-¡Maldición!....como...esos cretinos.

-¿Qué pasa?...Shion ¿Cuando sacaremos a Manigoldo de la cárcel?

Su rápida estadía se había convertido ya en dos semanas, según su plan Manigoldo habría salido a los cuatro días, máximo, de la cárcel después de la partida de su abuelo, pero todo les estaba saliendo mal, incluso Sage estaba por regresar después de que su sobrino le contó en una carta del problema.

-No te preocupes Albafica, todo se solucionará.

Más la sonrisa triste  no lo calmó.

Todo había dado un giro inesperado, de acuerdo a los "testigos" Manigoldo solo era un extranjero que fue contratado por Minos para administrar algunos de sus bienes, el chico se desenvolvió muy bien y en poco tiempo logró aumentar las ganancias consiguiendo más socios, esto parecería excelente de no ser por que el joven comenzó a desear más, los pequeños fraudes no tardaron en aparecer, cantidades infladas, pérdida de mercancías y extorsión, el chico comenzó a mostrar su verdadera cara abusando de la confianza de su jefe y llevando todo a la banca rota. Como era de esperar Minos y sus socios no tardaron en presentar una demanda y llevar al joven a la cárcel, ahora Manigoldo esperaba su sentencia y todo apuntaba a que terminarían muy mal.

-aun no entiendo... ¿Cómo diablos se enteró ese desgraciado?

De verdad era un misterio, podría jurar por su persona que esto no debía pasar, ellos habían advertido a sus socios, los cuales aceptaron ayudarles gustosos ya que deseaban deshacerse de Minos, los investigaron y podían jurar que seguirían hasta el final...entonces... porque ahora se habían arrepentido.

-¡Malditos traidores!

Albafica pegó un brinco al ver como golpeaba con fuerza la mesa, se sentía tan impotente y....

- debemos hablar con Minos....convencerlo para que retire los cargos, estoy seguro que si yo acepto el regresar Minos...

-¡No! Albafica no digas esas cosas...entendido, nos costó mucho sacarte de esa vida y no vas a regresar... Albafica, Manigoldo se está sacrificando mucho, no lo hecharemos a perder, confía en nosostros sí.

-...

El chico acepto.

-ahora eres un Altair...y lo más importante un Decerto, piensa en lo que tus padres querrían, Pefko ya no está y no tienes porqué sacrificarte más, lo resolveremos...lo prometo.

-...si....pero...

-hey, Manigoldo es muy fuerte, puede soportar unos días más. Ahora tenemos que averiguar cómo diablos hizo Minos para convencer a esos traidores y....

¡GRRRRRR!

Pero el estómago de Shion hablo antes que él, ocaciono la risa en el pecesito.

-jaja, creo que primero tienes que recargar energía... prepararé algo.

-si... gracias.

Tenía que confiar, no estaba solo, ahora tenía a una familia que lo apoyaba. Comieron tranquilamente y después salieron a comprar víveres, en el camino Shion se separó, iría a hablar con uno de los implicados, mientras Albafica regresaba a casa.

No le gustaba está situación, se sentía impotente y culpable, paso el resto de la tarde leyendo algunos diarios de su padre, como desearía que estuviera ahí, con él, apoyándolo. Shion regreso como a eso de las ocho de la noche, muy molesto y con un ligero golpe en la cara, Albafica se preocupó pero el joven le restó importancia.

-tenemos que ir a hablar con Manigoldo mañana temprano.

-ah ...si...

Minos era un genio, un estafador excelente, le gustará o no admitirlo, sus sucios negocio lo habían vuelto en una persona muy influyente y peligrosa, basto con un par de amenazas para que los otros se retractaran.

-ese estúpido juez...poco le importa vengar a su hijo, solo quiere mantener su culo a salvó y por ello prefirió callar y seguir el juego...no sé qué hizo pero prefiere mantener a esa escoria callada...por eso nos traicionó.

-¿los demás?

-algo me dice que están en las mismas...compro su silencio con el propio.

-je...entiendo.

-...Manigoldo...

-...debemos encontrar su punto débil...saber lo que ocultan y usarlo a nuestro favor...Shion, quiero que le hables a Youma.

-¡¿Qué?!

-nesecitamos a un buen abogado y...tsk...quiera o no aceptarlo ese bastardo es el mejor en el mundo.

-...yo....si...entiendo...está bien le diré a mi tío, viene para acá, le pediré que lo traiga.

-si....Albafica, cariño no te preocupes, todo saldrá bien, lo prometo, esto es solo un pequeño inconveniente, saldré de aquí y nos casaremos, te lo prometo.

Albafica le sonrió tristemente mientras apretaba las manos de su amante, se colgó de su cuello y le dió un profundo besó...no, nada será igual, no después de lo que tenía planeado hacer, cuando Manigoldo se enterará...sabía que lo dejaría.

-¿Quieres que vallamos al panteón a ver a tus padres? Aún es temprano y ...

-vamos con ese juez.

-¿Eh?

-llevame con ese juez, Shion.

No lo dejo replicar, se trepó al carroaje y partieron a la mansión del susodicho. Albafica iba en silencio, mirando por la ventana mientras jugaba nervioso con su anillo.

No tardaron en llegar, el chico bajo de  golpe y a grandes zancadas se dirige a la puerta, siendo seguido por un cordero verde muy confundido.

Los fuertes golpes lo asustaron, parecía que quería derribar la puerta, en cuanto esta se abrió un poco la empujó con fuerza y entro, valiendole muy poco las protestas de la mucama, la cual corrió a llamar a los demás empleados mientras Albafica le gritaba al dueño de la casa que saliera.

-Albafica cálmate, tenemos que actuar con cautela o...

-¡No me voy a calmar Shion, no mientras Manigoldo este en la carcel!

¡Qué es todo ese escándalo!

El dueño de la casa no tardó en aparecer.

¡De nuevo tú! ¡Ya te dije que no les ayudaré, largo de mi casa!

Estalló en cólera al ver a Shion ahí. La noche anterior el borrego había intentado convencerlo para que se retractara, incluso le recordó lo que Minos le hizo a su hijo pero nada de esto sirvió, el borrego fue sacado a empujones tras recibir un golpe en la boca por hablar de más.

Se acercó a Shion dispuesto a correrlo nuevamente de su casa pero...

La bronceada piel del hombre se tornó blanca cuando Albafica se colocó delante del peli verde, mirándolo desafiante, incluso tembló un poco, que hacía ese chico ahí.

-...Alba...fica...

-...

-Albafica...¿Lo conoces?

-...qué tal...Eduardo ¿Cómo has estado, hace mucho que no vienes a visitarme?

La mirada desafiante y la seguridad con la que el menor hablaba sorprendieron al borrego. Generalmente Albafica era alguien tímido, incluso miedosos, reuia de la vista de los demás y siempre intentaba pasar desapercibido, pero ahora...

¡Ya basta! Ya no sería una carga para su amado, Manigoldo y Shion no tenían que protegerlo de todo, él no era un bebé, había sobrevivido al infierno solo y podía volver a hacerlo, si bien adoraba que Manigoldo hiciera todo por el y lo cuidara cual botón de rosa, no permitiría que por su culpa este sufriera. Era el momento de madurar, de dejar de ser la doncella mártir y en peligro que había sido, porque tampoco regresaría a esa vida, Manigoldo le había demostrado que valía más de lo que todos decían, no solo un objeto, era un y hombre hecho y derecho en todo sentido, que tuvo las agallas para cuidar de su primo, madurando de golpe y si bien había vivido en un infierno, esto no lo volvería a tirar, el era Albafica Decerto, hijo de Lugonis y Agasha Decerto...prometido de Manigoldo Altair, un conde italiano que lo había ayudado a salir adelante y que ahora...¡El iba a rescatar!

¡Plafff!

Los ojos de Shion se abrieron sorprendidos al ver como Albafica le soltaba sonora cachetada al juez, este se tambaleó y cayó en el piso, los guardias y la servidumbre llegaba.

-¡Bastardo! ¡Como te atreves, maldita puta!

-¡Tú cómo te atreves a abandonar a Manigoldo! ¡COMO TE ATREVES A ENCARCELAR A MI ESPOSO!

-...

La noticia lo dejo impactado, los hombres del juez intentaban sacarles, pero Albafica forcejeaba amenazando a su ex cliente.

-¡Demetrio, saque los de aquí!

-si señor.

-jajaja...tú eres Demetrio...tú eres el imbécil del que me habló, el que tiene una hija con una vagina de encantó.

-¡¿Qué?!

Aprovecho la sorpresa del hombre para safarce, parándose frente a él mientras señalaba al juez a su espalda.

-acaso no lo sabes, este bastardo gusta de espiar a tu pequeña hija mientras se baña, el maldito tiene un escondite al lado del baño...¡Porque creen que dejar a las mujeres e hijas de sus trabajadores que se duchen aquí!

-¡Maldita puta, cállate!

Todo se había vuelto un caos, los hombres se había quedado en blanco, incluso soltaron a Shion, que confundido se acerco a su primo.

-cierra la boca Albafica.

-No ...tu y yo vamos a hablar...pero te daré la oportunidad de que sea en privado, claro, a menos que no te moleste que me valla de la lengua.

-¡Tsk!

Molesto les hizo una seña a sus trabajadores para que se marcharán, cosa que estos no aceptaron de buena gana, en especial ese tal Demetrio.