capitulo 16
Aún no lo creía, de verdad podía existir tanta...tanta belleza en este mundo...parece que sí, sus ojos no le engañaban.
-¡Shion mira,mira, delfines!
-Albafica, por Dios cuidado.
El borrego alcanzo a sujetar a su primo antes de que este cayera por la borda, tras señalar a los mamíferos y brincar como niño pequeño.
-perdón, es que nunca había visto a uno.
-jajaja, Albafica te emocionas tanto como Pefko.
-¿Eh?
-El también grito emocionado cuando vio a unos delfines, corría de un lado a otro mirándole nadar, jajajajaja, ustedes son adorables.
El rubor cubrió sus mejillas así como la vergüenza, por lo que decidió dejar de actuar como niño pequeño y quedarse quieto.
-no se que tanto les vez a esas cosas.
-pero Manigoldo, son hermosos.
El cangrejo gruño ligeramente molesto, es especial cuando Albafica se asomó de nuevo por la cubierta y los saludo con la mano, cosa que...bueno, esos enormes peces parecían felices ya qué incluso saltaron, chillando emocionados.
-que raro.
-¿Qué?
-bueno, con Pefko pasó algo similar, también tuvimos un par de delfines siguiéndonos por un buen rato y...mmm... supongo que los Decerto le agradan a los peces, no creen, jajajajaja.
-si, creo que sí.
Las jaibas y el borrego comenzaron a reírse de la broma del anciano, mientras Albafica continuaba mirando a los mamíferos azulados.
En cuanto el juicio terminó, y Minos fue a la cárcel, los Médici decidieron que era momento de salir de ahí cuanto antes, para evitar otro giro extraño. Youma se quedó para terminar algunos trámites, los cuales incluían la adquisición de todos los viernes de Minos, el burdel, unos cuantos bares y una pequeña empresa textil, así como recuperar todo lo que le había quitado a la joven jaiba.
Partieron inmediatamente a Italia, acompañados de los restos de la familia Decerto, y es que no es tan difícil hacer una exhumasion y traslado de un cuerpo cuando uno de tus primos es el Papa, oh ,si.
El viaje fue tranquilo en uno de los barcos mercantes de la familia, Albafica había quedado maravillado al ver semejante nave, la anterior donde su primo se había ido no era tan grande.
-Kardia encontró un excelente colorante en el otro lado, hecho de un insecto, se puede producir a escala y es barato, aparte tiñe de forma exquisita, es muy brillante y no pierde el color tan fácil.
-je, sabía que el bicho no nos fallaría.
-no, se hizo amigo de una mujer de la región y ella le mostró una gran cantidad de productos interesantes.
-uhuuuu, una mujer eh...y ¿Qué dijo nuestro querido primito Francés?
-jaja, fue muy divertido, Degel partió en cuanto Kardia escribió que esa mujer era muy bella y agradable, jaja, sí que es celoso con ganas.
-em...¿Quién es Degel?
-es un primo segundo de Francia, no te preocupes Albita, lo conocerás en la fiesta de compromiso.
-¿Qué?
-mju, Yutzurija ya está preparado todo para tu llegada, Lorenzo, mi hermano mayor, quiere que la recepción y boda sea en la casa familiar...te encantará.
-pe....pero...yo...que tal si no les gustó y...-tranquilo cariño, te adorarán.
-pero...
-no te preocupes Alba-chan, todo saldrá bien.
Pero no importaba cuanto intentarán convencerle, el chico simplemente no podía calmarse. Por Dios, si bien antes le costó mucho trabajo aceptar que Manigoldo era alguien de la realeza, importante y reconocido, tras saber sus orígenes...bueno...¡Esto era una locura! ¡Por Dios, ellos pertenecían a la familia más importante de toda Europa! Incluso Albafica, un joven de escasos recursos y...vida galante, había oído hablar de la Familia Médici.
