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capitulo 10

-estas loco!
-Manigoldo no puedes hacer eso
-tsk! No sé preocupen
-como no me voy a preocupar si piensas mandar todo por la borda.
- viejo créeme, gano más de lo que pierdo.
-de que demonios hablas?
-Manigoldo no entiendo, que está pasando?
-para que necesitas tanto dinero?
- es que...eeem..me metí en un problemita
-que clase de problema? 
-debe ser muy grave si necesitas tanto dinero
-no es mucho
-como diablos no! Es casi la mitad de lo ganado aquí, tal vez más.
El italiano había salido con su familia para "platicar" un rato, no deseaba que Albafica se enterará de lo que había hecho.
-Manigoldo, dime qué tipo de problema es, nosotros te ayudaremos a resolverlo.
-cierto, solo habla, que pasó?
-....
-Manigoldo!
-ah...solo dire que me metí con la gente equivocada.
Sage y Shion le miraba incrédulos, sabían que Manigoldo era problemático y todo, pero jamás la cagaba, al menos no al grado de necesitar que su abuelo le permitiese despilfarrar tanto y... No, él no era así, pese a su fachada Manigoldo era un chico responsable y listo, nunca se envolvía en problemas o asuntos peligrosos, siempre había sido precavido, desde niño.
-entonces, lo de tu boda con Albafica, es encerio?
-claro que si! Lo mío con Albachan es muy enserio viejo, no lo dudes, me voy a casar con él sin importar nada.
Sage le miró fijamente, había determinación en la mirada de su nieto, como lo había en la de su padre. Se había sorprendido mucho al enterarse que su único nieto, el único recuerdo de su amado hijo, estaba por casarse, noticia que lo lleno de alegría. No iba a negar que se sorprendió mucho al conocer a la "novia", pero bueno, si esa era la decisión la respetaría. Pero a cambió exigirá la verdad.
-Manigoldo, quiero que seas sincero conmigo, que diablos está pasando, en que problema te metiste, porque necesitas tanto dinero?
-...
-...
-Manigoldo,habla, te ayudaremos primo.
-...es...
-Manigoldo...o lo dises tú, o le pregunto a Albafica, tu deside.
- no, espera no hagas eso, él no sabe nada...y no quiero que se entere.
-pues entonces habla, mira que de verdad quiero tener una charla con él desde que llegué.
- cierto, parese que le quieres ocultar de nosotros, no nos has dejado hablar con él.
Y era cierto, desde que llegaron Manigoldo había hecho todo lo posible para mantenerlos lejos y que casi no hablarán, como ahora que ni siquiera les dejó desayunar y los arrastró hasta un paraje solitario.
-Manigoldo, si no me dices la verdad...voy a oponerme a esta boda, lo juro, habla!
-viejo...no, por favor no me hagas eso
-entonces habla, que sucede realmente?
No quería decirlo ya que temía la reacción de su abuelo, tenía miedo que lo obligadas a alejarse de Albafica...pero...
-e...está bien,les contaré, pero prométeme que me escucharás hasta el final
-lo prometo
-Shion?
-lo prometo.
Con algo de miedo comenzó a narrar todo lo sucedido, desde su llegada hasta el encuentro con Albafica, el trato con Minos y como había empezado su relación. Sage y Shion escuchaban atentos, incredulos por lo que oían, jamás imaginaron que ese chico...Manigoldo les contó los motivos del pez, su tragedia familiar y lo que le llevó a caer en ese mundo, resaltó la valentía del muchacho, su fuerza y determinación al cuidar de su primo y todas las cualidades que le habían cautivado y enamorado, para que se dieran cuenta porque estaba desidido a llegar hasta las últimas consecuencias para salvar a ambos primos de ese maldito de Minos.
Sage no sabía que decir, una parte de él le decía que eso era una trampa, que su amado nieto había sido embaucador por ese chico con cara de ángel el cual solo deseaba su dinero, pero otra, no conocía aún a Albafica y...algo en su interior le decía que debía darle una oportunidad, que no era un mal chico y debía confiar en el criterio de su nieto.
-entonces, ese dinero lo quieres para ...comprar a Albafica?
-claro que no idiota!Albafica no es una maldita mercancía, me oiste
-lo...lo se, no te enojes,es solo que...pues así es como se entiende.
-tsk!
Bufo molesto y desvió la mirada, odiaba admitirlo pero...la verdad es que era cierto, llegó a un trato con Minos donde el albino había accedido a venderle a Albafica a cambio de una exorbitante suma de dinero.
-me dió un par de meses para juntar la plata, después de todo yo solo estoy de paso y aún siendo conde no contaba con la cantidad deseada.
-entiendo
- he hecho buenos negocios y ya reuní una buena parte, podría seguir así y reunir todo pero.... Quiero sacar a Albafica cuanto antes de aquí!
Shion le miró con un poco de lástima y aceptación, él también haría lo imposible por su amada esposa Yutzuriha.
Por otro lado Sage...el anciano se encontraba en silencio...pensando.
- por favor chicos, necesito de su apoyó.
-...está bien, si crees que es lo mejor adelanté, tienes mi apoyo.
-gracias borrego!...viejo?
-ah!...Manigoldo yo...escucha, esta bien, si lo que dices es cierto entonces no me opondré y te dare el dinero para que ayudes a Albafica.
- de verdad? Gracias viejito, no te arrepentirás! juro que te...

-espera, te dare el dinero pero...de momento me reservo mi aceptación para tu boda.

-Que!...pe...pero, porque?

-hijo tan solo piensa, es muy extraño que de repente te encontraras con un chico así, como Albafica, y de la noche a la mañana te enamoraras de él y ese tal Minos te exija una enorme cantidad, porque vendería su maxima joya cuando puede sacar más provecho.

Por primera vez en su vida, Manigoldo vio desafiante a Sage, incluso con un poco de odio.

-Albafica no es un chico así! No lo insultes! él no esta ahí por gusto, las circunstancias lo llevaron a eso y...

-como sabes que no invento esa historia, como sabes que no lo planeo todo junto a Minos? lo has investigado, al menos te pusiste a investigar quien era antes de enredarte con él!

Shion veía con temor a sus familiares, jamás había visto a ese par pelear.

-Confío plenamente en lo que me dijo, jamás me mentiría!

-Maldita sea, solo para a pensar un poco! no estoy diciendo que mienta, solo que es extraño, un chico solo y desesperado al cual de pronto le llega su Principe azul, de verdad te crees eso.

-por que no!...tu tuviste un caso semejante no.

-Manigoldo...no empieces, no estamos hablando de mi y... solo quiero que pienses un poco antes de...

-sabes que, no me importa  viejo, voy a casarme con Albafica con o sin tu consentimiento...es más, ni siquiera necesito el dinero, gracias, yo lo salvare con mis propios medios.

Se marcho de ahí molesto, dejando a su abuelo con la palabra en la boca, sabia que Sage solo intentaba protegerlo pero...que dudara de Albafica lo saco de quicio.

*****.....*****.....*****.....*****.....

No sabía lo que sentía pero miedo no era. Sage y Shion parecían haberle aceptado de buena gana, a él y a su primo. Incluso el viejo se había encariñado con el nene que dejaba lo llamara abuelo,sonaba mejor que viejo decrépito como Manigoldo le decía, pero pese a ello Albafica aun sentía que algo andaba mal, que la relación entre Sage y Manigoldo se encontraba tensa e intuía que...él era el culpable.
-mmm...es...Voi...solo?
- no hijo no, haber repite desde la principio, yo?
-yo-sono, tú-sei, lui, lei..e, noi,noi...que es noi?
-noi-siamo
-ah, si, noi-siamo y voy...voy...siete?
- no Pefko, voy-sono y loro-siete.
-ah...lo olvidé.
- tienes que poner más atención hijo, debes aprender a conjugar el verbo ser, bueno  el verbo ser, tener y estar, para que te sea más fácil hablar el italiano.
-si abuelo.
Sage tenía un colegio en la Toscana, así como varios viñedos, y se había desidido que en cuanto llegarán el niño entraría en el, por lo que intentaba ponerle al corriente en lenguaje y gramática.
Por su parte Albafica, bueno...el también estudiaba, el viejo le enseñaba sobre administración y pulía sus dotes como secretario. La verdad es que estaba sorprendido al ver cuan listo era.
- señor Sage, así está mejor?
El chico le extendió un informe sobre los negocios que su nieto había realizado, podía jurar que él estaba mejor enterado que el propio Manigoldo, y es que su nieto tenía un excelente habla y don de convencer en el acto, por que a futuro, las cuentas y relaciones nunca le salían, lo cual era más trabajo para el pobre Shion, que estaba encantado con Albafica ya que le ahorraba horas en desifrar geroglificos
-mmm, pues si es mucho y bien invertido aumentaría tres o cuatro veces, de verdad que Manigoldo está loco por perder tanto
-que? Que quiere decir señor? Acaso pasó algo malo en sus negocios.
- que? Ah, no, no es nada de eso no te preocupes, solo hablé de más y...y...confundí casos, sí, eso, me confundí, todo está bien,je,je
El peli celeste le miró desconfiado pero acepto, por suerte para el viejo que estaba por irse de la lengua.
-hola, ya vine
-Shion!
Pefko bajo de un brinco de su silla y corrió donde el peli verde, al niño le gustaba pasar tiempo con él.
-buenas tardes Shion
-hola Albafica
-donde está Manigoldo?
- bueno, creo que fue a ver a un inversionista
-ah!
Le dolía mucho que Manigoldo ya no le llevará a sus juntas, pero también entendía que tenía que quedarse y atender a su familia como una buena... "esposa".
- bueno,saldré a caminar un rato, Shion, puedes ayudar a Pefko con sus deberes?
-claro tío.
-señor Sage espere.
Albafica fue corriendo por un abrigo y se lo entrego.
-por lo general cuando el cielo se queda sin nubes aquí tiende a hacer mucho frio, esto lo protegerá.
El chico le extendió uno de los abrigos de Manigoldo, Sage lo acepto gustoso y le sonrío.
-gracias Albafica, eres muy observador.
Ya habían pasado cuatro días desde que tuvo la charla con su nieto, de momento habían pospuesto el viaje a Italia, cosa que desepciono al más pequeño, argumentando los negocios de Manigoldo y el deseó de los otros dos por conocer el lugar. Durante ese tiempo Sage... él y Shion se habían dado a la tarea de investigar sobre el pescadito, claro que el borrego era obligado. Todo encajaba tal cual Manigoldo lo había narrado, incluso empezó a sentirse mal por poner en duda la buena fe de Albafica, después de todo no parecía ser  un jodido oportunista que quería aprovecharse de su nieto, como Ruse le había dicho, fue el rubio quien le dio al mayor parte de la información. La verdad es que Albafica parecía ser de verdad un buen tipo, el chico se paraba temprano, preparaba los desayunos, los atendía, ayudaba a Pefko en sus deberes, incluso ayudaba a Manigoldo ordenando sus papeles bueno traspasando los escritos y, pese a ello le sobraba tiempo para a estudiar las notas que él le dejaba, todo ello sin desatender a ninguno de ellos.
-mmm.je, se parece a tí... Franchesca.
Sonrió al recordar a su amada esposa, con un carácter indomable y dispuesta a hacer todo por su familia...como Albafica.
-mira...ahí está.
-tsk! Que desagradable!
-donde está el sujeto que antes le acompañaba?
-no tengo idea, posiblemente ya se arto de él.
- no me sorprende, a cualquiera le daría asco
- es verdad, pese a su cara, es una jodida basura.
-cierto,ja,ja,ja.
Venía de regreso y decidió pasar por el mercado, encontrando a su futuro nieto ahí. Albafica se encontraba parado en un puesto de verduras, apretando la bolsa que llevaba mientras esperaba su turno. Sage le miró de lejos y comenzó a acercarse, podía escuchar el "cuchicheo" de las mujeres, y algunos hombres, respecto a su futuro...hijo, esto hizo hervir su sangre haciendo que recordara parte de su pasado; insultos, groserías, burlas y miradas de desprecio eran dirigidas a su persona. Por su parte Albafica permanecía inmóvil, esperando paciente su turno, con la cabeza gacha y el flequillo tapando sus ojos, intentando hacer oídos sordos a lo que los demás decían. Por lo general cuando asistía acompañado de Manigoldo toda la gente les evitaba, ya que bastaba una mirada del cangrejo para aterrarlos, pero cuando Albafica iba solo...se ensañaban con él.

