Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

A primera vista


La verdad nunca pensé que mi hermana se casaría. Siempre la encontré insoportable. Pero aquí estábamos, en una "fiesta de compromiso", al más puro estilo gringo, que en realidad era para conocernos entre familias. Estaba bastante aburrida, hasta que llegó una hermosa mujer a la casa. Vestía un ceñido vestido negro sin mangas, escote en v y de largo hasta las rodillas, se veía tan sensual. Pero todo se derrumbó, dentro de mí, cuando vi que llevaba de la mano a su novio. Los seguí observando con descaro mientras bebía una botella de cerveza. No podía quitarle los ojos de encima, menos después que noté que su novio era claramente un mujeriego. Miraba a su alrededor como si estuviera buscando una presa. Continué siguiéndola con la mirada, hasta que saludó a mi cuñado y a mi hermana. Así que se conocían. Podría preguntarle luego quién era. Aunque, no estaba tan desesperada como para ir tras una hetero, ¿o sí?

Las horas transcurrieron tranquilamente, seguí cautelosamente a la pareja, de paso supe por mi hermana que ella era mi concuñada cuando me la crucé mientras llevaba más carne a la parrilla. Parecía una maldita acosadora. Pero no había nada más divertido que hacer en esa fiesta tan extrañamente formal. Ya era de noche, cuando esa belleza se me acercó directamente.

—Hola...—quise saludarla, pero me interrumpió.

—Escúchame bien, no creas que no noto la forma que miras a mi novio. Que te quede claro que no te lo llevarás a la cama esta noche.

Aquello fue bastante gracioso, así que no pude evitar responderle con una sonrisa.

—Que bien, porque a la que me llevaría a la cama es a ti.

Quedó tan sorprendida por mi respuesta que se tomó unos segundos antes de hablar.

—Espera, ¿tú...?

—No lo estaba mirando a él, te estaba acosando a ti, y me disculpo por eso. Es que estoy tan aburrida que ni el alcohol me toma.

—Ay, no, qué vergüenza. Perdóname por lo que dije. No sé en qué estaba pensando.

—No te imaginaba celosa.

—Sí... lo perdoné una vez, y es difícil recuperar la confianza.

—Entiendo. Debe ser horrible, sobre todo si no pone de su parte...

Señalé con la cabeza en dirección a él, estaba hablando con una mujer que ni siquiera conocía. Ella se disculpó y fue casi corriendo donde él.

Esa fue la última vez que la vi. Y ahora estaba aquí, en la boda de mi hermana, sin él. Estaba con un amigo de acompañante que claramente era gay. Yo vine sola, porque pensaba irme pronto de ahí. Pero ahora que la veía, se acababa de hacer más interesante la fiesta que duraría hasta el amanecer con barra libre. Nos sentamos en la misma mesa, porque éramos familiares de los novios. Ella estaba frente a mí, pero todo el tiempo estuvo cuchicheando y riendo con su amigo. Me parecía cada vez más hermosa a cada carcajada.

Cuando por fin las formalidades y discursos terminaron, fue el turno de la banda en vivo. Retiraron las mesas y por fin la fiesta comenzó. No sabía si invitarla a bailar, así que fui directo a beber valentía. Unos cuantos tequilas fueron suficiente. Suspiré. Estaba bailando con su amigo aún. Caminé hacia ella con determinación, preparada para cualquiera que fuera su respuesta. Su amigo se dio cuenta que iba hacia ella, así que le dijo algo al oído y se fue. Me encantaba la hermandad gay, no era la primera vez que me ayudaban.

Sonreí casualmente cuando estuve frente a ella, antes de decir cualquier cosa. Me incliné hacia su oído y en un susurro que sólo ella podía escuchar le pregunté si quería bailar conmigo. Por toda respuesta rodeó con sus brazos mi cuello, mientras yo la sujetaba por la cintura. Nos movíamos lento, sin prestar atención realmente a la música, por lo que poco a poco nos alejamos de la pista de baile central, así podría conversar un poco más con ella.

—Aún me da vergüenza recordar lo que te dije ese día — me dijo mirando hacia abajo.

—A mí me causa gracia. Que no te dieras cuenta que te estaba mirando a ti.

—Es que lo más vergonzoso es que él ni siquiera valía la pena. Nunca me sentí tan estúpida con alguien antes.

—No seas tan dura contigo, a veces cometemos errores, nos enganchamos de personas que no lo merecen. Él no se merecía tu amor, y listo.

Ella soltó una carcajada por mi frase sentimental.

—Las relaciones con las mujeres me han salido mejor —me contestó sonriendo.

— ¿Ah sí? Así que juega a dos bandas la señorita ¿eh?

Se rio por mi comentario y sólo asintió con la cabeza. Había buena química entre ambas.

—Si llegamos a tener algo, ¿cuenta como incesto, considerando que somos concuñadas?

Volvió a reírse con ganas de la estupidez que dije. Me encantaba hacerla reír.

—No somos Lannister para que pase algo así, y tampoco tenemos un vínculo de sangre, así que, vamos a estar bien.

Acercó su rostro poco a poco al mío, y yo busqué su boca sin titubear. Nuestras lenguas se sincronizaron deliciosamente, hacía mucho que no sentía un beso así de bien. Cuando nos separamos, nos miramos fijamente a los ojos unos segundos, claramente ambas queríamos algo más esa noche. Sonreí antes de lanzarle mi propuesta.

— ¿Y si mejor pido un uber?

—Si no lo haces tú lo hago yo —me respondió sonriendo.

A pesar de que era casi media hora de viaje hasta mi casa, se sintieron como 5 minutos, porque dentro del auto nos pusimos a bromear y conversar como si nos conociéramos de toda la vida, simplemente se sentía todo natural. Seguimos hablando con normalidad en el ascensor, pero una vez que entramos al departamento, se abalanzó sobre mí para besarme, y yo la envolví en un abrazo en la cintura para corresponderle.

Seguimos besándonos, lento y pausado, disfrutando de la sensación placentera que nos embargaba. Cuando nos separamos, nos quedamos mirando fijamente y podría jurar que sus ojos tenían un brillo especial. Mi corazón estaba acelerado, quería llevarla a mi habitación, pero por alguna razón me sentía muy nerviosa al pensarlo. Ella pareció notarlo, porque tomó mi mano presionándola suavemente, a la vez que me sonreía dulcemente. Mi corazón se derritió, me sentía embobada mientras la guiaba hacia mi habitación.

Se dejó caer en la cama, mientras yo buscaba su boca con fervor para besarla. Ella aprovechaba para quitarme la ropa, que no era tan fácil de quitar, ya que era un traje de dos piezas, no un vestido. Parecía complicada, así que entre risas me fui quitando la chaqueta y la blusa haciendo poses sensuales, porque me encantaba escucharla reír.

Entre besos y caricias fui explorando poco a poco su cuerpo, besando cada rincón, porque nuestra química iba más allá de la conversación. Parecía como si nuestros cuerpos encajaran de tal manera que cada roce se sentía bien, cada beso húmedo, cada agarrón, cada mordida. Su olor, su cabello, su humedad, todo me hacía sentir en una especie de trance, como si sólo fuéramos nosotras dos, un momento de felicidad intensa. Sus gemidos entremezclados con los míos, parecían hacer arder nuestra piel, las sábanas revueltas y humedecidas, evocaban nuestro instinto animal más puro, el de que querer fusionarnos en una danza corporal que cada vez era más intensa, más placentera e inolvidable.

Nunca había sido tan bueno como con ella. Tal vez fue amor a primera vista, tal vez no. Lo único que supe en el instante que desperté abrazada a la espalda de ella, era que quería despertar así cada mañana. Así que el verdadero desafío era, a partir de ese momento, conseguir que ella decidiera seguir su camino conmigo en el futuro.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro