5.Encuentro
Lo que parecía ser el sonido metálico que se producía cuando se abre una puerta y la bisagra chirría realmente había sido un sonido más grave cuyo origen era la parada del ascensor y su posterior abertura de puertas.
Las dos personas al otro lado del ascensor ajenos a lo que sucedía, no escucharon el sonido. Una de estas personas se encontraba acorralada en la pared chocando su espalda contra ella mientras sus hombros eran sujetados firmemente y con gran fuerza haciendo imposible la huida.
El temor, el horror y la vergüenza se apoderaron del acorralado no solo la habían forzado a darse un beso en un lugar público que aunque no hubiera nadie eso no era excusa, aunque esto ya se estaba convirtiendo en rutina, pero lo peor es que había sido visto. Y si su imaginación no le estaba pasando una mala broma, la otra persona que los había descubierto también se estaba besando con otro hombre ¿verdad?
Esto es de lo peor nunca volveré a bajar la guardia jamás se decía a sí mismo. Ahora una duda lo asalta ¿Quién era ese muchacho? Jamás lo había visto. Eso en parte era tranquilizador ya que significaba que no lo volvería a ver, seguramente sería un simple transeúnte.
—Apártate, no me toques—articulo mientras empujaba violentamente a su jefe.
—¿Qué te pasa ahora?—pregunto extrañado debido a que no era la típica reacción, sino una mucho más violenta.
—Yo...!Idiota! puede venir alguien. Además...no me toques más—mientras pronuncia esas palabras su mente divaga "porque tienes que ser tú, porque cada vez haces algo o simplemente me miras haces que mi mundo se quede patas arriba simplemente porque..."
Sin dar tiempo a que el otro le responda se aleja de la forma más apurada posible "cualquier otro lugar está bien, solo necesito calmarme" pensaba mientras de fondo se oía un:
—Oye, espera Onodera.
Después de dar un par de vueltas no escucho más la voz que lo llamaba y es que si hubiera corrido en línea recta lo hubiese alcanzado enseguida. Finalmente sus pies le llevaron hasta al baño echarse un poco de agua en la cara seguro que lo calmaba.
No supo exactamente cuánto tiempo le tomo calmarse, pero tuvo que ser bastante puesto que cuando se decidió a dirigirse a su puesto de trabajo, los demás editores ya habían llegado. Por lo que raudo empezó con las tareas que tenía que hacer.
Al cabo de un rato relativamente breve, una voz femenina interrumpió el flujo del trabajo.
—Disculpen, les traigo al nuevo miembro que a partir de hoy se incorpora a su departamento.
Onodera tras lo sucedido hacía pocas horas no se había acordado del novato al que "voluntariamente" le habían encargado instruir.
—Vamos preséntate—le indico al chico la mujer. Tras estas palabras el aludido se inclino haciendo de esta forma que su rostro no se pudiera distinguir soy Takahashi Misaki encantado de conocerlos a partir de hoy estaré a su cuidado, hare mi mejor esfuerzo.
Lentamente tras estas palabras el muchacho se reincorpora provocando que dos personas se agitaran y no pudieran contener un grito.
—!Wuaaaaaaa!—gritaron Onodera y Misaki cuando sus miradas chocaron cosa que no pasó desapercibida por el resto.
Mientras en la cabeza de los dos era todo un caos: Ritsu en su interior gritaba "voy a renunciar ahora definitivamente renuncio." Por otro lado Misaki trataba de evadir la realidad "nii-chan estoy en apuro otra vez."
El primero en reaccionar fue Onodera, en un impulso y sin pensar lo saco a rastras del departamento hacia el baño, al menos aquí no había riesgo de que los demás escucharan algo que no debían.
—Sobre lo de antes por favor olvídalo, no era lo que parecía—dijeron los dos a la vez y cruzando las manos en modo de súplica y agachándose.
—Jajaj—soltaron una risa algo nerviosa de hecho la posición era algo cómica, ya que parecían uno el reflejo del otro, aunque de hecho a ninguno les parecía que fuera así.
—¿Olvidado entonces?—se apresuró a comprobar Onodera.
—Yo no vi nada y tú tampoco— respondió un nervioso aunque aliviado Misaki.
—Regresemos ya es hora de volver al trabajo—cayo en la cuenta Onodera.
—Espera, sempai—lo detuvo Misaki llamándolo de esa manera debido a que no conocía el nombre del otro y dudoso se atrevió a preguntar -¿Por qué el departamento estaba pintado todo de rosa? ¿Por qué tanta vitalidad?- Esta segunda pregunta le surgió al recodar a Usami, la visita que hizo al departamento de editores y su breve trabajo allí solo veía personas demacradas y agotadas.
Onodera se acordó de su primer día y acordándose de la repuesta que le habían dado le dio la misma.
—La idea de que el departamento este pintado de rosa se debe a nuestro editor jefe Takano-san que con el fin de familiarizarnos con los sentimientos femeninos y respecto a la segunda preguntan lo entenderás dentro de unos días.
Mientras respondía a esto, se percató de que el chico había llegado al inicio del ciclo por lo que no lo había visto en el estado de muertos vivientes. "Espero que no se asuste mucho cuando los vea en ese estado, que dulce es la inocencia" esas ideas cruzaron por la mente del sempai .
Luego de esta conversación se apuraron a regresar al departamento donde los estaban esperando.
—¿Ustedes se conocen?—pregunto Takano.
—Eh—fueron lo único que pudieron decir ante la repentina pregunta.
—Esto...no...solo-intento responder el chico pero sin éxito.
—No, solo creí que me recordaba alguien—mintió el editor.
—Aunque se parecen algo ¿no será tu hermano Ricchan?—bromeo Kisa.
— ¡No! Te recuerdo que soy hijo único—dijo tajantemente.
—Bienvenido—dijeron todos juntos.
—Bien !A trabajar!—intentó cortar Takano—Me voy a la firma de autógrafos volveré después-se despidió.
—Déjame presentarme-carraspeo el castaño—Yo soy Onodera Ritsu, cualquier cosa solo pregúntame estaré encargado de ti durante un tiempo.
—Muchas gracias. Por favor guíame y disculpa las molestias que te pueda ocasionar—respondió formalmente Misaki.
Después de una correcta presentación se dirigieron al escritorio para empezar el trabajo.
—Empecemos por lo básico ¿Sabes algo del proceso de edición de los mangas?
—He leído algo, pero me gustaría que me lo expliques para saber si lo creo está bien o no.
—De acuerdo— y así empezó a explicarle el proceso de edición.
Y sin darse del tiempo que trascurría la jornada laboral termino. Misaki se disponía regresar a casa cuando Kisa-san les recordó.
—¿Misa-chan vienes a beber con nosotros para celebrar tu entrada y el aniversario de Ricchan?
—Et..etto yo...-antes de responder le cortaron.
—Es trabajo si no vienes te ira mal-resolvió Takano que acababa de llegar hacia un par de minutos.
—De acuerdo—se resignó.
Así que al final todos fueron al bar.
—Y esa fue la vez que Onodera se empeñó en traer el manuscrito y llego en el último minuto—acabo de relatar Kisa.
—!Oye!¿ Por qué contaron eso?—se quejó.
—Si tenemos muchas más historias de Ricchan— sonrió travieso Kisa.
— ¡No, por favor!—se apresuró a contestar.
—Jajaja-rieron todos.
—¡Bastardos!—susurra Onodera pero como siempre es ignorado.
—Ah disculpa—dice Takano al darse cuenta de algo- que no nos hayamos presentado, pero ya viste que estábamos liados con el trabajo y no hubo ocasión.—Onodera haz los honores.
—De acuerdo, él que está en la esquina es Mino Kanade—mientras dice este nombre le susurra al oído del menor—si quieres vivir no lo hagas enfadar—sigue con la presentación el que está enfrente tuyo es— Kisa Souta un veterano, el que está a si izquierda es Hatori Yoshiyuki es muy confiable y finalmente el que está sentado en la otra esquina es el editor jefe de Esmerald Takano Masamune.
—Ya que rompimos la tensión ¿Te parece bien que te preguntemos?— pregunto Kisa.
—V..vale—responde el aludido.
—¿Cuántos años tienes?
—Tengo 22.
—!Woo! que joven.
—¿En qué universidad estudiaste?— pregunto Hatori.
—En la universidad M y me especialicé en economía.
—¿Por qué decidiste hacerte editor?—cuestiono Takano.
—Por....rin ring—se escuchó sonando un móvil -Discúlpenme es el mío—se disculpa y se aleja un poco del grupo.
—¿Allo?
—Misaki¿Dónde estás?—se escuchó la voz de Usagi al otro lado de la línea.
—Si te mande un mensaje...
—¿En qué bar estas? ¿Con quién? ¿Y cuánto tardas en volver? ¿Por qué no estás aquí ya?
—¡Es trabajo!—se quejo.
—Si no vienes ahora iré a buscarte—amenazo.
—¿Aun no confías en mí?—dijo en un tono reprochador.
—...—estas palabras hicieron que el escritor reflexionará.
—¿Y bien?
—Confió en ti, pero no confió en los demás—contesto finalmente.
—Déjame hacer mi vida y deja de imaginarte enemigos, regresare pronto ¿esperaras tranquilo?
—Tienes treinta minutos antes que vaya a buscarte—y sin dar tiempo a quejas colgó.
—¿Eh? Espera-intento llamarlo de regreso, pero ya no contesta—maldito—bufo y regreso al lugar en el que estaba con los demás.
—Lo siento tengo que irme—decía mientras recogía sus cosas.
—¿Tan temprano? ¿Tu novia?—inquirió Takano.
—Bueno..etto..no algo así—responde sonrojado.
—Ya no lo ocultes, estas todo rojo—añadio Kisa.
—Yooo...—sólo pudo tartamudear.
—Ya dejen de molestarlo—intervino Onodera.
—No te ponga celoso ahora vamos contigo—bromeo Mino.
—Y...yo no es nada de eso-no pudo hablar mucho más, ya que repentinamente habían cambiado de objetivo y ahora iban a empezar a meterse con él.
—Me voy, gracias por todo hasta el lunes—se despidió y salió apurado.
—Yo me voy yendo ya también—dijo Onodera.
—De eso nada, si se van los dos invitados de honor que hacemos solo nosotros aquí—dijo Takano mientras le jalaba del brazo evitando que se levantara.
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