Eliza cogió su bolso. Miró a la sala de estar, donde Kara estaba sentada, con toda su atención en la televisión.

- "Kara, ¿lista para irnos?"

La rubia miró a Eliza, antes de asentir.

"Palabras Kara", le dijo Eliza, con voz suave.

Kara se limitó a tararear afirmativamente, y Eliza no pudo evitar reírse de ella. Kara saltó hacia Eliza, donde la rubia mayor agarró la mochila de la joven. "Date la vuelta", le dijo Eliza, y Kara lo hizo. "El brazo izquierdo", le dijo Eliza, y Kara levantó la mano derecha. "No, la otra". Kara levantó la otra y Eliza ayudó a ponerle la mochila a la niña. "Bien, estamos listas para irnos".

Kara asintió, antes de fruncir el ceño.

- "¡Lena!" Kara se dio la vuelta y corrió hacia su dormitorio. Los ojos de Eliza la siguieron, y esperaron su regreso. Kara volvió corriendo con un Golden Retriever de peluche, con una enorme sonrisa en la cara.

Eliza sonrió. Lena le había regalado a Kara el perro de peluche, y Kara le había puesto su nombre. Y Kara no iba a ninguna parte sin él. Dormía con él en brazos, siempre lo sentaba a su lado en los viajes en coche, o en su mochila si salían. A Eliza le encantaba la pureza de la amistad entre Lena y Kara.

Lillian le había hablado de las dificultades de Lena para conectar con la gente, especialmente en un colegio tan competitivo. Y el hecho de que no tuviera que competir contra Kara, o tener que ser más inteligente de alguna manera le permitió conectar con la chica rubia. Lillian dijo que había visto a Lena actuar más de su edad después de conocer a Kara que antes de eso.

Y Eliza pudo ver un pequeño cambio en Kara. Lex y Lillian habían comenzado a investigar formas de ayudar al desarrollo de Kara. Y Kara estaba aprendiendo. Pero sería un progreso lento. Pero al estudiar el desarrollo actual de Kara, sabían que el cerebro de Kara podía adaptarse más rápido, pero sólo cuando ella quería. Y por el momento, Kara sólo quería divertirse.

Eliza se aseguró de que Kara estuviera bien sujeta en su asiento antes de dirigirse a la mansión Luthor. Esa era otra cosa que Eliza agradecía. Los Luthor estaban encantados de acoger a Kara cuando no tenía niñera, como en ese momento. La mayor de los Danvers tenía que trabajar y Alex había quedado con Maggie. Lillian se había ofrecido a cuidar a Kara por ese día.

Al llegar a la mansión, Kara se quitó el cinturón de seguridad y esperó a que Eliza abriera la puerta. (Aprendieron por las malas a poner la puerta del coche a prueba de bebés después de que Kara casi fuera atropellada por un coche tras salir corriendo).

Eliza abrió la puerta y vio cómo Kara salía corriendo hacia la puerta principal. Antes de que Kara se diera cuenta, la puerta se abrió y apareció Lena, con una sonrisa en la cara.

- "¡Lena!" gritó Kara, derribando a su amiga. Lena soltó una carcajada al caer al suelo. Kara levantó la cabeza y miró a su alrededor, antes de ver a Lillian allí de pie.

"¡Señora Lena!" exclamó Kara, levantándose y abrazando también a Lillian. La mujer mayor se tensó, con los ojos muy abiertos. Dio una palmada en la espalda de Kara, con los ojos puestos en Eliza.

La rubia mayor sonrió:

- "Kara, suéltala".

La joven hizo un mohín y dio un paso atrás, mirando a su madre. Eliza miró a Lillian. "Muchas gracias por hacer esto".

- "No es ningún problema. Lena no ha parado de hablar de salir con Kara en todo el día", dijo Lillian, lanzando a su hija una sonrisa burlona.

- " Madre", siseó Lena, fulminando a su madre con la mirada.

Kara miró a Eliza, con los ojos muy abiertos y llenos de alegría.

- "Pórtate bien, ¿vale? le dijo Eliza a la niña, rodeándola con los brazos.

- "Sí", asintió Kara, apoyándose en su madre.

