmente, nunca daré la talla.

El peliblanco frunció el ceño y a Yuri, le pareció que se había enojado, cosa que el menor noto de inmediato y aunque al principio no entendía por qué, no tardó mucho en captarlo, seguramente pensaba que era un perdedor, por rendirse tan fácilmente, ya que el hombre seguía patinando o intentándolo a pesar de su ceguera, quizá pensaba que él, era un débil, pero en efecto lo era.

─ ¿Te gusta patinar?

─Sí.

─Entonces no tienes por qué retirarte, sólo practica hasta que seas bueno.

─Yo tiendo a deprimirme fácil.

─Ya me di cuenta, yo amo patinar, pero no puedo hacerlo profesionalmente ahora, aun así, no es como si dejara la pista, aunque dado que lo hago en solitario y contra indicación médica, creo que estoy loco.

Yuuri se acercó a él y le observo a detalle, no pudo evitarlo, su mano se movió sola y fue a colocarse justo en la mejilla del patinador, la deslizo en una suave caricia, y casi en un susurro pregunto:

─ ¿Que paso?

El mismo se sorprendió por su atrevimiento, tanto por la caricia, como por atreverse a tocar a ese desconocido de esa forma. El hombre cerro los ojos y suspiro, no intento apartar a Yuuri , pero tampoco respondió.

─Lo siento, sé que no me incumbe, pero...Entiendo si no quieres decirme, no tienes que hacerlo, sólo que quizá quieras hablar con alguien, un extraño que pueda oírte y que te entienda porque...

Yuuri se quedó callado cuando el peliblanco coloco un par de dedos sobre sus labios. fue un contacto breve, porque de inmediato los aparto, a su vez el japonés finalmente quito la mano de la mejilla ajena.

─Fue un accidente hace mucho tiempo, tarde mucho en poder volver a la pista, en intentarlo si quiera, pero ahora puedo moverme casi como lo hacía antes, la memoria quinésica y práctica, tú también mejoraras, si así lo quieres.

El menor sonrió y asintió.

─Creo que lo intentare.

─Muéstrame, anda haz tu rutina frente a mí.

Yuuri dudo un poco y no dijo nada, pero pensó que eso no tenía sentido, ¿de qué serviría si el hombre no podría verlo?

─Estoy esperando.

─Hi, eto...Ok, lo hare.

El joven fue a la pista, coloco su música y comenzó a moverse algo inseguro por la pista, comenzó con su rutina y noto que tenía toda la atención del hombre, aun cuando este no pudiese verle, parecía que sí lo hacía. Cuando termino se acercó nuevamente.

─ ¿Y bien?

─No puedo verte, lo sabes, pero si puedo escucharte, oír cada movimiento que hacen las cuchillas en el hielo, oír tu respiración y la coordinación de tus movimientos con la música, también puedo percibirte e imaginar en base al sonido y la experiencia como te estas moviendo, te falta practica y mucha, no eres malo, pero tampoco bueno, te falta seguridad en la rutina y también sentimiento, conectarte contigo mismo y con la música que estas usando. Puedo sentir tus nervios, pero también tu amor por el hielo, tienes potencial chico, no te retires, sólo práctica, practica más y aún más. Y sobre todo gana algo de autoestima y pierde un poco de peso.

Dijo sonriendo el hombre provocando a Yuuri, un sonrojo y un gran asombro de cómo había sido leído tan fácilmente.

─¿Me ayudarías?

─ ¿Cómo?

─Con algunos consejos y, quizá entrenarme un poco, solo un par de lecciones, yo te pagare por supuesto, por favor ayúdame.

─Humm, no lo sé, no estoy en condiciones para eso.

─Anda vamos por favor, por favor.

─ ¿Cómo te llamas?

─Oh, sí, perdón por no presentarme antes, soy Yuuri Katzuki, y soy originario de aquí, tú eres ruso cierto, ¿cómo te llamas?

─Mucho gusto Yuuri, sí soy ruso.

─Y tú nombre.

El hombre sonrió y le dio la mano.

─Seré tu entrenador, aunque no te pueda ver. Llámame Coach.