15˚.༄
Preocupación...੭ु
Min miraba al chico frente a él quien había terminado de hablar con sus amigos.
Al parecer dos de ellos habían decidido colocar la cafetería y habían contratado a uno de sus otros amigos como empleado. Sus nombres eran Taehyung, Namjoon y Jimin, los tres parecían muy buenas personas, pues cuando Jungkook les dijo que estaban ahí para tener una charla seria y tranquila, ellos les ofrecieron lo mejor del menú sin ningún costo, deseándoles una buena plática.
Jungkook le devolvía la mirada, esperando a que empezara a hablar, pero Yoon no tenía idea de que decir exactamente, no podía decir que extrañaba a un hada, lo tomaría por loco.
— ¿Y bien?— Preguntó Jungkook, esperando a que Min comenzara a hablar.
— Lo lamento, solo no sé que decir exactamente...— Contestó un poco cortante, pero apenado.
— Solo di que fue lo que pasó para que estés de esa forma. — Contesto Min, siendo obvio.
Yoon suspiró y asintió.
— Había alguien...— Comenzó a hablar mientras pensaba como describir su historia salteando la parte en que Hoseok era un hada y no un humano.— Esa personita se metió a mi vida sin que lo llamase pero se volvió alguien demasiado importante, era la única persona que me entendía y que se quedaba a mi lado a pesar de mi forma de ser... Pero se ha ido, y no se que hacer si no está a mi lado, siento que lo he perdido todo.
— ¿Esa persona... se ha ido sin avisar? ¿Era un amigo o una pareja?— Jungkook trataba de comprender la situación.
— Él vivía en mi casa.— El pelinegro pensaba en que contestar exactamente a ambas preguntas. — Y de un día a otro, ha decidido marcharse y ni siquiera se ha despedido, simplemente no estaba ni ninguna de sus pertenencias... Él no era una pareja pero tampoco un amigo, era más que eso, se ha vuelto alguien esencial en mi día a día, me ha hecho demasiado feliz, tanto como nunca lo he estado, y... me ha cambiado, pero con su partida, siento que he retrocedido tanto que me he vuelto peor que antes.
— Vaya... siento que dependes demasiado de esa persona.— Jungkook frunció levemente el ceño. — ¿No crees que eso no es sano?
— No lo sé... pero es lo que siento, no puedo cambiarlo.— Yoongi no sabía que decir, no es que dependiera de Hoseok, pero su corazón realmente dolía al pensar que nunca lo volvería a ver, se había vuelto la causa de su felicidad.— Yo nunca fui alguien realmente feliz, nunca he querido algo o alguien tanto como a él... Fue quien me demostró lo que era ser feliz y lo que era ser yo mismo. — Yoongi tocó disimuladamente su tatuaje sobre la tela de su ropa.— Y el que ahora no esté, simplemente duele demasiado.
— ¿No hay ninguna manera de contactarlo?
— No lo creo... Él es especial, no utiliza teléfono o algo que pueda comunicarme con él y no tengo idea dónde habrá ido.— Min no podía decir que había vuelto a su hogar con otras hadas, en algún lugar escondido en un bosque. — Y se que no volverá, solo ha dejado una pequeña nota en casa dando a entender eso.— Pensó en el dibujo.
— Lamento lo que estás pasando Yoon, pero si no puedes hacer nada por ello... ¿Crees que actuando de la manera que actúas es lo mejor?— Jungkook apoyó ambos brazos sobre la mesa, tomando una posición más cómoda para hablar seriamente. — Se que es una situación difícil y que probablemente te sientas jodidamente mal, pero si te destruyes de esa manera, todo lo que ha ayudado esa persona a cambiarte y a hacerte feliz será completamente en vano, no dejes que esto te dañe de esa manera, demuéstrale al mundo que eres distinto y que eres grande.— Jeon dio una pequeña sonrisa.— Además, no debes perder la esperanza, si la vida te sonrió una vez, puede hacerlo una segunda...
Yoongi pensó unos segundos en las palabras del chico. Tenía razón, Hoseok había dado todo de sí para ayudarlo, y no podía dejar que todos los esfuerzos del pequeño sean inútiles. Trataría de seguir adelante, aunque le doliera demasiado no tenerlo consigo, pero no perdería la esperanza, sabia que volvería a ver a ese pequeño tarde o temprano.
— Gracias por tus palabras...
— No hay de qué.— Jungkook tomó un sorbo de su café. — Ahora quita ese rostro de amargado, te presentaré mejor a mis amigos, estoy seguro de que te sacaran una sonrisa.
Yoongi simplemente asintió y tomó su café, no le haría nada mal distraerse un poco, y que mejor tratando de utilizar cada enseñanza que Hoseok le dio.
Solo tenía que ser él mismo.
.⃗✩₊⋆。
Seokjin esperaba a que el lindo rubio abriese su puerta, había estado tocando por unos minutos hasta que oyó la voz de este decirle que ya iba en camino.
Solo unos minutos después, la puerta frente a él fue abierta dejando ver al hada que se refugiaba dentro. El castaño se sintió más preocupado que antes.
La dulce hada que siempre brillaba estaba más opaca que nunca.
Sus alas habían perdido todo su brillo y ahora estaban totalmente oscuras y dañadas, tan débiles que dudaba que este pudiera volar sin sufrir incontables malestares y dolores.
Unas horribles ojeras oscuras hacían acto de presencia bajo esos lindos ojos, su piel estaba demasiado pálida y sus labios resecos. Su cabello no tenía un aspecto demasiado sano, y el hecho de que el hada parecía bastante dejada con su apariencia personal lo hacía ver peor.
Jin no era su amigo, pero quería abrazarlo fuertemente y llorar. No podía verlo así, era algo tan poco común ver a uno de sus compañeros así que le hacia añicos el corazón presenciar tal atrocidad.
— Hola Hoseokie...— Habló despacio tratando de no sobresaltar al chiquito frente a él, quien lo miraba expectante ante su visita. — Lamento molestarte, pero quería hablar contigo unos momentos, si me dejas...
— Oh...— Hoseok parecía sorprendido ante el pedido de su compañero pero no le molestó, pues dio una pequeña sonrisa y amablemente se corrió de la entrada para dejar pasar al castaño. A pesar de estar casi destruido seguía siendo una dulzura, su corazón era realmente puro.— No hay problema, pasa.
Seokjin entró con cuidado, y miró su alrededor. Incluso el pequeño hogar parecía deprimente y frío, necesitaba ayudar a ese pequeño.
Hoseok lo guió hasta la mesa, mientras alcanzaba un pequeño recipiente que al parecer tenía galletas, y así ofrecerle al hada, quien aceptó gustosa.
— Gracias... ¿Las has hecho tú?— Preguntó Jin mientras tomaba una para probarla, sorprendiendose ante lo deliciosa que estaba.
— Si, yo he aprendido a cocinar...— Dijo con una vocecita rota y melancólica. — Antes no sabía demasiado de la cocina, pero he logrado aprender.
— Me alegro... Sabes, vine aquí solo por una cosa y necesito que seas totalmente honesto conmigo. — Jin terminó su galleta y miró serio al hada frente a él. No dejaría que este siga guardandose todo para él solito.— Necesito saber que pasó en tu misión para que estés de esta manera, Hoseok. Por favor no lo escondas más, esto es muy malo para ti, cada dia es peor y no podemos ayudarte si no sabemos cómo exactamente.
Hoseok ecucho atentamente y bajó la mirada, tratando de evitar hacer contacto visual con el castaño. No quería hablar de ello, solo lograría terminar llorando y ser regañado por arruinar una tonta misión.
— Hoseokie, por favor...— Jin tomó las manos del rubio entre las suyas y las apretó suavemente para darle apoyo.
Jung asintió despacio, aceptado el pedido del más alto.
— No ha sucedido nada malo en realidad... sinceramente fue una misión estupenda, Yoongi es alguien maravilloso y aunque costó un poco, él se ha abierto a ser como realmente es. Todo ha sido un verdadero éxito. — Hoseok sonreía al hablar de Yoongi. — Solo... Yo me he hecho ilusiones tontas, creí que seguiría a su lado y cuando me di cuenta que la misión estaba completa, solo quería llorar al pesar que nunca volvería a su lado.— Soltó un suspiro entrecortado, como si estuviera aguantando las ganas de llorar.— Así que apenas tuve oportunidad, tomé mis cosas y varias otras que no podían quedar allí y me fui, me deshice de todo lo que no tenía utilidad y traje conmigo algunas cosas importantes, como la ropa que he hecho allí.
Seokjin aún no entendía que le sucedía al hada, porque si todo había ido bien, ¿Por qué estaba como estaba?
— No lo entiendo Hoseokie... ¿Que es lo que te tiene tan mal?
— Y-yo... — Los ojitos de Hoseok comenzaron a llenarse de lágrimas y cuando no pudo aguantar más, se soltó a llorar desconsoladamente. — Me he enamorado... Me he enamorado de ese humano y no puedo olvidarlo tan fácilmente como debería.
Y Seokjin comprendió el porqué de su estado.
Un hada enamorada era algo muy bello pero muy peligroso. El amor era un sentimiento tan puro que hacía que los corazones de las Hadas se vuelvan completamente vulnerables. La magia incrementaba enormemente cuando se encontraban enamoradas, pero si ese amor no era correspondido o por alguna razón no estaban con esa persona que amaban, su magia disminuía al punto de ser fatal. Y esa era la razón por la cual Hoseok perdía su magia día a día.
Jin se acercó al rubiecito y lo envolvió con sus brazos, tratando de consolar al pequeño que no paraba de llorar. El pobre estaba tan mal que creía que no podría ayudarlo.
Las hadas eran muy fuertes y muy débiles al mismo tiempo.
¿Como era posible que solo un sentimiento pudiera darles tanta vida como quitársela en solo un momento?
— Lo lamento mucho pequeño, realmente lo lamento, pero haré lo posible para ayudarte, ¿Bien?
Hoseok solo asintió, pero tenía tan poca fuerza que solo pudo sonreír sin decir nada. Sus fuerzas le fallaron y cayó levemente contra Seokjin, quien lo sostuvo para evitar que cayera y se golpeara.
Y Jin supo que necesitaba actuar de forma urgente si quería salvar al pequeño.
⍩ ⠂⠄⠄⠂⠁⠁⠂⠄⠄⠂⠁⠁⠂⠄⠄⠂⠁⠁⠂⠄⠄⠂⍩
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro