—Estas cajas estorban en el pasillo se quejo Onodera, no me dejan abrir la puerta—acababa de llegar de trabajar de la cafetería con Mouto-sensei y se había encontrado su puerta bloqueada con cajas.

—Ah lo siento—se oyó una voz desde el interior del apartamento— ya las quito...-¡¿Onodera-san?!—exclamó—¿Qué hace aquí?—pregunto Misaki

—Eso pregunto yo, estas cajas están invadiendo la puerta de mi casa.

—Lo siento, me acabo de mudar al lado...—explico—¿Eh?—se sorprendió—¿Usted vive aquí? No lo sabía...Tal vez sea repetitivo pero por favor, cuide de mí—se inclino.

—Será un placer-respondió siguiendo el protocolo—pero menuda sorpresa supongo que es cierto la frase de que el mundo es un pañuelo—bromeo—Takashi-kun...—bajo el tono de voz—¿Te cause algún problema? ¿Está situación tiene algo que ver con lo que sucedió el otro día?

—No, no es eso—se apuró a contradecirlo—la verdad es...-no sabía como expresarse.

—Lo siento, no me di cuenta del lugar-se disculpo Onodera—¿Quieres que te ayuda con las cajas? ¿Y hablemos dentro?

—No, no quiero molestarlo—evadió Misaki.

—No seas tonto, no es ninguna molestia, yo me ofrecí, déjame dejar el bolso en mi departamento y vengo a ayudarte.

Misaki quito la caja que bloqueaba la puerta y según Onodera abrió la puerta...

—Oye Onodera—se escucho una voz que provenía de detrás de la puerta que acababa de abrir.

Y tras escuchar esto la cabeza de Takano asomo por uno de los lados de la puerta.

—Ah Takano, espera ahora vuelvo—dicho esto Ritsu entro a su departamento.

Misaki al fijarse quien era no pudo evitar sorprenderse de nuevo

—¿Takano-san? ¿Qué hace aquí?

—¿Takashi-kun? Eso mismo te pregunto yo ¿Qué haces aquí?

—Yo me acabo de mudar a este departamento—dijo mientras señalaba la puerta—y casualmente está al lado del de Onodera-san.

—Ya veo—dijo no muy convecino por la explicación.

—¿Y usted?

—Pues he de decirte que vivo al otro lado del departamento de Onodera.

—¿En serio?

—Sí—confirmo.

—Pues entonces le digo lo mismo que a Onodera-san estaré bajo su cuidado—se inclino.

—No necesitas ser tan formal ahora—se rió Takano.

—Yo...lo siento.

—Misaki vamos—dijo Onodera cuando regreso.

—¿A dónde van?—interrogo Takano.

—Iba a ayudarle a Misaki con sus cajas.

—Yo ayudo también—no iba a dejar que pasaran un rato a solas.

—No hace falta, estarán ocupados—trato de rechazar Misaki.

—Vamos—sin haber esperado a que Misaki respondiera e ignorándolo el editor jefe cogió una caja y la llevo al interior del departamento.

Finalmente terminaron de desempacar todo

—Te dejamos descansar ahora—se despidió Onodera.

—Muchas gracias, Onodera-san y Takano-san siento haberles robado su tiempo.

—No fue nada—dijo Onodera.

—Al menos eres agradecido—dijo tajantemente Takano.

Según cerro la puerta Misaki, Onodera se disponía a ir a su departamento, pero su brazo fue jalado haciéndolo entrar en el departamento de Takano

—¿Qué pasa?

—Ven, vamos a cenar juntos—le indico. Onodera sabía que cuando se ponía así era imposible que aceptara un "no".

El ambiente ahora era más relajado en comparación de las otras veces, a pesar de que ninguno hablaba.

—Así que el novato se mudo al lado—comento Takano.

—La verdad que es una causalidad-dijo sin darle mucha importancia ya se estaba empezando a acostumbrar a ellas, se había encontrado con su primer amor en su trabajo y además había resultado ser su vecino.

—No se yo si es casualidad—dijo desconfiado.

—Ya deja de sospechar de todo el mundo—le reclamo.

—Todo lo que se acerca a ti, me hace sospechar—dijo seriamente—Además que es eso de que tenía de tu ropa ¿creías que no me había dado cuenta? Me gustaría que me lo explicaras—lo ataco repentinamente.

—No tengo por que explicártelo—le contesto.

—Soy tu novio ¿no? Tengo derecho a saberlo.

—Sí...—aun no se acostumbraba a que Takano fuera su novio—Eso fue porque me presto una muda cuando me caí en un charco-confeso avergonzado, pero además los colores le subieron aun más cuando recordó todo lo que había pasado ese día y como le había contado todo a Misaki—Ya es hora es de volver—dijo avergonzado Onodera—gracias por la comida—cuando ya estaba abriendo la puerta una mano la empujo haciendo que se cerrara.

—¿A donde te crees que vas? ¿De verdad crees que te dejare ir ahora cuando finalmente eres mi amante? –le advirtió el mayor. Takano sujeto la barbilla de Ritsu y la levanto para acercarla a sus labios...

—Ding...dong-sonó el timbre de la puerta del departamento de Takano. Este trato de ignorarlo pero sonó de nuevo—ding...dong

—Ábrela—dijo Onodera.

—Ya voy—respondió molesto y rindiéndose.

Al abrirla se encontró con Misaki

—¿Qué quieres?—pregunto controlando la molestia que sentía.

—Disculpe, sé que es muy tarde pero quería agradecerle por lo de antes—respondió— tome, no es mucho—le ofreció un pequeño paquete.

—¿Qué es esto?—pregunto.

—Es un simple postre—contesto—por cierto ¿No ha visto a Onodera-san? quería darle otro a él también, pero no está en su departamento.

—Estoy aquí—hablo desde detrás de la espalda de Takano que lo ocultaba.

—Lo siento, pues eso es todo—sentía que estaba interrumpiendo algo.

—Supongo que eso te tomo tiempo ¿ya cenaste?—pregunto Onodera.

—No—contesto con todo el jaleo de la mudanza y al no estar pendiente de hacer la comida de alguien más se había despistado de prepararla.

—Deberías cuidarte—dijo Onodera.

—Mira quien habla—lo reprendió Takano—en fin supongo que no hay más remedio, entra nosotros acabamos de cenar pero aun queda comida.

—No de verdad...grr—su estomago lo delato con un gruñido.

—Entra—uso ahora un tono imperativo.

—Disculpe la intromisión—accedió finalmente.

—Supongo que el "otro" postre lo tendremos que dejar para otro día—le susurro a Onodera al oído provocando que se sonrojara hasta las orejas y dejándolo sin palabras.