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Se Busca

Bretta deambulaba por las despobladas calles de Bocasucia buscando a cierta chica de capa roja que hasta el momento no había logrado encontrar. De acuerdo a las indicaciones que le había dado Elderbug, temprano aquella mañana, la muchacha había salido de su casa seguida por su hermanito y esa extraña mascota voladora que andaba con ellos, entonces había sido interceptada una tijereta y todos juntos se había dirigido hacia la parte vieja de Bocasucia.

La realidad era que aunque Bocasucia tenía apenas unos pocos habitantes, la cantidad de casas que había ahí era enorme. La gran zona habitacional que no estaba en uso se llamaba la parte vieja, pues al no tener habitantes, no había nadie que hiciera mantenimiento de las casas o las calles. Esa zona era justamente la más alejada del camino que llevaba al reino subterráneo y como no había nada que pudiera ser de interés ahí, pues nunca nadie la visitaba ¿Qué estaría haciendo Hornet en ese lugar? No tardó en averiguarlo.

Una serie de ruidos de golpes y gritos airados resonaron en las cercanías, la muchacha algo asustada por estos quiso seguir su primer instinto que la instaba a alejarse del sitio, pero estaba segura de que entre las voces que escuchaba se encontraba la de Hornet y era realmente importante que hablara con ella.

Así fue que tímidamente se acercó al sitio, donde los crecientes sonidos hacían que se convenciera cada vez más de que en ese lugar se estaba librando una batalla. Pronto pudo confirmar sus sospechas, doblando una esquina encontró un terreno amplio, donde todo indicaba que alguna vez había habido un parque, aunque ahora de aquello no quedaba nada.

En una banca que había perdurado al paso del tiempo sólo porque estaba construida de piedra, se encontraban sentados Hollow y la pequeña alimaña voladora que siempre andaba con él. Ambos se veían muy agitados observando atentamente la batalla que transcurría frente a sus ojos. Hornet se encontraba en medio del parque luchando contra una habilidosa tijereta, que se notaba le estaba dando bastante pelea.

La guerrera de rojo intentaba mantener un combate a distancia, lanzando su aguja y realizando su látigo de hilo, mientras que la otra tenía un estilo de batalla cuerpo a cuerpo bastante completo, pues podía atacar tanto con el aguijón que portaba, como con las tenazas naturales que tenía en la cola, cosa que dificultaba un ataque por la espalda.

Bretta miraba la escena preocupada, la tijereta parecía tener intenciones asesinas contra Hornet, entonces le dio un vistazo a los pequeños que estaban en la banca y la verdad estos no lucían para nada preocupados, incluso parecía que disfrutaban la pelea. Hollow agitaba los brazos lanzando porras silenciosas, mientras que la murciélago gruñía con todo lo que le daban los pulmones.

De pronto pudo observar que Hornet logró enredar su hilo en una de las patas de la tijereta haciendo que esta cayera, entonces aprovechando que la tenía en el suelo le arrojó su aguja. Sin embargo mostrando una habilidad impresionante, la tijereta agarró el arma con la pinza de su cola deteniendo la colisión. La chica de rojo tiró del hilo que estaba atado a la aguja para recuperarla, sin embargo su oponente tenía tal fuerza en la cola que no logró arrebatarle el arma, ahora estaba obligada a acercarse.

Sin acobardarse por haber perdido su herramienta de lucha, Hornet agarró bien su hilo y corrió hacia la insecto que la esperaba con su aguijón listo para clavarlo al más mínimo descuido, sin embargo la princesa en lugar de tratar de alcanzar su aguja, brincó sobre el cuerpo de la tijereta y aterrizó al otro lado de esta, entonces comenzó a correr alrededor de ella.

