Una vez más, las voces frías comenzaron a hablarle en la noche. Quiso ignorarlas porque la última vez que había hecho caso a susurros de otros mundos había terminado a merced de los Antiguos, arrastrada por el odio y la sed de poder. Sin embargo, poco a poco, a medida que el rechazo de sus compañeras Viajeras aumentaba, ella se resistía menos.

Arcania había fallado en la prueba, y ya no podría ser candidata al trono del Reino de las Viajeras. Las otras Viajeras se veían felices. Ninguna quería que Arcania, la Oscura que había servido a los Antiguos tuviera alguna chance. Quizás esto sirva para que me dejen tranquila, pensó. Ya habrá otras oportunidades.

Esa misma noche se abrió un portal debajo de su cama y fue transportada al Mundo de los Calaveras. Arcania recordó a la Viajera reptil y a sus aliadas y supo que estaban detrás de esto. Trató de abrir un portal de regreso, pero los Calaveras fueron rápidos: cayeron sobre ella y la dejaron inconsciente.

Lloró, presa en la mazmorra. Cuando vinieron los Calaveras desenterraron sus recuerdos más dolorosos. Arcania los revivió y sus sentimientos salieron como un líquido flotante que los Calaveras absorbían.

Vio a sus padres, que la echaron cuando su magia se manifestó: le aparecieron alas, el cabello creció, la mirada cambió. Los hechiceros también la rechazaron, las brujas la recibieron, pero no querían enseñarle porque su magia era diferente y les daba miedo. A los pocos años Arcania se fue y aprendió sola. Era tan buena que los hechiceros y las brujas se aliaron para destruirla. Acabó con ellos y con todos los que siguieron, una y otra vez, en cada reino y dimensión. Todos querían eliminar la extraña magia de Arcania, excepto los Antiguos. Por eso decidió servirles, aunque el resultado fuera la destrucción.

***

Arcania fue rescatada de los Calaveras por Valfreya y Astrid. Mientras se recuperaba en la Torre de Sanación, recordó las palabras de la reina: Analizamos la energía del portal que te llevó al Mundo de los Calaveras, pero no pudimos descubrir a quién lo creó ya que ocultó sus huellas. Sin pruebas, la reina Astrid no podía inculpar a la Viajera reptil y a sus aliadas. Arcania enfureció. Ya no confío en ella, se dijo.

Esa noche una mariposa de humo negro entró a su habitación. Al principio le costó verla. Tenía una oscuridad distinta a la que había conocido antes. La mariposa se posó en sus manos y Arcania notó un brillo tornasolado. Somos los Athoths, le dijo con muchas voces. Tenemos una propuesta para hacerte.