Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

33. ~Tsukiyama~


Desde el día que a Ken Kaneki se le había dado por muerto en la redada que tuvo lugar contra la cafetería del viejo Yoshimura por parte de la CCG, me había sumido en una profunda depresión.

Me pasaba las semanas y los meses tumbado sobre mi lecho. Recluido en mi lujosa y tenebrosa habitación sin ánimos de contemplar ni siquiera las hermosas rosas que crecían en el jardín de la mansión familiar o de tocar una simple melodía al piano.

Mi padre, desesperado ante la situación, lo intentó todo para sacarme de ese estado aletargado en el que me encontraba. Incluso comenzó a volverse descuidado y les ordenó al resto de ghouls del clan Rose que salieran de seguido para buscar la mejor comida que existiera en toda la ciudad... y por "comida" me refiero a humanos refinados o exóticos que pudieran haber atraído mi especial interés y satisfecho mi exquisito paladar.

El pobre hombre tenía la esperanza de poder descubrir un diamante en bruto como lo había sido mi amado rey cíclope, un sustituto digno que consiguiera hacerme olvidarlo para siempre aunque fue inútil.

La muerte de Ken Kaneki también había supuesto mi muerte en vida. Una muerte lenta, agónica y dolorosa que provocaba que perdiera el control sobre mí mismo y de mi kagune cada vez que mis criados me obsequiaban con alguna ofrenda humana y ésta no cumplía con mis exigentes requisitos.

Al final, en la fría soledad de mi recámara, me hice a la idea. La vida sin él ya no tenía sentido y, justo cuando estaba preparado para morir, Kanae obró el milagro mostrándome una fotografía que había sido realizada por mi querida Hori. En ella, se podía apreciar perfectamente la imagen de un joven inspector de ghouls de cabellos albinos y azabaches y ojos grises. Un joven cuyo rostro se asemejaba muchísimo al de Ken Kaneki y que debería tener la misma edad que él...

=====================================================

—Kanae, ¿estás segura que el chico de la fotografía suele pasar por aquí?

—La ratita dijo que siempre viene por esta calle para ir directo a su casa —le contestó la joven ghoul—. Quizás algo lo haya retenido por el camino. Sea un poco paciente, señorito Shū. Enseguida aparecerá y lo podrá ver pero, por favor, recuerde... —musitó poniéndole una mano sobre su hombro para brindarle un poco de apoyo y tranquilidad— ahora se llama Haise Sasaki. Después de haber sido herido de gravedad por un inspector de ghouls perdió sus recuerdos y trabaja para la CCG. Aunque su apariencia y su físico sean los mismos, se ha convertido en un enemigo para nuestra raza.

Y nada más finalizar su advertencia fue cuando Tsukiyama lo vio aparecer al final de la calle hablando de forma distendida con una bella joven de origen europeo. Por sus resplandecientes cabellos dorados y ojos verdes sospechaba que seguramente se tratara de una chica de nacionalidad británica o de algún país nórdico.

—Ka... ne... ki... —susurró a la vez que se alzaba de su silla de ruedas y salía corriendo en su dirección.

—¡Señorito Shū! —exclamó su acompañante alarmada por la repentina acción de él—. No... ¡No puede ir allí! —gritó en un intento por detenerlo.

—¡No pasa nada, Kanae! Todo saldrá bien —bramó a su vez para hacerse oír por encima del bullicio de la gente que transitaba por la misma avenida.

<<Es imposible que Kaneki se haya olvidado de mí>> se dijo totalmente eufórico. <<¡¡Volvamos a pasar tiempo juntos, Kaneki!! Little Hinami, Banjoy y los otros tres... ¡¡Vosotros también>>

—¡Señorito Shū! —gritó de nuevo la ghoul corriendo detrás de su amo.

<<Será como si nunca nos hubiésemos separado...>> pensó con una tierna sonrisa en sus cadavéricas facciones. Sin embargo, a escasos metros de su anhelado amigo se tropezó y, a causa de su frágil estado de salud, no pudo sobreponerse a tiempo y cayó de bruces contra el suelo.

—Poor man, will he be fine? (Pobre hombre, ¿se encontrará bien?) —escuchó como la rubia le preguntaba al inspector de ghouls en un perfecto inglés.

<<Británica... del área metropolitana de Londres>> concluyó el ghoul gracias al acento tan marcado de la muchacha y a su amplio conocimiento en idiomas.

—¿Estás bien? —dijo Haise con el rostro preocupado—. ¿Puedes ponerte en pie? —le preguntó arrodillándose frente a él para poder ayudarlo—. Apóyate en mí si quieres —se ofreció pasando el brazo de Shū por sus hombros.

Lyra inmediatamente se puso al otro lado de Tsukiyama ofreciéndole también su ayuda y, cuando la tuvo bajo su abrazo, percibió el aroma a ghoul que emanaba de ella. No era mucha sino una sutil chispa de esencia que apenas pasaba desapercibido en el ambiente pero que, para un experto en olores como él, era demasiado obvio y cuyo dueño reconoció al instante.

<<Kirishima...>> pensó con una sonrisa picaresca. <<Así que te has adjudicado una bonita mascota humana... debo admitir que es hermosa y desprende una fragancia sublime aunque tú la hayas mancillado con tu hedor de bárbaro y salvaje. Es una lástima que mis sirvientes no la encontraran antes, ella que hubiera sido una comida digna del Gourmet>>.

No obstante, por mucho que su instinto le instara a darle un buen mordisco, reprimió sus impulsos en contra de su voluntad dado que no era buena idea atacarla delante de ese Kaneki quien se había convertido en un inspector de ghouls. Revelaría su naturaleza, pondría en peligro a su familia y tendría serios problemas con Black Rabbit.

Recordaba con absoluta nitidez el día que quiso cometer canibalismo devorando a los jóvenes hermanos Kirishima y la guerra que le dio ese jodido mocoso junto a su hermana cuando solamente contaba con doce años de edad todavía le perseguía. Ni siquiera logró morder ni una sola vez a ninguno de los dos adolescentes y la paliza que recibió en contrapartida fue bastante considerable teniendo en cuenta que, comparado con él, se trataban de un par de críos con menos experiencia en peleas.

Con los años que habían transcurrido desde aquella contienda Ayato Kirishima ya había crecido convirtiéndose en un hombre adulto y, por lo que había oído, había pasado a ser un ghoul de rango SS que se había ganado a pulso su liderazgo dentro del Aogiri no Ki. Retarle apropiándose de su preciada mascota significaría una muerte segura y más en su penosa condición física, algo que no deseaba que ocurriera cuando se acababa de reencontrar con su razón para seguir viviendo.

<<Por mucho que me duela... no tengo más remedio que renunciar a ti, my sweet lady>>

Sin embargo, no se esperaba para nada que en su tan ansiado reencuentro Kaneki no diera muestras de reconocerlo. Un hecho que lo llenó en un instante de una profunda desazón y una gran melancolía.

Kanae enseguida llegó a donde se ubicaban y, sin decirles ni una palabra de agradecimiento o disculpa a la pareja, aferró a Tsukiyama obligándole a sentarse de nuevo en la silla de ruedas mientras éste contemplaba consternado la cara de preocupación y extrañeza en el inspector debido a su aspecto y su comportamiento.

—Qué raro... si soy yo... —murmuró en apenas un susurro a la vez que su acompañante daba media vuelta para emprender rápidamente el camino de vuelta a la casa.

—Have you noticed, Haise? That man was in the bones (¿Te has fijado, Haise? Ese hombre estaba en los huesos) —comentó la inglesa cuando ya estaban a una considerable distancia.

—Yes (Sí) —le respondió pensativo sin apartar la vista del par de ghouls—. I hope he is fine (Ojalá esté bien...)

=====================================================

¿Qué si pensaba en devorarte? My sweet lady, no hay día que no pase sin que piense en ello... en lo maravilloso que sería probar un poco de tu deliciosa carne o la de mi rey... el único motivo por el cual nunca me he atrevido a hacerlo es por culpa de esa fiera vengativa y sanguinaria que tienes como marido y que te protege y te cela como si fueras su mayor tesoro.

¡Qué suerte la suya! Que tiempo después tuvo el honor de dejarte esa linda marca sobre tu clavícula para afianzar vuestro compromiso y uniros al estilo ghoul.

Seguro que Ayato se aprovechó de la situación y te mordió un poco más de la cuenta para llevarse como premio un pequeño pedazo de tu suculento cuerpo, ¿me equivoco? Lo saboreó con ganas, ¿verdad? Será maldito... no dudo que derramó lágrimas de felicidad mientras disfrutaba del momento privándome de tan rico manjar.

Ni te imaginas cuánto lo envidio...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro