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Parte sin título 9


Albafica de Altair Derceto, no, no le gustaba, mejor Albafica esposo de Manigoldo Altair, mmm, no eso sonaba mal. Albafica Derceto de Altair, o mejor aun Albafica Altair, eso sonaba muy bien...pero no quería dejar de lado su apellido. Y si mejor Manigoldo de presentaba como Manigoldo Derceto, je,je no creía que aceptara.

Mientras continuaba pensando en como presentarse, no dejaba de sobar su dedo anular, este aún se encontraba desnudo pero no importaba, Manigoldo le había dicho que deseaba obsequiarle la sortija de su familia, la cual por obvias razones no tenía a la mano, pero es que jamás imagino que en ese  viaje conocería al amor de su  vida.

El pequeño pescadito pasaba noches imaginándose como sería, bueno Manigoldo procedía de una familia adinerada y noble, por lo que posiblemente seria una sortija muy valiosa, tal vez hecha de oro, con una gema preciosa, un rubí, esmeralda o diamante. No dejaba de soñar  con el momento en que su pareja se la diese, en Italia, frente a toda su familia! Y era en esos momentos cuando sus nervios aumentaban, Qué pensaría su familia de él? Les agradaría? y si no le aceptaban? Y si se enteraban de su pasado? y si le obligaban a alejarse de Manigoldo?

Todas esas suposiciones le atormentaban por las noches, tenía tanto miedo que al conocerles estos se opusieran, le aterraba que lo alejasen de Manigoldo... No! Moriría sin él! Se había acostumbrado tanto a su presencia que le era indispensable como el aire, no podrá seguir sin sus risas, sus chistes bobos, su calidez y romanticismo, Manigoldo se había convertido en su todo.

-Buenos días!

-Buongiorno Caro!

Como todos los días Manigoldo le saludo con un casto beso en los labios antes de sentarse a desayunar.

-Cuando nos vamos a Italia?

-Pefko!

-je, ya estas ansioso mocoso de mierda, no te impacientes, sera en un par de días, tal vez la próxima semana.

-Que! Tan rápido?

-mju!

Esto asusto al pescado, aún no se sentía tan preparado para conocer a su futura familia, bueno, se prepararía en el viaje en barco y...

-mi viejo y Shion ya deben venir en camino, tal vez lleguen en 3 ó 4 días.

-Queeeeeeé?!

El pobre casi se atraganta al oír eso.

-espera Manigoldo, estas diciendo que ellos....van a venir?!

-mju...esto esta delicioso, que le echaste a la sopa?

-no...no pue...ay Dios... Por qué no me dijiste antes?

-mmm...lo olvide XD.

-oh Dios Mio!

-Sí, que bien, finalmente conocére al viejo asqueroso y al borrego idiota!

-Pefko!

-Qué? Manigoldo así les dice, tambien vendra el alacran rastrero?

-no, ese imbecil se fue pa Francia, de acuerdo a las cartas del borrego.

-Manigoldo! No hables así de tu familia!

-pero parece borrego, con todo su cabello esponjado, se ve pachoncito y...oh, cierto casi lo olvido, Alba cuando mi viejo llegue le puedes dejar tu cama, te pasas con Pefko, yo y Shion podemos dormir en una esquina, aunque, bien podriamos comprar un poco de paja y dejarlo afuera hechado en la calle, ja,ja,ja.

-e...espera...se  van a quedar aqui?

-pues si, ni modo que los deje en la calle, Alba no seas cruel con tu futura familia.

-no puede ser...te...tengo que limpiar.

Se paró de golpe y comenzo a revisar toda su casa. Por primera vez en su vida, esa hermosa y acogedora casa, donde  vivio momentos felices con su padre y tíos, donde crio a Pefko él solo, por primera vez la vio pequeña y sucia (en el buen sentido).

Tenía qu limpiarla, ordenar, cambiar las cortinas, lavar el baño y...oh, dios, una de las sillas estaba coja, y las sabanas...