La tijereta miraba a Hornet correr a su alrededor sin comprender aquella acción sin sentido, pero todo se volvió claro para ella cuando comenzó a sentir una cierta presión en su cuerpo, era el hilo de su oponente, al correr alrededor sujetándolo había comenzado a enrollarla. La criatura entró en pánico al verse atrapada y trató de incorporarse, pero ya era demasiado tarde, el hilo la tenía presa.

La tijereta en su prisión de hilo trataba de rodar y moverse de alguna forma para escapar de Hornet, pues esta se acercaba a ella con una mirada tan fría y aterradora que la pobre bicha estaba a punto de llorar. Finalmente la chica de rojo quedó frente a su enemiga y con una actitud de superioridad dijo:

—Suéltala.

No fue necesario repetirlo dos veces, la tijereta abrió su pinza y dejó caer la aguja, que fue rápidamente recogida de un tirón por su dueña. La cautiva tenía la esperanza de que luego de este acto de cooperación fuera liberada, sin embargo una patada en un costado le dejó en claro que esto no pasaría. De pronto sintió una presión en su cuerpo, Hornet tenía una de su patas encima de ella y la estaba aplastando ligeramente. La guerrera apuntó su aguja contra la derrotada y presionó su garganta.

—Dame una buena razón para no matarte.

—Tú... No...

—Tú querías acabar conmigo, querías ver mi sangre regando el piso ¿Por qué yo no debería matarte?

—Fue... Por... La reco-recom... Pe... ¡Ah! —Hornet presionó su pie más fuerte contra el cuerpo de la tijereta causándole bastante dolor.

—¡Habla claro!

—Yo... No... Eso...

—Ho ¿Hornet? —Habló de pronto una voz a espaldas de la guerrera.

Hornet se volteó y se encontró con la robusta figura de Bretta que temblaba en su lugar y la miraba con miedo. Frunció el ceño y los nervios la atacaron. Pero qué mal momento para que apareciera su vecina, justo cuando le estaba dando su merecido a una loca que apareció de la nada para tratar de matarla. Darle explicaciones de la situación sería algo complicado, sobre todo porque ni ella misma sabía por qué había pasado todo, pero algo tenía que hacer, no quería que empezaran a verla como un monstruo como ocurrió en la Ciudad de las Lágrimas, ya tenía suficiente con eso como para que en Bocasucia también comenzaran a temerle. Así que compuso su cara más amigable y con una sonrisa que lucía sorprendentemente natural, saludó a la recién llegada.

—¡Hola Bretta! ¿Qué te trae por aquí?

—Eh... Esto... Nada importante —Sin duda estaba sorprendida por el radical cambio de actitud de la chica y aún algo aterrada por lo que había visto—. No-no es nada importante... Yo... no quiero interrumpirte... pu-puedo volver después...

—¡No te vayas! ¡No me dejes con esta psicópata! —Gritó la tijereta desde su lugar pero fue callada por una patada de Hornet.

—Ejem... No te preocupes, tengo tiempo, ya había terminado mis asuntos.

—¡Auxilioooooo!

—No-no-no importa, de-de verdad —Bretta estaba cada vez más nerviosa—. Solo quería a-a-hablar algo co-contigo pero puedo esperar.

—Ayudaaaaaaa—Seguía gritando la tijereta.

—Insisto, puedes decirme lo que quieras ahora —dijo Hornet tomando su aguja de forma bastante perturbadora.

En realidad Hornet había tomado su arma para intimidar a la cautiva y que se quedara callada, sin embargo Bretta lo había interpretado como que la estaba amenazando a ella y que si no hablaba la atacaría. La pobre escarabajo estaba que se moría del miedo, en realidad había ido a disculparse por haberla drogado el otro día. No conocía mucho a Hornet, pero según Quirrel era una buena chica, confiaba en sus palabras y quería pensar que sería perdonada, pero con la escena que había visto ahora temía por su vida, si su vecina se enteraba de lo que le había hecho quizás terminaría con esa aguja clavada en las entrañas.

Sin embargo ya era tarde, estaba obligada a hablar, Hornet la estaba amenazando con su aguja, si hablaba estaba muerta, si no lo hacía también.

Oh cruel destino el de la pobre doncella, sucumbiría ante la cruel bestia sin haber bebido jamás de la miel del amor, ojalá se apiadaran los dioses de ella y le brindaran una segunda oportunidad, más sin embargo aceptaba su destino, si era el final lo afrontaría, y dedicaría sus últimos pensamientos a su amado caballero azul.

—Yo so-solo venía a disculparme por lo del otro día —Hornet la miró algo confundida—. Perdón por... Perdón por drogarte... Y todo eso... Ya sabes... Con el té de silvaplena y tragapenas...

—Ah, era por eso —contestó la guerrera tranquilamente—. No te preocupes, puedo ver claramente que estás arrepentida y te perdono por eso.

—¡Yo también estoy arrepentida! ¡Perdóname también! —Gritó otra vez la escandalosa tijereta.

—Tú cállate —Le contestó Hornet.

La cautiva iba a replicar pero una mano en su boca lo impidió, giró sus ojos hacia el dueño de la extremidad y se encontró con un pequeño insecto cornudo que con una seña le indicaba que guardara silencio.

La criatura se quedó callada como se le indicó, pero no lo hizo porque el pequeño se lo dijera, si no por el miedo glacial que le provocó el ser que estaba detrás de él, esa extraña cosa voladora cubierta de pelo negro, sin antenas y con alas membranosas.

La bestia voladora la miraba de una forma inquietante mientras se relamía ¿Acaso esa cosa pretendía comérsela? Sabía que en circunstancias normales podría matar a esa criatura sin problemas, pero ahora estaba atada y sin posibilidades de defenderse.

Por su lado, Hornet ignoraba todo el drama que ocurría a sus espaldas y se limitaba a hablar con Bretta de forma amistosa.

—Como te decía, estás perdonada, veo tu arrepentimiento y sé que no lo volverás a hacer, eres una buena chica.

—No... ¡No lo soy! —Gritó Bretta repentinamente—. Yo... Estaba enojada y quería hacerte daño, por eso te envié ese té, no soy una buena persona, soy terrible.

—Bueno, todos nos dejamos llevar por las pasiones de vez en cuando, es normal que... ¡Alimaña detente ahora mismo! —Gritó de pronto asustando a Breta y a la murciélago que estaba encima de la tijereta con las fauces abiertas.

—¿Gyaaaaaargg?

—¡Sí a ti te estoy hablando! ¿Qué te he dicho sobre intentar comerte a la gente?

—¡Gyaaaaaargg!

—¡No me vengas con berrinches! ¡Ya te he dicho que si nosotros no te decimos que te lo puedes comer, no te lo comes! ¿Cierto Hollow?

—...... —El pequeño se limitó a señalar con su pulgar hacia abajo.

—¿Cómo que tú le dijiste que podía comérsela?

—.....

—Si sé que trató de matarme pero eso no significa que la quiera muerta —La tijereta suspiró de alivio al escuchar estas palabras—. Además, recuerda que estamos educando a la Ali para que no se convierta en un monstruo devora gente, si no aprende la diferencia entre gente y criaturas inferiores cualquier día tratará de comerse a Elderbug, o a Dan o a Sly ¿Si se come a Sly donde compraríamos?... Aunque no sería mala idea dejarla probar a Zote.

La mirada que Bretta y la tijereta le dedicaron era indescriptible ¿En serio esa extraña cría podía llegar a ser así de peligrosa? ¿Y cómo podía tratarla con tanta confianza?

Finalmente Hornet consideró que lo mejor era liberar a la tijereta, con el susto que ya le había provocado seguramente bastaría para que no se acercara nunca más, se notaba que era una guerrera habilidosa pero un tanto cobarde. Así que con un ligero tirón aflojó el hilo con el que tenía retenida a la bicha, esta en cuanto se vio libre, huyó lo más rápido que pudo.

La murciélago cuando vio aquello que consideraba una comida alejarse se sintió enfadada y gruñó tratando de parecer feroz. Entonces escupió una minúscula bolita de fuego que se apagó antes de llegar al piso y voló detrás de Hornet, donde extendió sus alas tratando de imitar las poses elegantes y sofisticadas de su padre. Por supuesto nada de esto impresionó a la guerrera.

—¿Qué rayos se supone que estás haciendo?

—¡Gyaaaaaaaaargggg!

—.....— Hollow levantó las manos imitando las fauces de un monstruo.

—¿Trata de parecer aterradora? ¡Pero si se ve adorable!

Estas palabras ofendieron a la pequeña criatura quien voló lejos absolutamente indignada, por supuesto su "madre" corrió detrás de ella.

—Ay estos niños —dijo Hornet moviendo la cabeza—. En fin ¿En qué estábamos Bretta?

Bretta dio un respingo al ser nombrada, entonces pareció recordar su situación y el temor nuevamente surgió en ella. Ni siquiera el hecho de que Hornet ya le había dicho que la perdonaba la tranquilizó.

—Que lo siento por haberte drogado, que estaba enojada y que me siento muy mal por ello, pero ya está todo arreglado así que me voy —Dijo atropelladamente antes de dar media vuelta para irse lo más rápido posible.

—¡Espera! —Gritó Hornet congelando a la chica en su lugar de inmediato.

—Quiero que sepas que yo... Entiendo por lo que estás pasando y en parte comprendo lo que te llevó a hacer lo que hiciste.

Bretta bajó la mirada avergonzada y contestó.

—No, tú nunca entenderías lo que yo siento.

—¡Claro que sí! Sé que los celos pueden llevarnos a hacer cosas terribles, mi madre solía contarme ese tipo de historias —Hornet bajó la mirada, hablar de esto también le dolía—. Tus celos sobre Quirrel te hicieron actuar de esa manera, yo siento algo parecido, me duele la idea de que él se vaya lejos de mí y supongo que también me tentaría la idea de hacer algunas cosas desagradables para evitarlo.

Hornet levantó la vista otra vez y se encontró con los ojos de Bretta que la miraban aterrorizada, incluso se había puesto pálida.

—E-e-eso...

—¿Bretta? ¿Pasa algo?

—Co-co como sabes.... ¿Cómo sabes que siento algo por Quirrel?

Ahora fue Hornet la que palideció, recién cayó en la cuenta de que había hablado de más. Para todos ya era un hecho que Bretta estaba enamorada de Quirrel, pero ella no sabía que ellos sabían.

—Pues... Esto... Yo... —Finalmente se rindió y decidió decir la verdad—. Leí tu diario, perdón Bretta.

—T-t-t-tú lo-lo ¡Leíste mi diario!

—¡Te juro que no fue con mala intención! ¡Fue un accidente!

En eso Bretta se encogió en su lugar y se tapó la cara mientras se esforzaba por no dejar caer algunas lágrimas que se asomaban en su rostro.

—Bien, supongo que me lo merezco, ríete ¡Búrlate de mí! Seguro debes pensar que soy una ridícula por escribir todas esas estupideces... Pero siempre ha sido así, cuando todos vivíamos en Bocasucia siempre me molestaban, ya estoy acostumbrada.

—Bretta, yo nunca he pensado que seas ridícula.

—No trates de hacerme sentir mejor... Sé que por dentro de ríes de mí, seguro que al leer mi diario pensaste ¡Mira que tonta! ¡Tiene aire en la cabeza!

—No Bretta, yo... Cuando leí tu diario, lo único que pensé fue... Que hermoso escribe.

—¿Qué? —La escarabajo sorprendida levantó la cabeza para mirar a su vecina.