-me puede dar unas tres piezas de tomates y unos espárragos

El dueño de la tienda le miro altivo, levantando su cuello cual pavo real, le escaneo de pies a cabeza con unos ojos negros cargados de lujuria y placer, cosa que incomodo a Albafica que aguanto las ganas de vomitar.

-olvídalo...perra, no hay nada para ti aquí, largo.

La gente comenzó a burlarse y continuo insultándolo. Apretó con fuerza los ojos intentando controlar el llanto, por que seguían insultando si hace tiempo que había dejado esa vida? Por que no lo dejaban en paz?
Pego un brinco al sentir como alguien tocaba su hombro, no podia ser, ahora tenían planeado agredirlo. Sus ojos se abrieron cual platos al ver a la persona frente a él.No podía ser cierto, que hacía el señor Sage ahí? Abría escuchado lo que decian los vecinos de él.
-Albafica...que bueno verte, viniste por la cena?
-se...señor Sage?

El chico solo afirmó con la cabeza.
- me parece bien, que te parece si hacemos pescado frito y lo acompañamos con la ensalada.
Sage limpio los rastros de las cristalinas lágrimas y beso su frente, como una forma de disculpa. Tomo su bolsa y apreso su mano de manera que está quedará sujeta por su brazo, como un caballero.
- aquí parece que se tardan en despachar, vamos, busquemos otro lugar.
Con todo el orgullo y porte que lo distinguía atravesó ese mar de gente maliciosa, mirándolos retadora mente, si en algo se parecían el y Manigoldo es que ambos infundian respecto y temor por igual.

-sabes un amigo me dijo que hay un buen local de pescado cerca del puerto, los más frescos y grandes,  vamos ahí,  la comida de este lugar...apesta! y tu eres un conde, debes comer lo mejor.

Nunca utilizaba frases despectivas o hirientes contra la gente de clase mas baja, después de todo él había sido como ellos, pero en esta ocasión lo habían hecho enfadar. Salieron de ese pequeño mercado y tomaron un carruaje que les llevaría al mejor y mas exclusivo mercado.

Sabia que había escuchado todo, las burlas, los insultos, aun desconocía si estaba enterado de su pasado y lo temía, pero si de verdad quería encajar ahi, era mejor decir la verdad.

-Señor Sage...yo...

El hombre se giro a  verlo. Albafica estaba rojo, con sus ojos aguados y mordiendo su labio.

-lo...lo que esas personas decían...yo...

Lo dejo hablar, que se desahogara, Albafica le conto toda su vida, confirmando lo dicho por Manigoldo y lo que él había investigado.

Albafica tenía miedo, miedo de lo que pasaría ahora, tal vez Sage lo obligaría a dejar a su nieto, le exigiría que lo dejara en paz, tal ves lo botaría del carro y regresaría para llevarse a Manigoldo y Shion de regreso a Italia, dejando solos a él y su primo, apartándole del amor de su vida. Albafica tenía muchas teorías, cada una más triste que la otra, por lo que lo que paso a continuación lo dejo perplejo.

Sage le sonrío de forma paternal y lo abrazo, pegándole a su pecho intentando transmitirle amor y confianza, esa sensación que había dejado de sentir después de la muerte de su padre.

-le se Albafica, lo se.
-co...mo...

-hijo, hiciste lo que tenías que hacer para mantener a salvo a tu familia. No tienes porqué avergonzarte, mi niño, la vida no es fácil y lo sabemos, esas gentes...ignora lo que te dicen Albafica, no les escuches, ninguno de ellos sabe lo que tuviste que pasar, no tiene derecho a burlarse o...
Lo abrazo con más fuerza acariciando su cabello.
-ya no están solos Albafica, tu y Pefko, ahora somos familia...y la familia se cuida.
El chico se echó a llorar, aliviado por lo que escuchaba, prometiendo que no lo defraudaría, que sería más fuerte y un buen esposó para Manigoldo. Sage le escuchaba atento, su mente viajaba años atrás, cuando conoció a la que sería su esposa, una chica pueblerina, igual que el, abandonada a su suerte pero con un gran deseo de salir adelante...como él.
Llegó la hora de la cena y todo transcurrió normal, incluso Albafica noto que la tensión entre esos dos disminuir. Cuando se fueron a dormir el chico logró consolidar rápidamente el sueño, la angustia de saber que su nueva familia se enterara de su pasado y le rechazaran había pasado, las palabras que Sage le dedicó lo tranquilizaron.
-párate, tenemos que hablar!
A media noche Sage despertó a sus chicos y los saco al pequeño jardín trasero
-que sucede tío?
-que pasa viejo.
Medito en como abordar el tema, conociendo a su nieto este estallaría antes de dejarlo hablar,mmm...era algo drástico pero.
-Manigoldo, ven
Sage extendió sus brazos, como si deseará abrazarlo, su niño no tardó en correr a ellos, odiaba estar molesto con su abuelo, lo abrazo con fuerza unos segundos y después.... después le doblo el brazo y lo estampó contra el pequeño árbol que había ahí.
-auch! Maldita sea viejo, que diablos te pasa, suéltame!
-cállate y escuchá! Tú también Shion!
La oveja solo acepto, deteniendo su paso a medio camino de ellos.
- escucha muy bien Manigoldo....no te voy a dar el dinero...y tampoco dejaré que se lo desea a Minos.
-Que! Por qué no,es mi trabajo y también mi dinero, puedo hacer con el lo que quiera
-si, si lo sé...pero si se lo das a Minos será un desperdicio, no lo conozco pero algo me dice que no se va a confirmar con esto, y seguirá presionando. Mañana, me vas a llevar con él y después de hablar te diré lo que vamos a hacer.
-que quieres decir tío
-deduzco que ese sujeto debe tener contacto con algunas personas... como decirlo... influyentes, cierto?
-tsk! Sí, el jefe de policía, dos jueces, un doctor, abogados y...algunos nobles,agh! Puedes soltarme?
-je, llorón.
-auch!
-Manigoldo, leí los informes de tus negocios, la verdad me sorprende como los llevás, si prosperan pero, tu eres más ambicioso que esto, prácticamente estás cerrando los negocios por poco así qué, dedusco que lo haces para juntar rápido el dinero y salir cuanto antes de aquí, cierto?
El chico se quedó callado y desvió la mirada, no se equivoca quería sacar a Albafica cuanto antes de ahí.
-bien, ahora te preguntó, crees de verdad que Minos de va a quedar tan conforme con ese trato.
-que quieres decir?
- sigues enviándole dinero para que no se hacer que a Albafica, y toda vía juntas el que te ordenó, ese maldito te tiene en la palma y tú se lo permites, te dejaste envolver y guiar por tus sentimientos, no me mal entiendas, no está mal, yo lo habría hecho, cualquiera en tu posición, pero tenías que pensar frio y buscar una manera en la cual pudieras cortar el problema de raíz.
-raíz?
- mju,  ese sujeto no soltará a Albafica tan fácil, no ahora que sabe que estás dispuesto a todo por él, así que lo que vamos a hacer es ponerle una trampa... más elaborada.
-oye!
-no te quejes que lo hiciste mal.
-y que propones tío
-mañana a primera hora iremos a ver a ese tal Minos y...le ofreceremos aún más de lo que pide.
-QUE!!!!.

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