Parte 3
Cuando Jacob y Katherine estaban terminando la clase particular entró Axel en la estancia. Se quedó mirando la escena y fue sin decir nada a la habitación. Esas acciones solo hicieron que Jacob sospechara aún más del novio de Katherine.
- No es muy sociable, perdónalo.- dijo Kitty.
- No hay nada que perdonar, soy un extraño aquí y...
- Esa no es excusa, eres mi invitado, no un extraño.
Esas palabras llegaron a más que a los oídos de Jake, ya no lo consideraba un simple extraño o un conocido, esas eran palabras que le dedicas a un amigo.
- Gracias, Katherine.
- No tienes que agradecerme nada.- dijo Katherine besando a Jacob en la mejilla.
- Si tienes cosas que hacer podemos dejar el resto para mañana.
- Claro, ¿podemos quedar en tu casa? Mañana habrá mucha gente aquí debido a un partido de futbol y...
- Por supuesto, lo que desees.
- Gracias.
Jacob se marchó de la casa y Axel volvió a salir del cuarto.
- ¿Estás bien?
- ¿Cómo voy a estar bien con ese aquí? No me dijiste que vendría a casa.
- Como ya te dije es solo un amigo de Ben.
- Ya, claro, solo un amigo.
- ¿Se puede saber qué te pasa?
- No quiero que venga más.
- ¿Acaso quieres que suspenda?
- Si eso significa que no lo vas a volver a ver, sí.
Esta vez fue Katherine la que tomó rumbo a la habitación sin decir nada, cerró la puerta con pestillo y se echó en la cama y puso su lista de reproducción favorita mientras Axel aporreaba la puerta, intentando entrar.
Axel siempre se pone así cuando ve a Kitty con alguien que no es del sexo femenino. Por esa causa, Katherine había dejado atrás a muchos amigos de hace tiempo, para complacer a su pareja. Ella quiere mucho a Axel, sobre todo porque lleva casi tres años con su novio otra cosa es lo que siente Axel por ella, una posesión infinita y el mismo afecto que se tiene a un juguete viejo y medio roto debido al uso.
Axel quiere que Katherine sea solo suya pero ya no le hace caso y solo cumple ante los ojos de Benjamin para que ella no le diga nada malo y él no se enfade.
Katherine sigue llorando en su cama mientras la música llega a sus oídos haciendo que no se derrumbe de todo.
Al día siguiente, Axel no está por ningún lado y Kitty sale para coger la guagua a tiempo para llegar a la segunda clase. Apenas ha podido dormir y el maquillaje que posee no logra tapar las ojeras del todo, pero al menos las disimula.
Jacob, por su parte, tiene la mañana más tranquila de las de hasta ahora, su hermano ha tenido que ir con su padre a dios sabe dónde y su madre está preparándose para un caso muy importante. Coge algo de desayuno y se marcha camino a la facultad. Durante un instante le parece ver a Katherine en la parada más cercana a la universidad, por lo que frena y se aparta a un lado, el que queda más cerca de la acera.
- ¿Puedo llevarla a algún sitio, señorita?
- No hace falta, pero gracias.- dice Kitty intentando sonreír.
- Insisto, no puedo dejar que vayas caminando, no llegarías a la segunda clase.
- Tienes razón.- responde subiendo al coche con la cabeza agachada.
El comportamiento de Katherine tiene a Jacob alerta ante cualquier cosa, teme que Axel le haya hecho algo de lo que se arrepentirá. Está rara y seguro que es por una buena razón, normalmente es alegre y tranquila.
Katherine por su lado reza para que Jake no se dé cuenta de que está más triste de lo normal, no ha podido dormir por los portazos de Axel y los acontecimientos. Se había pasado la noche a base de música y recuerdos de los amigos del pasado.
Durante el resto del día, Katherine intenta pasar desapercibida y evita el contacto visual con cualquiera que se le cruce, incluso con Jacob. Estas acciones estaban sacando a Jake de sus casillas poco a poco y no era cuestión de que la bestia en su interior despertara.
Katherine salía del baño cuando Jacob la vio.
- Hola, sobre lo de esta tarde...- dijo Jake intentando decirle a Kitty que quería fijar la hora de la quedada.
- Lo siento pero creo que hoy no voy a poder.- dijo ella evitando mirarlo a los ojos.
Esa fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de Jake, por lo que simplemente se disculpó y se fue con toda la elegancia posible.
Katherine no tenía ni idea de lo que le pasaba, ahora era él el que estaba raro. Sin duda ese era un hombre complicado.
Jacob se había ido a ver a su hermano, el cual se enteraba de todo lo que ocurría en la facultad, pero este no sabía nada. Llamó a Ben por si este podía aclarar algo de todo esto. En la llamada pudo averiguar que Axel había hecho sufrir a Kitty más de una vez y que eso ponía muy nervioso a Benjamin.
Cada vez la cosa iba a peor haciendo que Jacob perdiera la paciencia que le quedaba y lo mismo le pasaba a Kitty. Ella estaba en el pasillo cuando se encontró con un chico.
- ¿Puedo hablar contigo?
- Te dije que hoy no puedo, Jacob.
- ¿De qué cojones hablas?- dijo el chico.
- ¿Qué te pasa?
- A mí nada, eres tú la que está como una idiota ahí mirándome mientras suplicas que insista en algo.
- Dios, eres un imbécil.- dijo Katherine tomando camino por el pasillo.
UNOS MINUTOS MÁS TARDE
- Katherine, ¿puedo hablar contigo un segundo?
- Que me dejes en paz.- esta vez le dio una buena bofetada.
- Puede que me lo merezca, pero solo vengo a decirte que me encantaría que me acompañaras después de clase a un sitio.
- ¿Me dices eso después de cómo me has tratado hace un momento? Sí que eres idiota.
- Discúlpame por si sueno brusco pero no sé de qué me estás hablando.
- Lo sabes muy bien.- dijo Kitty mientras intentaba marcharse.
- Por favor, Katherine, escúchame.
- ME NIEGO.
- Ah estabas aquí, hermano.
Katherine giró la cabeza para ver a dos Jacob, por un momento pensó que era una mala jugada de su cabeza, pero resultó que no.
- Louis, ¿Qué haces aquí?
- Pues quería decirte que... Katherine, ¿Qué haces tú aquí?
- Espera.- dijo Jacob entendiendo lo ocurrido.- no me digas que tú has hablado con ella.
- Así es, de eso quería hablarte.
- ¿Sois gemelos? Increíble, os parecéis muchísimo.
- Suelen confundirnos, incluso nuestros padres.
- En ese caso creo que te debo una disculpa, Jacob.- dijo Kitty avergonzada.
- En ese caso aceptaré tus disculpas si vienes conmigo a la cafetería de la que te hablaba.
- Eso está hecho.
- ¿Y mis disculpas?
- A ti no te debo nada, imbécil. Te veo al terminar las clases, Jacob.- dijo Katherine con una sonrisa mientras se marchaba de allí.
El resto del día fue bien hasta que Kitty recibió una llamada de Axel en la que este le decía que iría a recogerla hoy y ella convenció a su pareja de que tendría que quedarse a estudiar en la biblioteca así que no hacía falta que la fuera a recoger. Después de mucho insistir, Axel accedió a no ir a buscarla. No es que Axel quisiera ir a recoger a su bonita novia a la universidad como un acto de caballerosidad, si no que era mejor que fuera a buscarla él antes de que ella se fuera en el coche de otro tío.
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