28. ~Kaneki~
Todavía no entiendo cómo Lyra no se percató de la cara de confusión y estupor que se me quedó cuando vi su violín encima de la mesa del escritorio...
=====================================================
Al día siguiente, en una de las oficinas de la CCG perteneciente a la sede del distrito 20...
—¡¿Cómo qué no lo han encontrado?! —preguntó el joven inspector a su compañero totalmente incrédulo—. ¿Seguro que miraron bien?¡Debería de estar allí! —exclamó enojado.
—Sasaki... revisamos el maldito callejón a cal y canto y lo único que hallamos fue el cadáver decapitado del primer ghoul, no había ni rastro del violín —le explicó por enésima vez armándose de paciencia—. Tal vez alguien llegó antes que nosotros y se lo llevó.
—No puede ser... ¿Y ahora qué le digo a Lyra? —se cuestionó abrumado—. ¡Le prometí que se lo devolvería! —exclamó propinando un fuerte golpe encima de la mesa en un intento por liberar toda la rabia y frustración que sentía.
—Me temo que esa promesa no la vas a poder cumplir... —murmuró el inspector dando el asunto por concluido y retomando sus papeles para volver al trabajo.
Haise captó su indirecta invitación de abandonar la estancia y, girando sobre el propio eje de su cuerpo, dio media vuelta y salió del despacho de su compañero hecho una verdadera furia.
Hacia tiempo que no se sentía tan encrespado e irascible y sabía que debía mantener sus emociones a raya si no quería perder el control sobre sí mismo, pues ese era su mayor temor... que aquel joven de cabellos albinos, mirada enloquecida y vestimenta andrajosa volviera a aparecer en su mente (como siempre hacía en sus momentos de mayor debilidad) para manipularlo mediante sus palabras sibilinas y que lograra tomar el dominio de su cuerpo causando alguna desgracia.
El inspector Arima... la señorita Mado... su familia... todos confiaban plenamente en él cómo para permitir que pasara de nuevo.
<<¡Nunca más volveré a ser aquella persona!>> se dijo con firmeza y cuando levantó la mirada del suelo se encontró con la entrada principal del Castillo.
Por lo visto, sus propios pasos lo habían conducido inconscientemente hasta su hogar para darle la terrible noticia a la joven inglesa (por quien ya sentía un genuino cariño fraternal) y afrontar cuanto antes su cara de desasosiego y decepción ante sus ojos.
Por eso, en el instante que abrió la puerta de su habitación y la rubia se le echó prácticamente encima abrazándole emocionada y dándole mil veces las gracias por haberle devuelto el violín no entendió absolutamente nada.
—Gracias, gracias, gracias... —repetía una y otra vez mientras el inspector observaba completamente atónito cómo el instrumento reposaba impecable sobre la mesa del escritorio—. ¡No sé cómo lo has hecho para dejarlo en mi habitación sin que me diera cuenta pero menuda sorpresa me has dado, Haise! —exclamó con júbilo.
—Yo... tengo mis trucos... ventajas de ser un ghoul cíclope —le mintió forzando una sinuosa sonrisa, aunque sin apartar su asombrada mirada del objeto.
—Tengo que reconocer que tenía miedo de que no hubierais llegado a tiempo y alguien lo hubiera robado —admitió la chica desviando la mirada avergonzada a la vez que un ligero rubor cubría sus mejillas—. No sé que habría tenido que inventarme para justificar su robo frente a mis padres —suspiró aliviada.
—Sí... bueno... ha sido una suerte —musitó mientras su cabeza intentaba desentrañar lo que podría haber pasado—. ¿Y has comprobado si está todo bien?
—Sí, está perfecto —le confirmó separándose de él y dirigiéndose a la mesa para tomar el violín entre sus manos—. Míralo, ni un sólo rasguño —le dijo mostrándoselo encantada.
No obstante, cuando ella se lo acercó al inspector, éste enseguida percibió el sutil aroma de un ghoul en él. Un aroma que le resultaba familiar pero, por mucho que intentara devanarse los sesos para determinar su origen, no lograba identificarlo con nadie en particular.
Los Quinx tenían el sentido del olfato más desarrollado que un humano común y, de todos ellos, Sasaki era el que poseía una mayor capacidad gracias a que su kakuho no estaba limitado y éste elevaba su recuento de células Rc de manera exponencial convirtiéndolo en un verdadero ghoul y beneficiándose de todas las cualidades sobrehumanas de la raza sin ningún tipo de restricción.
<<¿Podría tratarse del propio Rabbit?>> se preguntó a sí mismo frunciendo el ceño intrigado. Tenía su lógica, pues el ejecutivo del Aogiri había estado en el callejón con la inglesa en el momento que ésta perdió su instrumento musical. <<Quizás, después de que Lyra se marchara, recogió su violín y ha tenido la osadía de entrar sigilosamente en el Castillo tan sólo para devolvérselo>>
Si su suposición era correcta, se confirmaban dos hechos bastante significativos: primero, la inspectora Mado estaba bastante acertada con respecto a los sentimientos del ghoul por la joven y, segundo, no había servido de nada tratar de esconderla ni con un grupo de élite de la CCG porque Black Rabbit estaba más cerca de lo que pensaban.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro