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Bailando bajo el fuego

—¿.......?

—........

—¡.........!

Esta era una conversación que realmente muy pocos podrían entender, por lo que no había oportunidad de que alguien los espiara, pero aún así Hollow y su hermano habían decidido ocultarse para llevarla a cabo, pues el tema era algo un tanto serio.

Green había hecho todo el camino desde el abismo hasta Bocasucia para buscarlo, eso hacía suponer la urgencia del mensaje y no era para menos, incluso Green que usualmente tenía una personalidad alegre y algo irresponsable ahora mostraba seriedad y preocupación.

Según le explicó a Hollow, Big se encontraba algo enfermo, pero la suya era una enfermedad extraña, bueno, obviamente un contenedor no podía padecer de las mismas dolencias que un insecto normal, pero su problema superaba con creces cualquier cosa que hubiera podido imaginar, pues se trataba de un problema de la mente.

Big tenía extraños fantasmas rondando su cabeza, sentía una voz que le hablaba, que le gritaba y lo instaba a dañar a todo ser cercano. Por supuesto, el rey contenedor usaba toda su fuerza de voluntad para resistir la influencia y permanecer tranquilo, pero el desgaste mental lo tenía agotado, además de que últimamente comenzaba a sufrir de dolores de cabeza y vista borrosa. La mayoría suponía que era alguna secuela de tener a The Radiace durante tanto tiempo alojada en su interior, pero de todos modos, fuera cual fuera la causa, necesitaban una cura. Hasta el momento solo sabían que permanecer sumergido en el lago negro lo aliviaba y tranquilizaba, por eso pasaba la mayor parte del tiempo ahí.

Ninguno de sus hermanos sombríos tenía forma de ayudarlo, tampoco los conocimientos para ello, no sabían nada del mundo y recién comenzaban a explorarlo. Su falta de experiencia era un gran problema, por eso decidieron pedir ayuda al único de ellos que había podido explorar con más libertad y que quizás habría adquirido algo de sabiduría que resultaría útil en ese caso.

Por supuesto Hollow no tenía la más mínima idea de como ayudar en esta situación, sin embargo quería acudir donde su hermano de todas formas, él había decidido que lo protegería y sería su caballero, por lo tanto su deber era estar a su lado. Al menos ya no tenía que preocuparse por Hornet, ella estaba bien, era mucho más civilizada, ahora tenía amigos, una vida apacible y contaba con Quirrel, por lo tanto podía dejarla para ocuparse de su hermano. Sin embargo había una cosa que lo retenía, su protegida Ali. No podía retirarse repentinamente y abandonarla, aún debían completar el ritual.

Afortunadamente ya estaba a punto de terminar con esa tarea, de modo que pronto sería libre para regresar al abismo y apoyar a su familia. 

Le explicó esto a Green y le pidió que lo esperaran unos días más, esto no le hizo mucha gracia al contenedor de verde, pero lo aceptó de todas maneras, al fin y al cabo Hollow tampoco sabía realmente como ayudar a Big.

Ambos hermanos se despidieron efusivamente prometiendo verse pronto, y así de manera discreta y silenciosa, Green se fue.

Este encuentro dejó a Hollow sumamente preocupado. Iría a hablar con Ali para preguntarle cuando acabarían el ritual, el tiempo apremiaba, aunque le daba algo de nervios presentarse en la compañía de Grimm ya que no estaba en muy buenos términos con el murciélago. Pero Hollow amaba a su familia y estaba dispuesto a todo por ella.

Por fortuna para él, ni siquiera tuvo que acercarse al circo, pues nada más salir del callejón donde estaba escondido, encontró a Ali hablando con el fantasma del rey pálido. Se le hizo algo raro, pero luego recordó que ella podía ver fantasmas sin la necesidad de usar artefactos.

Curioso se acercó a escuchar, parecía ser algo importante, pues Ali lucía preocupada. Esto lo puso un poco celoso ¿Que problema tendría que prefería hablarlo con ese fantasma odioso antes que con él?

—Por favor tío pálido, necesito saberlo ¿Como vienen los bebés al mundo?

Bueno, ese sí era un tema del que Hollow no sabía mucho y con el que no podría ayudar, de hecho sabía tan poco que él también quería escuchar, así que se acercó.

—¿.......?

—¿Tú también Hollow? Pero tú no necesitas saberlo, no tienes género y no puedes procrear —dijo el rey algo incómodo.

—........

—¡Vamos tío Pálido! Tengo que saber la verdad. Papi dijo que yo vine de un huevo que él puso, pero otro tipo dijo que eso era imposible y....

—Los machos no ponen huevos —dijo el rey casi con una risa ante lo ridículo de la idea— ¿Por donde quieres que los pongan?

—Pues....

—Mejor no digas nada —suspiró profundamente—. Bien, supongo que ya tienes edad para saberlo y a Hollow la información le resultará útil en algún momento.

Una larga explicación biológica después.

—....Entonces, los insectos nacen por huevos y los murciélagos por crías vivas. Por lo tanto, es imposible que tu padre haya puesto un huevo.

—Papi me mintió... —La pequeña estaba abatida, pero Hollow rápidamente se acercó a consolarla acariciando su cabeza. Sin embargo una idea asaltó su cabeza.

—¿.......?

—Bueno... Tú madre era una raíz, técnicamente ella no ponía huevos, ella creaba semillas, así que en cierta forma tu nacimiento fue especial.

—¿.........?

—Claro que no, tú eras perfectamente normal, el cambio se produjo al bañar tu semilla en la energía del vacío —el rey se llevó las manos a la boca lamentando lo que había dicho.

La furia emergió en los ojos de Hollow. Él originalmente era un bicho anormal, podría haber tenido una vida común, una voz, género definido, tantas cosas podrían haber sido diferentes, pero este maldito loco truncó todas sus posibilidades.

La indignación del contenedor era casi palpable y su mirada tan agresiva que el viejo monarca no pudo soportarla y huyó desvaneciéndose en el aire.

—¡Pft! —Fue el quejido de rabia que logró soltar.

Ali percibiendo el malestar de su guardián se acercó a él y restregó su rostro con el suyo. Hollow agradeció el gesto abrazándola para luego soltar un suspiro.

—Aunque mi papi me haya mentido, creo que ha sido mucho mejor papi que el tuyo —dijo Ali con tristeza—. ¿Debería perdonarlo?

Hollow asintió efusivamente, él había visto de primera mano lo mucho que Grimm se preocupaba por Ali, y parecía haber sido así desde toda la vida. Quizás había cometido un error, pero sus intenciones eran buenas y se notaba cuanto amaba a su hija.

—Bueno, lo perdonaré, no me gusta estar enojada con él, quiero que volvamos a jugar juntos. ¡Ah! Ma.. —En ese momento se detuvo, ahora que sabía que tenía una mamá de verdad en algún lugar no sentía que fuera correcto llamar a Hollow mami—. Esto... Esta noche termina el ritual, tienes que venir al circo.

Esto a Hollow le resultaba muy conveniente, mientras más pronto terminara sus deberes con Ali, más pronto se vería libre para regresar al abismo, así que nuevamente asintió con ganas.

—Bien, arréglate mucho, esta noche vamos a bailar.

Hollow ladeó la cabeza algo confundido ¿Iban a bailar? Bueno, ciertamente nunca preguntó en qué consistía el final del ritual, dio por hecho que tendrían que pelear de nuevo contra alguno de los súbditos de Grimm, pero al parecer el final sería un tanto distinto.

Hollow y Ali se despidieron y cada uno se dirigió a su respectiva casa para prepararse para la noche. Hollow estaba de bastante buen humor, le gustaba bailar y la idea de hacerlo con Ali le parecía divertida, aunque supuso que para la ocasión sería mejor vestir de manera más elegante, quería causarle buena impresión a Grimm y que se le pasara el enojo.

Dentro de la casa mientras tanto, Hornet y Quirrel estaban teniendo una sería conversación, justamente sobre el ritual de la flama escarlata.

—Creo que ya llegó el momento de hablar de este asunto —dijo Quirrel desde su silla en la sala principal—. No me fui de viaje casi muriendo en el intento para nada.

—Casi había olvidado que esa era la razón por la que te fuiste originalmente —contestó Hornet.

—Lo olvidaste bastante rápido —Parecía algo molesto.

—Tenia, otras preocupaciones en la cabeza, como tu estado de salud por ejemplo.

—Pero yo ya estoy bien, así que despreocúpate.

—De acuerdo, entonces habla ¿Que es lo que averiguaste sobre el famoso ritual?

—Primero habría que empezar hablando del clan de Ali.

—El clan de Ali es el clan escarlata, una casta de murciélagos con maléficos poderes de fuego que se alimentan del miedo.

Quirrel parpadeó sorprendido.

—¿Dónde averiguaste eso?

—El viejo tenía algo de información al respecto.

—¿Entonces no hacía falta que me fuera de viaje? —Ahora sí lucía muy enojado.

—Aunque el viejo sabía algunas cosas sobre el clan, no tenía idea de cómo detener el ritual, por lo tanto, lo que sabía no era particularmente útil, pero si tú averiguaste algo más...

—Sí, averigüé más cosas, de hecho podría decir que la información que tenía el rey pálido no es del todo acertada.

—¿A qué te refieres?

—Estos murciélagos no se alimentan de miedo, tienen la misma dieta normal de cualquier murciélago. El miedo que recolectan es par alguien más, su dios y guía, el Rey Pesadilla.

—El Rey Pesadilla...

—No es un dios muy conocido, se mueve en un plano distinto conocido como el reino pesadilla y solo los estudiosos del tema han oído hablar de él.  Es quien dirige a estos murciélagos y los obliga a errar o a permanecer en un sitio para recolectar terror. También es quien decide cuando  deben reproducirse para otorgarle nuevos sirvientes.

—Eso es muy desagradable —dijo Hornet mostrando el asco en su cara.

—Lo sé y aún así esa no es la parte más desagradable. Lo más terrible es que ellos deben obligar a sus hijos a realizar el ritual cuando llega el momento, tienen que forzar a sus retoños a arriesgar su vida y devorar las flamas escarlatas. Muchos mueren en el intento y su supervivencia depende exclusivamente del guardián que se haya elegido para el ritual.

—Pobre Ali...

—Sin embargo, los horrores no acaban ahí. Una vez que todas las flamas han sido consumidas, hay un baile ritual al final, con el cual el murciélago y su guardián quedan unidos para siempre.

—¿Eso que implica para Hollow?

—Que él deberá permanecer junto a Ali por toda la eternidad como su sirviente y cuando ella se vaya, Hollow se irá con ella.

—¡Eso no puede ser! —Gritó Hornet poniéndose de pie de golpe—. ¡Ella no puede obligar a Hollow a seguirla! ¡Además Hollow tiene familia y amigos aquí! ¡No puede hacerlo abandonar todo!

—¿Y qué culpa tengo yo? —dijo Quirrel algo intimidado por la actitud de Hornet.

—Ah, lo siento, creo que me emocioné demasiado. —Retomó su lugar en su silla—. Quirrel... ¿Hay algo que podamos hacer para evitar todo esto?

—Pues tenemos dos opciones... O matamos a Ali.

—Paso.

—O destruimos el ancla.

—¡Eso! ¡Destruyamos el ancla! ¿Cómo se hace? ¿Qué es el ancla?