- "Y haz caso a la señora Luthor".

- "Sí."

- "Lo digo en serio, Kara".

Kara miró a Eliza con ojos inocentes.

- "Sí."

Eliza puso los ojos en blanco y se volvió hacia la otra mujer de la habitación.

- "Mi teléfono permanecerá abierto. Llámame si necesitas algo".

Kara sonrió. Pero entonces sus ojos se abrieron de par en par.

- "¡Lena!"

- "Sí", preguntó la chica de ojos verdes, pero Kara la ignoró y corrió de vuelta al coche. Apretó la cara contra la ventanilla y gimoteó.

- "Lena", gimoteó Kara, volviéndose para mirar a Eliza.

Eliza abrió la puerta y Kara se lanzó rápidamente al coche y cogió al perro de peluche. Se alejó un paso del coche y Eliza le dio a la niña un último abrazo, antes de dejarla con los Luthor.

***

Lena observó a Kara, viendo que la chica agarraba la manguera. Con una sonrisa de satisfacción, Lena se acercó al grifo y cuando Kara estaba mirando hacia la abertura de la manguera, abrió el grifo. Se rio al ver que Kara recibía un chorro en la cara. Kara fulminó a la otra chica con la mirada y le apuntó con la manguera. Lena echó a correr, riendo.

La pierna de Kara se enganchó en la manguera y cayó, el agua mojó el suelo. Lena vio cómo Kara se interesaba por aquello y ponía las manos en la tierra. Los ojos de Kara se abrieron de par en par al ver lo blandita que se había puesto.

"¡Lena!" gritó Kara, llenándose las dos manos de barro. Lo lanzó al aire y se rio cuando aterrizó junto a ella. Kara saltó al pequeño charco de barro y empezó a revolcarse en él. "¡Lena!"

- "¡Kara no!" exclamó Lena, mirando para asegurarse de que su madre no llegara de sorpresa.

- "¡Lena sí!" Kara rodó de espaldas hasta quedar boca abajo. Dejó caer su cara en el barro.

Lena se quedó mirando, con los ojos muy abiertos. Kara se levantó y jadeó.

- "Mierda", maldijo Lena, al ver a la chica cubierta de barro.

Kara pareció captarla y frunció el ceño.

- "¿Shi?"

- "¡No! ¡No repitas eso!" Dijo Lena, cayendo de rodillas para tapar la boca de Kara. Miró hacia la puerta, esperando que su madre no estuviera allí de pie.

- "Vamos a limpiarte, ¿de acuerdo?"

- "¿Sí?"

Lena ofreció su mano a Kara, y Kara se dejó levantar. Lena arrastró a Kara al interior de la casa y la llevó directamente al cuarto de baño.

***

Lillian estaba en su despacho, sabiendo que su hija y Kara estaban disfrutando de su tiempo juntas. Antes las había oído reír y gritar en el patio, y Lillian prefirió ignorarlo mientras trabajaba en su proyecto.

Cuando se hizo demasiado silencio, Lillian decidió ir a ver cómo estaban las dos chicas. Fue al patio, pero se encontró con que no había dos chicas adolescentes. Lillian miró el suelo y vio que estaba húmedo. Miró el suelo de la casa y vio huellas de zapatos. Insegura de si le gustaría lo que encontraría, las siguió hasta el baño de su hija.

- "¡Para!", oyó chillar a Lena, antes de reírse,

- "¿Está todo bien ahí dentro?" preguntó Lillian, dando un golpe a la puerta.

- "Sí, estamos bien", respondió Lena. Y ante su mejor juicio, la mujer mayor abrió la puerta. Enarcó una ceja al ver a su hija.

Lena estaba sentada junto a la bañera, completamente vestida, con las manos cubiertas de jabón. Kara estaba sentada en la bañera, completamente vestida, con la bañera medio llena y cubierta de barro. La cabeza rubia de Kara estaba cubierta de champú.

- "¡Señora Lena!" Saludó Kara, salpicando el agua.

- "Hola Sra. Danvers, ¿puede decirme qué ha pasado aquí?"

- "¡Divertido! Lena, ¡fue'!"

- "Ya lo veo, pero ¿no crees que sería mejor hacerlo tu misma?". Lillian preguntó, sabiendo que Kara no podía limpiarse con la ropa todavía puesta.

- "N...no creo que sea capaz de lavarse el pelo", respondió Lena, mirando a su madre con las mejillas rojas brillantes.

- "Puede ducharse y luego podemos lavarle el pelo en el lavabo", sugirió Lillian, mirando a su hija.

Lena pareció pensárselo antes de asentir. Kara se metió en la bañera, pero resbaló y Lena se lanzó rápidamente a cogerla, cayendo ella también en la bañera.

Lillian dejó escapar un suspiro, cerrando los ojos.

- "Que alguien me ayude".

- "Shi".

***

Alex miró a la chica que tenía al lado. Sonrió suavemente al ver la cara de Maggie.

Alex estaba tan nerviosa, tan feliz, tan emocionada de tener una cita con Maggie. Los dos adolescentes decidieron almorzar, y dar un paseo.

- "Entonces Sawyer, ¿cuáles son tus aspiraciones?" preguntó Alex, las dos sentados una frente a la otra.

Maggie enarcó una ceja.

- "¿No se supone que tenemos que hablar del tiempo o algo así?".

Alex sonrió satisfecha.

- "¿Qué te parece el tiempo? Creo que he visto una nube".

- "¿Sólo una? ¿Sola?"

Alex asintió con la cabeza, con una mirada divertida en su rostro.

"¿Y cómo te hizo sentir eso?" preguntó Maggie, apuntando con el puño a Alex como si estuviera sosteniendo un micrófono.

Alex se inclinó hacia delante.

- "Como si fuera a ser un buen día".

La sonrisa de Maggie se suavizó.

- "Quiero ser policía. Y trabajar para ascender".

Alex enarcó una ceja.

- "¿Sí? ¿Puedo saber por qué?"

- "Quiero proteger a los que no pueden protegerse a sí mismos. A los que fueron agraviados y necesitan respuestas. Vengar a los que ya no pueden. Quiero salvar a la gente", respondió Maggie, mirando a Alex a los ojos.

- "Creo que serás la mejor detective que alguien pueda conocer. Sé que aquellos a los que protejas, serán las personas más seguras de la historia".

- "¿Y tú Danvers? ¿Qué quieres hacer?"

- "Siempre he querido ser médica, como mi madre. Parece que queremos las mismas cosas. Queremos salvar a la gente".

Maggie se acercó y envolvió la mano de Alex con la suya.

- "Supongo que sí".

Llegó la comida, comieron y rieron. Hablaron de sus padres (Maggie no iba a casa a menudo porque sus padres no aceptaban su sexualidad), de la educación de Alex (cuántos estudios necesitaría para ser residente en un hospital) y de sus hermanos pequeños (Lena y Kara).

Cuando terminaron de comer, decidieron mirar escaparates.

"Entremos", dijo Maggie cuando acabaron delante de una tienda de animales. Alex se encogió de hombros y la siguió dentro.

"¿Crees que Kara me olerá otros perros?".

Alex se echó a reír.

- "¿Le compraré juguetes para morder?".

- "¿Le gustan? ¿Todavía le gustan las golosinas?" preguntó Maggie, con cara de curiosidad. Estaba inspeccionando los juguetes para perros, encontrando las cuerdas, los huesos y los juguetes para masticar.

- "Kara ha probado comidas mejores que esas insípidas. He intentado introducir a escondidas comida para perros en su dieta, pero siempre se da cuenta. Creo que aún conserva sus sentidos de perro", respondió Alex, cogiendo una ardilla de juguete. Sonrió al roedor. Kara odiaba a las ardillas.

- "¿La dejas inspeccionar la comida? Porque puede que no se dé cuenta si está distraída", respondió Maggie, cogiendo un láser. "¿Crees que Kara perseguirá esto?".

Alex rio.

- "Sólo hay una forma de saberlo".

- "¿Cómo se siente? ¿Toda la situación de Kara?"

Eso hizo pensar a Alex. Miró el juguete que tenía en la mano.

- "Es diferente. Estaba tan acostumbrada a ser hija única, que despertarme un día con Kara en mi familia es extraño. Pero ella encaja en mi familia. Es como si siempre hubiera estado ahí. Creo que nunca he querido a nadie tanto como a mi hermana pequeña".

Maggie miraba fijamente a Alex, con una suave sonrisa en la cara.

Alex le devolvió la sonrisa.

- "Vamos a pagar estas cosas y continuemos con nuestra cita".

Maggie le tendió la mano y asintió.

Lillian se sentó en el sofá, agotada tras su jornada. Después de ayudar a Lena a lavar el pelo de Kara, la niña intentó volver corriendo al patio. Lillian encontró la mochila de Kara y volvió a colocársela a la niña. A continuación, conectó la mochila a una barandilla y observó cómo Kara luchaba por desengancharse. Cuando Kara fue incapaz de liberarse, se limitó a hacer pucheros, con los brazos cruzados sobre el pecho. Kara miró fijamente a Lillian, lanzándole la mirada más malvada que pudo reunir, pero eso sólo hizo que Lillian sonriera, al ver lo adorable que era la rubia.

Lena se acercó a Kara y le dio una palmada en la cabeza. La mirada de Kara desapareció y prestó atención a Lena. Lillian le dijo a su hija que soltara a Kara, pero que mantuviera una mano sobre ella para que la rubia no pudiera huir. Los ojos de Kara se posaron en Lena Jr. y tiró de la mano de la humana.

- "Lena".

- "¿Quieres a Lena?" Preguntó Lena, con una suave sonrisa en la cara.

Kara asintió con la cabeza.

- "Lena, por favor".

Su hija acompañó a Kara al sofá y Kara tiró del peluche, acurrucándolo cerca. Miró a Lena y le metió el perro de peluche en el pecho. Lena sonrió y abrazó al perro. Kara sonrió y cogió de nuevo al pequeño Lena y miró a Lilian, ofreciéndoselo a la mujer.

Liliana entrecerró los ojos, pero permitió que Kara le apretara el peluche contra el pecho. Kara sonrió, parecía bastante orgullosa de sí misma. Kara agarró el perro de peluche y lo apretó contra su pecho. Con la otra mano, agarró la mano humana de Lena.

- "¿S'ish?" preguntó Kara, mirando a Lillian. "¿Ñam?"

- "Pediré comida. Lena, pon la película", dijo Lillian mirando a su hija menor.

Lena empujó a Kara al sofá y la hizo sentarse. Kara hizo un mohín.

Lena y Kara apenas duraron la película y estaban dormidas cuando Stitch llegó a la Tierra. Kara rodeaba a Lena con los brazos y se acurrucaba contra ella, con la pequeña Lena entre las dos. Kara soltó un pequeño ronquido, acurrucándose contra Lena.

Lillian estaba agotada con la niña, pero no pudo evitar sonreír a las dos.

***

Maggie se rio mientras Kara seguía la luz roja. La joven parecía molesta, pero no dejó de perseguirla. Lena animaba a Kara, y Alex la observaba con una sonrisa en la cara.

- "¡Casi lo consigues!" gritó Lena, observando cómo Kara se lanzaba a por el punto. Alex se estremeció cuando Kara chocó contra la pared y cayó hacia atrás. La chica se quedó tumbada, sin saber qué había pasado.

Maggie apagó la luz y las otras dos chicas miraron dispuestas a lanzarse hacia Kara, que aún parecía aturdida.

- "¿Kara?"

- "Owie", murmuró Kara, con lágrimas en los ojos. Alex corrió rápidamente hacia su hermana pequeña y tiró de ella hacia su regazo. Kara temblaba, apoyada en su hermana mayor. Alex le frotó la espalda, mirando a Maggie.

- "Estás bien", susurró Alex, meciendo a su hermana pequeña.

- "Owie Alex", le susurró Kara al oído.

- "Lo sé, pero todo va a ir bien".

- "¿Shi?"

Alex parpadeó al oír la maldición. Miró a Maggie, que negó con la cabeza. Luego a Lena, que no quiso hacer contacto visual.

- "Lena Luthor, ¿qué le has enseñado a mi hermana?".