Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

03˚.༄

Podía ser alguien malo...੭ु

Luego de limpiar todo el desastre que había en la cocina, y muchas disculpas por parte de Hoseok, Min tomó un baño y se vistió para poder salir de su hogar y prepararse para el trabajo.

Realmente no le gustaba su puesto, ser mesero no era malo pero con su carácter era... complicado. No era nada bueno con el trato a la gente, generando pequeñas discusiones de vez en cuando.

Hoseok lo seguía por detrás, intrigado por saber que era lo que ocupaba la mente de Yoongi. Sentándose en el escritorio de este, veía como Min terminaba de prepararse, más al ver como salía apurado de la habitación se apresuró a volar cerca de él.

—¿Donde vamos Yoonie?— Preguntó el pequeño al ver al más grande tomando las llaves.

—Debo ir al trabajo, si quieres puedes quedarte aquí... — Sin embargo no pudo seguir hablando pues el hada inmediatamente se coló dentro del bolsillo de su chaqueta.— Okey, ya entendí.

Apresuradamente salió de su hogar, rogando por llegar temprano y tener un día tranquilo, mas no sabía lo que vendría.

.⃗✩₊⋆。

Al llegar al local, dio una leve reverencia a sus compañeros y se dirigió a la habitación de empleados, donde su "uniforme" lo esperaba, o mejor dicho, un delantal con su nombre.

Hoseok salió a escondidas del abrigo, metiéndose dentro del delantal para no ser descubierto. Yoon simplemente lo ignoró.

El castaño comenzó a trabajar una vez abierto el local. Siendo día laboral, era normal encontrarse con mucha gente. Ya sea mayor, adultos jóvenes o niños, la tienda estaba completamente llena, y gracias a eso el mal humor del chico se disparó.

No era sorpresa que los clientes fueran maleducados, quienes no podían esperar unos minutos para pedir su orden o quienes querían la cuenta, o la gente disconforme con su pedido, o quienes no se decidían y le preguntaban cada mínimo detalle del menú a Min, o solo quienes no tenían un buen día y absolutamente todo les disgustaba.

Este último caso era el vivido por Yoongi actualmente, solo que no era una sola persona, sino tres. Dos chicos y una chica que parecían ser hermanos.

Ella parecía fastidiada por sus acompañantes los cuales solo sabían hablar por lo bajo mientras veían a la gente pasar. Si, chicos que al parecer solo les gustaba reírse de los demás. Y eso a Yoon le molestaba en demasía.

—¿Que van a pedir, señores?— Dijo en tono bajo, tratando de ignorar las miradas que los dos chicos le daban, ella solo miraba su celular tratando de distraerse.

—Mmh... — Uno de ellos, de cabello negro, se acercó al oído de su hermano y le susurró, el otro rió y asintió.— Queremos un café doble, una malteada de fresa y una de chocolate.

— Bien...— Anotó el pedido y volvió a mirarlos.— ¿Desean algo más?— Preguntó, viendo a los contrarios negar se retiró.

Esperando por el pedido, siguió atendiendo a demás clientes.

Hoseok por su lado, parecía entretenido con las monedas dentro del delantal de Yoon, jugueteando con ellas sin ser conciente de lo que sucedía fuera.

.⃗✩₊⋆。

Min llevaba el pedido a la mesa de los tres jóvenes. Estos seguían en su mudo riendo de cualquier cosa que se les pasara por la mente.

—Aquí está su pedido, solo llamenme si desean algo más. — Yoon dejó las bebidas sobre la mesa e hizo una reverencia dispuesto a retirarse apresuradamente, más un llamado lo detuvo.

—Dusculpa, mmmh, ¿Yoongi, no es así?— El castaño se acercó y asintió, esperando por el pedido del chico.— Me gustaría pedir algo más...— Este tomó la malteada de fresa y se levantó de su asiento. Min retrocedió y frunció el ceño, aunque no pudo esquivar el líquido que este le había volcado encima.— ¡Oh! Creo que no eh tenido tiempo de cambiar el pedido, lo lamento Min— Decía en tono sarcástico mientras reía del chico sucio frente a él.

Yoongi no sabía que hacer, era capaz de tirarse sobre el joven y golpearlo, pero era consciente de que si lo intentaba sería despedido y desgraciadamente necesitaba el dinero.