Los chicos se asustaron un poco cuando Albafica salío corriendo directo a su habitación, se oyeron algunos ruidos y Alba salió con su ropa de limpieza, una camisa grande y holgada, un paño en su cabeza, el cabello sujeto en una cola y un balde y escoba en manos.

-y ahora?

-ni idea

-...

-...

-Pefko! Levanta tus juguetes niño!...Manigoldo ya te dije que no dejes tu ropa sucia en el suelo!!

Los chicos solo le veian correr de un lado a otro, limpiando hasta el más pequeño rincón, el pescado les ordeno ayudar pero...termino corriendoles a los cinco minutos, y es que ensuciaban más de lo que ayudaban.

Por tal motivo la jaiba decidio dar un paseo con el enano, a un parque cercano a su casa.

***...***...***...

-pasame esa  rama

-Sí!

Se encontraban sentados bajó un roble, armando una balsita con las ramas de este y un hilo que el niño llevó consigo.

-ahora solo la amarramos y...lísto, ten enano, ya puedes jugar con ella.

-Siii!!!

Se levantó emocionado  y corrió directo al lago, colocando con cuidado la balsa en el agua. La pequeña balsita le seguía fielmente, sorteando pequeñas corrientes, manglares de pasto y uno que otro moustroso pato que intentaba hundirle. El chiquillo corria de un lado a otro, emocionado, bajo la mirada de Manigoldo y algunos niños celosos y sus madres.

-Mira...no es el niño de ese  sujeto?

-si, los he  visto juntos en el mercado.

-quien será el que le acompaña?

-tal vez el nuevo amante de esa puta...

El cuchicheo no tardó en formarse, algunas ¨damas¨ no tardaron en hacer un circulo y hablar, señalando en unas ocaciones al nene, que continuaba en su mundo de ensueño sin prestar atención a las malas lenguas.

-tsk! que diablos les pasa?

El Italiano se había percatado de las malas vibras por parte de las féminas, por lo que decidió hacercarse al nene, que estaba rodeado por los hijos de estas. Pero una desagradable carcajada a su espalda le detuvo.

-Pero que tenemos aquí, un amoroso padre y su niño.

-Minos?

El peli plata se encontraba parado frente a él, con una sonrisa burlona, moviendo su bastón con cabeza de Grifo de un lado a otro.

-y, dondé esta mi pequeña rosa, eh? hace mucho que no le  veo, sigue tan sexi como siempre.

Apreto los dientes tan fuerte que fue un milagro que no se le quebraran, detestaba el tono tan meloso y vulgar que Minos utilizaba para referirse a Albafica.

-esta bien, gracias.

Se tragó su orgullo, tenía que aguantar un poco más.

-ah, es una lastima, me gustaría verle de nuevo y saborear un poco de él.

-... te olvidas de que ya no es tuyo.

-oh mi estimado conde, en eso se equivoca, es mio hasta que usted cumpla con su parte del trato.

-lo hare, no lo dudes, soy un hombre de palabra y...

No es Cierto!!!

El grito de Pefko le detuvo, el nene se encontraba parado a unos metros de él, apretando el barquito y aguantando las ganas de llorar, rodeado de niños que le molestaban.

-Mientes!

-claro que no, mi mamá me lo dijo.

-también mi hermano mayor dijo lo mismo, tú primo es una pu...

Pero el pequeño no lo dejo terminar, le solto un puñetazo que mando al chico al suelo...si Manigoldo le enseño bien.

-Marcos!!!

La mamá del brabucon salió corriendo a ayudar a su hijo, mirando con odio al pequeño.

-Tú mocoso de...

-Hay algún problema con mi hijo...señora!

El cangrejo jaló al pequeño y lo coloco a su espalda,  mirando retadoramente a los demás.

La mujer no dijo nada, solo tomo a su hijo y salio de ahí.

Podía escuchar las risas burlonas de Minos, el peli plata se estaba divirtiendo. Pefko se había aferrado a su pierna y sollozaba, apretando con fuerza su juguete. Cargo al niño y salió del lugar. Se introdujeron por las calles, no quería que Alba lo viese así, cuando encontró un lugar casi desolado bajo al pequeño y se dispuso a hablar con él.

-Pefko...dime...porque le pegaste a ese niño?

Lo tomó del mentón obligandole a verlo, el nene había dejado de gimotear, apretó con fuerza su barquito antes de atreverse a hablar.

-esque...él mentia...Todos ellos, siempre mienten!

Unn balde de agua fria le cayó en su cabeza, ya se daba una idea de las burlas de esos mocosos.

-siempre?...Pefko, esos niños ya te han molestado antes? dime, enano.

-...si...aveces, cuando Albafica llegaba de trabajar, hace mucho, llegaba tan cansado que se quedaba dormido y yo...yo salia a jugar porque me aburría...quería jugar con esos niños pero...Ellos siempre decian mentiras de mi primo! cosas feas!

-Cosas feas?

-mju...ellos...esllos decian que Albafica era una puta...snif...que...que vendía su cuerpo y se acostaba con los hombres en los bares...snif...y...y...No es cierto! Albafica jamás haría eso!!

Le dolió un poco al ver la cara del menor, sus ojos rojos de tanto llorar, las gruesas lágrimas que corrian por sus regordetas mejillas y los mocos escurriendo de su nariz, pero lo que más le dolia era la mirada desesperada que suplicaba le diese la razón. Pero, pese a su facha, a Manigoldo no le gustaba mentir, en especial a las personas que amaba. Cargó al nene y lo sentó en sus piernas, pensando en las palabras que tendría que usar.

-Pefko escucha...ah!...Enano, la vida no es fácil, tener una casa, pagar las deudas, la comida, ropa, educación, todo esos cuesta mucho hijo, en especial cuando...bueno, cuando eres un niño cuidando de otro. Cuando tú padre y tío murieron, Albafica era muy jóven, aún no terminaba la escuela y jámas había trabajado, por lo que le costaba mucho encontrar empleo. Él, él solo deseaba lo mejor para ti, quería cuidarte, protegerte, pero la suerte no estaba de su lado. Cuando finalmente encontró un trabajo, bueno, no es lo que él quería, pero se vio obligado a aceptar y...ah, si Pefko, Albafica trabajaba como prostituto.

-No!

Al nene le dolio mucho confirmar lo que los demás decian, no podía ser cierto, su primo, su amado primo, tenía que ser mentira, Albafica trabajaba en una fábrica, él se lo había dicho, cargaba cosas muy pesadas y por eso le dolia la espalda, por eso sus moretones y desvelos, por eso...por eso...

Nuevamente comenzo a llorar, Manigoldo le abrazó e intento consolar, sabia que no era fácil.

-No Quiero, No quiero que Albafica haga eso, No quiero!!

-ya enano, ya...no te preocues, Albafica ya no lo hace, hace mucho que dejo de hacerlo.

-de verdad?

-mju, desde que trabaja para mi, desde antes de conocernos, se esforzo mucho para conseguir un trabajo mejor, para salir adelante...solo por ti.

-por mi?

-claro. Dime enano, acaso crees que a los adultos nos gusta trabajar...claro que no, pero es algo que tenemos que hacer para sobrevivir  y cuidar de los nuestros. Pefko, en ocaciones tenemos que trabajar y hacer cosas que detestamos para cuidar a nuestra familia.

-si?

-por supuesto, o acaso crees que a los obreros les gusta pararse desde la madrugada, trabajar todo el día, casi no comer, regresar exahustos, dormir un par de horas y volver al trabajo sin poder jugar con sus hijos, hablar con su esposa, sin descansar como es necesario pese a que su cuerpo esta molido, No enano, nadie quiere eso, así como el panadero tampoco desea pasar todo el día frente a un horno, soportar el calor inferal mientras amasa una y otra vez la harina, o el pescador que arriesaga su vida todos los días ante las inclemencia del mar solo para traer comida a su mesa. Hijo hay trabajos que son terribles, muy exigentes y...que odiamos, pero no nos queda de otra, tenemos que hacerlo para poder cuidar de los nuestros, sin importar lo que la gente diga, lo mucho que nos duela y lo detestemos, lo repulsivo que sea, no todos tienen suerte Pefko, a muchos no les queda más remedio que hacerlo si desean sobrevivir...como Albafica.

El pequeño bajo la cabeza y se acurruco en su amigo, pensando en lo que decía.

-no te enojes con él pequeño,solo quería protegerte, cuidarte, te ama tanto que no le importo hundirse en el infierno por ti.

-la...las mujeres dicen que ese trabajo solo lo hace la gente sucia...no es verdad, Albafica No es sucio!...él, él se baña todos los dias y siempre luce bien!

Le causo un poco de ternura la inocencia del menor, al no entender del todo lo que esas brujas dicen.

-le tienen envidia enano, les da rabia ver que Albafica, pese a su situación, es mejor persona que ellas, más amable, listo y hermoso. Es más puro que toda esa bola de mojigatas remilgosas, no les hagas caso ni creas nada de lo que dicen. Tu primo es la mejor persona del mundo y es lo único que debe importarte, entendiste?!

-Sí! No me importa en lo que haya trabajado, él...él es mi primo y lo amo!

-Bien dicho engendro!

Ya más calmado se dispusieron a regresar.

-Manigoldo?

-Mmm?

-tú...tu también quieres a mi primo verdad? A ti no te molesta lo que era, verdad?

-enano, yo Amo a tu primo! es la mejor persona que e conocido, valiente, fuerte, leal, la persona más valiosa que he conocido!...y también es lindo.

-si, mi primo es muy bonito.

-je, ni que lo digas.

Compraron un poco de queso y verduras para la cena, ya era tarde y Albafica estaría preocupado por ellos.

-oye enano.

-dime

-prometeme que no le diras nada a Albafica

-eh?

-sobre...bueno, tu sabes.

-...mm...no debo hablar sobre su anterior trabajo, verdad. Porque solo era eso...un trabajo que no le gustaba, cierto.

-...je, así es enano, solo era un trabajo.

Despeino su cabello y lo cargo en su espalda. Estaba seguro de que si Alba se enteraba se moría, despues de todo siempre intento protegera al niño de la verdad, pero por desgracia la verdad siempre se descubre.

***...***...***...

-Albafica ya llegamos!

-Buona notte Caro!

Lo encontrarón sentado en la pequeña sala/cocina, con su ropa de trabajo manchada de polvo y tierra, ya que habia limpiado toda la casa. El chico estaba nervioso y se le notaba en sus mejillas rojas y el pequeño temblor en su labio. Frente a él se encontraban dos hombres. Un guapo jóven de cabello verde, algo abultado, piel blanca y ojos violaceos, con dos puntitos muy coquetos en la frente en lugar de cejas, a su lado un hombre mayor, pero muy bien conservado, de cabello lila, con la piel tan blanca como el primero, de ojos azules y también con esos dos extraños puntitos en la frente.

-este té esta exquisito, felicidades Albafica!

-gra...gracias...

Shion y Sage habían llegado hace una hora, sorprendiendo al pescadito, y es que ese par no se parecia en nada a Manigoldo, no solo en lo físico sino también en su personalidad y modales...y es que estos dos si los tenían, como podían ser parien...

-viejo decrepito! oveja glotona! cuando llega...

-a quien le dices viejo decrepito, mocoso de mierda!

-ahhhh!

-Manghgmmmm, no esmmmghmmmh do!

Sage se había parado de golpe y le dío un fuerte coscorrón a su nieto, mientras Shion le reclamaba con la boca llena sin dejar de comerse los pastelillos de Pefko.

Ah...olvidenlo, si eran familiares.


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