Jamás me imaginé que mi hermano llegara a jugársela tanto por una humana y mucho menos que terminara enamorándose de ella.

El que siempre renegó de todas las enseñanzas de nuestro padre.

El que nunca quiso tener ningún tipo de trato con los humanos.

El que me echaba en cara el simple hecho de acudir a una escuela y relacionarme con Yoriko.

El que se consideraba de una raza superior y había pertenecido a una banda terrorista que abogaba por la supremacía ghoul.

¡Y ahora Ayato Kirishima traería a la guarida a su pareja humana para protegerla de Furuta!

Me moría de ganas por conocer finalmente a la persona que había obrado esa proeza en el idiota de mi hermano.

=====================================================

—¡Haise! —gritó la violinista emocionada al verlo en el interior de la oficina de :Re. En ese momento la chica no pudo reprimirse y fue hacia él echándose afectuosamente a los brazos de su antiguo guardaespaldas para el disgusto de su ahora novio—. Me alegro que estés vivo.

—Y yo me alegro que al final hayas decidido venir con Ayato —le dijo devolviéndole el abrazo gustoso—. Pero será mejor que vuelvas con él antes de que le dé un ataque de celos y me acribille con sus cristales —comentó en voz baja echando una cabezada hacia el Kirishima quién giró su rostro indignado tras escuchar ese comentario—. Ya te dije cuando nos conocimos que los ghouls son muy celosos y posesivos... y más con sus parejas.

Los dos se rieron a gusto mientras el ukaku se sonrojaba avergonzado.

—¿Y cómo debo llamarte ahora? —le preguntó Lyra con curiosidad—. Nunca he conocido a una persona con tantos nombres: Haise, Kaneki, Rey Cíclope, Parche... —enumeró con los dedos.

—Mi verdadero nombre es Ken Kaneki, así que Kaneki estará bien.

—Está bien, Kaneki.

—¿Y tú, mocoso?¿Acaso no piensas presentarme a tu novia? —se escuchó una voz al fondo de la estancia. La rubia se volteó percatándose de la presencia de la regente de la cafetería quien se acercó lentamente al grupo hasta ponerse junto a ellos.

<<Así que ella es la hermana de Ayato>>

Viéndola con el pelo azabache la semejanza con su familiar era indiscutible y se dio un /facepalm mental por no haberse dado cuenta del parecido desde el principio. Sin embargo, por alguna razón, tenía la extraña sensación de que ya había visto a la ghoul con esa apariencia en algún lugar.

<<¿Pero dónde?>> se cuestionó pensativa.

—Lo haré cuando tu novio deje de acapararla —murmuró el Kirishima con un deje de rencor.

—Jajaja, si que te ha dado fuerte hermanito —rió la ghoul cruzándose de brazos con una sonrisa picaresca—. ¿Quién lo hubiera dicho hace unos años, verdad?

—Tch, cállate —susurró molesto.

—Lyra, te presento a Touka —dijo Kaneki presentándola ante la nombrada—. Y cómo ya habrás podido deducir... es la hermana de Ayato.

—¿To-touka...? —repitió inquieta la inglesa pues, al escuchar el nombre, supo de dónde recordaba a la camarera de la cafetería—. ¿Touka Kirishima? —inquirió para asegurarse bien.

—Sí —le confirmó Ayato—. ¿Qué ocurre Lyra? —le preguntó al ver cómo la cara de ésta palidecía por momentos.

—Touka, ¿por casualidad conoces a una chica llamada Yoriko Yosaka?

—Sí, era mi mejor amiga del instituto —le contestó sorprendida de que la relacionara con ella.

—Entonces no sé si estáis seguros aquí —sentenció la violinista dejando a todos alarmados.

—¿Por qué lo dices? —preguntó Kaneki preocupado.

—Yoriko va a casarse con un inspector de la CCG llamado Takeomi Kuroiwa y le pidió que buscara a una amiga suya del instituto. Hacia mucho tiempo que no sabía nada de ella y le hacía mucha ilusión que fuera a su boda. Le dio una fotografía donde Touka aparecía abrazada a Yoriko y le dijo su nombre —les relató a los ghouls—. Por eso al verte con el color de tu cabello original sentía que te había visto en algún lugar. Porque yo he visto esa fotografía en el Castillo —dijo señalándose a sí misma—. Como Takeomi estaba muy ocupado con su trabajo, le pidió a Mutsuki que te buscara en su lugar para poder cumplir el deseo de Yoriko.

—Y Mutsuki ha estado varias veces en :Re —musitó el albino intuyendo a dónde quería ir a parar Lyra—. Conoce a Touka.

—Podría reconocerla aunque tuviera el cabello teñido. Ella siempre ha sido muy intuitiva. Ya sabes cómo descubrió a Torso en el taxi. Tarde o temprano la reconocerá.

—¡¿Sabías que Mutsuki era una mujer?! —exclamó el cíclope anonadado.

—Cuando fuimos a la tienda de las máscaras el chico tatuado hizo un comentario que me hizo empezar a sospechar. Además, en la ropa de la colada habían varios tipos de sujetadores: los míos, los enormes de Saiko y otros más pequeños de origen desconocido. Os he visto a Urie, Shirazu y a ti saliendo de la ducha con una simple toalla enrollada en la cintura —Ayato no pudo reprimir una mueca de enfado ante ese hecho— de modo que sólo podían ser de Mutsuki.

Kaneki sonrió ante la perspicacia de la chica.

—Ya te dije que ir a la escuela con los humanos era peligroso. Ahora tienes a las palomas otra vez detrás de ti, hermana tonta —le riñó su familiar descargando contra ella su molestia y su frustración.

—Para mí ir a la escuela y conocer a Yoriko fue muy importante, Ayato. Cuando me abandonaste en el Anteiku, me sentí sola durante mucho tiempo y su amistad me ayudó a seguir adelante —se defendió consiguiendo un refunfuño por parte del azabache—. Sin embargo, tras la muerte del Jefe me distancié de ella. Creía que así la protegería, pero tan sólo he conseguido preocuparla y que sintiera la necesidad de pedir ayuda para buscarme. Es una buena amiga.

—Pero Lyra tiene razón —concordó Kaneki—. Las cámaras de seguridad de la prisión podrían haber captado tu rostro y si Mutsuki ve las imágenes y las relaciona con la fotografía de Yoriko sabrá que eres una ghoul —declaró asintiendo con la cabeza—. La cafetería ya no es un lugar seguro para nosotros. Lo mejor será adelantar nuestros planes y trasladarnos al distrito 24 de inmediato. Tendremos que avisar a todos.

—¿Y qué pasa con Lyra? —cuestionó Ayato tomándola de la cintura preocupado y pegándola a él de forma protectora—. ¡No puede ir a un sitio que estará lleno de ghouls! Muchos de ellos se acaban de unir a Goat y quizás no puedan controlar su hambre si se cruzan con ella.

—Llamaré a los de la Gran Rueda para que le busquen un lugar seguro y se encarguen de ella mientras estamos fuera, ¿de acuerdo? —dijo el cíclope intentando calmar a su cuñado.

El ukaku desvió la mirada incómodo. Eso se alejaba bastante de lo que en un principio había planeado pues en la cafetería contaba con el apoyo incondicional de su hermana para cuidar de Lyra mientras estuviera ausente a causa de alguna misión y, al estar ahí, también hubiera podido convivir con la humana casi a diario. Pero ahora, en un instante todo se había ido al traste y debía ceder la custodia de la mujer que amaba a unos humanos desconocidos con los que habían contactado hacia apenas unos días y que decían querer colaborar con ellos.

—Ayato... —le nombró Kaneki llamándole la atención.

—Está bien —aceptó el ukaku a regañadientes. No le gustaba la idea de separarse de la violinista en absoluto, mas no se le ocurría una solución mejor para salir del paso. Por ello, él también iba a hacer un ligero cambio en sus planes—. Pero yo no iré al distrito 24 con vosotros, me quedaré con Lyra —le dejó en claro a su rey—. Si necesitáis mi ayuda me llamáis al móvil y listo.

—No es buena idea, te expones mucho quedándote en la superficie tú solo. Los Oggai son una amenaza considerable incluso para ti —insistió el cíclope queriendo que entrara en razón.

—Ayato, haz caso a Kaneki. Yo estaré bien con esa gente —le aseguró la inglesa intentando convencerlo para que se fuera con el resto de los suyos ya que estaba preocupada por él.

—He dicho que no —se negó en rotundo—. Esos niñatos de mierda no me importan un carajo, así que avísame cuando te digan la dirección para poder irnos —zanjando en modo tajante la conversación.

—De acuerdo —aceptó el otro asumiendo su derrota al conocer de sobras el carácter temperamental y cabezota de su cuñado.

—Lyra, no sé que le has hecho a mi hermano para que recuperara el sentido común pero gracias —le agradeció Touka quien había contemplado toda la escena con una sonrisa.

—Pues la verdad es que yo tampoco lo sé —le respondió la muchacha rascándose la nuca dubitativa—. Todos mencionáis que antes tenía un carácter terrible; sin embargo, para mí nunca ha sido así. Es un chico muy bueno y amable.

El Kirishima se sintió cohibido por el halago de la inglesa, cosa que empezaba a ser una costumbre en él.

—¿Mi hermano un chico bueno y amable? —cuestionó la camarera fingiendo incrédulidad—. La última vez que mi hermano fue un encanto creo que tenía unos ocho años. ¿Seguro que estamos hablando de la misma persona?

Lyra se tapó la boca dejando escapar una risilla divertida mientras que Ayato dirigía sus orbes oscuros a su hermana sin disimular para nada su crispación.

—Me gusta oír cómo toca su violín. Me relaja mucho —constató con firmeza ante la sorpresa de todos los presentes.

—¡Pero si solamente me has escuchado tocarlo el día que quedé contigo en el parque! —exclamó la humana casi sin poder creerlo.

—En realidad han sido muchas más —reconoció en apenas un murmullo—. Desde el momento que te chocaste conmigo, he sabido dónde vivías y por las noches iba a visitarte para cuidarte del resto del ghouls aunque tú nunca te percataste que estaba escondido en el balcón de tu apartamento.

—¿Por eso has dejado que lo trajera conmigo?¿Para seguir oyéndome tocar la música con él? —le preguntó estupefacta por la confesión. El Kirishima hizo un pequeño gesto afirmativo ganándose un cariñoso abrazo por parte de ella que no dudó en corresponder—. ¡Oh, qué tierno Ayato!

—Será cierto cuando dicen que la música amansa a las fieras —resaltó Kaneki provocando la risa de todos excepto la del ukaku quien los miró por enésima vez con cara de fastidio—. Será mejor que empecemos a movernos para trasladarnos de lugar. La CCG no tardará en aparecer.