Se dio la vuelta para salir de allí lo más rápido posible, no podía seguir siendo humillado, ya tenía bastante con tener su ropa y parte del cabello lleno de fresa. Entró a la pequeña habitación de empleados, metiendo las manos en sus bolsillos para verificar que su dinero estaba en buen estado. Y aunque si lo estaba, se sorprendió al no encontrar a Hoseok jugando con sus monedas.

De una torpe manera se quitó el incómodo delantal, y olvidando su sucio cabello salió nuevamente de la habitación para buscar a la pequeña hada.

— ¡Hoseok!... ¡Hoseok! ¡¿Donde estás pequeño travieso?!— Susurraba de una manera sonora para el rubiecito, buscado detrás del mostrador.

Por otro lado, el chiquito escondido detrás de una silla vacía ideaba alguna forma de vengarse de esos grandotes que habían molestado a su Yoonie. A pesar de que no le gustaba la idea de humillar o molestar a alguien, no se quedaría de brazos cruzados. No cuando a esos chicos poco les había importado molestar a alguien que estaba trabajando.

Voló despacio, tratando de no ser visto. Sus alitas, a pesar de ser pequeñas, eran muy llamativas. El brillo que emitían era bastante fuerte, lo justamente necesario para que cualquier persona lo pueda ver a una distancia bastante considerable.

Una vez frente a la mesa de los tres chicos se acercó lentamente. Con sumo cuidado anudo los cordones de los tenis de la niña, pues quería molestarla por no defender a su Yoonie pero tampoco quería humillarla demasiado pues no había sido ella quien había ideado ese plan. Ni siquiera habia participado, solo lo había ignorado.

Con sumo cuidado se escondió debajo de la mesa, esperando el momento oportuno para llevar a cabo su verdadero plan. Cuando el chico de cabello negro acercó su bebida al rostro para dar su primer sorbo, tomó impulso y empujó su mano para volcar todo sobre él. El chico se impulsó hacia atrás con la silla al ver el desastre hecho.

Enojado se levantó de su silla, oportunidad para que Hoseok se acercara al otro chico -que era de cabello rubio- y pellizcara una de sus piernas, haciendo que salte en su lugar. ambos se dispusieron para ir al baño, uno para lavarse y otro para revisar si tenía una picadura, pues no encontraba otra lógica para el pellizco o pinchazo en su pierna. No pudieron dar dos pasos más, pues un fuerte ruido detrás suyo trajo nuevamente su atención. La chica que hace unos pocos momentos estaba inmersa en su móvil estaba hechada en el piso junto con su silla.

Los tres al sentir las miradas sobre ellos dejaron el dinero sobre la mesa y prácticamente salieron corriendo de la cafetería.

Yoongi había visto todo desde su lugar.

Unos minutos después vio a Hoseok a su lado, llamándolo para ir a un lugar más privado. Ambos ingresaron en la habitación de empleados. Min tomó asiento en un banco y Hoseok volaba frente suyo.

—¿Que te ha parecido el espectáculo?— Preguntó inocente el hada.

—Espera, ¿Has sido tú el que ha armado el desastre allí afuera?— Preguntó con diversión Min.

—Por supuesto, no podía dejar que esos chicos se salieran con la suya.— Frunció su ceño, haciéndolo ver increíblemente tierno.— Se lo tenían merecido.

—Así es pequeño payasito...— Dijo susurrando.

—¿Por que me dices payasito?— Preguntó con curiosidad.

—Porque luces gracioso tratando de ser malo... — Le explicó Yoongi riendo por la carita del hada.

—¡Oye! ¡Yo puedo ser muy malo!— Contestó indignado mientras cruzaba sus brazos y fruncía su ceño. Sus mejillas estaban completamente sonrojadas.

—Como diga señor payasito...— Dejó su lugar para arreglar su cabello y seguir con su trabajo.

—¡Que no soy un payaso!— Hoseok seguía al más alto mientras se quejaba.

—Claro, claro...

Y así pasó el resto de la mañana, Yoongi atendiendo y burlándose del pequeño Hoseok, y este protestando indignado mientras seguía entretenido con las monedas dentro del bolsillo.

⍩ ⠂⠄⠄⠂⠁⠁⠂⠄⠄⠂⠁⠁⠂⠄⠄⠂⠁⠁⠂⠄⠄⠂⍩

Ya saben si ven algún error o incoherencia me lo hacen saber para poder arreglarlo🌻

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro