Estaba acostado en mi habitación, estaba oscuro y escuchaba el leve zumbido del ventilador, era un remedio eficaz para dormirse. Ya estaba por dormirme y en ese instante un ruido me hizo abrir los ojos, ese ruido fue leve pero alarmante, sonó como si algo blando chocara con la ventana. Miré hacia la ventana y vi la silueta de una persona que tenía las palmas en el vidrio como tratando de ver hacia adentro. Después de un instante de terror, la silueta se alejó lentamente. Fue una experiencia atemorizante pero lo que más me aterrorizó, fue que mi apartamento estaba en el quinto piso.