Solución...੭ु

Seokjin llevaba en sus brazos al hada rubiecita, este no podía volar gracias a sus pocas fuerzas y necesitaban de forma urgente encontrar una solución.

Ahora que sabia la razón de todo, necesitaba hablar con las hadas encargadas de la situación del pequeño, tal vez con esa información podrían hacer algo, por mínimo que fuese.

Una vez estando cerca de la cabaña donde atendían a los más graves, que eran realmente pocas veces, Jin bajó la velocidad y caminó con el hada sobre él. Al estar frente a la puerta, la golpeó varias veces lo más fuerte posible, para demostrar su apuro y necesidad.

La mujer que abrió la puerta, rápidamente le hizo espacio para entrar al ver al rubio. Entendió al instante que necesitaba de su ayuda.

La mujer llamó a las otras hadas, mientras dejaban al débil Hoseok sobre una de las camas.

- ¿Que ha ocurrido? - Preguntó ella preocupada, apartándose un poco para que las enfermeras pudieran ocuparse del chico.

- Él me contó lo que sucedió... No ha aguantado.- Seokjin tenía la mirada cristalizada, como si estuviera a punto de llorar. - Se ha enamorado del humano, es por eso que está de esa manera. Usted sabe de lo que hablo.

- Oh, claro que lo entiendo y se que puede ser muy duro... ¿Pero qué podemos hacer? No sé ha enamorado de un hada, sino de un humano...- Ella había desviado la mirada, viendo al chico recostado sobre la cama.- La única manera que se me ocurre tal vez no sea aceptada, debo hablar con la jefa, solo ella podrá darme la solución, sea cual sea.

Y con ello se refería a que si la jefa -quien era llamada así por ser como una líder de las hadas- No aceptaba su idea, debería dejar que la vida del chico siguiera su curso y termine como debiera terminar. Aunque quisiera salvarlo sin importar qué, la palabra de su jefa se respetaba ante todo.

Y con ello se refería a que si la jefa -quien era llamada así por ser como una líder de las hadas- No aceptaba su idea, debería dejar que la vida del chico siguiera su curso y termine como debiera terminar. Aunque quisiera salvarlo sin importar qué, la palabra de su jefa se respetaba ante todo.

Y tanto Seokjin como la mujer temían de ello.

- Iré a hablar con ella, tu quédate a cuidar de Hoseok.- Pronunció ella.

- Por supuesto...- Seokjin había olvidado el nombre de ella.

- Llámame Yejin- Sonrió y salió de la cabaña para volar hacia el hogar de la jefa.

(...)

Yejin entró a la cran casa llena de vigilancia, no hubo demasiada necesidad de chequear quien era pues era muy conocida. Solo tuvo que esperar unos minutos para ser recibida por su jefa.

Entró a una oficina donde en uno de los sillones estaba ella leyendo unas hojas. La mujer la miró y sonrió.

— ¿Yejin, que te trae por aquí?— Pregunto con su voz dulce. Ella era realmente hermosa.

— Lamento mucho molestarte Joy, pero necesito hablar contigo de algo importante.— Tomo asiento en una de las sillas.— Se trata sobre un hada que llegó de una misión hace unos días, ha vuelto muy mal y cada día empeora, él esta perdiendo su magia.

Joy cambió su expresión feliz a una de preocupación, no era común oír algo así.

— ¿Saben que ha sucedido?— Ella dejó sus papeles de lado y se acercó a Yejin.— Debe ser algo muy fuerte para él, ¿Puedo saber de quién se trata?

— Se trata de Jung Hoseok, no sé si lo recuerda...

— Ah, el pequeño que ha perdido a su familia, si lo recuerdo.— Ella sonrió nostálgica. — Es un buen chico, y su familia era muy cercana a mí. ¿Que le ha pasado en la misión?

— Bueno, por lo que ha podido averiguar uno de sus compañeros, al parecer el chiquillo se ha enamorado...— No sabia como reaccionaría la jefa ante la situación y le daba miedo su respuesta al saber que era un humano.

— Oh, entiendo... ¿Donde está el hada? ¿Lo ha rechazado? Necesitamos su ayuda...— Joy la miró expectante.

Yejin bajó la mirada y habló nuevamente.

— Ese es el problema, el pequeño no se ha enamorado de un hada... se ha enamorado del humano.

Joy se quedó sin palabras, hasta parecía estar reteniendo la respiración.

— Usted sabe, al igual que yo, cual es la solución...— Habló nuevamente Yejin.

— Y usted también sabe que eso está prohibido. — Joy no sabía que decir exactamente, pero tenía claro que no podía ignorar una recla tan clara como esa.— No lo haremos.

— Joy, por favor, ese pequeño no podrá aguantar por mucho tiempo más.— Yejin se acercó a su jefa, trataba de hacerla ceder.

— Se que es doloroso, pero no puedo hacer esto, es algo demasiado grande y peligroso para todos nosotros. ¿Que tal si luego da a conocer muestra existencia?— Ella parecía estar un tanto enojada.— Sabes que no es como un humano común, ellos pensarán que fueron sueños, fantasías, pero un hada que se convierte en humano, sabe cual es su origen y no lo olvidan.

— Hoseok es un niño dulce y bueno, puede ser un poco torpe e impulsivo, pero nunca dañaría a su hogar...— Yejin tenía impotencia, quería salvar al pequeño pero no podía sin él permiso de su jefa.

— Es por eso mismo que temo, se que no es malo, pero es muy torpe e impulsivo, puede meter la pata en cualquier momento. — Joy no estaba nada feliz con la situación. — No me malinterpretes, no quiero dejar que el niño sufra, pero sabes que está estrictamente prohibido dejar que un hada cambie a forma humana... Ni siquiera sé quién le dio una misión, él no estaba preparado para ello.

Yejin quedó en silencio y con atrevimiento miró las carpetas en la biblioteca de la jefa, allí estaban todos los archivos de las misiones, incluyendo el de Hoseok.

La encontrar la carpeta comenzó a buscar hasta dar con el nombre de Hoseok.

— Aquí está... Fue dirigido por la guardiana Jeon Soyeon...

Joy salió de la habitación, enviando a llamar a la anteriormente nombrada, necesitaba saber a fondo de que trataba esa misión.

Joy y Yejin quedaron en silencio, uno bastante incómodo. Solo diez minutos después apareció la chica de melena azabache.

— ¿Que desea jefa?— Preguntó Soyeon cortésmente.

— ¿Usted recuerda al niño Jung Hoseok?— Pregunto Joy, recibiendo un asentimiento por parte de la guardiana.— Necesito saber por y para que lo ha enviado a una misión.

— ¿A que se debe esta pregunta?— Soyeon no temía enfrentarse de alguna manera a su jefa, no le gustaba que se metieran en su trabajo. Por algo era una guardiana.

— El niño ha vuelto bastante mal de la misión, solo necesito saber porqué fue él a esa misión, cuando podría haber ido un hada más experimentada en el tema.

— Hoseok era el indicado, el humano necesitaba justamente lo que Hoseok le podía dar.— Dijo ella firme, sabia que su decisión había sido correcta.

— ¿Que es lo que el humano necesitaba?— Preguntó nuevamente Joy.

— Amor, cariño, felicidad... La forma de ser de Hoseok ayudaría al chico, sabia que no podría esconderse mucho tiempo, y se volverían lo suficientemente cercanos para que Yoongi pudiera cambiar su forma de vida por una mejor. Yoongi necesitaba a Hoseok.— Ella sonrió al saber que no estaba para nada equivocada.

— Bien,  pero hay un problema... El niño se ha enamorado de ese humano y está perdiendo su magia gracias a ello.— Joy se cruzó de brazos.— ¿Qué piensa al respecto?

Soyeon no tenía idea de ello, pero si sabía del final que le esperaba al chico y cual era la posible solución.

— Sabes lo que tienes que hacer, Joy...— Ella no se sintió intimidada ante la mirada de su jefa.— Si sabes que Hoseok no es un mal niño, sabes que no querrás que vaya a otra misión y sabes que dejarlo aquí será fatal, ¿Que te detiene a dejarlo ir?

Joy sabía que tenía razón, pero siempre había seguido las reglas al pie de la letra.

Suspiró.

— Bien, hagan lo que quieran, pero yo no seré parte de esto. Ustedes se ocuparán y al mínimo error serán ustedes las que pagarán el precio.

Ambas mujeres asintieron, una volvió a su trabajo y la otra se despidió de su jefa para volar apresuradamente a la cabaña donde el rubio esperaba.

Sabía que tenía que hacer y debía ser rápido, no podría haber errores.

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