Érase una vez, en un lugar no muy lejano que ocurrió esta historia, se trata de una pequeña hada muy inteligente llamada Camila, ella era la más hermosa y pequeña de todas las hadas de aquel reino.

Un reino enorme, con gigantescos pasillos y rincones que la pequeña tenía prohibido conocer, pero la pequeña Camila solo pensaba en su curiosidad por conocer cada rincón del enorme reino y saber que había allí y porque ella era la única que no podía conocerlos como el resto de las hadas.

La pequeña fue creciendo con la curiosidad y ni siquiera porque era un poco más grande podía conocer esos lugares, y estaba muy enojada por ello.

Así que una noche mientras las demás hadas dormían, Camila despertó y camino por el reino, encontró un rincón y con miedo y culpa porque sabia que estaba prohibido entro en él, pero de repente se encontró sorprendida y asustada por todo lo que allí había.

Empezó a gritar aterrada, pidiendo ayuda mientras que los enormes dragones se le acercaban, entre el asombro y el miedo no podía creer que eso era lo que tanto le ocultaban.

Las demás hadas escucharon los gritos y se dirigieron al lugar, al llegar no podían creer que Camila estuviera ahí, lucharon con fuerza contra los dragones que con miedo por el enojado de las hadas soltaron a la pequeña Camila, la pequeña lastimada volvió al reino con las demás hadas que con pena y enojo la veían.

- ¿Qué has hecho Camila? -pregunto el hada mayor enojada.

-Tenía curiosidad-respondió la pequeña.

-Allí solo hay dolor Camila y eso no da curiosidad-dijo el hada con pena.

- ¿Por qué? -pregunto Camila.

-Porque ese es el mundo real, no es tan lindo como muchos creen, y tú eres pequeña y no estas preparada para salir a él y por eso te has criado entre flores y jardines y no entre dragones porque eres la esperanza que de solo exista el bien y no el mal-contesto el hada seria.

-Pero no debería ser asi-respondio Camila viendo a las demás hadas.

- ¿Cómo dices? -pregunto el hada mayor.

-No puedo criarme entre flores porque seré débil y no puedo criarme entre dragones porque seré cruel, debo criarme entre ambos para ser fuerte-dijo seriamente la pequeña.

Las demás hadas sorprendidas por sus palabras sonrieron.

-Tienes razón, desde hoy vivirás en ambos lados y serás fuerte-dijo el hada mayor.

Moraleja

Vivir entre lo bueno no siempre es lo correcto, hay veces que vivir en ambos lados nos hace mejores personas, mejores hadas, como Camila.