—Lo digo en serio, al principio no pensé que fuera un diario, me parecía más una novela de aventuras y disfruté mucho leerla ¡Eres una maravillosa escritora! Deberías considerar hacerte profesional, tu forma de narrar y los sentimientos que pones en cada palabra son maravillosos y... Te juro que si sacas una novela yo seré la primera en comprarla.

—Vaya.... —Bretta se sonrojó ligeramente—. Es lo más bonito que nunca me han dicho, yo... ¿Una escritora? ¿De verdad crees que sería posible?

—¡Por supuesto! Tienes mucho talento ¡Puedes hacerlo!

La escarabajo iba a decir algo más, pero en ese instante fueron interrumpidas por un jadeo y unos pasos presurosos. Quirrel llegó corriendo al lugar seguido de Hollow y de la pequeña murciélago.

—¡Hornet! ¡Eso es urgente! Te.... ay no, Bretta.

Y como si fuera magia, de pronto todas las dudas y las culpas de la escarabajo se esfumaron y solo tuvo ojos para Quirrel, a quien comenzó a mirar con adoración de aquella manera que tanto incomodaba a la cochinilla. La situación también hacía sentir un tanto incómoda a Hornet, así que optó por intervenir.

—Hola Quirrel ¿Que sucede? ¿Me querías decir algo?

—¡Ah sí! ¡Tienes que ver esto!

Quirrel sacó un cartel que llevaba consigo y se lo mostró a Hornet, quien luego de leerlo abrió los ojos como platos, incapaz de creer lo que veía.

—¡LE HAN PUESTO PRECIO A MI CABEZA! ¡¿POR QUÉ!? ¿QUIEN?

—Por lo que pude ver —comenzó a explicar Quirrel—. Fue el gremio de trabajadores públicos de La Ciudad de la Lágrimas el que puso esta recompensa.

—¿Pero qué tienen en contra mía? ¿Por qué me quieren ahora? No creo haber causado ningún escándalo últimamente, ni siquiera cuando derroté a ese par de matones me declararon una criminal.

—Sospecho que es por el incidente con Dan.

—¿El incidente con Dan?

—Sí bueno pues... —A Quirrel se le hacía algo complicado hablar de esto—. Cuando estuviste drogada te pusiste bastante violenta ¿Recuerdas que te hablamos de eso?

—Sí.

—Y como sabrás durante ese período atacaste a Dan y le rompiste una pierna.

—Sí, todavía me siento muy mal por eso.

—Pues resulta que su familia no quedó muy contenta con esto y te han declarado una amenaza, por lo tanto desean eliminarte. Como sabrás la mayoría de los trabajadores públicos de la Ciudad de las Lágrimas son cucarachas y estas son muy unidas, aunque Dan no es una cucaracha es parte de su familia y si alguien lastima a su familia, está en graves problemas. Así que por eso decidieron eliminarte.

—¡No puede ser! ¡Pero yo no hice nada de esto a propósito! Todo fue un accidente... Yo nunca lastimaría a Dan —El semblante de Hornet se entristeció en ese momento, pero no tardó en reanimarse y en mostrar determinación—. Esto no se queda así ¡Iré a hablar con ellos!

—Eh... Hornet, espera, no creo que eso sea buena idea, eres persona no grata en la ciudad, incluso bloquearon la ciervoestación para asegurarse de que no llegues por ahí.

—No puede ser... ¡Entonces con más razón debo ir! Este asunto de la recompensa debe ser la razón por la que la tijereta cobarde de recién trató de matarme, si no hago algo seguirán llegando caza recompensas y nunca tendré descanso.

—Pues en eso tienes razón pero...

—Bien, nos vamos a la ciudad, tendremos que tomar el camino largo por los Cruces Olvidados pero ni modo ¡Andando!

Luego de eso Hornet ya no escuchó razones, simplemente puso rumbo a la ciudad, por supuesto su hermanito y Quirrel la siguieron.

Bretta suspiró profundamente mientras veía al grupo alejarse, su hermoso caballero azul nuevamente partía tierras lejanas, presto a cumplir las labores de protección que su cargo le exigía. Y como siempre la única persona que le importaba era Hornet y ella... Ni siquiera podía odiarla, era una buena persona, quizás algo violenta y despiadada pero buena.

En ese momento se sonrojó recordando la palabras que le había dicho, que ella podía ser una grandiosa escritora ¿Sería verdad? ¿Acaso ella la fea, aburrida, ridícula y sin talento Bretta tenía algo bueno que mostrar? No parecía haberlo dicho solo para quedar bien. En ese momento la escarabajo tomó una decisión, lo intentaría, escribiría una grandiosa historia salida de su corazón y trataría de publicarla, todos se enterarían del grandioso mundo que tenía que mostrar.

Luego de un rato, el grupo de Hornet logró llegar a Ciudad de las Lágrimas, donde todo parecía estar normal, había el mismo tráfico de siempre, los mismos molestos vendedores ambulantes y la misma lluvia interminable que hacía tan famosa a la ciudad.

Sin embargo sí había algo inusual en el lugar, la presencia de numerosas cucarachas rondando en los alrededor que no parecían estar realizando sus habituales labores de mantenimiento y limpieza, más bien estaban vigilando.

De pronto, uno de estos bichos posó sus ojos en Hornet y su mirada se endureció, entonces corrió hacia uno de sus compañeros y comenzó a susurrarle algo en el oído mientras apuntaba a la guerrera, la cucaracha que recibió la información procedió a hacer lo mismo que su compañera y también le comunicó el hallazgo a otro.

Así se fue esparciendo la información hasta que todos los insectos estuvieron enterados. Luego de eso, poniendo en marcha una especie de plan previamente concebido, comenzaron a rodear al grupo de Hornet mientras le apuntaban con sus aguijones. La guerrera al darse cuenta de esto frunció el ceño y sin mostrarse intimidada habló:

—¿Qué se supone que significa esto?

—Silencio monstruo ¿Cómo te atreves a venir aquí luego de lo que le hiciste a Dan? Has dañado a uno de los nuestros y eso se paga caro —contestó una cucaracha en un tono muy agresivo.

—Eso fue solo un accidente —dijo Hornet con calma—. Nunca he pretendido dañar a Dan de ninguna forma posible.

—¡Silencio! También es tarde para poner excusas ¡No eres bienvenida aquí! Vete y ni se te ocurra acercarte a Dan de nuevo. De hecho le hemos prohibido que salga de la ciudad, así no tendrá ninguna posibilidad encontrarse contigo.

—¡Eso es injusto!

—Se hará lo que sea para mantenerlo a salvo hasta que nos encarguemos de ti.

—¡Mamá! ¡Te digo que no es peligrosa!

Hablando del rey de Roma, justo en aquel momento apareció Dan, este llevaba una pierna vendada, la cual además de estar un poco rígida era perfectamente funcional, en realidad el daño hecho por Hornet no era tan grave, pero nadie más pensaba así, mucho menos la madre adoptiva de la cochinilla, quien en ese momento se aproximaba con cara de pocos amigos.

La cucaracha madre caminaba en frente de su hijo, mientras que este trataba de detenerla sujetándola del brazo, pero era sumamente notoria la diferencia de fuerza entre estos dos, pues mientras el menor era arrastrado, la mayor caminaba como si no sintiera la oposición de la cochinilla.

La robusta insecto se paró frente a Hornet y la miró severamente, era un tanto más alta que la guerrera y se notaba que era fuerte, aunque eso no significaba que fuera buena peleano, al fin y al cabo parecía más del tipo de insecto que se había dedicado a tener hijos que a aprender el arte de la lucha. Pero Hornet sabía muy bien que las madres pueden ser terribles cuando se trata de proteger a sus retoños, por lo que lo mejor era buscar el diálogo, además, aquella cucaracha tenía el aspecto de ser una especie de matriarca, pues todas las demás la miraban con mucho respeto. Si Dan era hijo nada menos que de la líder de las cucarachas no era de extrañar que todas reaccionaran de forma tan drástica al incidente.

