13.Trabajo
El lunes llego velozmente, Misaki y Ritsu bostezaban al mismo tiempo, aunque por diferentes razones. Ritsu se había quedado trabajando todo el domingo ya que el sábado no avanzo nada de trabajo por haber estado con Takano y luego huir.
En el caso de Misaki la razón por la que no había dormido era otra.
Esto sucedió al poco rato de haberse ido el hermano de Misaki, mientras aún seguían sentados en el sofá.
—Para ya Usagi ¿no te afecto para nada la situación y como puedes tener esas cosas en mente después de lo que acaba de pasar?—le recrimino.
—No lo rechazo solo dijo que estaríamos a prueba y además mis sentimientos no cambiaran en un mes, por lo que antes de que te vayas necesito recargarme al máximo ya que no podre tocarte durante un mes entero.
—Ya basta, estoy molesto por todo lo que dijiste a Nii-chan—introdujo sus dedos en la boca de Misaki provocando así que se callará. Mientras su camisa ya estaba desabotona mostrando su piel descubierta bajada hasta la altura de los codos. Además los pantalones y la ropa interior habían desaparecido hacía rato sin que él se hubiera dado cuenta por la rapidez que se la quito Usami.
—Pero salió bien—le susurró al oído sujetando de su barbilla y lo hizo mirarlo.
Misaki mordió los dedos para poder hablar-Ya suéltame
—No—lo gira hasta que los dos quedan frente a frente y lo coge en brazos mientras pone una de sus manos en la espalda de Misaki y la otra en sus pies de este modo lo levanta y lo carga en su hombro derecho a pesar de que patalea y lo llevo a su habitación.
Lo tira encima de la cama y lo agarro de sus muñecas mientras él se encontraba de rodillas encima de él. Con una mano agarro el miembro de Misaki y empezó a masturbarlo puso su boca en el pezón de Misaki y empezó a lamerlo, luego succionarlo hasta que finalmente lo mordió.
—No hagas eso—se quejo.
—No puedo aguantar más—según dijo esto puso las manos en las rodillas de Misaki las separó y se empujó fuertemente dentro de él.
—Du...ahm...ele
—Lo siento, aguanta un poco—le dio su mano para que la sujetara; la mano izquierda de Misaki se entrelazo con la de Usagi mediante sus dedos. Y los gritos de Misaki fueron ahogados por el beso que le dio Usagi. Este lentamente empezó a moverse entrando en las entrañas de su compañero retrocedió hasta casi el final quedando sentado de rodillas y alejado su boca de la de Misaki para tener mayor movimiento y al levantar las caderas de Misaki, de nuevo entro lo más profundo que pudo.
—Ahm...agh—un hilo de saliva se desliza por la barbilla y ese hilo de saliva que salía de la boca de Misaki fue debido al haber llegado al orgasmo.
Usagi salió de él y en ese momento termino.
La agitada respiración y los jadeos de los dos resonaban en la habitación.
—¿Estas bien?—pregunto Usagi al recobrar el aliento perdido.
—¡¿Ahora preguntas?!...pero si lo estoy—consiguió pronunciar.
—Pues continuemos—sonrió.
—¿Quéeeee? Espera...agh...espera
La noche avanzo y el cansancio provoco que los dos cayeran dormidos.
A la mañana siguiente Takahiro vino temprano
—Misaki ¿lo tienes todo?—se aseguró.
—Sí, Nii-chan
—Nos vamos—se despidieron de Usagi.
Llegaron a un edificio y entraron a uno de los departamentos de este.
—Esta será tu casa a partir de hoy a no ser que prefieras vivir conmigo, Manami y Mahiro.
—¿No es todo esto muy rápido?-Normalmente se necesitaba más tiempo para arreglar los detalles de alquiler.
—La verdad había buscado este departamento hace tiempo por si decidías vivir por tu cuenta por lo que conozco bien al dueño.
—No puedo ayudarte con las cajas Manami y yo tenemos que ir a una boda de uno de sus amigos y ya habíamos confirmado que iríamos los dos, lo siento. Mañana te enviare más cajas con cosas que le faltan al piso, ya me voy—se despidió.
Así que se pasó el domingo colocando las cosas de la mudanza.
Volviendo al momento presente.
—Michan toma estos mangas, Richan no los tenía y me pedio que te los prestara—le dijo Kisa mientras le daba una bolsa llena de mangas cuando se encontraron casualmente en el pasillo, ya que faltaba un rato para empezar la jornada laboral, pero Misaki no sabía a que distancia había desde su nueva ubicación hasta el trabajo por lo que decidió salir antes para calcularlo.
—Gracias Kisa-san-no son tan malos como decía Onodera—san pensó en su cabeza.
—Por cierto ¿puedes a comprarme un dorayaki ahora?—pidió Kisa.
El motón de papeles de su escritorio estaba amontonada quería bajarlo un poco. Pero bueno no tardaría tanto en ir a comprar.
—No es problema—respondió.
—Así, y de paso trae esto de la tienda D, y eso de la tienda E que está a tres calles de la tienda D, y aquello de la tienda M que está a cinco calles de la tienda E empezaron a pedir todos. Que en ese instante acababan de llegar a trabajar. A pesar de las irrazonables peticiones las cumplió y consiguió todo lo que le habían pedido cargado de bolsas y cajas hasta los dientes volvió al departamento.
—Takashi-Kun sería mejor que arreglarás tu hábitos de puntualidad—lo regaño Takano.
—Pero...
—Michan debes llegar a tiempo—comentó Kisa.
—La impuntualidad es un muy mal hábito—añadió Hatori.
—Sería bueno que aprendieras buenas costumbres—dijo un sonriente Mino.
Retiraba lo que había pensado esta mañana definitivamente Onodera-san tenía razón "siento mucho haber dudado de usted" se disculpó en su mente.
El ciclo ya iba avanzado y alrededor del mediodía una neblina morada cubría todo el departamento de manga shojo. Esto es la misma atmósfera que tenía Usagi-san cuando la fecha límite se acercaba comparo los hechos vividos con el escritor y los de su actual situación.
—Buenos días Misaki no te asustes siempre es así—oyó decir a la voz de su sempai Onodera
—No, estoy acostumbrado—dijo inconscientemente
—¿Qué?—se sorprendieron todos al escuchar esto.
—Esto es que mi casero era escritor
—¿Era?—inquirió Onodera quería preguntarle si él le había causado algún problema pero no estaban en el lugar más apropiado para hablar de eso.
—Es que acabo de mudarme ayer—aclaro—por cierto Onodera-san aquí tiene su ropa se la dejo el otro día en casa, está limpia y seca—dijo entregándole una bolsa que saco debajo del escritorio.
—Muchas gracias—agradeció.
—Se están llevando muy bien ustedes dos—comento Kisa.
—Onodera—se oyó decir a una voz proveniente de la mesa del editor—jefe que lo llamaba.
—Diga Takano-san—ese hombre tenía un rostro de enojo y una mirada acusadora que daba más miedo que lo cuatro jinetes del apocalipsis juntos dirigidas hacia Onodera era normal esa reacción había huido después de aquel suceso en el hotel y no se atrevía a mirarlo directamente a la cara. Además que apago el móvil el domingo y no regreso a casa ya que si lo hubiera hecho el timbre no hubiese parado de sonar y no podría haberse concentrado y más teniendo a Takano al lado, por lo que fue a una biblioteca de veinticuatro horas distinta a la que habían estado él y Takano juntos.
—¿Tienes listos los materiales para la reunión?—pregunto el jefe.
—Sí—confirmo Ritsu.
—Bien vamos subiendo ya—apresuro Takano.
—Vale— de los nervios no se dio cuenta que aún faltaba media hora para la reunión.
En el interior del ascensor Takano toco un botón haciendo que el ascensor se bloqueara un rato y acto seguido a Onodera un fuerte brazo le agarro las muñecas y las subió por encima de su cabeza haciendo que chocaran contra la pared quedando indefenso su parte frontal.
—¿Qué pasa?—pregunto por el repentino ataque.
—¿Qué que pasa? Eso quiero saber yo, me dices que me amas y desapareces al día siguiente sin dar señales de vida ¿A que esas jugando?—reclamo cabreado con los ojos en llamas.
—No estoy jugando, yo estaba ocupado trabajando no pude hacer nada ese día—bajo la mirada avergonzado—si estuvieras a mi lado no podría hacer nada...esto...no podría apartar mi mirada de ti-susurra—no podría evitar tocarte...ja...que demonios estoy diciendo, olvídalo—agito sus manos.
—Así que era eso-dijo e inmediatamente después—¡¿eres idiota?!—bravo furioso— Eso se habla
—Sí, lo siento soy un completo idiota—dijo Ritsu derrotado.
Libero las manos de Onodera y lo abrazo—creí que otra vez se repetiría lo mismo y era insoportable-musitó en tono lastimero.
—Takano-san déjame respirar-se había pegado a él como una lapa.
—Perdona—sin aviso le dio un beso.
—¡¿Qué haces?!—por instinto se llevó la mano a la boca mientras lo colores le subían.
—Besar a mi amante—dijo sonrientemente y ahora aliviado.
—Idiota, vamos ya a la reunión—dijo enrojecido entonces Onodera pulso un botón que con dificultades logró alcanzar al estar en medio Takano y el ascensor se desbloqueó.
—No puedes llamar a tu superior idiota—empezó a picarlo.
—¿Qué hay de malo en llamar idiota a un idiota?—lo ataco con las misma palabras que le había dicho una vez—Tú lo eres...esto...lo eres y punto por eso no hay nada de malo en llamarte así.
En esto la discusión continúo hasta que las puertas del ascensor se abrieron haciendo que entraran Yokozawa y Kirishima que venían discutiendo por un estilo. Kirishima regreso por el pasillo ya que un empleado lo había llamado haciendo que se detuviera un momento y lo hizo retroceder por el pasillo del que había venido.
Yokozawa subió al ascensor y dirigió una mirada sombría a Onodera como siempre él ya había olvidado el pasado pero esa mirada se debía al presente. Ese día se encontraba de casualidad de visita en la casa de Takano porque iba a irse de viaje dentro de unos días con Kirishima e Hiyori y no quería dejar a Sorata solo en casa, por lo fue a visitarlo para saber si esos días estaba libre. Cuando llego al piso vio a Takano golpeando la puerta del departamento contiguo y llamando incontables veces con su teléfono un número. Él vendedor consiguió calmarlo y al entrar vio tirado en el suelo latas de cerveza por lo que no era la primera vez en el día que intentaba localizar tan desesperadamente a Onodera. De hecho, esa escena de las cervezas regadas le recordó a sus días en la universidad y así le había comentado todo lo que paso con Onodera ese día. Como solo había pasado un día lo convecino de que antes de hacer nada esperara al lunes y así podría aclarar todo.
—Felicidades—fue lo único que pronuncio—espero que esto no afecte a sus trabajos—continuo. La reunión iba a empezar en quince minutos habían pasado diez minutos en el ascensor.
—Los dejo se me olvido un documento en este piso los veo ahora en la reunión—recordó el vendedor.
—Túuuuuuuuuu—la sangre le había subido a la cabeza de Onodera.
—No le dije intencionalmente—explico sereno y calmadamente —estaba borracho y hable de más no fue queriendo y además eres tú el que normalmente hace eso, no tienes derecho a reclamarme-le recordó.
—Maldito—solo podía insultar, ya que no tenía argumentos para defenderse.
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—Este proyecto es shonen y shojo por lo que es necesario la colaboración de los dos departamentos, hagan su esfuerzo concluyo Isaka. Con esto termino la reunión.
—Ah esperen, son muy rápidos los seguí desde arriba pero los acabo de alcanzar ahora —se oyó la voz de Isaka cuando Ritsu y Takano ya estaban en la entrada del departamento.
—¿Cómo estas Nanahikari?
—!NO ME LLAME AS! —grito en la entrada
—¿A qué va a nuestro departamento?—pregunto Takano a Isaka pero cuando este iba a contestar ya estaba dentro del departamento y vio a Misaki.
—¡Chibitan!—le llamo.
—!NO ME LLLAME ASÍ! Isaka-san—respondió.
—Jajaja—rieron todos que habían escuchado antes la queja de Onodera.
—¿En serio, no son hermanos?—bromearon.
—Ya cállense—se molestó Onodera
—No queremos—le contestaron.
—Bastardos.
—A si chibitan...perdón Takashi-kun ven conmigo un momento—sin dejar tiempo a que pudiera replicar lo arrastro de la muñeca hasta una de las salas de juntas que en ese momento estaba vacía.
—¿Qué demonios paso? ¿Por qué y cuando se separaron tú y Akihiko?
—¿Eh?—estas preguntas le cogieron desprevenidos.
Isaka ya más calmado pregunto
—¿Por qué no vives ya en su departamento?
—Eso que tiene que ver con...—es interrumpido antes de poder terminar de hablar.
—Dice que se niega a entregar ningún manuscrito hasta que vuelvas a casa—revela finalmente Isaka.
—Dios ya empieza con las suyas, este hombre, Isaka-san ¿Tiene un teléfono?
—Sí, toma—se lo deja aunque sus acciones lo dejan confundido
—Cli clic click—marca un número que le da la señal y cuando le contestan:
—!HAZ TU MALDITO TRABAJO!—tras esto cuelga inmediatamente.
—Creo que esto basta por ahora, tome—le devuelve el teléfono.
—¿Eh? ¿No se habían peleado?—pregunto extrañado.
—No, no es eso hay una razón por la que ahora no vivimos juntos y lo siento tengo que volver al trabajo.
Se sorprendió porque al regresar para volver a su puesto de trabajo se encontró con que en el pasillo de su departamento estaba Usami
—¿Qué haces aquí?—salto—¿No tienes que hacer tu trabajo?—le regaño acababa de decírselo por teléfono.
—Eso no importa...ahora a ver a tus compañeros de trabajo—con paso firme se dirigió al departamento pero Misaki logro agarrarle del brazo y ralentizarlo, pero no pudo evitar que se cruzara con sus compañeros ya que en ese momento salían para ir a almorzar.
Cuando vio a las otras personas su rostro molesto se volvió tranquilo, lo estaba ocultando tras una máscara.
Paralizado al ver a uno de sus antiguos escritores Onodera lo llamo:
—Usami-sensei—la otra vez no distinguió el rostro de la persona que estaba con Misaki al tener los ojos empañados por lo que no relaciono a Usami con ese sujeto.
—Disculpe ¿usted es?—dijo mientras lo inspeccionaba con la mirada al recordar que ese chico había estado cerca de Misaki su mirada se torno como si fueran cuchillos, si las miradas matarán ya estaría muerto, pero bien muerto.
—Perdone Usami-sensei, encantado de volver a verlo, no si me recuerdo trabaje un breve periodo con usted, soy Onodera Ritsu.
—Ah, es verdad-recordó el rostro de cuando trabajo con él ese recuerdo era difuso no solía interesarse en otras personas y le costaba ponerles cara si no trabajaban con él constantemente- fuiste uno de mis editores- afirma mientras escanea con la mirada con a los otros compañeros de Misaki.
—¿Qué le trae por aquí?
—Vine a dejar unas cosas a mi...—lo cortaron antes de que dijera nada inadecuado, Misaki sabía que no era tan tonto como para desvelar su relación, pero cuando estaba celoso era impredecible.
—Usami-sensei ya váyase, tienes que acabar el manuscrito—dice mientras lo empuja suavemente.
—Usami-sensei, venga a la reunión—llama Aikawa que viene seguida de Isaka.
—Ya voy—responde manteniendo la compostura.
—Onodera-san ¿conoce a Usami-sensei?—pregunto Misaki.
—Sí, como dije fui su editor ¿Pero tú? ¿Cómo lo conoces?—le repregunta Onodera
—Él era mi casero
—Ya veo—respondió calmadamente pero su mente estaba acelerada "Espera, espera, espera; ¿Su casero? ¿El mismo que dijo que era su amante? ¿Qué demonios esta pasando aquí?"
—Por eso Michan esta aquí—dijo Kisa.
—Así que es por esa razón—añadió Takano-por eso Isaka san aviso de tu llegada.
Ahora lo comprendemos-dijeron todos
—¿Qué pasa?— se extraño.
—Nosotros nos vamos a comer, cuando termines con lo papeles ve a comer tú-le ordeno Takano mientras señalaba a la mesa de Misaki
Al fijarse bien en su mesa vio como dos montañas de folios la cubrían, los papeles pendientes habían aumentado.
—¿Y eso?—señalo.
—Eso es tu trabajo—dijo Takano.
—¿Eh? ¿Todo esto?—trataba de confirmar
—Aunque hayas entrado por conexiones al igual que el otro, eso no significa que no tengas que trabajar como los demás.
—¿Eh? ¿Conexión? ¿Otro?
—Nos vamos, haz lo mejor—se despidieron dejando a Misaki con la duda.
—Ono...—iba a llamarlo pero se detuvo cuando vio su mesa con el triple de documentos que él tenía, mejor sería no ser una molestia
Nii-chan duro, esto es duro, esto es muy duro.
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