Una vez terminaron las clases, Jacob estaba en su coche a la espera de que la hermosa Katherine saliera del edificio. Nada más verla salir por la puerta, salió del coche y le abrió la puerta para que ella se sintiera cómoda con la situación.

- Eres demasiado amable.- le dice Kitty.

- Eso es un halago por su parte, señorita.

- Katherine, me llamo Katherine.

- De acuerdo, Katherine, tú también eres muy amable.

- Para nada.- dice Katherine con una encantadora sonrisa.

El resto del camino fue en silencio hasta que llegaron a la cafetería. Jacob abrió la puerta para que Kitty entrara primero.

- Gracias.- dijo Katherine con una sonrisa tímida mientras se colocaba un mechón de pelo detrás de la oreja.

Jacob ganaba puntos por cada acción y cada palabra que decía, era un príncipe en comparación con los demás chicos con los que ella había salido de esa manera.

Esa tarde, Katherine disfrutaba de una manzanilla y una magdalena de chocolate y Jake solo podía pensar que era diferente a las chicas que conocía. Katherine tenía un cuerpo perfecto y no le importaba comer chuches ni nada que fuera dulce, al contrario, era un golosa y todo lo que llevara chocolate la volvía loca.

En ese momento, Axel llegó al lugar, ya que había aparcado cerca y no tenía nada que hacer en toda la tarde. Al entrar vio a su novia con otro chico, estaban hablando tranquila y jovialmente, parecían divertirse.

Katherine estaba absorta en la conversación hasta que una persona hizo acto de presencia.

- Así que estabas estudiando.

- Lo siento, Axel, pero...

- Ni peros ni pollas, nos vamos de aquí.

- No creo que este sea el mejor lugar para montar una escena.

- Me da igual el lugar que sea, me has mentido, NOS VAMOS.- dijo agarrando a Kitty por el brazo con la suficiente fuerza como para dejar marca en su muñeca aunque Katherine no se quejó en ningún momento.

Jacob se levantó del asiento para intervenir pero la mirada de Katherine le suplicaba que no hiciera nada al respecto.

- No intentes hacerte el héroe, ella es mía, ¿LO OYES?, MÍA, no vuelvas a acercarte a ella.

En ese momento, Axel fue hacia Jake soltando a Katherine de su agarre y fue a por Jake debido a la mirada desafiante del chico. Jacob lo empujó antes de que este lograra asestarle un golpe, pero Kitty intervino para ayudar a Jake lo que le costó caro. Axel la apartó del medio con un tortazo que la desequilibró e hizo que se golpeara con la mesa. Al ver de nuevo la cara de Katherine, esta vez marcada por el golpe, hizo que a Jacob le hirviera la sangre, levantó en peso al novio de Katherine y lo lanzó contra el ventanal de la cafetería. De lo fuerte que lo había lanzado, Axel lo atravesó, quedando fuera del local.

La gente que presenciaba lo ocurrido comenzó a aplaudir por el acto de valentía y caballerosidad de Jacob, pero este estaba ayudando a Katherine a levantarse.

- ¿Estás bien?

- Creo que sí.- dijo aunque se tambaleaba.

- Te llevaré al médico por si acaso.

- Por favor no lo hagas, mi madre trabaja en el hospital y si se entera...

La cara de miedo de Katherine pudo con Jacob.

- De acuerdo, pero esta noche te quedas en mi casa.

- Vale.

La llevó a su casa. Era un apartamento espacioso, elegante y sencillo, con espacio suficiente para hacer una buena fiesta de universitarios locos y desfasados.

- Es precioso, Jacob.

- Muchísimas gracias... ¿me permites el abrigo, señorita?

- Solo si me llamas por mi nombre, es que se me hace raro lo de señorita.

- Está bien. ¿Me permite el abrigo, Katherine?

- Por supuesto, caballero.- dijo ella sonriendo y dándole un beso en la mejilla antes de tenderle el abrigo.

Jacob lo colgó en el perchero de la entrada y le sirvió un té antes de que ella lo pidiera. Hablaron y vieron una película ya que Jake sabía que su hermano no llegaría hasta la noche y posiblemente estaría borracho.

La película estaba siendo demasiado para Kitty y se quedó dormida apoyada en el hombro de Jacob. Cuando este se quiso dar cuenta la mano de Katherine estaba entrelazada con la suya y los soniditos que producía eran adorables.

Jake cogió en brazos a Kitty y la llevó a la cama, donde la acostó con toda la suavidad del mundo. Inconscientemente, Katherine comenzó a quitarse los pantalones debido al calor de la habitación. De repente ella abrió los ojos.

- Hola.- dijo adormilada.

- Hola.

Katherine sonrió y extendió la pierna en dirección a Jacob para que este le quitara la prenda del todo. Lo único que pensaba Jacob era un "¿Por qué me pasa esto a mí?". Imaginaos que si Katherine era así solo por el sueño cuando estuviera borracha sería lo mejor del mundo.

Unas horas después, el ruido de la puerta despertó a Jake, que se había quedado dormido en el sofá para no molestar a Katherine.

Louis acababa de llegar de una fiesta en casa de unos amigos suyos que ni siquiera saben que tiene un hermano gemelo.

- Holaaaaaaaa.- dice Louis desde la entrada a voz en grito.

- Cállate anda, vamos a llevarte a la cama.

- No quiero, tomate una copa conmigo antes.

- No, te llevaré a la cama.

- QUE NO QUIERO.

En ese momento, Katherine, que se había despertado por los ruidos, bajaba las escaleras.

- Y tú, tú eres una puta.- dijo Louis.

- Oye, hermano, no seas...

Jacob no pudo terminar la frase, ya que cuando quiso prestar atención a su alrededor, su hermano gemelo estaba en el suelo inconsciente por una patada en la boca del estómago que le había dado Kitty.

- Recuérdame que no te haga enfadar.- dijo Jacob.

- Me pone de mal humor que me despierten a gritos.

- Ya veo.- dijo Jake dedicándole una sonrisa a Kitty.

- Te ayudaré a llevarlo a su habitación.

- No es necesario que una señorita se ensucie las manos, yo lo llevaré.

- Entonces duerme conmigo, por favor.

- Estaré encantado de complacerte.

Katherine le sonrió y se fue a la habitación en la que se había despertado. Unos minutos después, Jacob llegó y se acostó a su lado. Katherine se acurrucó en el pecho de Jake y se quedó profundamente dormida.