La familia más respetada y temida de toda Europa, regentes de Florencia, banqueros excepcionales que podían convertir cualquier negocio raquítico en una abundante empresa, temidos incluso por la corona inglesa y...¡Dios! ¿Qué pensarían de él? ¿Conocerían su pasado? ¿Lo aceptarían?
Los nervios que antaño había padecido al tener que conocer al señor Sage y Shion ahora regresaban...aumentados un millón de veces.
La travésia duro un par de semanas más, al tocar puerto el joven Picis quedó boquiabierto, ese no se comparaba con el de su hogar, era enorme, grandes barcos atracaban en la costa de la toscana, todos ellos cargados de mercancías, lujosas telas, joyas, especies exóticas, animales, vinos, la gran mayoría pertenecientes a la familia de Manigoldo.
-señor Sage, su santidad nos envío para trasladar los restos a la capilla familiar.
Un cortejo de monjes apareció en el puerto, listos para llevar a los padres y tíos de Albafica. El chico quería ir con ellos, pero Manigoldo le aseguro que todo saldrá bien y nada malo les pasaría, después de instalarse y de que los demás le conocieran lo llevaría a él y a Pefko a verles.
Esto bastó para que el chico quedará tranquilo y accediera a ir, extrañaba mucho a su primo.
El viaje en carro fue impresionante, jamás imaginó que Italia fuese tan hermosa, una gran cantidad de fuentes, parques, plazas, esculturas, todas ellas adornando el camino.
Albafica casi se va de espaldas cuando llegaron a la casa de Manigoldo, era enorme, un palacio mayor a los que los nobles en su país tenían. El carro atraco y los empleados no tardaron en abrir las puertas y ayudarles a bajar.
-¡Signore, benvenuti!
-¡Ciao Pablo, Andres!
-¡Ciao!
-¡Ciao, sono felici di vederti!
Un par de ancianos los recibió alegremente, para Albafica no fue difícil entender lo que decían, ya que estudió mucho y hablaba el italiano perfectamente.
-señores, mi prometido, Albafica Decerto.
-...ah...mu...mucho gusto...
-....😐
-....😐
-....😣
-¡Por los clavos de Cristo, es muy hermoso, joven amo!
-¡Un ángel! Mi señor un placer conocerle, soy Andrés Pazzie, mayordomo de la casa.
-yo soy Pablo Gasset, el caballerizo.
-¡Mucho gusto, Albafica Decerto!
Esta de mas decir que todos se quedaron asombrados por la belleza de su nuevo amo, de verdad parecía un ángel, tal cual lo había mencionado el señor Sage. Albafica no tardó en congénita, era muy amable y atentó, así como servicial, lo que no incómodo a los criados ya que sus amos siempre habían sido personas muy amables con ellos.
Cuando dieron las cuatro Pefko llegó de la escuela, acompañado por una hermosa mujer de cabello rubio y ojos azules y un pequeño de cabello lavanda y ojos verdes, la esposa e hijo de Shion.
-¡Albafica!
El pequeño no tardó en correr a los brazos de su primo y llenarle la cara de besos, lo había extrañado a mares.
-¡Oh! Así que tú eres el famoso Albafica...un placer querido, soy Yutzurija, la esposa de Shion.
-ah...el gusto es mío.
-de verdad eres muy guapo...él es mi hijo, Atlas, saluda cariño.
-ho...hola tío.
El pequeño pelilavanda se escondió tras las faldas de su madre, era muy penoso y tímido.
-me alegro tanto de que estén aquí, cuéntenme ¿Qué fue lo que pasó? ¿Ese bastardo recibió su merecido?
-Amor, no creo que sea bueno hablar de eso enfrente de los niños.
-cierto querida.
-tienen razón...haber escuincles, vallan a jugar afuera😡
-eh
-ah...yo quiero seguir con mi primo.
-si mamá, yo también.
-😠...🥊
-😨😨....¡Ya nos vamos!
😶😶😶😶
-listo, ya podemos hablar tranquilamente 😇
-cariño no crees que los asustaste 😓
-ya se les pasará...les haré un pastel, pero ahora (colgándose del brazo de Albafica) vamos, vamos a la sala, tenemos mucho de que hablar.
Prácticamente arrastró a Albafica a la sala y a los demás no les quedó de otra más que seguirla. Le contaron todo lo ocurrido, Albafica se asustó mucho con las reacciones de la joven, algunas de alegría, en otras gritaba hasta de lo que Minos se iba a morir y en otras les pegaba a los otros tres por no haber cuidado bien de Albafica, según ella. Llegó la noche y Shion y su familia partieron a su palacio, mañana llevarían a Albafica a conocer a él patriarca de la Familia.
-Florencia es hermoso Albafica, hay muchas fuentes y...y...Pablo me enseña a montar y cuidar a los caballos...hay caballos pequeños llamados pony, son muy lindos. Voy a la escuela muy temprano ¡y ya tengo muchos amigos!
-me alegra mucho oír eso.
-Atla es muy simpático, dijo que somos primos, compartimos todas las clases, él es muy bueno en pintura...pero yo le ayudo en botánica.
Pasó casi toda la noche hablando con el pequeño, acostados en una enorme cama, en un lujoso cuarto y vistiendo una gran camison de seda. Albafica jamás imaginó estar en un cuarto así, no se comparaba con el de el hotel. Era el cuarto del pequeño ya que no quiso separarse de Pefko, a Manigoldo le pareció una buena idea, ya habían preparado su habitación, la cual compartiría con el conde, pero como aún no estaban casados decidieron esperar.
-listo, vámonos.
-eh...si... yo...
-pasa algo Albachan.
-no es solo qué...
El chico se miraba en el espejo una y otra vez, buscando algún fallo en su ropa. Vestía un pantalón café obscuro que de sepia perfectamente a sus piernas y cintura, unas botas de piel negras que llegaban a sus rodillas, una camisa blanca, un saco de piel negro con botones dorados que llegaba a su cintura, la cual era adornada por un cinturón con hebilla en forma de pez, el cual parecía estar a punto de saltar, se había sujetado el cabello en una coleta alta dejando al descubierto su largo cuello.
-es que...¿Me veo bien?
Pregunto preocupado a su amante. Por su parte Manigoldo iba...pues como siempre, su pantalón y botas negras, lo mismo que la camisa, la cual mantenía desabotonada hasta el pecho, no llevaba saco ni ningún adorno.
-jaja, amore, tú te vez hermoso con todo lo que uses, no tienes porqué angustiante.
-¡¿Como dices eso?! Manigoldo voy a conocer a tu tío abuelo....¡La cabeza de esta familia! No quiero que se dé una horrible impresión de mi y...y me prohíba....me prohiba casarme contigo.
Solo fue un susurro pero Maní lo escucho, le dió mucha ternura la mirada triste y nerviosa de su novio.
-cariño eso no va a pasar...nadie me separara de ti, lo juro, nos vamos a casar con o sin la autorización del viejo.
-pero....
-amore, no te preocupes, eres inteligente, amable, leal y la más perfecta pieza de arte, te puedo asegurar que el viejo te adorarán, pero no por tu apariencia, si no por lo que vales.
-...de verdad...lo crees.
-claro que si cariño...no te preocupes, todo saldrá bien.
Le dió un pequeño beso para transmitirle confianza, Albafica acepto, tomo una gran bocanada de aire y se dirige al carruaje, era momento de conocer al patriarca de la familia Médici, era momento de conocer a Lorenzo di Piero de' Médici.
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Y estamos en la recta final, dos capítulos más y terminamos.
PD. Los datos que doy difieren en tiempo, ya que los altere para ajustarles a la historia.
León X (papá) es hijo de Lorenzo, pero no fue papá hasta ya casi la muerte de su padre.
Aquí el está vivo, no es tan viejo y es hermano mayor de Sage y Hakurei.
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