—El ancla, como lo sugiere su nombre, es lo que mantiene a Grimm y a todo su culto anclado a este lugar. Los libros que hablaban de este clan eran algo confusos y extraños. Por lo que entendí, los miembros del clan escarlata vagan por el reino de los sueños atormentando a la gente, sin embargo, de vez en cuando se manifiestan en el plano terrenal cuando es necesario. Pero para eso, necesitan un ancla, un cierto artefacto mágico que les permite permanecer aquí y cumplir con sus tareas. Si se destruimos el ancla la tropa se desvanecerá.

—¿Y qué pasará con sus integrantes?

—Pues... Eso es un misterio, algunos creen que mueren, otros creen que se transforman en algo más, o que entran en un sueño eterno... En realidad nadie lo sabe con certeza.

—Entonces hacer algo así sería lo mismo que matar a Ali.

—No necesariamente, existe la posibilidad de que no le pase nada.

—Quirrel... —Hornet entrecerró los ojos y se cruzó de brazos.

—Ay... —La cochinilla suspiró profundamente—. Lo siento Hornet, no hay forma de que las cosas terminen bien en este caso... De verdad que lo intenté, busqué cada maldito libro que pude sobre el tema, pasé días completos leyendo y no encontré nada que sirviera para salvar a Ali. Por el momento lo único que podemos hacer es proteger a Hollow y evitar que complete el ritual mientras buscamos el ancla.

—Está bien... Lo entiendo —dijo Hornet con un profundo pesar—. Yo... De verdad que he llegado a encariñarme mucho con esa pequeña... Pero si tengo que elegir... Mi decisión es obvia —Miró hacia el techo abatida—, pero esto será doloroso.

—Hornet... —Quirrel se puso de pie caminó hasta la mestiza para abrazarla—. Tranquila, todo estará bien, saldremos adelante y Hollow también. Sé que él quiere mucho a Ali y que le dolerá perderla, pero se recuperará. Ya verás que todo saldrá bien.

—Sí...

Quirrel besó la frente de Hornet en forma protectora tratando de reconfortarla, mientras que ella se permitió apoyar su cabeza contra la cochinilla.

—Entonces... No nos queda mucho tiempo para actuar —dijo Hornet—. Ali ya consumió todas las flamas, solo le falta el último baile.

—Pues tendremos que evitar que bailen.

Justo en ese momento Hollow entró a la casa y se encontró con la pareja abrazada, entonces los miró de forma traviesa.

—...... —Agitó sus manos de forma burlona mientras reía con picardía.

—¡No molestes Hollow! —Gritó su hermana soltando a Quirrel algo avergonzada.

—¿Qué dijo? —Preguntó la confundida cochinilla.

—No necesitas saberlo —contestó la guerrera algo colorada mirando hacia otro lado.

—¿.......? —Hollow se acercó hacia ellos con expresión de pregunta mostrando su capa.

—¿Tu capa de fiesta? Creo que está en la cajonera azul en el cajón más bajo ¿Para qué la quieres?

—.......

—¿Vas a ir a bailar al circo? ¡Quirrel atrápalo!

—¡¡¡¡!!!!

Hollow sin saber cómo ni porqué, pronto se vio inmovilizado por los dos mayores y posteriormente atado en un capullo de seda, pero Hornet no contenta con eso, tejió una tela en la cocina y lo dejó colgado ahí. Ahora el pequeño se encontraba atrapado, sin entender nada de lo que pasaba y temiendo llegar tarde a su cita con su protegida.

Cuando Ali llegó al circo, lo primero que hizo fue ir a buscar a su padre, quería disculparse con él por haberle gritado que lo odiaba. Pero le estaba resultando algo difícil encontrarlo, no estaba entrenando con los artistas del circo, tampoco acicalándose, ni acompañando a Brumm o discutiendo con Divine. Finalmente lo encontró en su despacho dormido sobre la mesa, rodeado de máscaras a medio pintar.

Al parecer había estado trabajando en la fabricación de nuevas máscaras, todas las caretas que usaban los miembros de la tropa eran fabricadas a mano por él mismo, era un trabajo agotador, pero Grimm jamás lo delegaba a nadie más, solía decir que le gustaba entregarle algo suyo a cada miembro del circo. Por otro lado, según él esta actividad le ayudaba a despejar la mente y parecía que ahora su mente estaba muy atormentada, porque se veía exhausto, como si hubiera trabajado por horas sin descanso. 

Grimm estaba apoyado contra la mesa con una máscara medio abrazada, debajo de sus ojos se veían marcas oscuras y una expresión de angustia, tenía una frazada encima cubriéndolo, seguramente obra de Brumm. Ali suspiró sintiéndose algo culpable y voló hasta posarse junto a su padre, entonces comenzó a remecerlo suavemente para despertarlo.

—Papi.....

—Mmmnn... ¿Pequeña? —Grimm abrió los ojos perezosamente mientras se estiraba dejando caer la frazada que tenía encima. Una ligera sonrisa surcó su rostro al ver la prenda—. Brumm...

—Papi ¿Estás bien?

—¿Eh? Ah si... Perfectamente.

—Papi yo... Lo siento... Es mentira que te odio, yo te quiero mucho.

—Comparto tus sentimientos —Dijo Grimm sintiendo que su corazón se aligeraba—. Acude a mis brazos pequeña.

Ali brincó hasta donde su padre donde se dejó abrazar por él, el murciélago mayor la estrechó contra él feliz de saber que a pesar de todas las mentiras, aún tenía su afecto. Esta muestra de cariño duró varios segundos, hasta que finalmente Ali decidió que ya había sido suficiente amor.

—Papi papi, suelta —dijo agitándose.

—Ah claro, lo siento. —Retiró la presión y dejó a su hija libre, aunque esta decidió permanecer recostada en sus brazos.

—Papi, le dije a ma... A Hollow que esta noche terminaría el ritual ¿Está bien así?

—¿Eh? Sí, claro. Cualquier instante es apropiado para culminar el ritual, aunque...

De pronto Grimm comenzó a lucir estresado. Dejó a su hija sobre la mesa y corrió a buscar un espejo en la habitación, entonces comenzó a observarse, notando con horror lo mal que lucía.

—Ojeras, piel reseca, cabello opaco ¡Me veo horrible! ¡No puedo protagonizar el ritual con semejante aspecto! ¡Y principiará a la brevedad! ¡Debo acicalarme! ¡Bruuuuuuum!

El músico llegó casi corriendo a los aposentos de su maestro, creyendo que algo malo le ocurría, había estado emocionalmente muy delicado y temía que hubiera tenido una crisis o algo así, pero se veía más animado de lo que esperaba, había recuperado su tono mandón de siempre.

—¡Brumm, prepara la bañera! ¡Quiero el jabón de manzana! Y necesito la crema de coco que compré de oferta el otro día junto al agua de lavanda y trae mi maquillaje, estas ojeras no se ocultarán solas. Donde puse el delineador...

—Ay maestro...—Brumm suspiró—. Se nota que ya se encuentra mejor.

Esa noche, Hollow se retorcía en su capullo de seda tratando de liberarse desesperadamente, ya estaba atrasado. Al parecer su hermana y su amigo hablaban en serio cuando decían que no le permitirían ir al ritual, bueno, era poco probable que se tratara de una broma, Hornet casi nunca bromeaba.

Comenzó a ponerse nervioso ¿Que consecuencias tendría faltar al ritual? Grimm estaría furioso y esto lo hacía estremecerse, de por sí no estaba en buenos términos con él. Por su mente comenzaron a pasar toda clase de ideas terribles de tortura y el miedo invadió cada célula de su ser.

¡Jjjjjjsshp! —Gritó aterrado cuando sintió que algo lo tocaba.

Aún temblando por el miedo volvió a la realidad y se encontró con Ali que estaba frente a él mirándolo con reproche.

—¿A qué estás jugando? Hay que ir a completar el ritual.

—....... —Se agitó en su capullo demostrando que no se podía mover.

—¿Y porqué estás así? ¿Te portaste mal y tía Horny te castigó?

—......—Negó con la cabeza.

—No importa, luego puedes seguir tu castigo, ahora tienes que venir conmigo.

Si darle tiempo a su guardián para replicar nada, Ali expulsó algo de fuego por la boca que quemó las hebras de hilo liberándolo de sus ataduras.

Hollow salió del capullo con las extremidades algo entumecidos, aquella no había sido una experiencia agradable, le recordó cuando aquellos cadáveres de bichos lo habían encerrado en Nidoprofundo.

En cuanto el pequeño se recuperó un poco y se estiró, se dispuso a seguir a Ali hasta la salida, sin embargo no habían dado ni tres pasos cuando una aguja de clavó en su camino obligándolo a detenerse. Tanto el contenedor como la murciélago levantaron la vista para encontrar la terrible silueta de Hornet, que los miraba de forma casi asesina.

—Ustedes no se mueven de aquí —Bramó la guerrera.

—Pero tía Horny, debemos ir a completar el ritual.

—¡No lo permitiré! ¡Tú no te llevaras a mi hermano de mi lado! —Gritó tomando postura de batalla.

Hollow miró a Ali confundido sin entender a que se refería con apartarlo de su lado. La pequeña por su parte no quiso responder, abrió sus alas y expulsó una densa cortina de fuego que los envolvió por completo. Hornet cerró los ojos momentáneamente encandilada por su brillo y para cuando los volvió a abrir, tanto el fuego como los niños ya no estaban.

—Maldición, Ali ya aprendió ese truco —golpeó una pared con rabia— ¡Quirrel! ¡Quirrel! ¡Ven rápido! ¡Hay que ir al circo!

Hollow y Ali fueron transportados directamente a la pista del circo, que en aquellos momentos lucía oscura y vacía, al parecer el truco de Ali les ahorró tiempo y llegaron en un momento apropiado.

Hollow parpadeó algo aturdido y sorprendido por lo que había hecho Ali, sin duda había mejorado mucho en su dominio de la magia de fuego. Pero no tuvo mucho tiempo para pensar en eso, delante de él Grimm tenía su vista clavada en él.

—Que modales, forzar a la doncella a acudir en tu busca, muy mal amigo mío.

Hollow se inclinó a modo de disculpa, pero Grimm simplemente le dio la espalda, para luego mirarlo por sobre su hombro y componer una sonrisa cortés.

—Maravilloso, mi familia está aquí y el momento ha llegado. El fuego ardiente porta la promesa del ritual —Grimm chasqueó los dedos y decenas de antorchas rojas se encendieron al mismo tiempo que los miembros del culto de Grimm ocupaban las butacas del público—. Baila conmigo amigo mío, la multitud espera ¡Enséñales que eres capaz de llevar a cabo el rol de protagonista!

Entonces Grimm abrió sus alas y Ali voló hasta él, donde con un estallido ambos parecieron fusionarse. Hollow solo miró la escena perplejo y asustado, esto no era lo que esperaba, entonces notó que Grimm se inclinaba respetuosamente hacia él. Hollow solo se quedó quieto mirándolo sin saber qué hacer

—Baila... —Le susurró el murciélago.

—.....—El contenedor solo tembló en su sitio mirando nervioso al público.

—¡No me salgas con que tienes pánico escénico! —Gruñó Grimm recuperando su postura erguida—. ¡No  sabotearás el Gran momento de mi niña!

Una extraña música animada y magnífica comenzó a sonar e  inmediatamente se arrojó contra Hollow obligándolo a esquivar sus garras con un salto bastante bonito. Justo después de eso, Grimm se desvaneció con un estallido de humo reapareciendo en el cielo con su cuerpo hinchado y rojo.

Hollow pensó que por primera vez Grimm no se veía elegante, pero cambió de opinión cuando vio las hermosas esferas de fuego brotar de él, era un espectáculo impresionante, al punto que sacó un gritó ahogado al público.

Lamentablemente el pequeño no pudo quedarse demasiado tiempo observando la belleza del fuego, porque esté se dirigió hacia él para calcinarlo. Nuevamente tuvo que esquivar con saltos y barridos, sin darse cuenta de que sus movimientos se asemejaban mucho a una danza, a su manera Grimm lo estaba obligando a bailar.

Otro estallido de flamas anunció una nueva desaparición del murciélago, Hollow se permitió descansar un instante, solo el tiempo necesario para recuperar el aliento y verse obligado a esquivar de nuevo, pues tras una cortina de fuego y humo escarlata, Grimm se presentó otra vez, con sus garras brillando a la luz de las antorchas.

Hollow sabía lo que se avecinaba, nuevamente la bestia lo atacó, haciéndolo danzar a su ritmo, liderando sus movimientos en la forma que deseaba, Hollow saltaba y se agitaba con elegancia y energía, pero aquel baile era agotador y comenzaba a colmar su paciencia.

Grimm parecía disfrutar del espectáculo, se veía eufórico mientras exhibía toda su habilidad, amaba el escenario, las ovaciones de los espectadores y lucir toda su elegancia. Atacaba con velocidad, como el depredador que era, forzando a Hollow hasta su límite. Finalmente llegó un momento donde el pequeño para defenderse de un ataque que era demasiado para él, sacó su aguijón y contraatacó empujando a Grimm hacia atrás.

Durante un momento temió haber arruinado el espectáculo con su torpeza, pero aquella idea se desvaneció rápido de su mente, el murciélago parecía ser capaz de sacar ventaja de todo lo que hiciera para lucir mejor, más espectacular, más hermoso y belleza era lo que ahora contemplaba Hollow.

El golpe ciertamente había lastimado un poco a Grimm, además de que el impacto lo sacó de balance, sin embargo disimuló su dolor y el traspié con unos elegantes movimientos de baile. Entonces mientras Hollow permanecía quieto observándolo, él desempeñaba un solo de danza, agitando su brazos y girando graciosamente con tal destreza, que tenía a todos encantados.

El pequeño no podía apartar su vista de él, sentía su corazón latir de la emoción ante lo que presenciaba, sus movimientos suaves lo tenían encandilado. Grimm parecía flotar en el aire, pero no, estaba apoyado en la tierra y en ningún momento hizo uso de sus alas. Entonces la música descendió y una siniestra sonrisa asomó en el rostro de la bestia, sus alas crecieron hasta alcanzar el suelo donde se enterraron. Hollow apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando una espina gigante salió del suelo casi atravesándolo.

Ahora era turno de Hollow de interpretar su solo de baile, por supuesto bajo el comando de Grimm, quien usando esa extraña habilidad para hacer brotar espinas guiaba sus pasos. 

En conjunto ambos interpretaban un acto dramático, que representaba el amor y el tormento, una lucha perpetua de dos fuerzas opuestas que se veían obligadas a colisionar una y otra vez. La música iba subiendo de tono, se acercaba el clímax del acto, Hollow iba cogiendo el ritmo de la danza y cada vez era menos necesaria la intervención de Grimm, quien ahora con más libertad se movía exhibiendo todo su dramatismo, mientras que Hollow lo secundaba imitando a su manera sus movimientos, eran como dos almas flamas, crepitando movidas por el mismo viendo, como un solo ser hecho para bailar.

Fue en este instante que Quirrel y Hornet llegaron al espectáculo. Ambos durante un instante quedaron aturdidos por la belleza de lo que presenciaban, era un acto tan hermoso que casi les daba pena el tener que interrumpirlo, incluso Hornet por un instante olvidó el miedo que le tenía a los murciélagos y se dedicó a observar con deleite aquella danza ardiente.

El público estaba en éxtasis, la música reverberaba en la estancia haciendo a todos estremecerse y Grimm sabía que ya era el momento. Realizó un par de piruetas alrededor de Hollow quien siguió sus pasos con tal precisión como si lo hubieran ensayado, entonces casi leyéndose la mente ambos se detuvieron, Hollow tiró al piso imitando una postura de tristeza y derrota, mientras que Grimm agitaba sus alas y se elevaba en el cielo. En ese momento el fuego escarlata lo envolvió por completo convirtiéndose en una antorcha viviente que descendió sobre Hollow como si lo fuera a calcinar.

—¡Es el momento del cambio! —Gritó Quirrel— ¡Rápido Hornet! ¡Si no detenemos la danza ahora será demasiado tarde!... ¿Hornet? ¡Hornet!

 La imagen de Grimm suspendido en el cielo con sus alas abiertas había aterrorizado a la guerrera y la pobre se había desmayado.

El murciélago de fuego voló hasta el pequeño y  cuando estaba a punto de alcanzarlo, las flamas se apagaron dejando a Ali a la vista, ahora era su turno de actuar.

Hollow se puso de pie y clavó sus mirada en los ojos escarlata que lo contemplaban, un ligero sonrojo recorrió el rostro de la pequeña, quien con la misma elegancia de su padre, voló alrededor de él, para luego apoyar sus pequeñas patitas en el suelo y hacer una reverencia. Esta vez sin que nadie le dijera nada, Hollow se inclinó ante ella y tomó la delantera para guiar la danza.

Este baile fue mucho más dulce y suave, no tenía la pasión y el dramatismo de la danza interpretada por Grimm, pero en cambio los sentimientos puestos en cada movimiento causaban una calidez que abrigaba el alma. Sus pasos lentos y graciosos provocaban paz, evocando los recuerdos de la infancia, eran dos niños que bailaban expresando toda su pureza y cariño en cada paso.

Desde detrás del escenario Grimm observaba la escena sabiendo que su tarea había terminado, cosa que le producía una extraña mezcla de alegría y tristeza.

—Tome maestro —dijo Brumm entregándole un pañuelo.

—No estoy llorando Brumm —dijo casi como un niño pequeño.

—Ella estará bien, quiere mucho a su guardián, él la hará feliz.

—Nosotros nunca somos felices Brumm —dijo en  un tono seco—. Ella jamás será feliz... Solo espero que su compañía sea suficiente para darle la paz que tú me brindas... Es el único consuelo que nos queda a los que servimos al Señor Pesadilla.

—Maestro...

El acto continuó sin que nadie osara detenerlo, ambos bailarines se entregaron por completo a su danza olvidándose de todo lo que había alrededor, el mundo eran ellos, no había nada más. Finalmente ambos supieron que era la hora de acabar, entonces Ali girando como una rueda, se dirigió hacia Hollow, quien la recibió en sus brazos y la dejó inclinarse hasta quedar con su cabeza en forma horizontal levantando una ala en una postura espectacular.

Una explosión de fuego los rodeó sellando sus almas para siempre, mientras que el público aplaudía eufórico. El ritual había concluido, ahora Hollow le pertenecía a Ali. Aunque ambos eran ajenos a esto, para ellos todo había sido nada más un juego, como siempre. Además, ese sería uno de los recuerdos más bonitos que compartirían alguna vez.


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Algún día haré la versión definitiva de ese dibujo, por ahora se conforman con el sketch. 

Espero les haya gustado mi reinterpretación de la batalla contra Grimm, me tomé algunas libertades porque bueno, esto es un fanfic, puedo hacerlo si quiero. Y este Grimm cada día me va gustando más.

Cada vez me está costando más sacar los capítulos, será que como se me está acabando el fanfic y no quiero acabar la aventura... En fin. El siguiente cap es triste, así que tengan su pañuelos a mano.



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