Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

︵‿5‿︵

︵‿5‿︵

Jimin está abrazado a ese peluche de pollito que tanto quiere, Yoongi le dio algo a lo que afianzarse para que se relajara mientras se recupera de la conmoción. Duerme tranquilo, como si no hubiera estado chillando y pataleando hace unas horas, Yoongi lee el libro que tanta emoción ha causado en Jimin, pero que no remueve ninguna fibra sensitiva en él.

Amor platónico, bazofia.

Lleva cinco capítulos cuando nota a Jimin removerse entre la cobija en la cual enrolló como si fuera una camisa de fuerza. Finge concentrarse en ese libro e ignora la mirada atenta de Jimin en él.

—Ni se te ocurra lanzarme algo o quemaré esta mierda —habla el demonio sin voltearlo a ver.

Jimin asiente asustado.

—Y si vas hablar, no grites —advierte.

Jimin asiente nuevamente y se desenreda de la cobija, ve fijamente al ser de cuernos sentado cercano a él, pero lo suficiente lejos como para no causarle un ataque al corazón.

—Quién... qué eres... —susurra aferrándose a la cobija como si fuera un escudo anti-demonios.

—Por fin no hablas incoherencias —deja el libro al costado y mira a Jimin, éste aún no puede sostenerle la mirada y lo entiende—. Soy Min Yoongi, un demonio y...

—Oh, Dios —lleva sus manos hacia la boca para callar su histeria—, perdón, eres un alma en pena, tú vivías aquí y llegué a molestar, lo siento, lo siento... yo... me iré, lo juro —habla trabado por el miedo que la presencia del demonio causa.

—Silencio, aún no termino.

Jimin asiente obediente.

—Soy un íncubo y fui asignado a ti para complacerte en el ámbito sexual —explica y el rostro de Jimin no puede estar más que sorprendido.

Íncubo, claro, ese término le suena, apareció en las búsquedas que realizó en internet hace ya tiempo, le prestó poca atención porque nunca ha sido muy creyente.

—¡Oh, Dios, me corrí en tu boca! —lleva las manos hacia la cabeza, avergonzado, ambos escuchan como golpean la pared de un costado, el vecino debe estar harto de tanto grito.

—Dos veces —especifica con debo índice y medio el demonio.

Jimin no sabe dónde meterse, estaba muy bien sin saber que un ente demoniaco lo asechaba por las noches para comerle la polla.

—Lo siento.

Jimin le cree cada palabra al demonio, su aspecto es infernal y apuesta que así de horribles e intimidantes deben lucir esos seres del inframundo. Además que esa aura negra rodeándolo y su olor a ceniza le confirman que Min Yoongi no es de este plano terrenal.

—No importa —contesta calmo, pese a estar sentado en el suelo, con las piernas flexionadas, su presencia aún luce gigantesca en ese pequeño departamento.

—Y... de verdad lo siento, no quise ofenderte —hace una reverencia corta, no sabe cómo actuar con el demonio—. Pero creo que te equivocaste, no necesito que nadie me complazca sexualmente, estoy bastante bien.

Yoongi suelta una carcajada burlona y Jimin frunce el ceño molesto.

—Consigue a alguien más, yo estoy bi... ¡no toques eso! —agita una de sus manos para intentar alcanzar el objeto.

Yoongi hace levitar el consolador morado que tanto ha acompañado a Jimin y tanto le ha torturado la mente a él.

—Este pequeño pene plástico dicta lo contrario, Park Jimin.

El nombrado toma el consolador del aire y lo esconde bajo la almohada.

—Bueno... quizá mi vida sexual no es la más activa, pero eso no significa que esté rogando porque alguien me folle.

Yoongi iba reír nuevamente, pero no quiere hacer parecer que lo está humillando por su pobre y muerta vida sexual.

Hay un silencio entre ambos y Jimin lo rompe después de pensar en todo lo extraño que ha pasado estos días.

—¿Has sido tú todos estos días? El de los sueños eróticos.

Sueños que al parecer no lo son.

—Soy un íncubo, aparezco entre sueños —explica lento para que Jimin capte la información, se cruza de brazos, esperando la respuesta del joven.

—Quién te mandó.

—Un demonio superior.

—No necesito a un ser infernal para tener una vida activa, no quiero sexo en este momento de mi vida.

Yoongi está por decirle que no lucía tan reacio a follar hace unas horas cuando tenía su pene en la boca, pero se abstiene nuevamente, comprende el rechazo de Jimin al sexo.

—Por favor, desaparece —pide amable y Yoongi sonríe por lo cordial que es Jimin echándolo de su vista.

—Eso no se va poder, estoy atado a ti hasta que te satisfaga por completo.

—No... no quiero.

A Yoongi le parecen muy curiosas las cejas preocupadas del humano. Su expresión facial no tiene caretas.

—Y no estoy aquí para obligarte.

De nuevo se sumen en un silencio, Jimin extraña su vida de hace unas horas, pero se relaja un poco al notar al demonio paciente y con una voz calmada hacia él.

—Gracias por no cogerme dormido.

Yoongi quiere decirle que el consentimiento no es algo que agradecer, pero no debe entrar en ese tema porque sabe que Jimin fue abusado hace años. Ha escuchado más de lo debido sus citas con la psiquiatra.

—¿Y... siempre estarás aquí? —inquiere cabizbajo, imaginándose las muchas veces que el demonio deambuló por la estancia y él no se dio cuenta.

—Casi siempre —responde y nota un sonrojo en el humano.

—¿Me has visto bañarme?

—Sí.

—¿Cambiarme?

—También.

—Mmm... ¿Masturbarme?

—Algunas veces, procuro estar presente todas las veces —el destello rojizo en los ojos del demonio le hace ver más depravado.

Jimin cubre su rostro enrojecido por la pena.

—No quiero que estés aquí, me das miedo —dice sin poder verlo a los ojos, el demonio le intimida bastante, no puede creer que alguien que le cause tanto horror, sepa mamar tan bien su pene.

—Está bien —contesta más pacífico de lo que Jimin habría pensado.

—Busca otro humano —alza el rostro y se atreve a encarar a ese pseudohombre de cuernos caprinos y rostro pavoroso.

—Ya dije que no puedo.

—Entonces esperarás hasta que me muera.

—Esperaré —asiente y Jimin contempla sus formidables cuernos con el movimiento del cráneo.

¿Es mitad cabra?

—No quiero que me chupes nada mientras estoy dormido.

—Mmm... ¿Te desagrada? —habla, no se muestra enfurecido, eso alivia a Jimin.

—Sí.

Yoongi no lo cree.

—¿Y por qué siempre eyaculas?

—Eh... bueno, quizá no me desagrada tanto —confiesa azorado y evitando hacer contacto con ese ser—, pero no quiero que me lo hagas estando prácticamente inconsciente.

—Soy un íncubo, tengo que hacértelo dormido —expone sencillo.

—No quiero.

Yoongi bufa, no cree que pueda llegar a algún punto con Jimin respecto al sexo dormido, le entiende, pero también conoce su propia naturaleza.

—Soy un íncubo, tengo que saciar tus ansias de sexo —detalla para que Jimin entienda lo importante que es el sexo para su estirpe de demonios.

—Ahora no quiero, estoy bien con mi consolador —habla más agudo de lo que desea, es imposible que un tema así de vergonzoso no lo ponga a alegar como un infante—, y tú no me gustas.

—No tenemos que gustarnos —dice, llegando a la conclusión de que tantas novelas románticas dañaron su visión sobre el sexo.

—¡Claro que sí! —habla ofendido, Yoongi reiría si no fuera por la cara acalorada de Jimin.

No puedo darte sexo con amor, humano ingenuo.

Yoongi suspira, desearía que se lo llevara Dios en esos momentos.

—El sexo puede ser sin un nexo sentimental y...

—No —interrumpe quejoso. A Yoongi le resulta gracioso que alguien quiera enseñarle sobre sexo y los motivos para tenerlo o no—, mis convicciones me impiden tener intimidad con alguien del cual no esté enamorado —interrumpe y ve directamente a los ojos demoniacos por segunda vez durante la conversación.

—¿Eres asexual?

—No exactamente, pero algo así —prefiere no explicar su orientación sexual en estos momentos, duda que Yoongi sepa sobre la definición de demisexualidad o grisexualidad—, tengo deseos sexuales pero eso no significa que quiera tener sexo casual con un desconocido con cuernos que me acosa en las noches.

Definitivamente está en el espectro asexual, piensa Yoongi al recibir esa respuesta. Me incendiaré un cuerno si el chico que me asignaron es asexual estrictamente.

—No te acoso.

—Acosar, acechar, atisbar, es lo mismo. Ve con tu demonio superior —cambia su voz a una mandona—, y dile que digo yo que no quiero y si no quiero, no lo voy hacer —habla lento para que sus palabras sean comprendidas.

Parece un crío mimado queriéndome dar órdenes.

Yoongi tensa su mandíbula, no pensó que fuera tan difícil tratar con Jimin sobre ese tema, sabía que sería diferente y un poco complicado, pero jamás imaginó que estuviera rotundamente negado a las relaciones sexuales.

—Si fui asignado a ti es porque un lazo sexual se puede dar entre tú y yo, las asignaciones no son al azar.

—Dije no, y si digo que no, es no.

Esto va ser más difícil de lo que creí.

—Creo que no entiendes que si fuera otro tipo de demonio, ni siquiera preguntaría por tu consentimiento.

—Sí, conozco ese tipo de demonios... —Yoongi sabe que se refiere a los propios humanos—, ¿se supone que tengo que estar agradecido porque no me violes? —dice molesto y con sus manos tensas.

—No dije eso. Me refiero a que no estoy aquí para hacerte pasar un mal momento, el sexo no tiene que ser desagradable o impuro, simplemente es disfrute y una forma de expresión distinta.

—Tendré sexo cuando tenga una pareja y lleve años en relación —dice tajante y sin cabida a discusión. Yoongi ve pocas posibilidades de hablar más extenso de sexo con Jimin, él tiene su opinión bien cimentada—, no contigo, eres un extraño que conozco hace horas.

—Definitivamente vemos el sexo desde puntos muy diferentes.

—No lo haré, esa es la conclusión —dice con un toque de molestia, cruza sus brazos sobre el pecho.

—Está bien.

—Quiero estar solo.

—Está bien —repite con el mimo tono serio.

El demonio desaparece desvaneciéndose en una bruma negra y dejando solo a Jimin con cientos de preguntas rondando su cabeza.

︵‿⛧‿︵

Jimin guarda sus pertenencias en una maleta. Huirá, revisó su medicamento para la depresión y ansiedad, pero no encontró nada diferente, parece ser que ver a Min Yoongi no es un efecto secundario de sus píldoras para ser feliz y sobre llevar su vida de mierda.

—¿Qué haces?

—¡Ah! ¡No aparezcas de repente! —lleva una de sus manos al pecho y observa a Yoongi sentado en su pequeño colchón, luce como si siempre hiciera eso cuando está no visible.

—¿Vas a irte?

—Sí, y no me sigas —levanta un dedo acusatorio, intentando ocultar su miedo por ese ser espectral.

—No lo hago voluntariamente, simplemente sé dónde estás. No puedes huir de mí —aclara su garganta, no quiere sonar amenazador y sabe que su última frase lo fue.

—No te creo.

—Yo no miento —habla con tono aburrido, quiere lanzarle unas cenizas Jimin y hacerlo dormir.

—Eres un ser mitad cabra, no creo nada de ti. Nunca he confiado en el ganado caprino.

—Macho cabrío —corrige.

—¿Qué?

—Mis cuernos son de macho cabrío, uno de los animales que representan a Padre Baphomet.

—Lo que sea —le quita importancia.

—¿Y a dónde se supone que irás a estas horas de la noche?

Yoongi achica los ojos y espera la respuesta más tonta.

—No sé, pediré asilo en la iglesia —confiesa hacia donde se dirige y se da cuenta a los segundos—, leí en un blog que no puedes entrar ahí. Y no uses tus poderes de convencimiento conmigo para sacarme información.

—Sí puedo entrar a una iglesia —hay un atisbo de sonrisa en él—. Te sorprendería las orgías que se hacen en los sótanos de las parroquias más puritanas —cuenta recordando sus aventuras.

—No quiero saberlo. ¿Y... a qué lugar no puedes entrar?

—¿Lo preguntas para que no me acerque a ti?

—Sí.

Yoongi quiere reír, pero Jimin sigue con esa expresión acobardada y clamorosa.

—Recientemente no he podido entrar... a tu culo.

—Agh, sólo pierdo el tiempo hablando con un pervertido.

Jimin escucha las risas sardónicas del ser y eso le irrita de sobremanera.

—No te molestes, no hago todo esto para incomodarte.

—No parece —deja de guardar sus pertenencias y presta atención al demonio.

—Me desapareceré unos días —dice la idea que ha rondado por su cabeza, Yoongi sabe que uno de los dos tiene que ceder o no podrán llegar a un acuerdo—, espero que cuando regrese hayas asimilado que tienes la dicha que poder ser mi amante durante un tiempo.

Ja... ¿dicha? —abre muchos sus ojos, impresionado por el ego ajeno.

—Te morirías al saber la cantidad de personas que hacen fila para meterme entre sus sábanas.

—Como tú digas...

El demonio desaparece y deja con más interrogantes a Jimin, pero algo tiene claro, ese hombre no es producto de su imaginación.

︵‿⛧‿︵

Estoy de vacaciones 🗻, publicaré más seguidoo 😘💕

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro