capitulo 14
Cuando vives en la mierda es normal que termines embarrado, no importa cuánto te cuides, cuanto desees no ser participe, siempre terminas sucio ya sea una pequeña mancha o que escurras en lodo.
Albafica no fue la excepción.
Por años tuvo que complacer a los bastardos de sus clientes, con peticiones absurdas, infantiles, enfermas o asquerosas, cosas que deseaba olvidar por lo que las arrojó a lo más profundo de su subconsciente, incluso no sé las comento a Manigoldo ya que la vergüenza y humillación le dolían, así como el miedo a perderlo cuando se enterará de tales actos, sí, su cangrejo sabía que se había acostado con medio pueblo para poder sobrevivir, que en ocaciones había cogido hasta con tres hombres a la vez, pero....eso no era todo.
Ese maldito que había traicionado a su amado era un cerdo, un cerdo que él no dudaría en descuartizar con tal de proteger a su hombre.
Shion se quedó asombrado cuando Albafica comenzó a amenazarlo, ese sujeto...como pudo...no que amaba a su hijo y deseaba ver a Minos en la cárcel por haberlo llevado por el mal caminó...valla...era obvio que no fue Minos el causante.
Había abusado de el cuando cumplió los trece, lo obligó a ir al burdel de Minos para que tuviese su primera experiencia con Albafica y después...después su padre lo tomó, mostrándole cómo sería apartir de ahora. Cada fin de semana le llevaba, los humillaba vistiendoles con prendas femeninas, con ropas de cuero, cinturones, pieles de animales y más, haciendo que actuarán como animales en celo, obligándolo a beber hasta la inconsciencia o drogando lo con opio, por increíble que parezca hasta el propio Albafica sentía pena por el.
Pero no era todo, ese sujeto era tan ruin que cuando algún sentenciado llegaba a su corte, si su mujer le gustaba, lo mandaba a la cárcel aún si era inocente, para después sobornar a las féminas obligandoles a tener sexo con él.
Manigoldo y los demás no lo habían descubierto ya que era el juez con mayor influencia en ese horrible lugar, tenía nexos con los militares, iglesia y demás, pero también era discreto, muy discreto, en público era una persona admirada y respetada, una persona que la gente usaba como ejemplo...pero en la intimidad, en la intimidad era distinto, un bastardo que gustaba de presumir sus "logros", de regocijarse cual pavorreal, contándole a Albafica todo lo que hacía...grave error, porque no solo era Minos quien sabía de sus sucios negocios y perversiones.
-¡No te atrevas!
-pruebame...no creo que a tu conversadora esposa le guste saber lo que le pasó a su único hijo, que fue lo que le llevó a caer en ese mundo tan bajo que lo llevó a la cárcel...cierto
Albafica le veía desafiante, Minos no era el único que podía jugar sucio.
-que...¿que es lo que quieres?
-quiero que cumplas con tu parte del trató, que juzgues a Minos como lo habías prometido.
-¿Están locos! Ese bastardo sabe muchas cosas de mí, si ayudo a su amigo...
-pues entonces ve preparándote para tu divorcio y para que tu imagen sea destrozada, porque voy a contar absolutamente todo.
-Nadie te creerá, eres solo una puta que...
¡Plaff!
La mano de Shion lo mando a callar
-no se atreva a faltarle al respeto a mi primo...claro que nos creerán, vamos a usar todas nuestras influencias y usted caerá junto a Minos ¡Lo juro!
Con todo el orgullo y elegancia que caracteriza a su familia Shion dió por terminado el tema, orgulloso salieron de ahí, si querían guerra la tendrían.
Regresaron a casa en completo silencio, Albafica no quería hablar de lo ocurrido y Shion no iba a obligarlo, pasados algunos minutos Albafica se soltó a llorar.
-Albafica...
Le costó mucho trabajo a Shion el poder abrazarlo para reconfortarle, ya que el otro se negaba retorciéndose en sus brazos, ahora que pensaría de él ¿Lo odia? ¿Siente asco?
-esta bien....
-no...yo...yo no quería Shion...pero si no lo hacía Minos dijo que usaría a Pefko y...no quería, de verdad.
Es claro que su primo no sabía nada de eso, las lágrimas desesperadas del peli celeste lo confirmaban, así como sus temores al decir que Manigoldo lo odiaria por esto, que lo dejaria.
Logró calmarse después de un rato, el borrego no le dejo en ningún momento, se fueron a dormir y a eso de las cinco de la mañana unos fuertes toquidos los despertaron...junto a una sorpresa, Sage había regresado y no venia solo.
El pecesito se sorprendió un poco al ver a ese hombre, era más bajo que Sage y no se veía tan imponente como el pero...había algo en su mirada que le inspiraba temor, así como esa sonrisa ligeramente siniestra.
-y bien ¿ Como pasó esto?
-el juez, Minos conoce muchos de sus... negocios, por decirlo de una manera, lo amenazó...y lo más probables es que a los otros también, por ello nos dieron la espalda.
-¡Maldita sea!
-pero....bueno....
El borrego guardo silencio, mirando nervioso a Albafica.
-¿Qué sucede? ¿Qué pasa chicos?
No quería hablar, pero era necesario si quería salvar a su cangrejo, aunque es posible que tras enterarse de todo esté le dejaría.
-pero Minos no es el único señor Sage
-¿Qué quieres decir Albafica?
-yo ...yo también conozco los secretos turbios de esos sujetos, ellos, ellos me lo contaban y....
Sage pareció entender.
-y ¿Como es que los sabes chico?
Pero Youma no sabía NADA, ni de él.
pasado y relación que el pecesito tenía con su futura presa.
Tenía algo, no sabía que pero...esa sonrisa tan...sencilla, ni siquiera Minos le hacía temblar cuando le reía de manera maniaca.
-el es Youma Mefistofeles, el mejor abogado de nuestra familia....paterna.
-un placer jovencito.
-eh...i....igual.
-el es Albafica Decerto, el prometido de Manigoldo.
-oh, así que el pequeño Maní se va a casar, un prometido muy lindo.
-si....entonces, Albafica, hijo crees que podamos chantajear nosotros a esos sujetos ¿Qué tan profundos son esos secretos?
-...
No respondió, solo bajo la cabeza mientras mordía el labio.
-¿Albafica?
-tio yo...creo que es mejor que hablen en privado mientras...Youma, porque no damos un paseo y te pongo al tanto.
El oriental le miró confundido pero acepto, dejando solos al patriarca de la familia y su futuro hijo.
-Albafica ¿Qué sucede?
-señor Sage por favor perdóneme, es que yo...yo he hecho cosas horribles y...
Había checado la lista de los que acusaban a su italiano, los conocía a todos ellos, a cada uno, su cuerpo, la manera en que pensaban, sus sueños más húmedos y parafilias, tal vez sabía más que el mismo Minos y es que por alguna razón los hombres de ahí eran tan estúpidos que no podían mantener la boca cerrada, adoraban presumir sus "logros" en especial a sus lacayos, para restregar les lo que ellos jamás lograrían, en especial si solo eres una puta que solo sirve para lamerla y abrir el agujero.
Tenía tanto miedo, sabía que Sage lo rechazaría, se llenaria de asco contra su persona y lo alejaría de su hijo, tembló cuando el mayor le ordenó callar tras las primeras dos historias, sus ojos se cristalizaron cuando Sage se levantó y comenzó a caminar de un lado a otro, murmurando mientras tallaba sus ojos y barbilla.
Por fortuna Albafica logró respirar de nuevo cuando Sage lo abrazó con fuerza y le dijo que estaba bien, que no era su culpa.
De verdad Minos era un moustro...pero el había traído algo peor.
Masoquismo, sadismo,clismafilia,
Clastomania, Dendrofilia, fratilagnia, hierofilia, misofilia, necrofilia,pedofilia, zoofilia y más.
El pobre chico había participado en tantas cosas que es un milagro no se volviera loco.
Albafica contó todo lo necesario, frente a Manigoldo, su familia y Youma. El mayor de los Altair creyó que era más conveniente que lo relatará con todos presentes, para no tener que vivir la odisea una y otra vez.
Mientras más hablaba Manigoldo sentía unos enormes deseos de moler a Minos a golpes,haberle amenazado con obligar a Pefko a participar si no cedía, ahora entendía porque nunca se había revelado.
-tranquilo Albachan...todo estará bien.
-Manigoldo...lo siento yo...tenía miedo de decírtelo yo...
-amor, eso es el pasado, tu ya no eres esa persona y...fuiste obligado Albafica, no es tu culpa.
Youma les había conseguido un poco de intimidad en la celda de conferencias, mientras el planeaba su estrategia.
-Tranquilo amor, todo saldrá bien.
-Manigoldo tu...¿Tú aún me amas?
-jajaja, mi pescadito, no lo dudes ni un segundo
-pero...todo lo que he hecho, lo que te oculte...yo...¿Como podrías amarme?
-ah, Albita, ya te lo dije, no es tu culpa, no tenías oportunidad, negarte habría sido la muerte para Pefko y para ti, lo protegidas, no es tu culpa los horribles fetichismos de esos malditos ni que Minos se aprovechará de tí. Amor eso es el pasado, ya no eres esa persona, ahora eres un hombre seguro de si, que siempre lucha por las personas que quiere sin importar nada...y eso es lo que amó. Cariño, no me interesa tu pasado, ya te lo he dicho...aunque... eucalipto, encerio, eso sí es...raro.
Bromeó ganándose un codazo.
-perdón, debí decírtelo yo.
-esta bien amor, entiendo el porqué lo guardaste.
-perdón.
-no importante, pero a partir de ahora nada de secretos, después de todo pronto seremos esposos y los esposos no deben guardarse nada.
-si....lo prometo.
Un tenue beso para sellar su promesa.
-entonces, mi defensa, tu tenías que decirme sobre lo que tenían planeado hacer.
-je... cierto.
-oye, ese sujeto, Youma, él no.
-tranquilo amore, Youma es una tumba, jamás divulgaria los secretos familiares, y tu pasado es uno.
-entonces, podemos confiar en el, es que...no se...me da algo de miedo.
-youma ha Sido abogado de la familia desde hace años, podemos confiar en el, ya antes a arreglado enormes problemas familiares y siempre sale victorioso.
-entonces, ha Sido el abogado de la familia Altair por mucho tiempo.
Je...je ...je..
Tragó grueso, bueno, ya que andaban en eso de los secretos era el momento que el dijese el suyo.
-entonces, Albachan, cariño hay algo que debes saber.
-mmm ¿Qué pasa?
-veras cariño, lo que sucede es que...bueno Altair no es mi primer apellido, la verdad es que usamos el apellido materno porque, bueno, podemos decir que nuestra familia...pues...hay algunos que no la quiere y...
-eh, Manigoldo de que estas hablando...¿Cual es tu apellido?
-bueno ...en...
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Tomo un poco de vino y se recargo en el respaldo, ah, que alegría, en unos días la fortuna del conde sería solo suya, pero no era todo, volvería a recuperar a su rosa y entonces...le haría pagar con sangre su traición.
¡Mmmghmmm!
Sujeto los rubios cabellos de la chica y le obligó a mamar con más fuerza, carajo,era en momentos así cuando extrañaba a Albafica, ese mocoso había aprendido muy bien como complacer a un hombre, incluso solo con una felación.
-em...buenas tardes.
Se sorprendió al ver al hombre que entraba a su despacho, ataviado en un traje negro, con un sombrero de copa y un extraño moño en el cuello.
-oh, veo que se divierten.
Youma sonrió perverso, jalo la silla y se sentó sin esperar invitación.
-¿Quién es usted?
Minos le veia fijamente, no recordaba haberle visto antes, un extranjero tal vez.
-permitame presentarme, mi nombre es Youma Mefistofeles, soy el abogado del joven Manigoldo.
-oh...de ese condecito y que desea de mí, a caso lo mando a suplicar.
-jajaja, que buena broma, le puedo asegurar que nadie en esa familia lo hace, no señor, solo vine a traerle esto.
Le extendió un sobre blanco, sellado con cera roja y decorado con un escudo.
-es una...contrademanda, estoy aqui para probar la inocencia de mi cliente y meterlo a usted a la cárcel...si bien le va.
-jajaja, no me hagas reír, él está hasta el cuello de problemas.
-lo cree, hace poco hablé con un juez, una charla muy interesante, sobre algunos problemitas que tuvo con su hijo...se de buena fuente que el chico perdió aquí su virginidad y...no está prohibido el abuso de menores en este país, bueno, tendré que leer la constitución de aquí para poder jugar, pero...el juez accedió a darle libertad provisional mientras todo se resuelve por lo que, en estos momentos el joven Manigoldo se encuentra en su casa, con su prometido, su primo y su abuelo...una hermosa familia no cree.
Minos le miró molesto, eso era imposible, ese estúpido no pudo soltarlo, si lo hacía él contaría todo y terminaría en la cárcel.
-el jefe de policía se mostró muy adepto a cooperar, incluso nos escoltó hasta su casa y en el camino platicamos de...esos hermosos niños en el orfanato, cuidados por el y el sacerdote.
Un ligero temblor recorrió su espina.
-ironico verdad, es el sacerdote que rompió su voto de confesión y alertó a los inversionistas sobre el supuesto fraude, que gracioso que también sea amigo de uno de estos, de esos que gusta de...animales.
Ahora estaba pálido...¿Como demonios se habían enterado?
-pero bueno, pueblo pequeño, supongo que todos se conocen, cierto.
Youma mostró una afilada sonrisa, tomo la botella de vino y la bebió de golpe, para después dejarla caer con fuerza.
-bueno señor Minos, lo veré en la corté, fue un placer.
Se encaminó a la salida, estaba por abrir la puerta cuando se giró.
-por si no le a quedado claro me presentaré nuevamente (con voz sería) Mi nombre es Youma Mefistofeles, abogado de él Conde Manigoldo Médici Altair, perteneciente a la familia Médici de Florencia...jmph, lo veré en la corte.
La puerta se cerró de golpe y Minos se quedó congelado en su asiento, el dijo... Médici. Los Médici, la familia más influyente y temida en toda europa, aquellos que controlaban todos los bancos, que tenían un Papa en sus filas, con una reían en Francia y nobles ingleses a sus pies, patrocinadores del arte por toda Italia, incluso se decía que sus científicos eran en realidad antiguos alquimistas, capaces de transformar el plomo en oro.
Pero eso era...era imposible, Manigoldo no podía ser...un Médici.
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