BRYAN Y SOFIA

Esta es la historia de dos estudiantes de primaria, que se conocieron en clases.

El niño Bryan es muy astuto y bromista, dos características que son difíciles de encontrar cuando están juntas, ya que por este motivo el pequeño Bryan no tenia la mejor reputación en la escuela.

La niña Sofía es amable y linda, usa un par de coletas, es muy buena estudiante y disciplinada. Le gusta ver televisión y leer mucho, le fascinan las historias románticas.

Cuando ambos niños entraron a quinto de primaria se empezaron a mirar con desafío, era como una competencia todos los días, por ver quien de ellos era capaz de escribir en el pizarrón un chiste primero. Si, suena raro, pero lo que sucede es que el primer día de clases....

Bryan: hola niña como estas, que coletas tan lindas

Sofia: disculpa niño, no te conozco, pero gracias, como te llamas?

- Me llamo Bryan, pero como eres tu me puedes decir "corazón"

- Y que te hace creer que te voy a decir así?

- Porque antes de finalizar el mes te vas a convertir en mi novia.

- Wow, que seguridad, sabes, te apuesto a que no

- Yo te apuesto a que si, todos los días voy a escribir un chiste en el pizarrón,  y cada vez que te rías de ellos, tendrás que darme un beso 😘

- No si antes llego yo, y si te ríes de mi chiste, me deberás un dólar 💵

Y así sucedió, tres semanas de chistes, cinco besos dados y el resto en dólares perdidos, pobre Bryan, era listo, pero no más que ella. La estrategia de Sofía era llegar más temprano, la primera semana fue difícil, pero las demas dieron como robarle un dólar a un niño.

Hasta que un día la maestra se dio cuenta de lo sucedido y los llamó a los dos.
- Se puede saber porque están haciendo esta apuesta, en la escuela no está permitido realizar este tipo de actividades.
Respondió Sofía con la cara apenada

- Maestra, lo siento, pero lo podía permitir que este muchacho me quisiera hacer su novia, y apostamos a que yo no sederis, que el se arrepentiría

- Y realmente me arrepiento - dijo Bryan - Esa niña es muy astuta y he perdido mucho dinero.

La profesora los dejo castigados por tres semanas, las mismas que habían apostado, siempre una hora después de clases.
Lo que los pequeños entendieron al final es que los sentimientos no se imponen, más bien se ganan con respeto y humildad.

Muchos años después, se volvieron a encontrar en la universidad, recordando con cariño aquella época, y está vez con respeto, se hicieron novios.

Fin