Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

El acto final

El fuego crepitaba en cada rincón de aquel tétrico lugar, el aroma a azufre inundaba la nariz de la pequeña murciélago, quien no podía evitar sentirse agobiada por la pesada atmósfera del reino de las pesadillas. Su molestia ahora era peor que nunca, pues por primera vez se presentaba ante el dios sola.

El corazón de la pesadilla se alzaba frente a ella en toda su extensión, su eterno palpitar era muestra clara de la vida que habitaba en su interior, ese era su amo y señor.

Tal como había visto hacer varias veces a su padre, se inclinó ante el corazón en una profunda y respetuosa reverencia.

—Mi señor, su sierva se presenta ante usted. —Las palabras le supieron amargas, no estaba acostumbrada a rendirle respeto o devoción a nadie.

Una abertura se abrió en la estructura palpitante, y de ella emergió envuelto en flamas aquel murciélago carmesí conocido como el Rey Pesadilla. A Ali se le estremeció su colita al estar ante la presencia del dios escarlata, le angustiaba saber que ahora debía enfrentarlo sola, sin el apoyo de su padre.

—Scarlet, hija de Grimm... Bienvenida, ponte de pie pequeña.

Ali obedeció y se irguió tímidamente.

—Pero que gusto ver por fin un éxito en el ritual de perpetuación. Había esperado durante mucho tiempo a que Grimm me trajera un nuevo sirviente. Me agrada lo que tengo ante mis ojos. Dime Scarlet ¿Estás lista para iniciar tus labores como miembro del clan escarlata?

—Sí... Creo...

—Fabuloso. Como sabrás tú deber es recolectar el fuego del miedo, buscar bichos a los cuales aterrorizar para extraer esa divina energía de ellos, que es la que permite al corazón de la pesadilla seguir latiendo.

—Sí.... —Ali se sintió algo culpable al pensar en lo que debía hacer, se había encariñado mucho con los insectos.

—Pero el reino en el que te encuentras ahora no es un buen lugar para eso, estuvo bien para desarrollar el ritual, pero para cumplir tus deberes lo mejor será que viajes a otros sitios. Hacía las tierras del oeste hay un buen lugar para que inicies tu camino como recolectora de la flama.

—¿Entonces debo abandonar Hallownest?

—Exactamente.

—¿Pero y Hollow?

—¿Tú guardián? Pues te lo llevas contigo. Él está unido a ti.

—Entonces me voy con Hollow ¿Papi también viene?

—No. Para él tengo otros planes.

—¿Eh? ¿Papi ya no estará más conmigo? —Ali sintió una profunda angustia.

—Ya eres grande, debes independizarse y seguir tu camino sola.

—¿Pero volveré a ver a papi algún día?

—No, mis sirvientes jamás se encuentran de nuevo, sería contraproducente tener dos cosechadores en el mismo sitio. —El rey pesadilla notó el desánimo en la pequeña—. Oh vamos, tranquila. Tendrás a tu guardián contigo, incluso puedes llevarte todos los bichos que quieras, pero te recomiendo no tomar demasiados, pueden ser algo difíciles de manipular para alguien tan joven como tú.

—Puedo llevar a Hollow y a la tía Horny y al tío Quirrel?

—¿Tres? Sí, es un buen número para empezar tu colonia, pero más que eso no.

—Entiendo —Ali aún se veía abatida, la idea de separarse de su querido padre le dolía mucho.

—Te daré algunos días para que te despidas y te prepares para tu viaje, volveré a contactar contigo cuando sea el momento.

Con esto concluyó aquella breve conversación y la pequeña se vio expulsada del reino de las pesadillas.

Hollow alzó su arma y bloqueó el ataque Hornet, el sonido del metal contra el metal resonó en la soledad de la plaza abandonada de Bocasucia donde estaban combatiendo.

La fuerza del impacto lo hizo retroceder y ni bien se hubo recuperado, tuvo que saltar para esquivar la aguja de Hornet, que fue arrojada sin piedad contra él.

Hollow aterrizó a cierta distancia y miró a su hermana con preocupación, esta lucía furiosa, de hecho jamás la había visto así, cosa bastante destacable considerando lo fácil que era hacerla enojar.

—¡......!

—¡Cállate! ¡No quiero oírte! ¡Eres un idiota Hollow!

—¡¡........!! —Miró a su hermana enojado.

—¡No me importa si te molesta que te llame idiota! ¡Es lo que mereces luego de lo que hiciste! —Algunas lágrimas de rabia asomaban por sus ojos.

—¿........?

—¿Qué hiciste? ¿¡En serio tengo que explicarte qué es lo que hiciste!? ¡¿Por qué nunca te das cuenta de nada?! ¡Le entregaste tu alma a un demonio y ahora le perteneces! ¡Completaste el ritual de perpetuación y Ali te obligará a abandonar Hallownest!

—...... —La miró incrédulo sin saber de dónde había sacado esas ideas.

—¡En eso consiste el ritual Hollow! Su guardián pasa a ser su sirviente —Hornet enterró su aguja en el suelo sabiendo que aquella pelea era inútil, no importaba lo que hiciera, el destino era inevitable—. No me siento preparada para decirte adiós para siempre.

—¡.....! —Hollow alarmado por el ánimo alicaído de su hermana corrió hasta ella abrazándola.

—Deja de hacer promesas tontas Hollow, ahora tu deber es seguir a esa pequeña alimaña y cuidarla.

—¡......!

—Hollow, entiende que no son inventos míos, tú ya nunca podrás proteger a Big y a los demás, mientras más pronto lo asumas mejor será... Para todos.

La guerrera recogió su arma y comenzó a alejarse de su hermano con actitud abatida. Justo en el instante en que Hornet se retiraba, Ali iba llegando a aquella plaza abandonada, estaba buscando a su guardián, claro que ahora gracias al vínculo que compartían, era sumamente fácil encontrarlo.

En cuanto vio al contenedor, voló alegremente a saludarlo, pero su carrera fue interrumpida por la aguja de Hornet que casi le atraviesa la cabeza.

—¡.......! —Hollow lucía furioso.

—Si al final no le iba a pasar nada, Ali ya no es una cría, ahora es un monstruo depredador hecho para someter al bicho que desee —había veneno en cada palabra—. ¿Que haces aquí? ¿Has venido a llevarte a Hollow?

Ali se mantuvo en silencio intimidada por el tono agresivo de Hornet, sin embargo Hollow se dirigió a ella con la misma naturalidad de siempre.

—....... —señaló a Hornet e hizo algo de mímica.

—Por si no te queda claro lo que dice —explicó Hornet cruzándose de brazos—. Hollow te pide que me dejes en claro que no lo forzarás a abandonar Hallownest.

Ali se quedó helada ante aquella petición, no podía cumplirla, pues justamente buscaba a Hollow para contarle que tendrían que irse de viaje juntos. Ella suponía que su guardián se alegraría, los viajes siempre eran divertidos, pero por la actitud que veía en ellos, no encontraban aquello algo tan positivo.

—Yo... Esto... Me voy a ir de viaje y... Yo quería que tú vinieras conmigo...

—¿Que dices a esto Hollow? —Preguntó con un tono implacable.

—....... —Negó con la cabeza y comenzó a gesticular simulando muchos individuos.

—Hollow dice que no quiere ir, tiene que cuidar a sus hermanos. Pero por supuesto tú no puedes aceptar un no por respuesta ¿Verdad?

—No —dijo bajando la mirada—. Él tiene que venir conmigo.

Hollow sintió que su mundo se derrumbaba ¡Él no podía abandonar Hallownest! Mucho menos con su hermano enfermo. Negó con la cabeza dejando muy en claro que no quería irse.

—Pero tienes que hacerlo... Eres mi compañero... No puedes negarte.

Esta vez el pequeño la miró dolido, suplicándole con la mirada que no lo obligara a partir.

—Te lo dije —Y tras soltar esas palabras la guerrera atacó a la murciélago.

Sus movimientos fueron rápidos, en un parpadeo se colocó frente a Ali lista para atravesar su corazón con la aguja, pero Hollow se interpuso desviando el ataque y protegiendo a la murciélago.

—¡........!

—¡Trato de salvarte!

—¡..........! ¡.......!

—¡No me hables así! A mí también me duele hacer esto... Yo también la quiero... Pero no soporto ver cómo te condena a una vida de infelicidad y esclavitud.

Ali ya no lo soportó más y voló lejos, aterrada, con el corazón roto.

—¡Eso! ¡Huye maldita! —Le gritó Hornet—. Escapa de mí, porque si te vuelvo a ver acabaré contigo....

Las palabras de la tía Horny le habían dolido demasiado a Ali, había dicho que convertiría a Hollow en su esclavo, pero eso no iba a ser así, o al menos no lo pretendía, no después de haber experimentado esa condición en carne propia.

A la vieja Ali le hubieran dado lo mismo los sentimientos de Hollow, ella asumía que el mundo estaba hecho para ponerse a su servicio y el ser obedecida era algo natural. Sin embargo su experiencia en el coliseo produjo un profundo cambio en su forma de pensar, había adquirido respeto por los demás bichos y un profundo odio hacia todo tipo de esclavitud.

Ella sabía lo que era ser sometido y perder la libertad, el no tener el poder para decidir el destino y estar a merced de los caprichos de otra persona era algo espantoso, que no le desearía a nadie. Aún podía recordar la cadena en su cuello y el bozal en su boca, las órdenes, los látigos, todo el horror vivido a manos de Tamy, jamás querría hacer pasar a Hollow por eso. Pero ella no iba a ser como Tamy ¿Cierto?

Ella nunca golpearía a Hollow, nunca lo encadenaría ni lo privaría de comida, lo trataría como merecía, con respeto y cariño, tampoco lo obligaría a hacer algo que no quisiera hacer... No, eso era mentira. Recién iniciaban su vida juntos y ya lo estaba obligando a abandonar su hogar y todo lo que quería. A ella no le importaría quedarse en Hallownest, le gustaba ese lugar, pero el Rey Pesadilla le ordenaba partir y tenía que obedecer.

Una profunda tristeza la embargó al darse cuenta de las cosas horribles que tendría que hacerle a su guardián, sin embargo quería pensar que a pesar de todo eso, podría hacerlo feliz ¡Tenía que ser así! Al fin y al cabo, los seguidores de su padre eran felices a su lado... O eso quería suponer.

En realidad era difícil precisar el estado de ánimo de los seguidores de Grimm, sus máscaras ocultaban sus rostros y sus túnicas hacían difícil leer su expresión corporal. Bien podían estar rabiosos, tristes o felices y sería imposible precisarlo. Ahora que lo pensaba, jamás se había cuestionado los sentimientos de los demás, daba por hecho que todo estaba bien, que todo era color de rosa, porque así era como su padre le pintaba el mundo, pero él ya le había mentido una vez, bien podría ser aquello otra ilusión puesta para mantenerla contenta.

Ah, pero Divine siempre parecía feliz, siempre se estaba riendo y haciendo sus bromas siniestras, ella era fiel seguidora de su padre y no se veía disgustada por estar a su lado, aunque también era una de las criaturas más engañosas que conocía, al punto que a veces era difícil decir que tanto de lo que decía era verdad y qué tanto mentira ¿Serían sus sonrisas otra ilusión? En ese caso lo mejor sería considerar a alguien más honesto y expresivo, como Brumm... Quien siempre parecía estar triste.

Se le hizo un nudo en el estómago al recordar al melancólico músico, siempre con su silencio y su timidez, con sus canciones tristes y esa actitud servil de resignación. Brumm había sido el guardián de su padre ¿Acaso su querido Hollow se volvería como él algún día? Ella no quería eso, le gustaba su forma de ser alegre y decidida, su arrojo y su falta de sentido común. Cambiarlo sería lo mismo que perderlo. Suspiró con pesar y se dirigió al circo, necesitaba averiguar las cosas de primera mano.

Ali encontró al músico haciendo limpieza en el cuarto de Grimm, el celoso murciélago casi no permitía a nadie la entrada a sus aposentos, los únicos que estaban autorizados a pasar eran Divine, Brumm y ella misma.

La pequeña se acercó a él y se quedó mirándolo en silencio, analizando cada uno de sus movimientos. En verdad era la representación perfecta de una persona triste, pero quizás,solo quizás, eso era solo parte de su personalidad, tenía que ser eso, era su última esperanza.

—¿Ocurre algo señorita? —Dijo el músico notando la gravedad con que la pequeña lo observaba.

—¿Eh? No... Bueno... Sí. Tío Brumm, tengo una pregunta ¿Tú quieres a mi papi? ¿Eres feliz a su lado?

De todas las preguntas que podría haberle hecho jamás se esperó esa. ¿Quería a Grimm? No tuvo que pensarlo mucho, lo había criado desde que era un retoño, le había entregado toda su devoción, lo había acompañado en cada acierto y cada fracaso, había secado sus lágrimas y cumplido sus caprichos ¿Cómo podría no quererlo? Sin embargo...

—Yo amo a tu padre —dijo con total seguridad—. Pero no soy feliz con él.

—Entonces... —Se le hizo un nudo en la garganta—. Hollow tampoco será feliz conmigo...

Esta vez Brumm guardó silencio apreciando la angustia de la pequeña, la principal razón de los tormentos de su maestro, la protagonista de una tragedia condenada a repetirse una y otra vez, sin duda no había obra más dramática que la vida misma. Suspiró y dejó su mente vagar por fantasías imposibles, fantasías donde las cosas podían terminar de forma positiva, donde las risas eran verdaderas y la libertad una ley, pero obviamente todo eso era imposible mientras sirvieran al Rey Pesadilla. Grimm aparentaba poder y control, pero solo era otro esclavo más del ritual.

A menos que...

Un escalofrío le recorrió la espalda, aquella idea que había cruzado su mente estaba fuera de su alcance, no podía desafiar a su maestro, tenía su voluntad unida a él, no podía escapar, pero quizás para el pequeño guardián aún hubieran esperanzas, si al menos uno de ellos pudiera escapar de esa miserable existencia quizás las cosas no serían tan malas.

Nido Profundo era uno de los lugares menos apreciados por Hollow, el ambiente siniestro y salvaje lo hacía sentir incómodo, en verdad no podía entender porqué a su hermana le gustaba tanto ese sitio, no tenía la belleza de sendero verde, ni la ofrecía la diversión de los hongos saltarines de paramos fúngicos, tampoco tenía la vida ni el desarrollo de Ciudad de las Lágrimas ¿Que tenía de bueno ese sitio?

Pues aún con todo eso, Nido Profundo tenía algo destacable, la paz que se respiraba. En las profundidades de Poblado Distante no había un alma, nadie lo molestaría o lo atacaría, justo lo que necesitaba.

Normalmente disfrutaba la compañía,  pero ahora deseaba estar solo, más bien necesitaba estar solo, su pena era demasiada como para manejarla en paz, y temía herir a alguien en medio de una rabieta, además tenía pensar, aún estaba el problema con Big. Si él se iba ¿Quien lo ayudaría? Quizás Hornet y Quirrel podrían apoyarlo, pero aún así se sentía en la obligación de estar con él.

De pronto un crujido interrumpió su meditación, algo o alguien andaba cerca, inmediatamente se puso en alerta y sacó su aguijón esperando un ataque.

Inspeccionó sus alrededores buscando la amenaza, y pronto vislumbró a un insecto bastante robusto, ataviado con ropas extrañas y portando una máscara. No le costó reconocerlo, era Brumm, el tímido acordeonista de la tropa de Grimm ¿Que hacía ahí? ¿Acaso ya lo estaban llamando a cumplir sus deberes con la tropa? A regañadientes se acercó a escuchar.

—Mmmm.... Está hecho.... Y aún así no es mera fortuna que nos encontremos aquí, en los más oscuros rincones del mundo, donde el ojo escarlata del maestro no puede vernos.

Hollow lo miró sorprendido, al parecer el parco insecto sí era capaz de decir un discurso extenso y fluido, incluso parecía tener una verborrea digna de Grimm, quizás luego de compartir tantos años con él, se le habían pegado sus extrañas costumbres.

—Mmm.... Una canción que nunca acaba... No es realmente una canción. Formas parte de este ritual, pero siento que verdaderamente no tienes maestro ¿No es así? Quizás juntos podamos desvanecer está llama viviente y dejar a este reino muerto descansar en paz. Si deseas silenciar la canción eterna, búscame donde todo empezó.

El músico no dijo nada más, dio media vuelta y se fue, dejando a Hollow en completa soledad y con una confusión tremenda ¿Que había sido todo eso? De que rayos estaba hablando Brumm? ¿Por qué no podía ser más claro?

Si Brumm no había sido más directo y había optado por hablar en la misma forma pomposa y rebuscada de Grimm, era porque quería ponerle un último obstáculo al contenedor. Desobedecer al maestro y traicionar al culto le estaba resultando sumamente doloroso, pero anhelaba la libertad, no solo para él, si no que para su maestro, quería verlo liberado de su penas, del Rey Pesadilla y de los pecados de sus hijos perecidos.

Durante toda la tarde meditó en sus acciones, todavía podía arrepentirse y dar marcha atrás, podría negarse a ir donde estaba el ancla, y nadie lo culparía de nada, podría seguir junto al maestro como si nada hubiera pasado, pero viviría con el arrepentimiento de haber dejado pasar la única oportunidad que tuvo alguna vez de romper ese maldito ritual. Por eso, a pesar de todas sus dudas y cuestionamientos, aquella noche aprovechando que no había ningún espectáculo en el circo, salió discretamente de la tienda. Sin embargo, sin importar lo que hiciera, nunca podría ser lo suficientemente discreto como para escapar del maestro.

—Brumm ¿A qué destino de guían tus pasos?

—Mmm... A ninguno particular...

—Ah.... Tú... ¿Estás bien? —En ese momento estaban solos y Grimm decidió abandonar sus formalismos y florituras—. Te noté algo extraño durante toda la tarde.

Brumm suspiró, ni la máscara había podido ocultar su preocupación de  Grimm. Él lo conocía como a nadie y aunque a menudo actuaba de forma egoísta y caprichosa, en el fondo siempre se preocupaba por él.

—Nostalgia...

—Ya veo... Supongo que los recuerdos siempre nos pesan, sin importar los años o los siglos que pasen —dijo en un cierto tono melancólico

—Yo... Quiero salir.

—Ah, por supuesto, no te detendré si es tu deseo, es solo que yo... —Un inusual sonrojo apareció en el rostro de Grimm—. Quería darte las gracias.

—¿Gracias?

—Sí, es que... Tú... Todo lo que has hecho por mí, jamás podría pagártelo.

—Era mi deber.

—No seas modesto Brumm, lo que has hecho por mí iba más allá del deber. Secaste mis lágrimas y me apoyaste durante todo el proceso con Scarlet. Ahora ella pronto abandonará mi lado y pues... Todo se sentirá frío sin ella, en verdad la voy a extrañar. Pero cuando pienso en que tú seguirás conmigo me siento mucho más tranquilo. Sé que a menudo resulto algo demandante e insensible, pero en verdad aprecio todo lo que haces por mí, por eso pues... Te quiero Brumm.

El corazón del insecto dio un brinco, Grimm en vedad debía estar sensible como para soltar semejante discurso, cuando era un niño a menudo le decía que lo quería, pero al crecer estas palabras se fueron perdiendo en medio del caos de sus complejas palabras. Habían pasado años desde la última vez que había escuchado un te quiero de su parte.

—Maestro... Yo...

—No necesitas decir nada Brumm... Sé que no eres bueno con las palabras, de todos modos no importa, todo lo que necesitas comunicar lo haces a través de tus acciones y tu música, no hace falta nada más.

 Grimm dio media vuelta y comenzó a caminar de regreso a la tienda, pero antes de entrar se detuvo un momento.

—Brumm, vuelve temprano ¿Si? Me gustaría cenar contigo ¿No hay problema cierto?

—No maestro... Volveré temprano.

Un agudo dolor se instaló en el corazón del músico. Aquella había sido una cruel prueba que le había puesto el destino para probar su determinación. Hacer que Grimm le dijera aquellas cosas justo cuando iba a romper su vínculo con él, además hacerle prometer que cenarían juntos, el pobre bicho se sentía miserable. Pero no dejó que su voluntad flaqueara, la decisión estaba tomada. Y esa amena conversación serían las últimas palabras que escucharía de la persona viva que más quería en el mundo.

--------------------------------------------------

Para variar las cosas se me fueron de las manos y lo que supuestamente sería un solo capítulo largo y dramático, se me alargó tanto que se convirtió en dos capítulos largos y dramáticos. Nos vemos en la próxima.

Como curiosidad, la escena final del capítulo anterior gustó tanto que inspiró fanarts.

Esta tierna obra fue hecha por AoMiyarashi, la cual también subió a su propio libro de dibujos de Hollow Knight, pasen a darle un vistazo.

Este otro trabajo tan elegante fue hecho HermolerZB, por lejos quién más dibujos me ha regalado. Me gustó el detalle de las letras de fuego.

Creo hasta podría abrir un concurso de dibujos con tanto interés.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro