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Familia reconciliada

....¿Aún no despierta?....

....Por favor, abre los ojos, te extrañamos hermano....

....¿No hay forma de ayudarlo?....

..... Quizás padre podría ayudar....

......Él no acude por cualquier capricho....

....Esto no es un capricho, necesita ayuda, está atrapado en su mente ¡Padre debe ayudarnos!....

.... Oremos, oremos con fe de que nos escuchará, él es un dios terrible, pero justo y nunca abandona a quien cree en él....

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—¿Papá? —Preguntó Hollow extrañado de ver a su maestro allí.

—¿Deseas probar tu valía joven guerrero? —Dijo el voluminoso insecto con fuerza y seriedad.

—Papaaaa, oyeeee, mírame, soy tu discípulo, no me trates como a un desconocido. —Dijo indignado.

—Él no te puede escuchar —le recordó la buscadora—. Y en su mente, solo eres un honorable oponente que ha llegado para desafiarlo en combate mortal... —De pronto lo miró confundida—. El ser pálido junto a mí se refirió a ti como hijo según recuerdo, pero tú designas a este individuo como tú padre ¿Quién es tu verdadero padre?

—Tengo tres papás —contestó Hollow como si fuera lo más obvio del mundo.

¿Tres padres? Se cuestionó el Rey Pálido. Al parecer Hollow tenía un criterio muy flexible respecto a las estructuras familiares. Reconocía a Mato como su padre, pero tampoco lo negaba a él, eso lo aliviaba bastante, no había perdido a su hijo del todo, sin embargo ¿Quién era el tercer padre?

No tuvo tiempo para preguntar por el misterioso individuo, pues en ese momento el combate dio inicio y Hollow debió dedicar toda su atención a su oponente.

Mato inició con un enorme salto que nadie hubiera pensado que era capaz de dar, sacó su aguijón y lo dirigió contra su discípulo que esquivó haciéndose a un lado y respondió con su arma asestando un certero golpe. Luego tomó una actitud más agresiva y atosigó a su oponente con rápidos estocadas, haciendo gala de todo su manejo del corte veloz. El maestro logró bloquear una gran cantidad de golpes, pero unos cuantos lo hirieron, entonces buscando tener el control de la situación otra vez, realizó un gran corte, el cual causó severos daños a Hollow.

El contenedor retrocedió agitado, fue algo imprudente al atacar de esa manera. Aunque había crecido bastante en el último año y medio, seguía siendo demasiado frágil para soportar golpes tan devastadores como el del gran corte. De pronto se vio obligado a saltar, pues Mato rápidamente cubrió la distancia que los separaba con una nueva ofensiva.

Hollow se impulsó un poco con las alas del monarca y aprovechó para posicionarse y atacar desde arriba. Mato recibió el daño sin poder hacer nada al respecto, pero aguantó firme, aunque fue agotador, por eso cuando Hollow aterrizó, se tomó unos segundos para reponerse. Grave error. Hollow implacable procedió a realizar el corte ciclón. Girando a una velocidad vertiginosa, se elevó del suelo y le dio un golpe a su oponente que venía cargado con la fuerza de 10.

Aquello terminó por superar al voluminoso guerrero, quien se desplomó sobre sus rodillas y miró a su oponente con tristeza y frustración.

—¿Ahora piensas reclamar mi vida como trofeo? —Preguntó el guerrero demostrando un profundo pesar—. Nunca logré perfeccionar el camino del aguijón, nunca logré ser digno de ver al maestro otra vez. Supongo que será un final apropiado para el más mediocre de los discípulos del gran sabio de los aguijones.

Hollow lo miró con algo de pena. Pobre Mato, según había escuchado de su hermano, no era un estudiante muy habilidoso, pero era el más perseverante. Seguro ahora debía sentirse como un fracasado, todo el esfuerzo y el trabajo duro que realizó al final no servían para nada. Suspiró con algo de tristeza, lo que menos quería era lastimar el espíritu de su padre académico, pero desgraciadamente él no podía oírlo, sin embargo un par de gestos deberían bastar para explicarle que no era su enemigo.

Estaba a punto de intentar comunicarse, cuando un estruendo rompió el silencio. Tanto Hollow como Mato voltearon a ver y vieron allí de pie nada menos que a Oro, el maestro de aguijón que habitaba en los Límites del Reino.

—Oro... —La mirada de Mato inmediatamente se endureció—. ¡Qué haces aquí! ¿Has venido a mofarte de mi derrota? ¿No te bastó con arrebatarme mi tesoro y ahora quieres mi dignidad?

—...... —Oro le dio la espalda sin contestar y le dirigió una mirada penetrante al pequeño guerrero que de inmediato se puso en guardia— Aún me ves como tu enemigo... Aún no puedo devolverte lo que te debo... Pero sin importar las deudas pendientes entre nosotros.... Siempre seremos hermanos. Y no permitiré que un hermano mío perezca si yo puedo evitarlo.

—Her... Manos... —Mato levantó la mirada hacia Oro y este le correspondió.

Fue un instante en el que sus ojos se encontraron y el entendimiento surgió en ellos. En ese momento todas sus peleas y desacuerdos fueron perdonados, la envidia olvidada y la ofensa dejada de lado. Ambos entonces de pie miraron al cielo y lanzaron al unísono un grito de batalla tan potente que el lugar se estremeció y Hollow retrocedió un par de pasos algo intimidado.

—Creo que estoy en problemas. —Se lamentó el contenedor. Entonces una idea cruzó por su cabeza y miró a la buscadora de dioses— ¡Oye! ¿No debería ser esto ilegal? Son dos contra uno.

—Yo no soy nadie para oponerse a la voluntad de los dioses —contestó solemnemente—. Si ellos decidieron combatir juntos, así será. Sus poderosas mentes han resonado al unísono y su maravillosa melodía me ha hecho vibrar a mí, no me queda más que resonar junto a ellos.

Para Hollow aquello le sonó como a chino, no entendía nada. Por lo que dedujo, el deseo de luchar juntos era tan poderoso que ni siquiera la loca dorada que gobernaba ese mundo onírico podía impedirlo. Ni modo, le tocaría sufrir un rato.

Luchar contra Mato no había resultado ser excesivamente complicado, tenía su nivel de desafío, pero aún no llegaba a ser algo que no pudiera manejar. Sin embargo luchar contra ambos hermanos al mismo tiempo si era difícil. Por todo el tiempo que habían pasado separados y por sus diferencias, creyó que no estarían muy bien coordinados y que si aprovechaba las aberturas dejadas por ellos, le sería fácil ganar, pero estaba muy equivocado.

Mato y Oro se complementaban perfectamente, ambos sabían cuando atacar y cuando esperar, si uno trastabillaba el otro lo apoyaba y cada quien cubría las debilidades del otro, eran un equipo en perfecta sincronía. Por todo esto a Hollow se le estaba haciendo muy difícil acabar el duelo rápido y el agotamiento lo atacaba, ya había tenido que librar cuatro combates antes de ese y no había tenido oportunidad de descansar ni un minuto.

—¡Vamos Hollow! —Gritaba el rey pálido— ¡Dale con la silla!

—¡Cállate viejo! —Gritó para luego agacharse rápidamente y evitar un corte ciclón de Mato.

Hollow continuó esquivando y contraatacando como mejor podía, mientras que el rey observaba la escena al borde del colapso nervioso. Notaba que Hollow estaba agotado y ya no se movía con la misma vitalidad de los combates anteriores, el tener que enfrentar a dos oponentes al mismo tiempo complicaba aún más la situación. Entonces miró la buscadora de dioses de forma acusadora.

—Esto es injusto ¡Le has puesto todos los obstáculos posibles para que no gane!

—Y sorprendentemente los ha superado. Ah, magnífica herramienta ha resultado ser, su poder ha afinado a los dioses, ahora armonizan de forma espléndida, si este ha sido el objetivo que hacía de su presencia necesaria en este panteón, le agradezco por ello. Pero como toda herramienta, la pequeña criatura que se arrastra tiene un límite, el cual parece ser representado por estos dos dioses. Si ha de caer aquí, que así sea. Ha dado más de lo que se esperaba para un ser de su categoría.

—¡Ya estoy harto de que hables de mi retoño de forma despectiva! —Gritó el Rey Pálido furioso—. Él es más de lo que aparenta. Aún con su pequeño tamaño es una de las criaturas más poderosas que podrás encontrar. Ha peleado contra montones de bestias y ha salido victorioso, él es fuerte, valiente y una de las personas más nobles que conozco. Siempre está dispuesto a ayudar a quien cree que lo merece y sería capaz de darlo todo por su familia y amigos. Él merece más reconocimiento que la mitad de los bichos que tienes aquí. Pero una ciega como tú es incapaz de notar al espléndido ser que tiene al frente ¡Hollow es más que digno de ser un dios! O un ángel guardián ¡Tiene el corazón de un caballero!

Hollow desde su puesto en el campo de batalla escuchó todo lo que su padre había dicho de él y ahora se encontraba luchando con el rostro rojo por la vergüenza.

—Viejo... ¿Era necesario decir todas esas cosas tan vergonzosas?

Hollow en verdad estaba muy avergonzado, pero aunque no lo quisiera admitir, también se sentía feliz. Nunca nadie había dicho cosas tan bonitas de él, ni siquiera su hermana, bueno, Hornet era más de demostrar las cosas con actos que con palabras, sabía que ella lo quería mucho pero rara vez la escuchaba decirlo. Aún si era el maldito gusano, agradecía que lo tuviera en tan alta estima, jamás pretendió ganarse su respeto y admiración, siempre se repitió hasta el cansancio que lo que ese mal nacido opinara no debía importarle, pero ahí estaba, con su corazón rebosante de alegría y orgullo, deseando demostrar todo aquello de lo que era capaz.

Apretó sus manos sobre su aguijón y sintiendo que toda su energía regresaba, se lanzó al combate con una sonrisa en el rostro.

Hollow volvió a luchar con la habilidad y el talento que lo caracterizaba, incluso pareció hacerlo mejor, como si él también se hubiera "afinado" como le decía loca dorada. Hizo gala de todo su manejo de las artes del aguijón, combinándolas a la perfección y dejando impresionados incluso a sus mismos maestros, quienes poco a poco se vieron sobrepasados por el entusiasmo y la habilidad de pelea del contenedor, hasta que finalmente fueron derrotados por completo.

—Hemos perdido —dijo Oro cayendo de rodillas, entonces miró a su hermano con tristeza—. Lo siento Mato, ni siquiera para permitirte vivir he sido bueno. Todo lo que he hecho es traerte pesares y penas.

—No importa, aun así he sido feliz al saber que has acudido en mi ayuda —bajó la mirada— Siempre pensé que me despreciabas por mi debilidad.

—No. Quizás no eras el más fuerte ni el más hábil, pero admiraba tu tenacidad perseverancia. Me arrepentí mucho de haber robado el emblema y haberlo vendido, y llevo muchos años tratando de juntar el dinero necesario para comprarlo de vuelta.

—Tú.... De verdad... Pero nunca...

—Nunca quisiste escucharme, solo me veías como a un enemigo. Siempre quise que me perdonaras.

—Te perdono Oro, al final, sin importar lo que pase, nosotros siempre seremos familia y nunca hay paz para aquellos que solo guardan resentimiento en su corazón, me alegro haberme reconciliado contigo antes del final.

Entonces ambos le dedicaron una mirada expectante al caballero que estaba de pie frente a ellos contemplando toda la situación. Hollow se puso nervioso por esto, él no tenía ninguna intención de matar a nadie, pero comprendía que en el sueño de estos dos, él representaba el papel de un guerrero que iba a acabar con sus vidas, debía aclarar ese malentendido ¿Pero cómo hacerlo si no podía hablar? Bueno, ya tenía experiencia dándose a entender solo con gestos, y sabía cuál era el adecuado para esta ocasión. Se paró firme y le hizo una respetuosa reverencia.

Oro y Mato se miraron sorprendidos, pero pronto parecieron comprender la situación, pues rápidamente se pusieron de pie y correspondieron a su reverencia.

—¿Sólo querías retarnos a duelo para medir tus habilidades? —Dijo Mato—. Lo hubieras dicho antes, nunca me niego a ningún duelo, mucho menos a uno con un guerrero tan habilidoso, me recuerdas a mi discípulo.

—Eres todo un ejemplo a seguir —dijo Oro—. Me siento honrado de haber combatido contigo, se nota que aún me falta un largo camino por recorrer, pero te agradezco por haberme iluminado y por permitirme hablar con mi hermano una vez más.

Luego de esta emotiva despedida, como ya era costumbre, el aumento en la luminosidad del lugar dio paso a una nueva estancia.

Hollow cayó de rodillas aliviado al darse cuenta de que ya no tendría que combatir de nuevo, se encontraba otra vez en las aguas termales, por fin podría descansar y recuperarse un poco. Aunque esta vez no mostró tanto entusiasmo y energía como la vez pasada, en lugar de correr hacia el agua, caminó arrastrando los pies agotado, pero antes de que alcanzar el líquido, se topó con la buscadora de dioses, que de pie frente a él lo miraba... De forma analítica. Ya no había trazas de aquel desprecio que le profesaba, parecía interesada y casi alegre.

—Travesura tras travesura, no podemos librarnos de ti, ni siquiera permitiéndote combatir con dioses mayores. Oh portador del aguijón, devorador de almas ¿Eres acaso un mensajero de los dioses? ¿O algo más? Ya no te desafiaremos, continúa los combates, estaremos escuchando muy de cerca.

Tras soltar esas misteriosas palabras, la crisálida se alejó flotando sobre el piso. Esa parecía ser la única forma en la que esta criatura podía moverse en aquel estado de capullo. Hollow la miró con curiosidad ¿Qué le pasaba a esa loca? No era importante.

—Creo que lograste impresionarla en tu último combate —dijo el rey acercándose a su hijo—. Sospecho que ya no volverá llamarte escoria ni patética criatura que se arrastra.

—Que me llame como quiera, eso no impedirá que la aplaste si es necesario —dijo el pequeño metiéndose al agua—. Aaahh... Ahora sí me siento adolorido, esta última pelea fue muy dura.

—Debió serlo —el rey también se sumergió en las aguas junto con él—. Por un momento creí que perderías, si hubiera estado vivo habría temido por mi muerte con tanta tensión. Pero al final lograste sorprendernos, te recuperaste de la batalla de forma impresionante, eso...

—No fue nada —dijo Hollow comenzando a sentirse abochornado otra vez. Miró a su padre en silencio y con expresión seria dijo—. Gracias.

—¿Eh? —El gusano parpadeó confundido— ¿Por qué?

—No importa —desvió la mirada incómodo—. Solo acepta mi agradecimiento.

—Oh, de acuerdo —se sumergió un poco en el agua—. Es la primera vez que me agradeces algo, eso es un avance supongo, quizás algún día lleguemos a llevarnos bien.

—¿Y desde cuándo te intereso? Creí que solo te importaba Hornet porque querías que fuera la heredera de Hallownest.

—Ummmm... —Cerró los ojos e hizo una pausa—. Quizás... Sí, quizás fue así al principio, pero ya no. Eso... Ya no tiene importancia. Si ella quiere volverse reina será porque es su deseo, no el mío, ya había decidido no molestarla más... De hecho ya no iba a molestar a nadie. Justo el día antes de que Hornet no despertara estaba planeando mi despedida.

—¿Me estás diciendo que te ibas a ir para siempre? —Hollow lucía muy sorprendido.

—¿Por qué te cuesta tanto creerlo? Algún día debía partir al otro lado.

—Es solo que...

El tañir de una campana les indicó que el tiempo de descanso se acababa y que les tocaba reanudar las peleas.

Hollow no alcanzó a terminar lo que quería decir, aunque tampoco estaba seguro de si hubiera sido capaz de decirlo. Pues le era muy complicado admitir que la idea de que el fantasma se fuera lejos lo entristecía, luego de tantas aventuras vividas con él, de tantas peleas tontas y momentos compartidos, era imposible que no hubiera desarrollado un lazo afectivo, sobre todo viendo lo mucho que había mejorado su actitud y su criterio sobre los demás. Si hasta había admitido sus errores y se arrepentía.

Durante ese breve instante en el que cambiaron de escenario Hollow pensó en muchas cosas, recordó a los hermanos Mato y Oro que aun siendo familia vivieron enemistados tanto tiempo, además recordó las palabras de su maestro acerca de saber perdonar y dejar ir los resentimientos. Debía reconocer que su padre no era intrínsecamente malo, solo era un imbécil ¿Pero acaso podía perdonar algo tan horrible como lo que había hecho?

Una nueva ronda de batallas dio inicio, donde nuevamente Hollow se encontró con una serie de enemigos conocidos, desde el guardián de cristal, hará un fantasma llamado Xero.

En la medida que transcurrían las batallas, Hollow comenzó a darse cuenta que la buscadora de dioses ya no lo miraba con el desprecio de antes, ahora era más una mirada de interés y quizás de excitación. Era como si gozara con cada una de sus victorias y por alguna razón esto lo ponía nervioso ¿Que era la que buscaba está insecto? Siempre hablaba sobre afinar y armonizar dioses como si fueran instrumentos musicales, aparentemente como ella dijo, esto serviría para despertar a un poder oculto en el corazón del reino ¿Que sería ese poder?

Lamentablemente, sin importar cuales fueran los planes de esta criatura, él no tenía el poder para oponerse a ella, su única opción si quería rescatar a sus amigos era someterse a su voluntad y continuar luchando ¿Cuánto tiempo llevaba atrapado en ese sueño? ¿Habrían pasado días? ¿Semanas quizás? Allí no tenía concepción del paso del tiempo.

Solo rezaba para que no fuera demasiado tarde y Quirrel aguantara, el rey ya había dicho que la cochinilla tenía grandes posibilidades de morir de pena sin una familia para apoyar su perdida.

Finalmente aquella tanda de batallas culminó con un brutal enfrentamiento contra los señores mantis, el cual fue muchísimo más difícil que su duelo anterior.

La primera vez que se enfrentó a los señores mantis le tocó luchar en primer lugar con Orquídea, la menor de las hermanas, y cuando está se veía derrotada, Lirio y Lavanda tomaban el relevo, sin embargo, esta vez las tres se le enfrentaron al mismo tiempo. Aquel combate podría haber sido una pesadilla, sin embargo a través de todas las batallas que había librado, de alguna forma él también se estaba "afinando", se movía más rápido, reaccionaba mejor y golpeaba más fuerte, de forma que una a una fue derrotando a cada uno de los señores mantis, pero la gran curiosidad, fue que la última en caer de las tres fue Orquídea.

La joven mantis lucía devastada, aún sentada en su alto trono, de las tres era la que más se había esforzado en demostrar su fuerza ¿Quizás tenía demasiadas expectativas en la victoria? Pensó Hollow. De cualquier forma algo de aprecio les tenía a aquellas criaturas salvajes y violentas y no le gustaba ver a una de ellas tan cabizbaja. Como cualquier cosa que dijera no sería escuchada, optó por hacerles una reverencia cortés a las tres, pero a Orquídea le dedicó un gesto y una mirada de reconocimiento y ánimo que no iba dirigida a nadie más que ella.

Hollow esperaba que la mantis recuperara su postura orgullosa y aquella mirada de respeto y desafío a la que estaba habituado. Aunque la mantis al igual que sus hermanas se puso de pie y le hizo una reverencia, lo que vio en sus ojos era más que solo respeto, la forma en la que lo veía... Era igual a como se miraban Quirrel y Hornet.

No, no, no ¡No! ¡NO! ¡Eso no podía estar pasando! Hollow deseó con todas sus fuerzas que aquello solo fueran suposiciones suyas y que el sonrojo que veía en la insecto fuera una ilusión óptica. Estaba a punto de intentar gesticular algo para rechazarla, pero la luminosidad del cuarto aumentó repentinamente y una vez más el escenario cambió.

El vapor y el relajante sonido del agua fluyendo inundaban la habitación, creando un ambiente propicio para tomar un agradable baño tibio, pero Hollow no estaba de ánimos para ello. Ahora se encontraba en un rincón acurrucado mirando el suelo.

—¿Hollow? ¿No deberías ir al agua? —Dijo el Rey Pálido acercándose—. Debes recuperarte de tus heridas y llenar tus reservas de alma para tus próximas peleas.

—Le gusto...

—¿Eh? ¿De qué hablas?

—¡La mantis! ¡Le gustó a la mantis!

—¿De verdad? Pobre mantis...

—¡Lo sé! No sabes cuánto lo lamento por ella.

—Ah... Lo decías en serio...

—¡Por supuesto! ¿Acaso te estás burlando de mis problemas? —Hollow lucía sumamente enfadado.

—No, no, es solo que... Creo que te complicas por nada.

—¿Por nada? ¡Viejo recuerda que no tengo género definido! Nadie debería interesarse por mí. Y tampoco me gustan las mantis, dan miedo.

—Dan incluso más miedo que Hornet.

—Exacto...

Ambos no pudieron evitar estallar en risas ante esos comentarios sobre la chica. En esos momentos, por un instante Hollow fue capaz de olvidar su resentimiento y sentirse a gusto con el viejo monarca, como si no hubiera ningún resentimiento amargando constantemente su corazón.

—Bueno Hollow, sinceramente creo que no deberías preocuparte, para todos los dormidos, esto es solo un sueño, y ninguno de los que se han enfrentado a ti ha sido capaz de reconocerte, ni siquiera tu hermana. Por lo tanto, no tienes que temer por consecuencias en el mundo físico.

—¡Oh! ¡Es verdad! —En cuanto Hollow se dio cuenta de este destalle cambió de inmediato su semblante por uno más alegre y caminó hasta las termas para sanarse—. Me estaba preocupando demasiado, ella nunca se fijaría en alguien como yo en la vida real, quizás qué visión tiene de mí en este mundo onírico. —El rey siguió con la mirada a su hijo antes de acercarse a él.

—¿No te gusta la idea de que alguien se interese románticamente en ti?

—Tengo demasiadas personas con quienes compartir mi amor —dijo el contenedor—. Por eso es mejor si permanezco solo.

—Umm... Es un interesante planteamiento.

El Rey Pálido miró al pequeño intrigado. Se comportaba de forma tan natural y expresiva que se le hacía fácil olvidar sus orígenes experimentales. Supuestamente los contenedores habían sido diseñados para carecer de sentimientos y raciocinio, pero la práctica había comprobado que podían adquirir esas cualidades a través de la interacción con otros, eran contenedores vacíos que absorbían todo lo que el entorno tenía para ofrecerles, hasta el punto de ser como cualquier insecto normal, pero... ¿Habría un límite para lo que podían aprender? ¿Eran capaces de desarrollar amor romántico por alguien o su carencia de este iba ligada a su incapacidad para reproducirse? Solo el tiempo daría respuesta a esta interrogante y lamentablemente él ya no estaría ahí para conocerla.

—¡IIIHhh! —Chilló de pronto el caballero.

El rey despertó de sus ensoñaciones y vio al muchacho algo tenso mirando hacia la buscadora de dioses que se había metido al agua con él.

—¡No me asustes así vieja loca! —Gritó indignado—. No deberías aparecer en medio de la nada y asustar a la gente.

—Intrigante, eso es lo que eres, aún con tu patético poder sigues adelante. Paso a paso te acercas a un gran y terrible Dios. Uno con su cuerpo profanado y vinculado, pero aun así la gloria de su forma pura aún persiste. Ella es la gobernadora de este panteón. Su poder infinito es el que buscamos afinar para poder armonizar con ella, así nuestras mentes estarían vinculadas a ella, la más grande ¡Un dios de dioses! Pero al ver tu impertinencia desafiando a cada deidad se siembran interrogantes en nuestras mentes. Pequeño ¿Acaso te imaginas ti mismo igual a un Dios? ¿Te imaginas creado a su imagen? Porque tienes una forma similar y en lo profundo de tu ser comienzo a percibir algo familiar...

"¡Ah! ¿Qué pensamientos son estos? ¡Estás sembrando blasfemias en nuestra mente! ¡Rezamos para que el Dios de la nada te silencie para siempre!"

Entonces con actitud indignada la buscadora se retiró del agua de forma repentina desapareciendo en el aire.

—¿Qué fue eso? —Preguntó Hollow— Primero me desprecia, luego comienza alabarme, luego fue como que entró en crisis y siente que está mal reconocer mi fuerza y nuevamente empieza con la historia de que me van a castigar.

—Creo... Que voy entendiendo a esta criatura —dijo el Rey Pálido—. Ella... O ellos, no estoy seguro de si es solo una o si son muchos, con sus mentes unidas, buscan un dios al cual servir, pero no puede ser cualquier Dios, quieren al más fuerte de todos.

—Y a través de peleas los van entrenando.

—Exacto. Pero aparentemente ya tienen en mente a la diosa a la cual quieren servir.

—¿Pues por qué no se van con ella y nos dejan en paz?

—Quizás ¿Necesitan que se haga más fuerte? ¿O necesitan despertar su poder? No lo sé.

—Pff.... Vaya cosa. Igual no me importa si es la diosa más fuerte de todas, igual la derrotaré si es necesario.

—No seas soberbio Hollow, la loca dorada llama dioses a todos, pero un verdadero dios no es algo que un simple bicho pueda derrotar.

—Yo no soy un simple bicho.

—Lo mismo solía decir yo...

—Oh....

En ese momento la campana que anunciaba volvió a sonar y ambos supieron que otro combate se aproximaba.

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Bien, ya cubrimos una chorrera de combates y aún vamos a medio camino, uf. Como ven, la buscadora ya comienza a sentir respeto por Hollow y curiosamente, la relación del pequeño con su padre empieza a mejorar ¿Quizás un tiempo solos era lo que necesitaban para aprender a llevarse bien?


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