-¡Mami mami! -gritó la pequeña desde su dormitorio. La madre entró y encendió la luz.

-¿Y ahora que pasa, hija? -dijo la madre, con el cansancio colgado de los párpados.

-¡Tengo sed! -dijo la pequeña, sentada en la cama.

-Recién te llevé al baño ¿por que no pediste entonces?

-No tenía sed.

La madre la miró con fastidio.

-Ahora te traigo -fue hasta la cocina y volvió con un vaso con agua.

-Gracias, mami -dijo la dulce voz. La madre apagó la luz y se fue a dormir.

Cinco minutos más tarde...

-¡Mami mami! -volvió a gritar la pequeña.

-¿Y ahora? -dijo la madre al abrir la puerta.

-Quiero hacer pis.

-¡¿Otra vez?!

-Es que tomé mucha agua.

La madre encendió la luz.

-Andá, que te espero.

La pequeña volvió del baño, la madre cerró la puerta, tan cansada estaba que se olvidó de apagar la luz.

-¡Mami mami!

-¡¿QUÉ?! -dijo la impaciente voz de la madre, tras abrir la puerta.

-La... La luz -dijo casi entre lágrimas, la pequeña. La madre la miró con ojos nerviosos, apagó la luz y se fue a dormir.

Cinco minutos más tarde...

-¡Mami mami! -gritó llorando la pequeña.

La puerta se abrió violenta.

-¡Que mierda querés!

La pequeña, asustada señaló el piso, con su linternita de juguete.

-Hay... Hay un monstruo, un monstruo debajo de la cama... Mami -dijo temblando bajo las mantas-. Hay un monstruo peludo de color azul que tiene hambre, mucha hambre mami... Dijo que me quiere comer.

-¿Un monstruo? ¿Azul? -dijo impaciente la madre.

-Si mami... Me quiere comer.

La madre se puso furiosa, maldijo a la pequeña. Su cuerpo entró en un ataque de convulsiones, sus ojos se inyectaron de rabia, la ganó un brote descontrolado de ira.

-¿Mami?

La madre caminó lento hacia la cama de la pequeña, con cada paso se fue llenando toda de pelos... Azules. La pequeña era un solo grito de terror. La madre la levantó de los pelos y el camisón, con sus garras, y la arrojó debajo de la cama... Se sacudió con el crujir de los huesos.

-¡GRACIAS MAMI! -dijo la gutural voz de abajo de la cama.

La madre sonrió, apagó la luz y se fue a dormir.