31. ~Eto~
Ayato actuaba muy raro.
Sabía que Sachi había influido enormemente en él durante los últimos años y ya no era aquel niño arrogante y violento que trataba a sus subordinados como si fuera un tirano pero, aún así, mi intuición me decía que había algo más... algo que provocaba que todas las noches se quedara ensimismado mirando las estrellas en la azotea de la guarida del Aogiri.
Tenía curiosidad por saber cual era la causa y un día me decidí a seguirlo en una de sus salidas de la isla Rushima.
Cual fue mi sorpresa cuando descubrí que en su tiempo libre vigilaba a una hermosa humana desde la distancia. Su cara de tonto enamorado mientras la observaba era más que evidente. No obstante, lo que más me impresionó fue ver cómo la chica tocaba su violín tan tranquila ignorando que un ghoul la escuchaba relajado (aunque oculto entre las sombras) en el balcón de su propia casa.
Debía averiguar quién era esa humana que había logrado encandilar al mismísimo Ayato Kirishima.
Por eso, cuando un par de meses más tarde la vi en mi firma de libros acompañada por Ken Kaneki (quien por aquel entonces trabajaba para la CCG bajo el alias de Haise Sasaki) me sentí la mar de feliz.
=====================================================
Casi dos horas después...
La joven Sen Takatsuki entraba toda apurada a la librería donde tendría lugar el encuentro con sus lectores. Varios asuntos del Aogiri la habían entretenido más de lo que había planificado en un primer momento y no tuvo más remedio que pegarse la mayor carrera de su vida para llegar a tiempo a la firma de libros o, al menos, llegar a su destino antes de que el establecimiento le pidiera a sus seguidores que salieran del local por haber concluido su jornada laboral.
—¡Disculpen la tardanza! —dijo nada más cruzar las puertas del lugar entrelazando sus manos en un gesto de súplica delante de todos sus seguidores los cuales, a pesar de la impaciencia reflejada en sus rostros, ya estaban colocados formando una ordenada fila y armados con sus libros en la mano listos para ser autografiados por la autora—. Tuve un par de imprevistos que debía solucionar con urgencia —se excusó ganándose en un momento la simpatía y el perdón de todos—. Pero empezaremos ahora mismo con el evento —les aseguró mientras se dirigía rápidamente a la tarima que el dueño de la tienda había preparado para la ocasión.
—Eto... —le reprendió por lo bajo su editor cuando pasó por su lado.
—Lo sé, lo sé... lo siento —musitó dándole unas palmaditas amistosas en su hombro pues sabía perfectamente lo mal que lo había tenido que pasar el pobre hombre para calmar a esa jauría loca de fans por culpa de su retraso—. Gracias por encargarte de todo —le agradeció en voz baja para que sólo pudiera escucharlo él—. Muy bien, ¡manos a la obra! —rió feliz por su propio chiste a la vez que se acomodaba en el asiento destinado a ella e indicándole a la primera chica de la cola que se aproximara.
Durante varios minutos la firma de libros transcurrió de forma natural y tranquila.
La ghoul cíclope interpretaba magistralmente su papel de Sen Takatsuki y se mostraba atenta y encantadora con todos sus seguidores humanos hasta que, cuando alzó la mirada después de firmar el enésimo libro, sus ojos se encontraron justamente con las dos personas que más ansiaba conocer en aquellos momentos.
No podía creer que el azar la premiara con una oportunidad tan maravillosa como esa y estaba claro que no tenía ninguna intención de desaprovecharla:
—¡Pero qué pareja más linda! —exclamó entusiasmada cuando estuvieron frente a ella—. ¿Lleváis mucho tiempo juntos?
—¡¿Eh?! —se sobresaltaron ambos—. ¡¡No, no!!¡Nosotros sólo somos amigos! —negaron los dos casi al unísono azorados por el malentendido.
—¡Oh vaya disculpadme! Es que al veros tan cercanos mi intuición femenina no pudo evitar imaginarse que pudiera haber algo más entre vosotros. Supongo que, en esta ocasión, metí un poco la pata.
—No se preocupe, no tiene importancia —habló Sasaki con su habitual amabilidad.
—Además, aunque no seamos novios, en verdad nos llevamos muy bien así que no iba tan mal encaminada —le confirmó la inglesa con una sonrisa.
—Por favor, no me habléis de usted... me hace sentir vieja y en realidad aún soy muy joven —dijo haciendo un puchero infantil que se ganó las risas de ambos—. Bueno, ¿queréis que os dedique el libro?
—Sí, a nombre de Haise Sasaki por favor —le contestó la rubia—. Es su más fiel admirador. Tiene todos sus libros y viniendo para aquí me ha confesado que los ha leído tantas veces que ya se los sabe de memoria —declaró dándole un ligero codazo cómplice a su acompañante en el costado.
—¡Lyra! —exclamó éste ruborizado por que ella hubiera desvelado tan abiertamente su devoción hacia la escritora.
—Jajaja —se rió la cíclope encantada—. Así que un fiel admirador, ¿eh?¿Y a qué te dedicas joven?
—Soy inspector de ghouls.
—¡Oh, esa es una profesión muy peligrosa!¿Y podría concederme una entrevista, inspector? Me sería de gran ayuda para desarrollar un personaje de mi próximo libro.
—Lo lamento mucho, señorita Takatsuki. Pero la agencia no me permite hablar sobre mi trabajo con gente externa a la CCG —le dijo con pesar.
—Tan sólo serían un par de preguntas inocentes sobre ti, no la CCG —insistió ella.
Haise en verdad quería ayudarla y como un ferviente seguidor suyo le hubiera hecho muchísima ilusión que le entrevistara; no obstante, su caso dentro de la organización era especial y estaba considerado un activo de alto secreto para la sociedad. Quizás si continuara siendo humano y no formara parte de un programa confidencial podría haber aceptado su ofrecimiento sin reparos, pero no en su situación actual.
—Toda mi vida está ligada a la CCG —le explicó—. Me temo que no va a ser posible.
Eto se le quedó observando decepcionada. Hubiera anhelado poder sonsacarle algo al inspector ahora que no tenía ninguna duda sobre quién era realmente el famoso Haise Sasaki del que tanto había oído hablar entre los espías del Aogiri, pero no había que ser muy inteligente para darse cuenta que el medio albino se había cerrado en banda y no conseguiría nada de él. Así que se enfocó rápidamente en la segunda persona de aquel lugar que acaparaba todo su interés.
—¿Y qué me dices de ti, linda?¿Te gustan mis libros?
—Yo... siento decir que no me he leído ninguno —le contestó Lyra desviando la mirada algo abochornada—. Apenas tengo tiempo libre para leer.
—¿Por qué? —le preguntó tomando inmediatamente su pequeño blog de notas y su bolígrafo mientras le dirigía una mirada llena de curiosidad—. Por favor, cuéntame cosas de ti. Quizás tú si puedas ayudarme a inspirarme un poco más.
—Oh... bueno... pues... —comenzó a titubear— la razón por la cual no tengo tiempo de leer es porque soy violinista y me paso muchas horas practicando con mi instrumento.
—¿Y te gusta?
—Muchísimo, es el motivo por el cual viene a Japón desde Inglaterra. Me dieron una beca para estudiar durante un año en el conservatorio de música de Tokyo, es uno de los más prestigiosos del mundo.
—¡Vaya!¡Eso es increíble! —exclamó la escritora asombrada y empezando a tomar apuntes en su libreta—. ¿Y cómo lo llevas?
—Pues no me puedo quejar: tengo una buena profesora, los mejores amigos y, de momento, las notas son buenas. Tuve una mala experiencia con un par de ghouls, pero gracias a eso conocí a Haise y vivo rodeada de personas increíbles. ¡Estoy muy feliz!
—¿Has dicho que tuviste una mala experiencia con ghouls?¿Qué fue lo que te pasó? —le cuestionó la cíclope queriendo indagar más en el tema.
Lyra miró a Sasaki como pidiendo permiso para contarlo, cosa que él aceptó al instante haciendo un pequeño asentimiento de cabeza.
—Un ghoul me acorraló en un callejón para devorarme. Sin embargo, de repente apareció otro de ellos mucho más joven y lo alejó de mí asesinándolo sin piedad frente a mis ojos. Luego se volteó en mi dirección y me atacó lanzándome unos cristales rojizos que impactaron muy cerca de donde me encontraba. Salí huyendo pensando que me alcanzaría, pero logré dejarlo atrás. Escapé de milagro —le relató recordando el momento con cierto temor.
—¡No me digas, pobrecita!¿Se sabe quiénes te atacaron Lyra?
—El cuerpo del primero todavía seguía en el callejón cuando llegamos y logramos identificarlo mientras que la descripción que Lyra nos proporcionó del segundo coincide con Black Rabbit —comentó Haise.
—¡Black Rabbit! —gritó Takatsuki con cara de espanto—. Ese ghoul es muy peligroso, ¿verdad inspector? Ha salido muchas veces en las noticias.
—Así es, lamentablemente es el responsable de la muerte de muchos de mis compañeros —dijo el medio albino con tristeza—. Tuvo mucha suerte de salir de ese callejón con vida —mencionó refiriéndose a la inglesa.
La escritora sonrió con malicia.
<<Creía que nuestro querido Ikeda había muerto por culpa de un enfrentamiento con unas palomas, Ayato>> pensó recordando todo el relato que le había contado el joven ghoul para justificar la muerte de uno de sus informadores más valiosos. <<Pero ya veo que en realidad lo mataste tú... y no precisamente para pelearte por un tierno y jugoso pedazo de carne que llevarte a la boca>> se dijo con regocijo.
Conocía lo suficiente a Black Rabbit como para saber que a él jamás se le escapaba una presa cuando cazaba. Obviamente, el azabache le había permitido a esa humana vivir aquel día y, después de haberlo espiado hacia unos meses, conocía perfectamente la razón: Ayato Kirishima estaba enamorado de esa joven violinista.
—Sabes tienes un nombre muy peculiar, ¿puedo preguntar su origen?
—A mi padre le encanta la astronomía, así que cuando nací quiso que tuviera un nombre de estrella.
—Lyra... es la constelación del arpa, ¿verdad?
—Sí —asintió ratificando su duda—. Supongo que con un nombre así tenía que gustarme la música a la fuerza aunque, al final, en vez del arpa me decanté por el violín.
—Bueno, los dos son instrumentos de cuerda con un armazón de madera. No te alejaste mucho.
—¡Pues ahora que lo dices es verdad! —reconoció con alegría.
—¡Qué encanto! Ahora entiendo por qué le gustas tanto... —murmuró Eto mientras contemplaba a la chica con una expresión risueña.
—¡¿Eh?!
—Oh, nada... sólo estaba pensando en cosas mías. No me hagas caso... —se apresuró a decir la cíclope haciendo un ademán con la mano para restarle importancia a su comentario—. Te agradezco la charla Lyra, me has inspirado muchísimo para un nuevo personaje de mi libro.
—¡¿En serio?! —le preguntó emocionada.
—Desde luego —le respondió dedicándole una cautivadora sonrisa—. Así que te pediría de favor que lo leyeras. Prométeme que le dedicarás un poco de tu tiempo libre —le suplicó tomando las manos de la chica entre las suyas.
—Si me lo pides así no puedo negarme, te prometo que en cuanto salga a la venta lo leeré. Pasaré las noches en vela si hace falta, pero lo haré —le aseguró la inglesa correspondiendo al gesto en un apretón de manos para afianzar su compromiso.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro