1.
El miedo inunda mi interior mientras sigo viendo las noticias.
El virus IC+GA se ha expandido por todo el mundo, este se descubrió a principios del año y hoy, a casi 3 meses del primer caso confirmado, había llegado al país.
La tasa de muerte de este virus era prácticamente del 60%. Si lo contraías, habían muchas probabilidades de morir.
Apago el televisor al momento que pasan las imágenes de personas infectadas y multiples cadáveres. Volteo a ver a Eliah a mi lado, su cara de miedo me hace angustiar aún más, le sonrío y extiendo mis brazos para abrazarlo.
–Todo estará bien, Eli. No te preocupes– trato te renconfortarlo a él, pero de igual manera a mi.
–¿Y si algo le pasa a papi y mami?– Su voz se corta e inmediatamente empieza a sollozar.
La sola idea de que algo les ocurra a mis padres me aterra, ellos son todo lo que tenemos en este mundo, no soportaría perderlos.
–No te preocupes por eso, ellos son súper fuertes ¿Recuerdas?. Son unos héroes, y los héroes siempre ganan y salen con vida– Le sonrio y beso su mejilla. Aún sabiendo que eso no es cierto, le intento recordar a todos esos superhéroes que a él tanto le gustan.
–Eso no es cierto, Iron Man murió– Su llanto aumenta y ahora sí no lo puede contener. Llora con fuerza sobre mi pecho.
Carajo, ya no sé qué decirle, tiene razón.
–Bueno, pero mamá y papá no son Iron Man. Ellos han salvado muchas más vidas, y lo seguirán haciendo.
– Entonces no pueden volver ¿No?– despega su rostro de mi pecho y su cara está toda mojada por el llanto y sus moquitos. Con la parte baja de mi blusa, limpio su rostro con cariño y delicadeza.
– Por ahora no, Leoncito. Deben seguir salvando vidas– Mi voz se corta y trato de contener mi llanto, debo mostrar valentía enfrente de Eliah , de lo contrario tendrá más temor.
Lo vuelvo a abrazar y sus bracitos me rodean la cintura, después de varios minutos se calma, se aparta de mi pecho y se sorbe los mocos para después limpiarse el resto con la manga del suéter que trae puesto.
–¿Ya estas bien?– Acaricio sus mejillas infladas y coloradas para después peinar su cabello castaño.
Me responde moviendo su cabeza de arriba abajo indicandome que sí.
–¿Que te parece si armamos un rompecabezas?– Le pregunto y se le ilumina el rostro por la emoción. Hace otro ademán con la cabeza indicandome que sí a lo que yo le doy un beso en la frente y me paro para ir por alguno de sus amados rompecabezas. Salgo de la sala y me dirigió al cuarto de juegos y sin ya poderlo evitar, suelto un sollozo, me he estado aguantando mucho por Eliah, pero llega un punto que la presión en mi garganta es tanta, que ya no lo puedo aguantar.
Esta situación es muy fuerte, mis padres como doctores se enfrentan todos los días al virus. Se fueron hace dos semanas como médicos voluntarios a Tailandia, uno de los países más afectados y con más necesidad en estos momentos.
Se fueron sabiendo que dejaban dos hijos aquí botados. Se fueron sabiendo que habían muchas probabilidades de ser contagiados y morir. Se fueron y no les importamos. Y eso, me tiene muy mal.
Pero por otro lado sé que estoy mal por pensar de esa manera, que no fueron así las cosas. Soy egoísta hasta cierto punto. Sin embargo me da mucho coraje, su amor a servir podría dejarnos huérfanos.
Sin embargo, creo que si yo estuviera en su misma situación...igual me hubiera ido.
En nuestra familia la humildad siempre estuvo muy presente.
Mis padres, Víctor y Elise se conocieron en una jornada médica en África; a ambos les encanta servir, por lo que a mi hermano y a mi nos criaron con los mismos valores.
Limpio mis lágrimas y tomo los primeros tres rompecabezas de la repisa, me toma unos cortos minutos recuperarme de mi crisis de hace unos minutos. Una vez lista, salgo del cuarto para dirigirme de nuevo a la sala. Cuando llego, Eliah ya tiene la mesa libre y ha puesto dos vasos con jugo encima de la mesa, sonrío.
Lo felicito por ser tan servicial y haber preparado la mesa sin yo habérselo pedido , a lo que él se sonroja y para molestarlo lo lleno de besos y con voz muy infantil le repito muchas veces "Ay, pero que bonito niño". Se logra librar de mi ataque de besos y corre detrás del sillón riendo para que deje de atacarlo. Lo atrapo fácilmente, lo cargo y lo aviento con cuidado al sillón para entonces atacarlo con cosquillas y besos por todo su rostro una vez más.
–¡Basta Anne!– Se ríe a carcajadas hasta que llora de risa, sólo así me detengo.
–Okay, okay, ya. Vamos a jugar– Jadeando, me incorporo sobre el sillón y le doy la mano. Mi respiración es muy inestable, ya no estoy para estos trotes.
Juntos nos dirigimos a la mesa de cristal donde minutos antes dejé los rompecabezas mal puestos y empezamos a resolverlos.
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Me despierto por el zumbido de mi teléfono, desorientada volteo a todos lados. Veo un desastre en la mesa y a Eliah acostado a mi lado en el sillón, una manta nos cubre.
Me incorporo sobre mi lugar con cuidado de no despertarlo y apago el televisor, nos quedamos dormidos viendo Spiderman: Into the Spider Verse. Me estiro e intento encontrar mi teléfono con rapidez para que el sonido no despierte a mi León. Me guío por el sonido de la llamada entrante y lo encuentro debajo de mucha basura de golosinas, sobre la la mesa donde horas antes habíamos jugado.
Mamá
Mi corazón se acelera y sin dudarlo respondo la llamada.
-¿Aló?
-¡Mamá! - Respondo emocionada
-Hola mi, amor ¿Como están?
-Estamos bien, ma. ¿Y ustedes? Tiene días no me habías contactado ¿Que pasó? - Las palabras salen atropelladamente de mi boca.
- Escúchame bien Dianne, las cosas aquí no están muy bien- El tono preocupado de mi madre hace que me inquiete - De hecho, están muy mal. El gobierno está mintiendo, Dianne. Las cosas son mucho más alarmantes que lo que pintan las autoridades. La OMS no ha anunciado nada, son unos cobardes. Pero necesito que me prestes atención ¿Entendido?- Ni tiempo me da de responderle ya que de nuevo ella empieza a hablar.- Los próximos días son esenciales, por lo que antes de que el caos comience debes prepararte. Ve al supermercado y compra los alimentos necesarios para una semana, debes ser muy discreta. Compra las cosas necesarias para higiene y alimentos de preferencia compra en lata. Compra raciones pequeñas, nada que ponga en alerta a las personas. Vas a hacer lo mismo por los próximos días ¿Okay?.
Los focos de alarma se encienden en mi interior
-Mamá, ¿Que está pasando? ¿Por qué me dices eso? - El terror invade mi cuerpo
- El virus IC+GA es mucho mas peligroso de lo que dicen. Debes salir con guantes y cubrebocas, por nada del mundo te toques el rostro o la piel cuando estés afuera. Si ves a alguien con hematomas pequeños en la piel, aléjate. No te acerques a personas con color de piel medio grisáceo. Observa, analiza y actúa. El cambio en la capa derma es el primer síntoma, sabes bien los síntomas hasta ahora descubiertos.
- Mamá, me estás asustando ¿Por qué me lo dices? ¿No deberíamos decirle a las demás personas?- Pequeñas lagrimas del temor empiezan a salir de mis ojos, el pánico empieza a inundar mi interior.
- ¡Solo escucha, analiza y actúa, Dianne!- Su grito demandante me cohibe, de alguna manera me asusta y el pánico para de crecer en mi interior. El nudo en mi garganta se hace más difícil de soportar. Mi madre suelta un suspiro - Perdón hija, sólo por favor haz lo que te pido. Las personas actúan por su mera supervivencia, si se da a conocer esto, sólo causara más pánico en la población y la situación se complicará demasiado.
-Está bien mamá- Respondo en un susurro, el nudo en mi garganta me impide hablar mas alto.
- Tengo que colgar hija, la llamada ya duró mucho. Besos a ti y a Eliah, los amamos.-
-Pero ¿Cuando van a volver?.
- No lo sé. No me llames, nosotros te llamaremos.- Y sin dejarme decir algo más, termina la llamada.
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