Festival en Bocasucia
Era un día bastante agradable en Bocasucia, tan tranquilo como podía serlo un lugar con tan pocos habitantes. Aaun así el pueblo ya no estaba tan vacío como antes, una pareja anciana de grillos se había mudado al lugar al igual que un joven mestizo junto a una mariposa.
Justamente Hornet le platicaba a Tobu de sus nuevos vecinos mientras salían de la ciervoestacion. La mestiza iba cargando un enorme carrete de hilo en su espalda, el cual, aunque se veía pesado, no parecía representar demasiado esfuerzo para ella. Tobu solo la miraba admirada.
—Eso genes tuyos son estupendos —Comentaba la araña—. Creo que en tu caso lo de ser mestiza te resultó favorable.
—Tobu... Me he estado preguntando... ¿Cuál es tu problema con los mestizos?
—¿Mi problema? Ninguno en realidad, es solo que son algo un tanto extraño para mí. De donde vengo no son muy aceptados, a ti por ejemplo, ni aunque fueras hija de una reina te habrían permitido vivir en la colonia, te habrían expulsado nada más nacer y verte. Pero... Me alegra que haya lugares como Hallownest, donde las alimañas raras puedan vivir sin que nadie tenga problemas.
—Yo no soy una alimaña. —Dijo Hornet algo enfadada reacomodando el carrete en su espalda—. Uf... Tampoco es que sea tan fácil para mí cargar está cosa.
—Hornet... Sobre tus carretes de Hilo ¿Haz llevado la cuenta de cuántos tienes?
—¿La cuenta? No, no los cuento, no me quiero enfrentar a la realidad de que se están acabando. Como yo no puedo producir hilo no puedo reponer el que gasto, un día ya no tendré más hilo y no podré tejer más. —Puso una expresión de tristeza—. Pero aún queda mucho y prefiero no pensar en eso.
—El asunto es que a mí no me parece que se esté acabando —replicó Tobu— No me he puesto a contar los carretes exhaustivamente pero me da la impresión de que siempre es la misma cantidad.
—No seas ridícula, ya no quedan arañas en Hallownest, no me dirás que el hilo aparece por arte de magia.
—No creo que sea magia, pero sí pienso que algo o alguien está rellenando tus carretes vacíos.
—Deben ser impresiones tuyas, un día de estos contaremos cuanto hilo hay, verás que estás equivocada.
De pronto Hornet detuvo su paso, había llegado a su casa, pero esta se veía algo cambiada. Dejó su carga en el suelo y miró hacia arriba donde notó que Hollow estaba encaramado encima del techo clavando algo, junto a él Ali sujetaba unas guirnaldas de papel.
—¡Hollow! ¿Qué haces allá arriba?
Entonces otro individuo más se asomó por el tejado y saludó a Hornet alegremente.
—¿Dan? ¿Qué haces allá arriba? ¿Qué le hacen a mi casa? ¡Por favor cuidado con el techo!
—Tranquila Hornet, no es nada malo, solo estamos colocando algunas decoraciones.
—¿Decoraciones?
Hornet miró con más atención y notó una canasta con guirnaldas de papeles de colores cerca, también vio a algunas cucarachas trabajando en otras casas colgando los adornos.
—¿Y esto para qué es?
—Son los preparativos para el festival.
—Ya veo... ¿Qué es un festival?
—¿No sabes que es un festival? —preguntó Tobu sorprendida—. ¿Pero qué clase de vida has llevado todo este tiempo?
—Desde que tengo memoria nunca ha habido un festival en Hallownest y yo he pasado toda mi vida aquí, creo que es normal que no sepa que es eso.
—Es verdad —afirmó Dan—. Hace muchísimos años que no se celebra un festival aquí, este será el primero en mucho tiempo.
—Bueno y... ¿Qué es un festival? —Preguntó de nuevo Hornet.
—Pues... Es como una fiesta... Pero muy grande, puede abarcar toda una ciudad si todos deciden participar, tocan música, hay baile, también se ponen muchos puestos de comida y juegos donde los que asisten pueden participar. Además este año tendremos algo especial, fuegos artificiales.
—¡Wow! ¿Y qué son los juegos artificiales? —Preguntó Hornet ya algo entusiasmada, principalmente por la comida.
—Sí, sí, cuenta cuanta, que ni siquiera yo que he viajado por muchos lugares he escuchado de esas cosas —dijo Tobu.
—Pues.... —Dan parecía algo avergonzado—. Yo tampoco sé que son, pero dicen que son espectaculares, o al menos eso dijo él.
—¿Quién? —Ambas arañas cada vez estaban más curiosas.
—Un tipo raro que hace poco llegó a Ciudad de las Lágrimas. Él había escuchado que el gobernador quería celebrar el primer festival conmemorativo del fin de la infección y vino a ofrecer sus servicios de entretenimiento. Dijo que tenía algo muy especial y bonito que él llamaba fuegos artificiales. No sé más detalles pero supuestamente es algo nunca visto y de propiedad exclusiva de él. El problema es que para que estas cosas resulten deben estar en un ambiente seco y como sabrán, en Ciudad de las Lágrimas es todo humedad.
—Más que humedad diría yo. —Acotó Tobu.
—Bueno, el asunto es que el gobernador quedó interesado en esta cosa de los fuegos artificiales, pero como la ciudad es muy húmeda buscó algún lugar amplio y seco para celebrar el festival y Bocasucia resultó el más apropiado.
Hornet observó un poco a todas las cucarachas afanándose por decorar el lugar con las guirnaldas de papel, además pudo observar a algunas más construyendo estructuras de madera, probablemente serían los puestos de comida y los juegos. Entonces levantó la cabeza y nuevamente le prestó a tención a su hermano amarraba algunas guirnaldas en su casa.
—¿Y tú qué haces ahí arriba?
—.......
—¿Te van a pagar por esto?
—Van a necesitar dinero si quieren comprar las golosinas o participar en los juegos —explicó Dan—. El festival también es una buena oportunidad para que algunos comerciantes ganen algo de dinero extra.
Dan le dio un vistazo a las arañas y al trabajo que estaban haciendo.
—Oigan ¿No quieren ayudarnos? Seguro que sus habilidades para trepar y su manejo con el hilo serán muy útiles.
—También me vendría bien un dinero extra, de acuerdo, ayudaré —dijo Hornet.
—Yo paso —dijo Tobu—. Tengo... Cosas que hacer —Tras decir esto le dio una profunda mirada a Hornet, la cual mantuvo hasta que esta comenzó a ponerse nerviosa.
—¿¡Que!? —Dijo la mestiza algo alterada.
—Nada, no es nada —dijo desviando la vist—, nos vemos luego. —Dicho esto se alejó moviendo sus 7 patas con velocidad.
—Es un poco rara —Dijo Dan.
—No es rara, está loca. Pero es una loca necesaria, sin ella jamás habría aprendido a tejer.
Durante el resto del día Hornet ayudó a colgar las guirnaldas y otras decoraciones, tal como suponía Dan, sus talento para trepar y lo diestra que era usando el hilo hizo que el trabajo avanzara mucho más rápido y en un par de horas tuvieron todo listo. Ambos hermanos recibieron una buena paga por sus servicios, dinero más que suficiente para gastar en el festival.
Al día siguiente al anochecer, la pequeña familia se encontraba en su hogar haciendo los últimos arreglos para asistir al festival. Según Dan, había que vestirse para la ocasión usando cosas de colores vistosos, ya fueran túnicas, collares o máscaras, con lo ocupada que estuvo Hornet solo tuvo tiempo de preparar algo para su hermano y para Ali.
Le había tejido una bonita capa lila a Hollow con ribetes azul brillante, y a Ali le había colocado un lindo lazo rojo sangre alrededor del cuello, además de una flor del mismo color en la cabeza. Ambos se veían contentos con sus arreglos.
—Bien —dijo la chica satisfecha—. Me gusta, sobre todo la capa de Hollow, mi primer tejido con dos colores, creo que quedó bastante bien, ya se puede decir que soy una experta.
—Gyaaarg Tía Horny la experta. —Clamó la murciélago.
—...... ¿......?
—¿Eh? Ah, no te preocupes, no alcancé a preparar nada para mí pero no importa, Dan dijo que no era obligación disfrazarse.
—....... —Puso una mirada triste.
—No te sientas mal Hollow, yo elegí dedicarme a tejer tu capa, quería que la pasaras bien.
—¡Jo! Pero todos podemos pasarla bien juntos —dijo Tobu apareciendo sorpresivamente detrás de Hornet.
—¡Aaaaaaah! —Gritó la guerrera antes de golpear a la araña arrojándola a un lado de la habitación, entonces con el corazón goleando su pecho con fuerza y aun jadeando dijo— ¿Tobu? ¡Pero por qué rayos entras en mi casa sin permiso! ¡Casi me matas del susto!
—Au au au —La araña agitó sus patas tétricamente buscando ponerse de pie—. No era para que me golpearas así, au au mis patitas —Hornet suspiró.
—¿Qué quieres Tobu?
—¡Ah! ¿Y esa es forma de saludarme? —Dijo ya logrando ponerse de pie—. Que malagradecida, y yo que amablemente tejí esta linda capa festiva para ti.
Tobu sacó de entre sus ropas una capa roja de un tono más brillante del que Hornet usaba normalmente, además esta tenía detalles dorados en sus bordes, tejidos en forma de patrones geométricos. A Hornet se le iluminaron los ojos al ver la prenda y se acercó casi dudosa a tomarla. Tobu estaba complacida al ver la alegría en los ojos de la chica.
—Tobu esto....
—¿Si? —Al ver tanta ilusión en Hornet esperaba recibir un efusivo agradecimiento
—¿Cómo lo tejiste?
Un golpe de realidad golpeó a la araña, lo que había alegrado a Hornet era la posibilidad de aprender una nueva técnica de tejido en lugar del regalo en sí mismo, entonces suspiró con resignación.
—Después te enseño, ahora ponte la capa.
—Ah, sí claro.
—.....
—.....
La araña se quedó mirando a la guerrera fijamente mientras esperaba alguna acción de parte de ella, pero lo único que hizo hornet fue ponerse nerviosa ante los 6 ojos que la miraban.
—¡¿Qué?!
—¿No te vas a poner la capa?
—Eh... Sí claro... Esto...
Y aquí estaba, nuevamente el complejo de Hornet que le complicaba la vida. Su anormal cuerpo compuesto de sombras no podía ser mostrado ante cualquiera, la única persona ajena a su familia que la había visto desnuda había sido Quirrel y definitivamente no quería que nadie más supiera de su condición. No quería ser vista como un monstruo raro. Pero ahora no sabía cómo pedirle a Tobu que se fuera de la habitación para poder cambiarse de ropa, aquello sería raro.
Comenzaba a ponerse cada vez más nerviosa, su hermano que había comprendido su predicamento también miraba a su alrededor buscando alguna excusa para ayudarla, solo Ali se mantenía mirando con expresión confundida sin entender nada. Justo en ese momento la ayuda llegó de la forma más inesperada, el fantasma del rey pálido se apareció delante de Tobu y le agarró la cabeza cubriendo sus 6 ojos con su cuerpo.
—¡Aaaaaaaahhh! ¡El gusano casquivano! ¡Aaaaaaaaaah! —Gritó la araña sacudiendo la cabeza.
—¡Ya te dije que no soy un casquivano! —Le gritó el rey sin soltarla.
—¡Suéltame maldito! ¡No me interesan las relaciones trans dimensionales! ¡Soy una chica decente!
—¡Deja de hablar estupideces! —El gusano tenía la cara roja.
Hornet comprendió que aquella torpe maniobra de su padre era para distraer a Tobu y permitirle vestirse sin ser vista, por eso se apresuró a cambiar su ropa justo a tiempo, cuando Tobu estrelló al pobre Wyrm contra una pared obligándolo a soltarla. La araña retrocedió asustada.
—Tú... Tú...
—¡Estoy lista! —Gritó Hornet rompiendo la tensión del ambiente.
Araña y fantasma giraron la cabeza para ver a Hornet quien lucía muy bien con su capa de fiesta, la cual ahora puesta dejaba ver que tenía una cinta dorada con patrones tejidos colgando del cuello, un detalle muy bonito y muy elegante.
—¡Te ves genial! —Dijo Tobu agitando sus patas del gusto— ¿Qué te parece?
—Pues.... Es... Algo áspera.
La mirada que le dedicó Tobu hizo que Hornet lamentara sus palabras.
—Perdoooooon princesaaaaaa, olvidé que usted solo usa ropa tejida con fina seda, las prendas tejidas con el hilo de una araña plebeya no son dignas de alguien como usted.
Esto en serio hizo sentir mal a Hornet, aunque en cierta medida era cierto. En parte el estatus de una araña lo determinaba la calidad de su hilo. Hornet como princesa jamás usó ropa que no fuera de la más fina seda, normalmente proveniente de su misma madre y Tobu estaba muy lejos de ser una araña de alta alcurnia. Por fortuna unos golpes en la puerta rompieron el ambiente tenso.
—¡Ah! Ese debe ser Dan —Y sin decir más corrió a abrir la puerta, detrás de ella la siguió su hermano y Ali.
Tobu quedó a solas en la habitación junto al fantasma, bufó molesta por cómo habían resultado las cosas, nada de esto era como lo había planeado, aunque ya debería estar acostumbrada, por alguna razón con Hornet las cosas jamás iban como se esperaba.
De pronto notó que el viejo gusano la miraba de una forma extraña, era una mirada penetrante, melancólica y muy incómoda.
—¿Qué? No pienso tener una cita contigo.
El rey pálido la miró unos momentos más antes de suspirar.
—Esta batalla la perdiste aún antes de empezar.
—¿De qué hablas?
El viejo rey no contestó, simplemente se desvaneció en el aire.
Afuera mientras tanto, Hornet saludaba a Dan alegremente. La joven cochinilla estaba usando un divertido sombrero de plato con flores decorándolo y una capa amarilla que colgaba a sus espaldas.
—Por fin logré escabullirme de mi madre, ahora sí podemos salir -dijo el insecto entusiasmado.
—¿Tu madre todavía vive pendiente de ti?
—Menos que antes, pero aun así insistió en tenerme a su lado, según ella entre toda esta gente alguien podría hacerme daño.
—Vaya que fastidio.
—...... —Hollow tiró de la capa de su hermana mientras Ali coreaba detrás de él.
—Está bien, ya nos movemos, no sean impacientes.
El grupo salió a pasear y a envolverse en el ambiente del festival, todo se veía hermoso, había linternas de colores colgando por todos lados que generaban reflejos muy bonitos en las guirnaldas, además la vista de tantos insectos disfrazados le daba a todo un aspecto muy alegre.
Pronto Tobu los alcanzó y juntos fueron a los puestos. Probaron algunos juegos de puntería y otros de habilidad en los que tuvieron oportunidad de ganar algunos premios pequeños, como juguetes y accesorios, la mayoría eran más apropiados para Ali, pero Hornet logró conseguir un broche de araña bastante similar a uno que tenía guardado entre sus cosas y que nunca usaba por miedo a perderlo.
A la hora de probar las distintas golosinas que vendían, tuvieron que ser algo cuidadosos, Hornet quería probarlo todo y temían que terminara con dolor de estómago por comer demasiado, al final Hollow tuvo que robarle la bolsa en dónde guardaba su dinero para controlarla, terminó siendo una situación bastante cómica, pues Hornet tenía que pedirle permiso a su hermano para comprar algo.
Pronto llegaron a un puesto que llamó bastante la atención de todos por quien lo atendía. Se trataba de una abeja reina, la misma que les causó tantos problemas un par de semanas atrás, pero como entre ellos no habían quedado resentimientos y como Dan no la recordaba para nada, se acercaron a curiosear.
—Bienvenidos ¿Alguien desea comprar una jarra de Hidromiel? Es producto típico y tradicional de la colmena. —Dijo la abeja nada más verlos.
—Vaya ¿La princesa de la colmena con un puesto de licores? —Preguntó Hornet.
—Bueno, el plan original era mandar a algunos de los viejos lacayos a vender aquí, pero preferí venir yo y aprovechar la poca libertad que me queda. Cuando nazcan los huevos que puse tendré que pasar una temporada encerrada.
—¿Cuántos son? —Pregunto Tobu.
—300. Creo que está bien para empezar ¿No?
Las chicas continuaron charlando de temas variados, como el auge económico que la reina abeja planeaba darle a la colmena con sus productos, por su parte Dan guardaba silencio admirado de que Hornet y Tobu conocieran a una reina.
Finalmente le compraron dos jarras de Hidromiel, Hollow y Ali se quejaron de que ellos también querían, pero les explicaron que eran muy jóvenes para soportar esa bebida, afortunadamente el puesto de la reina también vendía dulces de miel, los cuales los menores si podían comer.
Iban a comprar una tercera jarra de Hidromiel para Dan, pero la abeja decidió dejarlas gratis.
—Esta va por cuenta de la casa, es lo menos que puedo hacer por ti —Dijo la insecto guiñándole un ojo a la cochinilla.
—Eh... Gracias... Supongo —el insecto ladeó la cabeza algo confundido.
Cuando finalmente se alejaron del puesto, Dan se atrevió a preguntar por la identidad de la chica.
—¿De dónde la conocen? No es muy común tratar con una reina.
—¿De dónde la conocemos? Pero si tú también la conoces —afirmó Tobu.
—¿De verdad? No me acuerdo ¿Entonces por eso me regaló una jarra de Hidromiel?
—Claro, es lo menos que puede hacer por el padre de sus hijos —dijo Hornet despreocupadamente.
—PFFFFFFFTT.... —Dan escupió el sorbo de bebida que tenía en la boca— ¡¿La madre de mis hijos?! No me digas que ella...
—Sí, es la misma.
—Creo que tal no quiero beber más por esta noche... —Dijo el chico mirando su bebida con pesar.
—Pues entonces me la quedo yo —Dijo Tobu tomando la jarra de Dan con un par de patas.
Transcurrió un rato más en el cual deambularon por el lugar, aunque cada vez era más difícil moverse por la afluencia de público, así que buscaron un sitio más abierto para descansar. Fue así como llegaron a una de las muchas plazas abandonadas que había en Bocasucia, aunque estaba irreconocible.
El lugar estaba limpio y decorado con flores y guirnaldas de papel, había algunos puestos más que vendían recuerdos y capas festivas para quienes hubieran olvidado las suyas. Además habían algunos bichos tocando música, mientras otros bailaban animados por las alegres tomadas.
—Se ve que la fiesta aquí ya empezó —Dijo Tobu ansiosa por unirse al baile.
—........ —Hollow apuntaba a la pista de baile.
—Yo también quiero bailar gyaaaarg —dijo Ali entusiasmada.
—Ugg... Creo que me siento mal. —Se quejó Hornet a lo que sus compañeros la miraron alarmados.
—No debiste comer tanto —Dan la miró preocupado—, te dijimos que te controlaras ¿Quién es el adulto irresponsable ahora? —Le reprochó.
—Valió la pena, no me arrepiento de nada —clamó Hornet para luego encogerse sobre su estómago.
—Creo que deberías ir a casa —dijo Dan algo triste porque si amiga se perdería el resto de festival.
—No se preocupen, estaré bien —dijo con una sonrisa forzada— Yo... —Vio una banca desocupada- descansaré ahí, seguro que luego de un rato me siento mejor.
—¿Estás segura? ¿No quieres que te llevemos a tu casa?
—No, no se preocupen, estoy bien, vayan a bailar si quieren, seguro que luego de un rato se me pasa la molestia.
Tobu y Dan se miraron no muy convencidos, mientras Hornet iba a sentarse en la banca, se veía algo moverse bajo su capa, probablemente se sobaba el estómago tratando de aliviar su dolor. Quisieron convencerla una vez más de regresar a casa, pero finalmente la guerrera dejó en claro que no pensaba irse, quería ver los famosos fuegos artificiales.
Con ese argumento finalmente la araña y la cochinilla se dieron por vencidos y se retiraron, aunque Hollow permaneció con ella un momento más mirándola con preocupación.
—¿Que pasa Hollow? Anda, ve a divertirse, yo los espero aquí.
—...... —Miró hacia todos lados y luego a Hornet.
—¿Te preocupa que me quede sola? Por favor, como si no supiera defenderme, tú tranquilo, que estoy bien, no me importa quedarme a solas un rato.
Hollow se sentía culpable de dejar a su hermana ahí, pero Ali ya comenzaba a molestarlo pidiéndole ir a bailar, entonces tuvo una idea. Quizás no era la mejor idea pero era mejor que nada, dejó el aguijón onírico con ella, así el fantasma del gusano podría hacerle compañía. Quizás Hollow no soportaba al viejo rey, pero Hornet no parecía tener tantos problemas con él, incluso de vez en cuando eran capaces de mantener conversaciones civilizadas que no acababan en peleas.
Poco después de que Hollow se alejara el Rey Pálido apareció junto a Hornet.
—¿No te sientes mal de preocuparlos así? —dijo el Rey Pálido mirándola de forma acusadora.
—¿Culpable? —Hornet habló bajo sin mirar al fantasma, no quería que la gente de alrededor pensara que hablaba sola—. Pero si no es mi culpa el haberme enfermado del estómago... Bueno... Quizás un poco por comer tantas golosinas pero...
—Hornet... Tú y yo sabemos que estás fingiendo.
—¿De qué hablas? —dijo poniéndose tensa.
—Cuando me tocaba participar en las fiestas de la corte y no tenía ganas de bailar hacía lo mismo, fingía que tenía dolor de estómago. Quizás puedas engañar a todos pero no a un profesional como yo.
—¿El Rey Pálido fingiendo un dolor de estómago? —A Hornet se le hizo difícil reprimir una risa.
—Bueno... Era... Un tanto vergonzoso bailar con mi querida Blanca por la diferencia de altura y todo eso...
—Pfffftt jjajajaja —Hornet no pudo reprimir una carcajada, aunque trató de disimularla rápidamente, algunos insectos ya la miraban raro—. En serio viejo, nunca hubiera esperado eso de ti.
—Todos tienen sus secretos, incluso los reyes. De todas formas aunque no te guste bailar, no deberías evitar aquella actividad, cuando seas reina de Hallownest, será necesario que organices algunas fiestas de vez en cuando.
—¿Todavía sigues con eso? Pensé que ya se te había olvidado —inmediatamente el rostro de Hornet se endureció.
—Esa es la razón por la que no me he ido de este mundo —replicó el gusano—. Debo perpetuar la gloria de Hallownest, dediqué mi vida a esto, no puedo permitir que todo mi trabajo se pierda.
Hornet se atrevió a mirar a su padre quien lucía algo desganado y distante, como si luchara contra demonios interiores.
—Oye viejo... ¿No crees que ya fue suficiente? Estás desperdiciando tu descanso eterno persiguiendo una meta innecesaria ¿No se supone que cuando uno se muere todo lo terrenal ya no importa? Ya déjalo.
—No, las cosas no se terminan así, todo por lo que trabajé y luché debe perdurar, no puede ser que todos mis esfuerzos hayan sido en vano, su sacrificio debe haber servido para algo...
Hornet ladeó la cabeza algo extrañada, había algo en las palabras del viejo rey que le molestaba, algo que no había notado antes, quizás un dejo de dolor, un toque de nostalgia o incluso una pizca de culpa.
Sospechaba que la testarudez de su padre al insistir en que ella fuera reina y no partir hacia el otro mundo no era solo debido a su egoísmo, quizás el viejo gusano no era tan egocéntrico como pensaba, quizás sí tenía un asunto pendiente que lo mantenía atado al mundo de los vivos ¿Debería preguntarle? Por razones obvias nunca fueron muy cercanos y no se sentía con la confianza de preguntarle algo personal, pero quizás debería hacerlo, quizás podría ayudarlo y convencerlo de pasar a mejor vida.
Hornet iba a formular su pregunta, cuando un insecto bastante agitado llegó corriendo y llamando a uno en particular que estaba cerca de ellos.
—¡Taira! ¡Taira! ¡Ahí estás! —Dijo un grillo chillando como solo un grillo sabía hacerlo.
—Lemres, cálmate ¿Qué te pasa? —Preguntó la aludida que también era un grillo.
—He... Visto... Algo... Increíble....
—¿Algo increíble? Se supone que los fuegos artificiales empezarán en una hora ¿Qué otra cosa increíble puedes haber visto?
—¡Un rey!
—¿Rey?
—¡El rey de Hallownest! ¡Está por allá! ¡Ha regresado! —Clamaba el grillo agitado saltando de la emoción.
—¿Estás seguro? Recuerda que ha habido muchos farsantes que se han hecho pasar por reyes en el último tiempo. El viejo rey de las leyendas se fue para no regresar nunca más.
—¡Pero este es diferente! ¡Este tiene que ser el rey! Un insecto tan alto e imponente como él tiene que serlo, el simple hecho de ver a este ser es impresionante, es... Es... Es como que tú lo vez e inmediatamente te inclinas ante su presencia ¡Definitivamente tiene que ser el rey! ¡Vamos Taira! ¡Tienes que verlo! ¡Está en el pasillo de la carne frita!
El grillo tomó a su compañera de la mano y la arrastró con él entre el gentío del lugar.
La mestiza y el fantasma escucharon la conversación completa y la curiosidad despertó en ellos, bueno, la curiosidad despertó en Hornet, en el caso del rey pálido fue indignación.
—¡¿El rey de Hallownest!? —Gritó el fantasma furioso— ¡Pero quién osa robarme mi título y mi reino! ¡Esto no lo puedo permitir! ¡Voy a enfrentar a ese usurpador ahora mismo!
Y tras gritar furioso el viejo gusano de desvaneció.
Hornet parpadeó un momento algo aturdida por lo que había ocurrido. Ella tampoco entendía que hubiera alguien que se proclamara rey, pero sobre todo que otros insectos lo reconocieran como monarca, los bichos no eran muy dados a obedecer a un líder a menos que este tuviera una presencia o un poder abrumador, así que este misterioso individuo seguramente no era alguien común.
De todas maneras ahora su prioridad era detener a su padre, él no era alguien insensato, así que probablemente no haría nada que escandalizara a la gente, pero aun así sus métodos de acción podían ser bastante... terribles. No sabía que tendría el fantasma en la cabeza pero no pretendía dejarlo solo, así que tomó el aguijón onírico y se internó entre el gentío.
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No tuve tiempo de dibujar el traje de fiesta de Hornet, pero está inspirado en el personaje del videojuego Journey.
¿Han puesto atencióna los detalles? ¿Han visto entre líneas? ¿Suponen aquello que podría pasar? Bueno, este capítulo y el que sigue son de esas historias tranquilas dedicadas a la interacción entre personajes para conocerlos mejor, no es el más emocionante pero quería que fuera algo más divertido y tierno.
Fanart recibido de janevt_s
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