17.Secuestro
La melodía de llamada del móvil sonaba a primera hora de la mañana y despertó a Misaki.
—Misaki quiero verte ahora-se escucho la voz de Usagi al otro lado de la línea—voy para allá.
—Si...-aún dormitaba—¡NO!—le negó sobresaltado-tiene que mantener su palabra a Nii-chan de no vernos en un mes, ayer ya la incumpliste. Además tu fuiste el que estuvo de acuerdo—le recordó resentido.
—Pero estar sin ti es insoportable—de hecho Misaki con la última experiencia que tuvo con solo estar un día alejado de él se le había hecho insoportable y ahora estaba sintiendo nuevamente lo mismo pero no se lo pensaba decir.
—Solo le quedan veintiocho días más. Así que, si tienes tiempo para estar pensado estas cosas haz tu trabajo por una vez en tu vida.
—Que frío—se quejo—esas fueron las primeras palabras que me dijiste ayer después de un día sin vernos podrías ser un poco más romántico.
—Baka Usagi
—Misaki
—¿Ahora qué?—respondió—¿con que va a salir ahora?—pensó.
—TE AMO— y según dijo esto colgó
—Estúpido Usami, no digas lo que te venga en gana y luego cuelgues—incluso solo con decir esas palabras a través del teléfono había hecho que su temperatura aumentara.
Se dejo caer nuevamente en la cama ya que al haberse alterado inconscientemente se había sentado en ella.
—De verdad ahora quiero verlo-suspiro-será mejor que me ponga a organizar esto.
Ese día empezaba la semana dorada por lo que no tenía que trabajar. Al ver su congelador vacío se vistió para ir a comprar.
Mientras se cambiaba escucho el timbre, no tardo mucho en terminar de vestirse y fue a abrir la puerta:
—Usa...usami ¿Qué demonios hace aquí?—grito al abrir la puerta.
—Dije que iba a venir
—Y yo le dije que no—miro desafiante—¿Entonces por qué lo hizo?
—Simplemente porque lo quise
—¡Tú!—la vena de su frente empezó a hincharse por la irritación producida—!No cambias!
Sin dejarlo hablar más lo sujeto del brazo y lo arrastro hasta su coche. A pesar de las constantes quejas de Misaki.
—¿A dónde vamos?—pregunto enojado ya que no podía escapar del coche por haber sido arrastrado a él y estar los seguros de seguridad bajados.
—Lo verás cuando lleguemos—dijo simplemente.
El coche siguió su camino sin que Misaki conociera su destino final.
—Est...esto ¿Qué hacemos en el aeropuerto, Usagi?
—Pues lo que se hace normalmente en el aeropuerto coger un avión.
—Ah, ya veo...—tras procesar la información un grito salió desde lo más profundo de su interior—¿Quéeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee?
Ignorando a Misaki, Usagi se dirigió hacia el mostrador para que le sellarán los billetes
—Oye, hazme caso—reclamo—Además como voy a viajar si ni siquiera tengo pasaporte—aludió al hecho.
—¿Te refieres a esto?—dijo enseñando el libro en el cual se leía claramente pasaporte y en su portada tenía la bandera de Japón.
—¿Como diablos conseguiste esto?—consiguió reclamar un sorprendido Misaki.
—¿Quién te crees que soy? Te lo recuerdo soy Usami Akihiko—dijo demostrando un gran confianza en sí mismo.
Antes de poder quejarse, no supo de qué forma pero ya se encontraba sentado en uno de los asientos del avión sin saber a donde era que lo llevaban.
—Sabes estás rompiendo la promesa que hiciste a Nii-chan—bufo Misaki.
—Técnicamente no rompo la promesa era "no vivir juntos", no "no vernos" o "viajar juntos".
—Tú siempre tienes algún argumento a favor ¿no?—pregunto molesto.
—Es sólo la habilidad del escritor el saber interpretar las palabras y utilizarlas a su favor.
—En serio me irritas y dime de una vez que planeas.
—Será mejor que descanses Misaki—dijo cuando hecho para atrás su asiento.