—Así que tú eres la desgraciada que lastimó a mi niño —dijo la dama con un tono nada amistoso.

—¡Mamá! No le hables así, ella es una buena persona, me ha ayudado mucho.

—Calla Dan, deja a los adultos hablar.

—¡Ya soy casi un adulto! Solo me falta mi última muda de piel.

—Y hasta que no la hagas seguirás siendo un niño, ahora vete a hacer tus cosas ¿No tenías que limpiar la biblioteca?

—Vete Dan, yo estaré bien —le dijo Hornet haciendo un ademán amistoso.

La cochinilla algo dudosa, optó por hacerle caso a su amiga y se alejó del lugar, en el instante en el que Dan se perdió de vista la matriarca se paró frente a Hornet y dijo en tono autoritario:

—¡Ni siquiera te atrevas a hablarle! ¡Tienes prohibido todo contacto con él!

A Hornet ya le estaba enfadando mucho la actitud sobreprotectora de esta madre, no le extrañaba que el pobre Dan fuera tan inseguro y tímido. Tenía ganas de decirle unas cuantas cosas, pero el sutil toque de Quirrel en su espalda la hizo reaccionar, miró a su compañero y este meneó la cabeza indicándole que mejor siguiera una ruta más conciliadora.

—Mire señora, yo no pretendo dañar a Dan, de hecho le tengo mucho aprecio, lo de antes fue un simple accidente y le prometo que no volverá a pasar.

—¡Pues yo no creo en promesas hechas por salvajes! ¡Eres la bestia! La criatura a la que todos temen por aquí, definitivamente eres un peligro público y no puedo permitir que deambules cerca de mi niño. Le prometí a mi querida amiga Danira que cuidaría de su hijo y eso es lo que he estado haciendo todos estos años.

De pronto se escuchó un sonido de algo chocando contra el piso, al girarse a ver notaron que un basurero que estaba en las cercanías estaba volteado, por un instante creyeron ver la figura de un gusano transparente mirando la escena con una expresión de absoluta sorpresa, pero tras parpadear, aquella extraña visión desapareció. Nadie dijo nada, dudosos sobre si los demás habrían visto lo mismo.

—¿Que fue eso? —Preguntó la matriarca—. Por un momento me pareció ver a... ¡Bah! debió ser mi imaginación. Lester, por favor levanta y limpia todo eso ¿Quieres? —Luego de esa orden una de las cucarachas que rodeaban a las dos damas se dirigió al basurero para arreglar el pequeño desastre—. Bueno, como te decía, eres una absoluta amenaza, la bestia a la que todos temen y por el bien de Dan y de otros insectos también, no puedo permitir que vuelvas a pisar la Ciudad de las Lágrimas, pero como no puedo impedir que Dan salga de aquí, para mantenerlo seguro lo mejor es eliminarte, pusimos una recompensa por tu cabeza pero parece que eso no ha dado resultados todavía, así que creo que lo mejor será que te eliminemos ahora mismo.

Tras decir esas palabras, todas las cucarachas tomaron una actitud ofensiva. La guerrera dio un vistazo a su alrededor y pudo notar por las posturas de los insectos que los niveles de pelea eran bastante variables, algunos bichos parecía que ni siquiera sabían tomar un arma correctamente, mientras que otros se veían bastante entrenados.

La cantidad de oponentes era inmensa, pero se veía en condiciones de derrotarlos, al menos si recibía la ayuda de Quirrel y Hollow estaba segura de que podía lograrlo, el problema era que no quería lastimar a la familia de Dan. Además de que si desataba todo su poder, probablemente empezarían a correr aún más rumores sobre su naturaleza violenta y peligrosa, quizás entonces el gobernador de la ciudad se vería obligado a intervenir y más caza recompensas irían por ella, definitivamente eso no sería nada bueno.

