Es una mañana tranquila, despejada y algo calurosa. Camino por el sendero hacia mi casa como todos los días. Es un largo y estrecho caminito que se formó por el ir y venir de algún vehículo que antes tenía permitido el paso por aquí, pero desde que se inauguró la carretera 32 nos queda para los peatones o ciclistas como camino más corto para llegar al pueblo desde la estancia donde trabajamos, y allí trabajamos muchos hombres ¿vio? por eso me extraña que esta mañana sea el único en caminar por aquí, o tal vez salí antes... no creo... o puede ser... total, el patrón no estaba ¿qué daño le podría hacer?
Lo que me molesta de esta zona es que la gente lo use de basurero, si lo arregláramos un poco podríamos crear una plaza, se me ocurre poner unas mesas y bancos por ahí, unas hamacas por allá... y tendríamos donde matear al aire libre siempre que quisiéramos, digo si la gente del pueblo me apoyara ¿vio?, pero no, vienen y tiran basura nomas. ¡Que terreno bonito nos perdemos! Amplio, con el pasto bastante alto y árboles que se necesitan podar pero eso es fácil... tal vez lo proponga en la junta concejal...

-Eep! ¿De dónde?

¡Qué raro, puedo jurar que escuché mi nombre!

-¡Sí, soy yo! ¡Muéstrese, chica!

No hay nadie. Me extraña y me asusta, digo, no es que yo sea un cobarde ¿vio? pero hay cosas que exceden al hombre y hay que respetar ¿vio?

De golpe una bolsa particularmente me llama la atención. Me acerco y apenas la corro me domina el espanto. En los años de mi vida jamás había vivido algo así. ¡Es aberrante, bárbaro de barbarie ¿vio?, atroz, indignante!

Corro hacia la calle que se asoma entrando al pueblo tan rápido como puedo y por suerte me topo con la autoridad policial enseguida, más bien me los choco de frente y doy contra el parachoques del coche patrulla, tenían que frenar si o si, gracias a dios venían a marcha lenta y me vieron, no fue para tanto, un golpecito nomas. Les digo lo que vi y ellos entran con auto y todo por ahí y me llevan para que los guíe. Me hacen preguntas y me piden que me quede porque me van a llevar a declarar, pero yo no sé nada más de lo que vi ahí, señor, ¿por qué no puedo irme a mi casa?

-Yo solo pasaba, don, volvía de trabajar en la estancia Los Carlos, de la familia Herrero, ellos son mis patrones ¿vio? y vine por ahí como todos los días que me voy a mi casa a pegar la siesta antes del almuerzo y después la siestita de la tarde hasta que se trabaja otra vez a la noche ¿vio? porque soy el guardia nocturno ¿vio?
La chica estaba ahí, yo corrí una bolsa grande, estaba abierta y el cuerpo se cayó. No se mas nada que eso, don policía, nunca la había visto antes. 

Pobrecita, parecía tan joven... ¿qué quiere que le diga?... éstas cosas no son comunes por aquí, es un pueblo tranquilo ¿vio?

Estoy afectado y apenado, porque es la hija de alguien, la hermana de alguien... tengo una hija de su edad ¿vio? y esto me duele... perdone el llanto... pero me siento muy triste.