Memorias Blancas
—Eso, pasa el hilo por arriba, mete el palillo ahí, ahora lo pasas por abajo y repites ¿Fácil no? ¡Epa! Cuidado ahí, no sueltes el hilo. Eso, así mismo.
Tobu y Hornet se encontraban en las afueras del circo Grimm en medio de unas clases de tejido y para fortuna de la guerrera, parecía estar haciendo bastantes progresos.
—¡Por fin! —Gritó Hornet llena de regocijo—. ¡Hice una corrida completa sin quedar enredada en el tejido!
—Sí sí, felicidades —dijo Tobu sin entusiasmo.
—¡Ahora por fin podré ser toda una tejedora! —La araña solo la miraba con aburrimiento.
—Un poco tarde para iniciarte en esto de ser tejedora, pero bueno, si te hace feliz supongo que está bien ¿Sabes cuál es el primer ritual de iniciación de una tejedora?
—Sí. Debo tejer una prenda para un ser querido. Estaba pensando hacerle una nueva capa a Hollow, o quizás podría hacerle un pañuelo a Quirrel, mmm... ¿A quién le tejo?
—No creo que ninguno se sienta mal si dedicas tu primer trabajo al otro. Pero si tienes problemas para decidir mejor téjele a quien más lo necesite.
—Buena idea. Gracias Tobu.
—Sí, como sea. Espero que con esto por fin salde mi deuda, en lugar de estar aquí dando clases de tejido debería estar buscando tesoros. Para esto mejor me hubiera quedado en mi tierra natal.
—Sí, la deuda está saldada —Dijo Hornet sin dejar de sonreír, estaba demasiado contenta—. De hecho me has ayudado más de lo que esperaba, también tejeré algo para ti después.
Tobu mantuvo su expresión de fastidio y luego desvío la mirada.
—No creas que con eso conquistaras mi corazón, no soy tan fácil.
En ese momento Hollow salió del circo de Grimm, aunque esta vez no iba seguido de Ali. Caminó hasta su hermana y se la quedó mirando con algo de sorpresa al no verla enredada en su tejido.
—Sí, gracias a Tobu ahora ha se cómo tengo que hacerlo —contestó la silenciosa pregunta de Hollow— ¿Y ya dejaste a Ali con su padre?
—........ —Asintió y luego hizo algunas señas.
—Dos días completos si ella... Suena genial ¡Por fin un descanso! Qué bueno que ese murciélago recuerde sus labores de padre biológico y se haga cargo de su cría de vez en cuando.
—Oigan... —Intervino Tobu— ¿Me podrías explicar cómo es exactamente la relación de Hollow y el murciélago? Porque... Este chico quizás ya no sea una larva, pero se ve que le faltan varias mudas de piel para ser un adulto, no puede tener pareja ni... Obviamente ser padre.
—Ni yo misma entiendo su relación —Confesó Hornet—, como tampoco entiendo que sea madre siendo macho... Yo ya no cuestiono nada, lo dejo ser, solo procuro que nadie terminé muerto. En fin, tenemos que irnos.
—¿A dónde? —Preguntó la araña curiosa.
—¿Pues a donde más? Al Palacio Blanco, tenemos que devolver los trastos que te robaste, hacen mucho bulto arrumbados en mi casa y me cuesta limpiar.
—Pues ya te había dicho que no tengo problemas con guardarlos en mi casa —dijo Tobu con un aura angelical.
—¡No! ¡Nada de armas de destrucción masivas para ti! Ahora nos vamos. Andando Hollow.
Tobu observó a la mestiza y a su hermano alejarse hasta su casa para recoger los artilugios que debían devolver. A pesar de lo gruñona que era Hornet, era una chica muy interesante, a Tobu le agradaba bastante, quizás incluso más que muchos insectos puros que había conocido en su vida, o quizás sería simplemente su obsesión con las cosas misteriosas, era difícil saberlo.
Los hermanos usaron los servicios del viejo ciervocamino para llegar la estación oculta que llevaba a las cercanías del Palacio Blanco. Afortunadamente las carcasas reales no eran pesadas ya que estaban huecas, al parecer el vacío que las hacía funcionar carecía de peso, de forma que no hicieron al sufrir al viejo ciervo, aunque este se veía más energético que nunca. La alegría de poder compartir con otros de su especie lo había revitalizado y no paraba de hablar de los pequeños ciervos que habían salido del cascarón recientemente.
Los hermanos avanzaron por los terrenos donde antaño se encontraban los jardines del castillo, detrás de ellos las carcasas avanzaban obedientemente, aunque por si acaso Hornet tenía a las carcasas aladas sujetas con su hilo y a las carcasas reales les había amarrado las extremidades.
Ya casi llegaban al autómata solitario que custodiaba la entrada al palacio cuando notaron que había alguien allí. Un individuo de una altura considerable que miraba el paisaje desolado. El ser tenía una postura regia, erguida y orgullosa, como la que ostentaría un noble, sin embargo su lamentable aspecto contrastaba con esta actitud, el individuo solo llevaba una vieja oscura, rota y desgastada.
—¿Big? —Dijo Hornet no muy segura, pero el individuo volteó a verla al escucharla hablar confirmando que era él.
—Hor...Net... —Dijo con voz rasposa— Ho...Llow...
El gigante mostró una sonrisa afable al ver a sus hermanos, sobre todo cuando Hollow corrió a abrazarlo. Big se agachó y recibió al pequeño entre sus brazos donde lo acunó cariñosamente. Hornet aunque también se alegraba de ver a su hermano mantuvo una actitud más serena, aunque esto fue solo hasta que llegó al alcance de las manos de Big, pues este sin pedirle permiso la tomó y comenzó a abrazarla con efusividad.
—¡Big! ¡Suéltame! ¡Esto es vergonzoso!
—Nadie... Mi...Ra...
Hornet se tuvo que aguantar las muestras de cariño del rey de las sombras, pues no tenía forma de oponerse a su fuerza y tamaño. Cuando por fin fue puesta en el suelo le dedicó una mirada de fastidio a su hermano, aunque no dijo nada, esos ojos dulces rebosantes de amor eran demasiado para ella.
"Rayos... Big es idéntico a su madre, tiene la misma mirada amable y el mismo empeño en demostrar su afecto" Pensó Hornet.
—¿Qué haces aquí? ¿Y desde cuando hablas?
—Yo... Practi...cando... Hablar... Cues... Ta...
Era notorio que le costaba, las palabras sonaban rasposas, como gruñidos que intentaban imitar vocablos comprensibles. De todos los contenedores Big era el único que había logrado producir sonido y eventualmente, había decidido darle forma a sus gruñidos guturales para que se asemejaran a palabras, sin embargo aún necesitaba práctica para perfeccionar la técnica, por lo que le resultó más rápido explicar por qué estaba ahí mediante señas. Básicamente Big había tenido un ataque de nostalgia y había decidido salir a dar un paseo a la superficie.
Hornet observó a Big con atención, se veía mucho mejor que cuando estaba encerrado en el huevo. Le había pedido al fabricante de máscaras que le hiciera una máscara nueva, por lo que ahora tenía un rostro perfecto, brillante y sin grieta alguna, además, el vacío del abismo le había recompuesto su brazo perdido y ahora, en perfecto control de su cuerp, ya no caminaba como una bestia sedienta de sangre, parecía un insecto civilizado y muy educado, aunque un poco intimidante, su altura superaba con creces el promedio.
—.... Ustedes.... ¿Aquí? —Complementó su pregunta con señas para dejarla más clara.
—....... —Hollow más o menos explicó la historia con Tobu omitiendo detalles poco importantes.
—.....Palacio.... Entrar....
—¿Quieres entrar también? —Preguntó Hornet a lo que su hermano asintió efusivamente—. No creo que haya problema ¿Podemos entrar los tres Hollow?
—..... —El pequeño asintió.
Los tres hermanos se tomaron de las manos, sujetaron bien los hilos que tenían atadas las carcasas y Hollow blandió el aguijón onírico permitiéndoles entrar al Palacio Blanco.
Dentro del sueño de la carcasa, todo era blanco impoluto, magnífico y luminoso, un lugar tan resplandeciente que parecía sacado de otro mundo.
—Tan frío como siempre —dijo Hornet mirando el lugar con tristeza.
—A mí me gusta —dijo Big— Oh... Aquí hablo casi sin esfuerzo.
—Estamos en otro plano existencial, —explicó Hollow—. El mundo de los sueños y la mente, aquí puede pasar lo que nosotros deseemos... Dentro de ciertos límites claro, el dueño del sueño siempre es el que tiene el control, pero al menos este sueño nos permite hablar fácilmente si lo deseamos.
—Es muy cómodo la verdad —comentó Big—. Espero poder hablar así de fluido en algún momento. —Big miró a su alrededor con deleite contemplando las decoraciones y el esplendor del palacio—. No puedo creer que esto todavía exista, me puse muy triste cuando al venir aquí vi todo vacío, quería volver a ver mi casa otra vez.
—¿Casa? Esto es mucho más que una casa —dijo Hornet con una risa.
—Aquí me crié, esta es mi casa, aunque sea un palacio. —Guardó silencio unos momentos antes de continuar—. Veo que papá al final logró completar sus investigaciones, había escuchado que The Radiance se movía en otro plano existencial para ingresar a las mentes de las personas, ambicionaba poder alcanzar este otro mundo y acabar con ella de una vez.
—Debería haber seguido ese plan —dijo Hollow con rabia en su voz—. Esa idea era mucho mejor que crear niños para desecharlos.
—Pero su magia aún no estaba desarrollada —lo defendió Big—. Hasta donde recuerdo, aún no podía entrar al mundo de los sueños con éxito y quizás cuando lo lograra sería demasiado, por eso recurrió al plan de los contenedores.
—¡Desechó a nuestros hermanos como basura Big!
—Estaba desesperado.
—¡No sintió ningún remordimiento al tratarnos como objetos!
—Si lo sentía.
—¡Te confinó a una vida miserable dentro de ese huevo! —La mirada de Big se ensombreció al recordar esos tiempos.
—Era mi deber... Debía protegerlos a todos...
—¡Deja de defenderlo Big! ¡Admite que papá era un desalmado!
—¡No lo era! ¡Tú no lo conociste como yo!
—Pero lo conozco lo suficiente para saber el tipo de gusano que es.
—No lo puedes saber, jamás hablaste con él.
—Si lo sé, de hecho hablo... —En ese momento Hornet le tapó la boca a su hermano para que no dijera algo inconveniente, lo mejor era que Big no supiera de la presencia del fantasma del rey.
—Ya basta, los buenos hermanos no pelean. Ninguno va a convencer al otro en esta discusión.
—Sí, supongo que tienes razón —dijo Big—. Mejor vamos a recorrer el palacio, esto me trae muchos recuerdos.
—Te seguimos dijo Hornet.
El grupo se movió entre los pasillos resplandecientes, que parecían congelados en el tiempo, entre paso y paso podían escuchar suaves murmullos, como de insectos parloteando, entonces al dar vuelta en una esquina, vieron a un grupo de criados reales, vistiendo ropas del mismo blanco diáfano que cubría todo el lugar.
—¡Criados! —Dijo Big alegremente.
El gigante se acercó a ellos, en cuanto los insectos percibieron su presencia guardaron silencio e hicieron una reverencia.
—Pueden levantarse —dijo Big con emoción en su voz, pero los criados no reaccionaron—. Dije que pueden levantarse...
—No te molestes Big —dijo Hollow—. Ellos no están vivos realmente, son los ecos de los recuerdos que resuenan en este lugar, solo memorias vacías, no pueden hacer nada más que una reverencia porque no se les recuerda por nada más.
—Oh, ya veo... —Big parecía algo apenado—. Es muy triste que solo se les recuerde por hacer una reverencia, al menos en mis memorias los criados eran más divertidos.
—¿Qué recuerdos tienes de los criados? —Preguntó Hornet interesada.
—Pues.... Cuando era pequeño tenía esa extraña apatía implantada dentro de mí, esa especie de... Falta de interés por vivir, supongo que eso era lo que papá llamaba vacío. No me importaba nada, no quería nada, no sentía nada... Bueno, sentía cosas, pero todo me daba lo mismo, si me hubieran dicho que me quedara parado en una esquina hasta que muriera de hambre lo hubiera hecho. Los criados siempre se desesperaban cuando estaban conmigo, querían servirme como hacían con el rey o con la reina, pero no había nada que yo deseara o quisiera, la verdad se sentían aliviados cuando yo me retiraba. Qué curioso que se complicaran la vida por tan poca cosa.
—Bueno, eras el retoño del rey... Eras alguien importante —dijo Hornet.
—Pero si el viejo no lo consideraba un retoño, solo era una herramienta —se quejó Hollow.
—Eso es verdad, pero era su preciosa herramienta, aquella que todos deberían honrar porque sería la salvadora de Hallownest —explicó Hornet—. Aun siendo una herramienta, dijo a todos que deberían cuidarlo y protegerlo.
—Y los criados no distinguen la diferencia entre la palabra cuidar y servir —completó Big—. Papá lo único que quería era que cuidaran que no me rebanara una sierra, eso era todo.
Un escalofrío recorrió la espalda de Hollow al pensar en las sierras del sendero de dolor.
—¿Ya tenía esas condenadas sierras repartidas por todo el castillo en ese tiempo?
—Sí, papá adoraba las sierras, decía que había una cierta belleza en su letalidad, mandó a construir un pasillo especial en el castillo para ponerlas, mamá solía decir que era un desperdicio de espacio.
—Desde siempre estuvo loco —Hollow suspiró, definitivamente estaba de acuerdo con la reina.
El grupo caminó un poco más hasta que encontró una zona amplia donde en lugar de un brillante piso de roca blanca, había solo tierra, aunque en ella se podían apreciar algunas plantas que al igual que todo allí, parecían congeladas en el tiempo. Big avanzó hasta este pequeño jardín y tomó un puñado de tierra, el cual soltó luego de observarlo, había una cierta tristeza en su mirada.
—Este lugar...
—El jardín interior de la tía Blanca —dijo Hornet adivinando la razón de la tristeza de Big.
—Sí, recuerdo que ella solía descansar en este lugar. Cuando estaba contenta enterraba sus raíces y las flores brotaban por montones llenando todo de fragancia... Pero cada vez que me veía su alegría se iba y solo crecían brotes mustios que morían al poco tiempo. Eso... Me hacía sentir triste, pero con mi apatía era incapaz de asimilar ese sentimiento y simplemente me quedaba quieto observándola hasta que me ordenaba que me retirara. Ojalá hubiera podido hacer algo por ella... Ojalá la hubiera abrazado...
Hornet recordó a la dama Blanca y sintió una opresión en el pecho, recordó cuánto deseaba tener un hijo que fuera de ella y del rey pálido y cuánto le dolió el no tener permitido amarlo cuando por fin lo tuvo. De pronto una idea cruzó la mente de Hornet.
—Big... No te lo había dicho pero hay una nueva hermana.
—¿Eh? —El gigante parpadeó sorprendido—. ¿Tenemos una nueva hermana?
—Ustedes tienen nueva hermana, es hija de la tía Blanca, ella no es mi madre así que no tiene relación sanguínea conmigo. La pequeña se llama Clara y es una raíz, la podrán encontrar en el Jardín de la Reina más allá de Sendero Verde. Está en un lugar bastante oculto detrás de un camino plagado de zarzas, detrás de una pérgola dentro de una madriguera redonda.
—¡Yo sé dónde es! —dijo Hollow.
—Grandioso —Big parecía ilusionado— Un día de estos debemos ir a verla.
—Eso sí les advierto que no la muevan —dijo Hornet—. Las raíces jóvenes deben permanecer enterradas en un solo lugar, cuando crezca un poco más podrá vagar más lejos.
La noticia de tener una nueva hermana animó mucho a Big, ahora parecía tan radiante como el mismísimo palacio. Él adoraba a su familia y siempre estaba dispuesto a acoger a un miembro más. Tenía un corazón dulce como el de la difunta reina, el cual contrastaba con su intimidante aspecto. Hornet suspiró al pensar en esto, se supone que Big es el rey del abismo, con ese corazón tan blando ¿En verdad podía gobernar sobre sus hermanos correctamente?
Siguieron recorriendo el castillo entre ecos de recuerdos y anécdotas, hasta que se toparon con un camino cortado, como muchos que había en el castillo, este camino acababa abruptamente en un abismo el cual estaba plagado de sierras entre las cuales había unas pequeñas plataformas para apoyar los pies. Luego de esta abrupta interrupción el camino continuaba normalmente.
—Y ya empezamos —dijo Hornet—. Los famosos obstáculos de sierras.
—¿Acaso es demasiado para ti? —Dijo Hollow en tono orgulloso— Vamos Hornet, intenta superarme.
El pequeño lleno de entusiasmo y sin escuchar las réplicas de su hermana, salió corriendo y saltó hacia el abismo de sierras, donde se las arregló para aterrizar en una de las plataformas flotantes que había por aquí y por allá. Entonces haciendo uso de todas sus habilidades acrobáticas, comenzó a esquivar las sierras, brincando y flotando entre las plataformas ayudándose con las alas del monarca. Recorrió aquel letal camino con elegancia y rapidez hasta aterrizar sano y salvo al otro lado.
—¡Superen eso! —Dijo Hollow orgullosamente.
—Pues... La verdad nosotros preferimos usar los pasajes sin sierras.
Big caminó hacia una pared donde comenzó a contar ladrillos, hasta que encontró uno en particular, presionó este con fuerza y una especie de mecanismo interno se activó, el lugar comenzó a temblar mientras que un puente metálico tan blanco como el resto del palacio crecía a ambos lados del abismo esquivando la trayectoria de todas las sierras y uniendo el camino. Hollow miraba todo esto estupefacto.
—¡Por favor! ¡No me digan que esto siempre estuvo! —Gritó el bicho—. Casi muero la primera vez que pasé por aquí tratando obtener ese cochino pedazo de amuleto.
—Bueno... —Dijo Big— ¿En serio creías que los debiluchos insectos del rey se movilizarían a través de todas esas sierras? Obviamente tenían un camino más seguro para transitar. Estás sierras son para mantener a los invasores lejos, pero los habitantes del castillo acostumbrados a merodear por aquí conocerían todos los pasillos y caminos ocultos necesarios para hacer sus quehaceres sin morir en el intento.
Hollow miró a su hermano con enfado, entonces se sentó en el piso y se cruzó de brazos haciendo un puchero. Big conteniendo la risa se agachó junto a él y le acarició la cabeza, de aquella forma cálida que tanto le gustaba al bajito, esto apagó parte de su enojo, pues su mirada se suavizó bastante. El mayor sonrió complacido , entonces tomó a Hollow en brazos y continuó avanzando seguido por Hornet.
—Big ¿Podrías soltarme? —Dijo Hollow algo avergonzado al ver las risas que soltaba Hornet— Puedo caminar perfectamente.
—Pero yo quiero cargarte.
—Pero yo quiero caminar.
—Pero yo soy el rey y tú haces lo que yo diga.
Hollow entonces guardó silencio gruñendo por lo bajo, a lo que Big soltó una risa sincera.
—Solo bromeaba, tranquilo ¿Quieres subir?
Esto pareció animar un poco a Hollow quien ayudado por su hermano montó en su espalda, la diferencia de tamaño entre los dos era tan colosal que el pequeño podía viajar cómodamente. Hornet continuaba mirándolos en silencio.
"Tal parece que Big no tiene problemas para comandar a sus hermanos, estos son completamente leales a él y él tampoco abusa de su autoridad, creo que a su manera todo funciona bien"
La siguiente parada que hizo el grupo fue en una zona abierta donde se podían apreciar algunas armas relucientes dispuestas en algunos mostradores. Cada pieza era magnífica, como todo lo que había allí. Ante la vista de los aguijones Big se acercó y lanzó un profundo suspiro.
—La sala de entrenamientos... La recuerdo bien, aquí los 5 grandes me adiestraron en el arte del aguijón, recuerdo que eran entrenamientos duros, la exigencia era tremenda al punto de ser cruel, recuerdo que más de una vez me hicieron entrenar hasta que ya no pude tenerme en pie... Aunque creo que era por mi apatía que recibía ese trato, aun cuando estuviera cansado o al borde del colapso, era incapaz de demostrarlo, podía sufrir dolor y no me importaba, ni siquiera deseaba que parara aun cuando se sentía incómodo. Como los caballeros no veían reacción por mi parte continuaban presionándome pues pensaban que todo estaba bien.
—Eso era horrible —dijo Hollow— ¿En qué momento comenzó a molestarte? —Big lo miró sorprendido.
—¿Hablas del despertar?
—¿Qué es el despertar? —Preguntó Hornet.
—Es cuando nuestros sentimientos empiezan a importarnos —explicó Hollow—Todos nosotros nacimos con esa apatía que explica Big, pero eventualmente... Despertarmos, como que de pronto comenzamos a tener conciencia de nosotros y de los demás, comenzamos a desear cosas, ya sea estar con alguien, o hacer algo. Tampoco tenemos grandes deseos, nada de riquezas o cosas por el estilo.
—Ya veo ¿Entonces cuando empezó tu despertar Big? —La chica se veía curiosa.
—Cuando te conocí Hornet.
—¿Eh? ¿En serio? ¿Pero cómo pude hacer eso yo? Además nos vimos una sola vez cuando mi madre me trajo para ser presentada ante la corte.
—¿Alcanzaste a conocer a Hornet cuando eras menor? Nunca nos dijiste eso Big —dijo Hollow sorprendido.
—Es una historia corta, no hay mucho que contar. Ocurrió en este mismo lugar, yo estaba entrenando con Dryya que era la más severa de los 5 caballeros. El entrenamiento había sido muy duro y yo estaba a punto de caer por el agotamiento, entonces Hornet apareció de la nada y atacó a la caballero. Debido a la edad y falta de experticia de Hornet, fue aplastada en el combate.
—Si Driyya estuviera viva y combatiera conmigo me pregunto quién ganaría ahora —Comentó Hornet.
—El asunto es que Hornet aun siendo derrotada no era nada fácil de contener o controlar, chillaba con mucha fuerza. Gritó muchas cosas bastante groseras, pero entre las muchas cosas que dijo, hubo una que me impresionó "¿Cómo pueden tratar a ese chico así? ¿Qué no ven que está exhausto y a punto de desmayarse? ¡Deberían dejarlo descansar! ¡Esto es una crueldad! ¿Acaso no les importa lo que sienta?"
—Oh... Había olvidado ese incidente —dijo Hornet sorprendida.
—Pero yo no. Por primera vez consideré la idea de que lo que sentía era importante y entonces mi apatía... Poco a poco comenzó a desaparecer pero... Mantuve aquello oculto, continué comportándome como un ser vacío, sabía que papá estaba desesperado por detener la infección y muchos insectos sucumbían a ella día tras día. Necesitaba detener la plaga, pero mientras más me preocupaba por todo esto, menos apto era para ser el contenedor puro... Todavía me carcome la conciencia el saber que fallé.
—¡Big! ¡Tú no le fallaste a nadie! —Gritó Hornet indignada— ¡Desde el principio este era un plan estúpido! Y deja de defender al viejo, él era un insensible egoísta, no merece tu consideración.
—Lo repito... Ustedes no lo conocieron como yo... No compartieron con él como yo, ninguno de ustedes vio lo que yo vi ni puede entenderlo como yo lo entiendo. —Tras esto Big guardó silencio y dio por terminado el tema.
Ninguno de los hermanos dijo nada hasta que llegaron a una puerta enorme, blanca, llena de detalles tallados en su resplandeciente superficie, eran dibujos de libélulas y flores, tan magníficos que casi parecían vivos.
—La sala del trono... —Dijo el rey de las sombras—. Cuanto tiempo sin venir aquí.
Big hizo el ademán de abrir la puerta pero Hollow no lo permitió y se interpuso en su camino.
—No hace falta entrar a este cuarto.
Hollow sabía que allí estaba el cadáver del rey pálido, ver a su querido padre muerto afectaría mucho a Big.
—Pero yo quiero entrar, me gustaría ver la sala del trono otra vez, era un lugar magnífico y me trae buenos recuerdos, vamos Hollow ¿No te hace ilusión sentarte en el trono? Es una silla muy cómoda, una vez papá me dejó dormir ahí un rato.
—Yo ya me senté ahí la vez pasada que vine y no es la gran cosa, vámonos, deben haber otros cuartos que visitar.
—Hollow... Si no te conociera diría que me estás ocultando algo —Big entrecerró los ojos y lo miró con sospecha.
—¡No escondo nada! Simplemente no quiero entrar en este cuarto.
—Pero yo sí, tú te puedes quedar a fuera si quieres.
—Pero... Pero...
—Hollow, apártate.
Hollow se quedó quieto en su lugar sin saber qué hacer, estaba dividido entre su lealtad a su hermano y su deseo de protegerlo de un mal rato. Sin embargo Big ignoró al pequeño y empujó la puerta sin que pudieran oponérsele, sin embargo, la puerta no cedió ante su fuerza, estaba absolutamente cerrada.
—¿Eh? No abre.
—¿En serio? Oh, que pena —dijo Hollow aliviado, a lo que su hermano le dedicó una mirada acusadora— ¿Qué? No es mi culpa, yo no hice nada.
—Está bien... Te creo —Big suspiró—. Tampoco es como que pudieras haber hecho algo. Bueno, sigamos andando.
El pequeño grupo se alejó por el pasillo mientras hablaban de algunos temas triviales y compartían historias del pasado. Cuando todos estuvieron lo suficientemente lejos, un espectro se materializó frente a la puerta y miró el pasillo con tristeza.
Allí en la soledad del increíble palacio que había mandado a construir para él, el viejo rey pálido se dejó caer llevándose las manos al rostro susurrando lamentos mientras un gran arrepentimiento lo invadía.
—Lo siento Big... Lo siento tanto... Hijo...
Ya habían estado un rato dando vueltas por el palacio y comenzaban a sentirse algo cansados, además de que a Hornet le estaba dando hambre. Ya habían cumplido su misión de devolver las carcasas y se habían deleitado invocando viejas memorias, era el momento de partir, aunque Big parecía algo reticente.
—¿Que pasa Big? ¿No quieres dejar el palacio? —Preguntó Hornet.
—Sí bueno es que... Me gusta bastante el palacio, el abismo es muy acogedor y cómodo, pero este lugar es más bonito. Tiene jardines, cuartos amplios, estanques y sierras... Muchas sierras.
La expresión que le dedicaron Hornet y Hollow era indescriptible.
—El estanque de vacío allá abajo también me gusta mucho, pero sería agradable probar de nuevo una de esas camas mullidas con sábanas de seda, o quizás tomar el té en el estudio junto a la ventanal...
—¡Big! —Exclamó Honet— No sabía que eras un amante de los lujos.
Ante las palabras de su hermana el gigante enrojeció, mientras que ella solo reía suavemente. Jamás hubiera pensado que alguna de las sombras del abismo tuviera semejantes gustos, ni siquiera Big, pero no era algo tan descabellado, había sido criado como un príncipe en uno de los reinos más prósperos del mundo, seguro que extrañaba tener sirvientes, probar platos finos o pasear por hermosos jardines.
Sin embargo Big no se quejaba, tenía un corazón humilde y entregado, si debía dormir en un lecho de rocas, pasar hambre o sufrir los peores tormentos por proteger a los suyos, lo haría si dudar. Pobre Big, ya había pasado por tantas cosas horribles en esos años, poder disfrutar de algunos lujos era algo que merecía, que lástima que estos caprichos no pudieran ser cumplidos.
—No necesito lujos —dijo Big aún algo avergonzado porque descubrieran sus gustos secretos—. Estoy bien gobernando a mis hermanos en el abismo, es cómodo, cálido, seguro y está él.
—¿Quién?
—Él, el ser antiguo de las sombras. Además, yo... Creo que no encajaría muy bien en este lugar, mírenme, soy un desastre, pasearme por estos magníficos pasillos de roca blanca vistiendo estos harapos sería casi vergonzoso. —Suspiró—. Aunque originalmente esta era una preciosa capa de seda plateada, pero el tiempo y la infección la arruinó y la dejó así como está ahora.
Nuevamente Big pareció avergonzarse por expresar sus deseos y quejas, pero aquella manifestación de sentimientos hizo que a Hornet se le ocurriera algo.
—Oye Big... ¿Qué te parece si te tejo una capa nueva? Tengo algunos carretes de hilo plateado.
—¿Qué? ¿De verdad? ¿Sabes tejer? Holly había dicho que eras pésima y que siempre terminabas enredada en tus tejidos. —El rostro de Hornet se puso tan colorado con su capa.
—¡Esa chismosa! Sí... Es verdad que solía terminar enredada en mis tejidos, pero eso se acabó, ahora he tomado clases con una araña tejedora profesional y hoy pude hacer una corrida completa sin sufrir ningún accidente, ya estoy lista para tejer alguna prenda. Así que te tejeré una elegante capa plateada, ya verás lo bien que me quedará.
Big la miró con algo de sorpresa, entonces una sincera sonrisa apareció en su rostro.
—Gracias Hornet, esperaré por tu regalo con ansias, pero no te sobre esfuerces, no importa si no queda muy bien.
—¡Eh! ¿Acaso no me tienes fe? Ya te demostraré yo de lo que soy capaz.
Entonces la guerrera se dio media vuelta y se alejó de sus hermanos dirigiéndose al portal de salida. Hollow y Big se la quedaron mirando con una sonrisa divertida, entonces el más pequeño procedió a seguir sus pasos, sin embargo la voz de su hermano lo detuvo.
—Hollow... Yo... Quería hablarte de algo... Pero esto... No se lo digas a nadie por favor, no quiero que se preocupen.
—¿Que pasa Big?
—Pues... Resulta que últimamente escucho voces en mi cabeza, voces que no vienen de ningún lado, voces malas que me hablan de dominación y conquista, de venganza y exterminación... No me gustan estas voces... Me asustan.
Sin duda Hollow también estaba asustado ¡Era algo aterrador!
—¿Qué crees que sea Hollow? ¿Me estaré volviendo loco? ¿Será que pasar tantos años con The Radiance metida en mi interior afectó mi mente y ahora no funciona bien?
—Yo... No lo sé ¡Pero no le hagas caso a la voz! No la escuches, mantente ocupado, sumérgete en el lago de vacío, él te cuidará e impedirá que pase algo.
—Eso he estado haciendo, pero no puedo descuidar a nuestros hermanos, ellos me necesitan.
—Lo sé, nos necesitan a ambos. Tranquilo Big, todo estará bien, me aseguraré de que nada malo pase, nuestra familia estará a salvo. Si pude salvarte una vez superando todo pronóstico o expectativa, podré hacerlo de nuevo, mataría hasta a un dios por mantenerlos a todos seguros. Confía en mí, recuerda que soy tu caballero.
—Lo sé Hollow, eres mi caballero, mi leal caballero Hollow.
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Tengo que darles una noticia buena para mí, mala para ustedes, encontré trabajo, empiezo el lunes. Durante este mes había estado desempleada, por eso había tenido todo el tiempo del mundo para escribir y publicaba tan seguido, pero probablemente ahora los capítulos saldrán más distanciados, tengan paciencia por favor. De todos modos trataré de no tardar más de una semana.
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