Se estaba convenciendo de que lo mejor sería huir, cuando una pequeña sombra voló frente a sus ojos. La alimaña voladora se interpuso entre ella y las cucarachas atacantes y lanzó una diminuta bola de fuego que fue rápidamente ahogada por la interminable lluvia que caía en la Ciudad de las Lágrimas. Definitivamente no podría usar su fuego para intimidar a los tipos malos, entonces la pequeña bestia se colocó en el piso y tomando su actitud más amenazante que pudo le gruñó a los atacantes.

—¡Gyaaaaaargggg! ¡Témanme!

Obviamente dado su pequeño tamaño y su aspecto infantil la criatura se veía más adorable que aterradora, de hecho las cucarachas no dudaron en hacerlo notar.

—Awwww... Que cosita más linda

—Jajajaja, que graciosa ¿De dónde salió este retoño tan tierno?

—Que criatura más rara, pero es adorable.

La murciélago se sintió contrariada al escuchar todos esos comentarios, no se suponía que fuera tierna, ella quería ser terrorífica, como su padre, entonces miró a Hornet quien estaba tratando de contener la risa por la situación.

—Ay pequeña alimaña, ya te había dicho que eres más adorable que aterradora.

Este comentario pareció ofender a la pequeña, quien sumamente indignada gritó.

—¡Gyaaaaaaaarggg! ¡Tía Horny fea! ¡Gyaaaaarrgg! —Y luego de soltar esas palabras escapó volando.

—¿Alimaña? —Dijo Hornet preocupada al verla alejarse sola hacia la ciudad— ¡Alimaña! ¡Ali! ¡Espera no te vayas!

Pero no hubo caso, la pequeña voló lejos internándose entre el gentío de la ciudad, por supuesto Hollow fue tras ella. Eso subió los niveles de estrés de Hornet por las nubes, tener a Hollow sin vigilancia ya era bastante grave, la última vez que se le dejó solo tuvo un encuentro con un murciélago demoniaco, quizás con qué cosa saldría ahora, sobre todo ahora que tenía una niña bajo su cuidado, al menos no debía temer que quemaran la ciudad, con ese flujo de agua constante era imposible... Aunque con Hollow nunca se sabía.

Decidió ignorar a las cucarachas, su hermano y la alimaña voladora eran más importantes, así que arrojó su aguja hacia uno de los edificios y usando su hilo de la forma usual escapó de sus atacantes perdiéndose entre la multitud de insectos que deambulaban por la ciudad.

La matriarca furiosa por el escape de la enemiga número uno de la ciudad, ordenó a todos sus subordinados que la encontraran y acabaran con ella. Pronto se escuchó una multitud de patas chapoteando en la interminable agua de ciudad, movilizándose para encontrar a la fugitiva.

Y en medio de todo ese alboroto estaba Quirrel, quien se había limitado a observar toda la escena en silencio. Una vez que se quedó solo, miró hacia el cielo dejando que las gotas de lluvia le golpearan en la cara y dijo.

—Por favor, díganme que esto no se puede poner peor.

Lo que el pobre no sabía, era que en las cercanías un extraño insecto que cargaba una antorcha pronto complicaría más las cosas.

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A menudo para inspirarme a escribir este fic me pongo a buscar imágenes y fanarts de Hollow Knight, un día me topé con la imagen que puse aquí, en cuanto la vi se me vino la idea de Ali tratando de ser aterradora y me dije "Esto tengo que ponerlo en el fic".

Esta vez el fanart recibido fue hecho por un  usuario de Wattpad.

Este dibujo fue hecho por HermolerZB  Gracias amigo, retrataste exactamente la escena como la tenía en la cabeza.

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