Erick le tenía miedo a mirar debajo de la cama por qué pensaba que allí se encontraba algún monstruo que en cualquier momento saldría a comérselo.

Una noche, a mitad de su sueño, empezó a escuchar un ruido extraño proveniente por debajo de su cama. Se cubrió por completo con sus cobijas mientras temblaba de miedo; queriendo agarrar su oso este cayó bajo su cama.

El miedo lo invadió por completo, pero ya era momento de enfrentar sus temores; lento muy lento se bajó, tomo la lámpara, se sentó en el suelo, tomo las cobijas; los ruidos se escuchaban más cerca y con ello más tenebroso.

En un golpe de cobardía, quitó las cobijas para cubrirse, encontrándose con su peluche y hasta el fondo su robot de juguete que emitía ruidos de combate.

Eso lo tranquilizó mucho, lo tomo en sus manos, se volvió a  acomodar, se recostó para dormirse, esta vez sin miedo....

- buenas noches hijo
- buenas noches mami.

Decía el niño a su madre para luego dormirse cómodamente, mientras un Erick sin ojos yacía debajo de la cama....