—Oye, no vale, responde a mis preguntas ¿A dónde vamos? ¿Porqué en avión? ¿Porqué estamos en asientos de primera clase?—no obtuvo repuesta ya que Usagi se había quedado dormido inmediatamente.
El ambiente de esa zona era diferente al que vio cuando atravesó la clase turista para llegar a ese lugar. Era algo incomodó, los asientos en grupo de dos estaban bastante distanciados los unos de los otros lo suficiente como para echar el sillón y sobrar espacio y con solo tocar un botón la azafata venía enseguida. A diferencia de la clase turista que estaban los asientos todos apretados y sin apenas espacio entre los asientos. Ese día en primera clase solo estaban ellos dos, era como si Akihiko lo hubiera reservado cosa que Misaki no dudaba que fuera posible hacer para Usami.
Insistente lo jalo del cuello de la camisa, haciendo que se despertara. Con su mal despertar se abalanzo encima de Misaki
—Usagi para ¿usagi?—trataba de que volviera en sí.
—Si no puedes dormir quizás deberíamos hacer algo antes—dijo pícaramente a pesar de tener un rostro de enfado por haber sido despertado.
—Baka Usagi—leyéndole las intenciones forcejo provocando que su codo descuidadamente apretara el botón para llamar a la azafata.
—¿Llamaban?—cuando llego se encontraban aun forcejeando-oh disculpen, ya los dejo continuar disfrútenlo— les guiñó el ojo.
—¡No! Esta equivocada—salto Misaki—esto una manta...eso una manta, por favor.
—Oh, que pena—cabeceo la azafata.
Al poco rato regreso con la manta y posteriormente a su puesto.
—Continuamos—insinuó Usagi.
—Voy a dormirme—se avergonzado Misaki que se cubrió entero con la manta hasta la cabeza.
No tardo mucho en caer en los brazos de Morfeo. Solo se despertó al escuchar la voz piloto por los altavoces.
—Señores pasajeros hemos llegado a nuestro destino y en breve comenzaremos el descenso por lo que se les ruega abróchense lo cinturones—se oyó la voz del capitán anunciar por los altavoces.
Al salir del avión Misaki se extraño, habían subido por la mañana pero afuera ya era de noche ¿En que lugar se encontraban?
—Vamos Misaki—apuro Usagi.
—¿Y las maletas?—se extraño, lo normal al viajar era llevar una ¿no?
—No las necesitamos, podemos comprar todo lo que necesitemos.
—Usagi-san, le sigo diciendo que ahorre algo de dinero para la vejez.
Salieron del aeropuerto y la imagen era espectacular de la vida nocturna, las calles iluminadas y los autobuses rojos de dos plantas...
—¿Autobuses de dos plantas rojos?—recapacito—¡¿Inglaterra?!
— Efectivamente Inglaterra ¿no me dijiste que querías venir algún día?
—No...esto si dije que quería venir pero no ahora y que yo me pagaría el viaje—mascullo.
—Eso no tiene importancia
—Si la tiene—dijo molesto.
—Ya es de noche pero hay muchos lugares que son increíbles y se pueden visitar en la noche.
Recorrieron la calles visitando los lugares emblemáticos como el Big Ben , el y el puente Tower Brigde.
—¿Estas cansado Misaki?—pregunto al verlo jadeando.
—Un poco—trato de mantener la compostura.
—Ya llegamos al siguiente lugar.
Entraron en un parque y en la entrada se podía ver un cartel con el nombre de Hyde Park pero si se fijaban un poco más se encontraba otro cartel más abajo en el que se podía leer: especial evento para toda clase de parejas (realizado durante un mes con distintas actividades cada día).
—Esto es lo del periódico—recordó Misaki.
—Veo que por una vez la memoria no te falla
—¿Tú te crees que siempre vas a conseguir lo que quieres?
—Pues si—dijo altaneramente.
"¿Qué esperaba?" se lamento de haber preguntado
En el parque varios manteles estaban extendidos sobre el césped con una cesta de mimbre y velas encendidas contenidas en urnas de cristal. Al llegar más cerca de la zona donde estaban los manteles se encontraron con una señal que ponía siéntese donde guste con su persona especial. Y ahí cerca de la fuente se encontraba tocando un violinista.
—Vamos a sentarnos—indico.
—Se ha vuelto loco Usagi—se opuso Misaki.
—Te recuerdo estamos en un país europeo occidental, aquí no es raro ver pareja del mismo sexo y más cuando Londres es una de las capitales donde hay mezclas de cultura.
—Pero aun así, no—trato de resistir.
—Mira a tu alrededor
Al mirar a su alrededor pudo ver parejas de distinto género, pero también variedad de parejas del mismo género y bastantes acaramelados. Era un choque cuando en Japón demostrar esa afectividad en público era raro. Noqueado se dejo caer al suelo quedando sentado en un mantel
—Que decisión ahora—bromeo.
"Que remedio" pensó Misaki. Por lo que comenzó a sacar las cosas del picnic.
—Señores hoy es el último día de este evento muchas gracias a los asistentes esperamos verlos en el futuro—comento la anunciadora— Antes del gran final es la hora de la Kiss-camera, para los que no lo sepan de que trata si les enfoca la cámara tienen que darse un beso, la cámara comenzó por enfocar a un chico del piel oscura de ojos castaños y una chica rubia de tez blanca con ojos azules, continuo y enfoco a una chica pelirroja con una chica con pelo negro y entonces enfoco a Usagi y Misaki
—No, no y no—reacciono al ver que las otras personas pedían beso ya que las otras parejas se la habían dado sin ninguna duda.
—Está bien, solo es un beso—dijo Usagi.
—¿Cómo que...?...uhm...—aprovechando el momento que replicaba Usagi había juntado sus labios. Tras ser liberado avergonzado hecho a correr. Usagi fue detrás del él y consiguió sujetar su mano justo en el momento en que se oía a la anunciadora decir—Y ahora si el gran final—según termino de hablar fuegos artificiales de distintos colores llenaron el cielo invadiéndolo completamente.
—Suelta—trataba de escapar un avergonzado Misaki.
—No, aun queda un sitio más.
Al girarlo lo cogió por la espalda y lo subió a su hombro y a pesar de la pataleta.El chico le daba golpes con las manos en la espada de Usami y no dejaba de mover los pies. Misaki solo paro de resistirse cuando sintió que lo sentaban. Al tranquilizarse observo que estaba dentro de una cabina.
—¿Esto qué es?
—El Big Eye—respondió—Te gustan las norias ¿no?
—Sí...—asintió confuso.
—No tuviste que hacer eso—trato de reclamarle.
—Solo quería aprovechar la oportunidad de no tener que escondernos y demostrar que eres mío.
—¡Tú!—se crispo.
La verdad estaba avergonzado pero que Usagi se hubiese tomado tantas molestias para llevarlo ahí y pasar tiempo junto, le hacía un poco feliz.
—Gracias—susurro.
La única repuesta que obtuvo de Usagi fue una amplia sonrisa cálida proveniente del fondo de su ser.
—Aunque, hay otra razón para venir aquí—reanudo la charla Usagi.
—¿Cuál es?—pregunto curioso.
El cogió las manos a Misaki.
—Quiero que te cases conmigo—dijo mientras depositaba un anillo en la palma abierta de Misaki.
—¿Ca...ca...sar...sar...nos?—tartamudeo.
—Sí—respondió Usagi
—Pero no esta permitido...
—En Japón no pero sabes aquí el matrimonio del mismo generó está legalizado—contesto victorioso Usagi—¿Y tu repuesta es?
—Pu...pu...es—las palabras se le atragantaban una marabunta de pensamientos se arremolinaban en la mente de Misaki; recuerdos, dudas, preocupaciones pero a pesar de el caos de su mente debía dar una repuesta—sí
Sin poder resistir Usami levanto la barbilla de Misaki dándole un tierno beso en los labios.
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