La 4G y un adiós
- Que te amo coñoooo- grite con todas mis fuerzas apesar de que fuera en vano.
Ya quien era mi amor secreto navegaba por el mar abierto y yo estaba aquí en la orilla de la playa solo, el agua estaba fría y la luna de la medianoche me alumbraba el camino de regreso hacia su auto, aún no entiendo porque nunca le dije que lo amaba, apesar de que fuera más que evidente. En el momento que planeamos ese encuentro en mi casa nunca pensé que el me iba a dar esta noticia y aún quedaba lo más difícil explicarle a los demás chicos que él se había ido del país, aunque el antes de irse les escribió contándole todo lo que iba a ocurrir. Ahora manejo por la calle desierta a mitad de la noche y mis ojos están llenos de lágrimas, habían sido muchas cosas en pocas semanas, primero el cierre de los negocios de la familia que yo atendía luego de que ellos salieran del país hace años , luego el cambio de alquiler porque ya no me podía permitir algo tan grande y ahora esto.
Llegue a casa fui directo a la ducha, quizás con la idea de todo esto hubiera sido un sueño, pero no, no lo era. Según los médicos tengo depresión, algo bastante común actualmente no tan solo en mi país, sino en todos los lados, los medicamentos que necesitaba no venían a la farmacia desde ya hace algún tiempo, así que tenia que ir directo a los revendedores, tan solo tres blister de esa pastilla era la mitad y hasta un poco más de mi salario, pero lo necesitaba. Salí cubierto por la toalla y con mis pies aún húmedos fui directo hacia el refrigerador tome una botella que aún quedaba de aquel día en el que todos estuvimos juntos aquí en casa, cogí y saqué pastilla por pastilla de aquel blsiter y al reunir una gran cantidad las baje por mi garganta acompañada de un trago de alcohol y me tire en mi cama, mi cama que en estos momentos era mi mundo.
No podía creer que todo lo que habíamos vivido todos juntos ahora no se repetiría más, el teléfono comenzó a sonar , era una videollamada del grupo, las cámaras se encendieron como las preguntas de todos en la misma pantalla sobre lo que había acabado de hacer Yoan, yo les expliqué que al parecer era todo lo bastante seguro para que llegara a salvo y en buen estado a suelo americano, repitiendo palabra a palabra lo que me había explicado el patrón de aquel barco. Los tres me miraron con lágrimas en las ojos y un poco colocado por las pastillas y el alcohol por lo que pararon de lanzar sus preguntas.
- ¿Alex estás bien amigo ?- dijo Amilcar con gran seriedad.
Yo levante la copa llena nuevamente y asegure que estaba perfectamente bien, algo que ninguno creyó. Para tratar de otros temas hablamos de los problemas que habíamos tenido recientemente y como pensábamos darle solución y como buen cubano nos reimos todos de nuestras desgracias, aunque acabamos pareciendo unos bobos porque acabamos llorando todos, es increíble cómo hasta con nuestros propios amigos ocultamos lo que nos pasa, todos hablaron y se desahogaron, yo fui el primero en aplaudirles.
Cuando íbamos muy emocionados a seguir hablando el apagón hizo presencia nuevamente, ya eran las cuatro de la mañana y aunque ninguno tenía sueño en ese preciso momento, teníamos que colgar ya, automáticamente la señal 4G desaparecía de mi teléfono, pero aún me quedaba un poco de batería, así que me dispuse así y todo borracho como estaba y no lo digo por el nivel de alcohol, sino por la mezcla con el alprazolam a ver una película.
Masoquista como soy elegí una de los filmes más rompe corazones del momento " Bajo la misma estrella", la historia de amor perfecta con un trágico desenlace, me imaginaba leyendo junto con él y muchas cosas más, aún ese beso por equivocación era perceptible en mis labios y a mi mente le encantaba imaginar cómo hubiera sido todo si le hubiera dicho desde ya hace tiempo lo que sentía por él. Mis manos aún eran mis manos y casi sin fuerzas me tire de la cama, estaba tan colocado que apenas podía moverme, el barrio estaba en silencio total, ya todos estaban cansados de tal manera que ya nadie le dedicaba sus creativas groserías a la empresa eléctrica y mientras me arrastraba por el suelo me imaginaba estar haciéndole el amor como tantas veces me lo había imaginado, ser poseído por esa fiera que seguro llevaba dentro, sentir sus brazos aguantando todo mi cuerpo, disfrutar de cada pedazo de su piel, volverme loco con el movimiento de su lengua recorriendo todo mi cuerpo haciendo maravillas y mientras me imaginaba y con las pocas fuerzas que me quedaban y lleno de sudor me comencé a masturbar, mentalmente estábamos haciendo el amor como animales en celo, juraría que podía sentir su respiración entrecortada en mi nuca, sentir como disfrutaba dentro de mi cuerpo y sus estocadas una y otra vez cada vez más fuertes y en mi mente estaba encima de mi y podia mirarle a los ojos, mientras nuestros líquidos fluían al unísono mientras llegábamos com gritos de éxtasis al orgasmo.
Pero solo era mi imaginación él ya no estaba aquí, ya no le podía decir todo lo que sentía por él, mientras me limpiaba con mi misma ropa los rastros de semen de mi mano, recuperaba fuerzas para levantarme. El aire del balcón estaba frío y ya casi era hora de que el sol saliera por el horizonte, aún me pregunto cómo reuní fuerzas para llegar hasta aquí, desde el último piso el aire era como dagas que se incrustan en el pecho, así que poco a poco me fui incorporando en el barandal del balcón para poder ver el amanecer más fuerte que nunca y que el me viera a mi caer en un sueño profundo, como diría la película " ... El dolor demanda sentirse.." y yo ya lo sentía.
- Sol disfruta de la caída.
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