10.Intuición
Los días pasan volando cuando estás ocupado en un pestañeo puede haber pasado un año y no te has dado cuenta. Ya ha pasado una semana desde que Misaki empezó a trabajar en el departamento de edición shojo de Esmerald en Murakawa.
—Michan ¿Estás bien? te encuentro distraído-pregunto Kisa cuando al pasar a su lado tropezó con la silla de la mesa.
—No es nada—contesto, solo que me voy a enfrentar a mi hermano mañana y contarle mi relación con su mejor amigo y encima Usagi sigue con la idea de venir a conocer a mis compañeros de trabajo, a pesar de que hasta ahora he conseguido que no venga, si supiera que aquí todos son hombre los convertiría a todos en enemigos, por eso omití este detalle cuando me pregunto sobre mi primer día, solo me saco el incidente del beso—Por cierto ¿Dónde está Onodera-san?—pregunto al no verlo en su mesa.
—Ah Ricchan, hoy tenía que recoger un manuscrito a primera hora de la mañana así que llegara algo tarde.
—Pero ¿no esta listo ya el manuscrito? ¿No es solo recogerlo?—claro que sabía las manías de Usagi y lo que le costaba a Aikawa pero en el tiempo que trabajo a medio tiempo, en general las pocas veces que lo mandaban recogerlo solo era eso, claro que siempre le mandaban a recoger el manuscrito de Ijuuin-sensei. Además suponía que la prueba que le hizo pasar Isaka la había hecho con mala idea.
—Dulce inocencia—dijeron todos al unísono.
"Qué está mal no dije anda raro ¿no?" pensó.
—Por cierto ¿me puedes ayudar a supervisar si esto está bien ¿Kisa-san?
En esto sintió como una mano se apoyaba en su hombro, al girarse vio una sombra que al verla hizo que una sensación se extendería por su espalda causándole un escalofrió y más al fijar su vista en el rostro demacrado y las ojeras que lo cubrían.
—Un consejo, no les pidas ningún favor a ninguno de estos te saldrá muy caro y menos esperes su apoyo cuando tengas dificultades—le dice el rostro fantasmal susurrándole.
—O-Onodera-san me asustó—¿Por qué dices eso?
—Lo digo porque yo lo aprendí por las malas—la sombra que lo cubría se convirtió en una nube negra de tormenta que tiraba rayos y relámpagos y que cubría totalmente a Ritsu, al recordar cómo se lo dejaban todo a él siempre.
—Ya es hora de ponerse a trabajar- se oyó una voz detrás de la espalda de Onodera —me voy a una reunión y cuando vuelvo estáis holgazaneando ¿ no se os puede quitar la vista encima o qué?-regaño Takano- dirigiendo una mirada acusadora a Ritsu y Misaki.
—Es cierto, no hay tiempo—confirmo Hatori.
—Richan se supone que debes dirigir al novato, no distraerlo—añadió Kisa
—Tranquilo siempre pueden ser remplazados—comento Mino.
—¡Bastardos!—reclamo Ritsu ya que ellos habían vuelto a su puesto unos segundos antes de que entrara Takano, hasta entonces ellos estaban charlando mientras se tomaban un café.
—Lo siento—se avergonzó Misaki—Onodera-san ¿puede revisar si esta corrección que hice está bien?-desvió el tema al trabajo.
—Ah, si—respondió confundido era la primera vez que intentaba alguien ayudarlo desviando el tema desde que entro en la empresa.
El día paso si más incidentes hasta que...
—Buen trabajo hoy, pueden irse si quieren—dijo Takano.
—¿Qué?-se sorprendieron todos-normalmente cada uno se iba cuando terminara su trabajo nunca les habían dicho que podían salir.
—Les explico, Isaka-san quiere empezar a organizar las cosas de una manera diferente, y cambiar el proceso para eso fue la reunión de esta tarde. Y hasta que no tomemos una decisión final, no puedo guiarlos.
Se despidieron y solo Misaki, Ritsu y Takano continuaron por el mismo camino.
—¿Pasa algo?— pregunto Takano—¿Por qué nos sigues?
—No...no es que lo esté siguiendo o algo. Da la casualidad que también voy en esa dirección a coger el tren-respondió avergonzado.
—¿En qué estación te bajas?—pregunto Takano.
— En la estación xxx-xx ¿Y ustedes?
—Nosotros en la xx-xxx contesto—Takano
—Así que vives por esa zona-Ritsu siguió la conversación agradecido de no tener que volver a solas por una vez con Takano aunque solo fuera durante un tramo.
—Beep...beep—sonó el móvil-que molesto—se quejó Takano miro el mensaje que le enviaron.
—Lo siento, tengo que volver hubo un problema con esos incompetentes de ventas y no pueden solucionarlo por si solos.
—¿Y Yokozawa?—dijo sin pensar por ser lo primero que se le vino a la cabeza a Ritsu, era imposible que Takano llamara incompetente a Yokozawa cuando le había hablado de lo calificado que estaba.
—Él no es incompetente, pero está de viaje de negocios y sus subordinados parecen no poder hacer nada sin él.
En esto continuaron Misaki y Ritsu caminado en dirección a la estación.
—Onodera-san muchas gracias por guiarme hubiese estado perdido sin usted.
—No hay que darlas me alegra tenerte a mi cargo.
—Debo darle muchos problemas.
—No tantos como creí, es cierto que estaba un poco reacio al principio pero no creo que fuera tan mal, además se nota que te esfuerzas mucho por aprender.
—Gracias—dice sorprendido al no esperar el alago.
—Esto Onodera-san ¿puedo preguntarle algo personal?—pregunto tras un rato.
—Puedes preguntar—dijo tras recapacitar brevemente.
—¿Está enamorado de Takano-san?
—Eso......................¿Quéeeeeee?—grito descolocado ante la repentina pregunta.
—Discúlpeme si estoy equivocado...es decir...lo que digo...no es asunto mío...ni soy quien para criticar si es así...si es que es así a lo mejor no es lo es...y son cosas mías...pero lo que veo da esa sensación de que lo quiere pero por algún motivo no puede decírselo...Además cuando nombro a Yokozawa-san su rostro se ensombreció un poco. Y aunque discutan un poco se nota que los dos se valoran...prueba de que confía en usted es que siempre le da varias tareas, según lo que me ha contado...además tiene el mismo físico con el hombre que se besaba-el ritmo con el que hablaba aceleraba quería que no lo oyera quería terminar el tema del que se arrepentía de haber sacado.
—......................................................................—como era que ese chiquillo que acaba de conocer lo había leído totalmente era como si esos ojos lo vieran todo a través de él y no solo eso parecía que también había descifrado gran parte de Takano que a él le había costado tanto ver.
—Yo...verás...—se había quedado sin argumentos para discutir.
—No tiene que contestarme si no quiere-se arrepintió de provocar esa incomodidad en Onodera.
—Sí—admitió sonrojado—discúlpame—se apuró a alejarse ¿Cuánto más iba a descubrir de ese muchacho de él?-sin mirar atrás corrió desesperadamente pero en esto tropezó y cayó en un charco debido a que pocas horas antes había estado lloviendo.
En esto llego Misaki que cuando lo alcanzo, se paró para recobrar el aliento posando sus manos en las rodillas mientras tenía doblada la cintura. Al mirar la situación de Onodera y que esta empapado se preocupo
—Venga conmigo, deje que le preste algo de ropa—ofreció mientras le daba la mano para ayudarlo a levantarse.
—No hace falta—trato de evadirlo rechazando la oferta.
—Insisto sino se va a resfriar su casa está bastante más lejos que la mía...y esto ha sido mi culpa le he causado molestias—dijo culpándose.
—De acuerdo—accedió finalmente sin muchas ganas pero al ver el rostro de arrepentimiento de Misaki no pudo evitar acceder a su petición.
La lluvia volvió a comenzar en el exterior pero esta vez arremetía con más furia que antes los truenos y el viento eran bastante intensos. Pero Misaki y Onodera ya se encontraban en el interior de la pent-house perteneciente al escritor. Allí se encontraban solos ellos dos debido a que Usagi llegaría tarde por tener una reunión a la que Aikawa lo había llevado arrastrando y encadenado a pesar de los múltiples intentos que hizo para escapar. Aunque curiosamente últimamente estaba más al pendiente de las reuniones que tenía aunque solo iba voluntariamente a las que tenían lugar en el edificio de la editorial Murakawa. A Ristu la zona le resulto algo familiar pero por la vergüenza de los hechos recientes no presto mucha atención al entorno.
—Tome creo que más o menos es de su talla—Misaki según habían entrado tras decir que se sentara había ido a su habitación para buscar una muda de ropa, pero Onodera para no mojar el sillón aun permanecía de pie en la entrada de la casa—sería mejor si se tomará un baño para evitar que se resfríe—aconsejo Misaki- la habitación es aquella-dijo señalando la habitación correspondiente.
—Gracias, lo tomare prestado—cogió la ropa de las manos de Misaki.
Un rato después tras haberse duchado salió a la sala donde se encontró con la mesa puesta y un delicioso olor proveniente de ella.
—¿Le apetece comer algo?—pregunto Misaki a verlo observar la mesa con detenimiento.
—Eso no...grrr...—el gruñido de su estómago lo delato revelando el hambre que sentía.
—Tome—coloco un plato en la mesa y le hizo señas para que se sentara en la silla que estaba frente a él-preparé la cena mientras se duchaba.
Finalmente accedió se sentó a la mesa y comenzó a comer la comida no sin antes agradecer-Itadakimasu
—Está rico—dijo sorprendido tras probar la comida—¿Lo hiciste tú?
—Sí, yo me encargo de todas las labores domesticas, solo yo puedo hacerlo en esta casa-respondió Misaki.
—Sorprendente—lo miro lleno de admiración y asombro.
—No tanto, es algo normal y simple—se avergonzado por el halago.
—Si lo es, yo no puedo ni preparar unos simples fideos instantáneos—confeso y a la vez se auto deprimió.
—Es cuestión de práctica, en mi caso éramos solo mi Nii-chan y yo en casa...pero me alegra poder hablar con normalidad con usted, disculpe si lo incomode antes con mi descaro al inmiscuirme en su vida privada.
—No es tanto así-respondió Onodera nervioso, no quería sacar ese tema otra vez.
—¿Pero no es doloroso ocultar sus sentimiento?—inquirió Misaki
—Es algo difícil de explicar-nervioso cogió la taza y sorbió el café.
—Si quiere desahogarse puede hacerlo lo escuchare hasta el final.
—Yo—recapacito un momento "puede ver todo a través de mí y le he confesado que amo Takano-san ¿Tiene sentido ocultarle algo? Quizás él pueda orientarme o al menos si lo suelto todo aliviare mi carga" pensó Onodera.
—Takano-san y yo pues...bien–se puso nervioso y bajo el tono de voz casi susurrando—salíamos juntos.
Misaki de la sorpresa estuvo a punto de tirar el plato que estaba recogiendo ¿en serio acaba de escuchar esas palabras?
—Supongo que es algo desagradable...
—No, no es así continúe, por favor—de verdad podía entenderlo y veía que se le estaba haciendo bien contárselo, quizás algo a la fuerza pero tenía la impresión de que ese hombre necesitaba a alguien que lo escuchará. Misaki dejo el plato y se sentó en la silla de enfrente.
—Hace once años empezamos a salir—las razones de porque, no creo que sea necesaria contárselos pensó Onodera—pero rompimos poco después de una forma bastante mala debido a una series malentendidos y otras circunstancias—su ritmo vocal bajaba hasta parecer que estaba callado- y hace un año nos rencontramos y los malentendidos se aclararon y Takano-san quiere volver conmigo, pero yo no puedo, yo prometí no volver enamorarme...y como vamos a tener una relación "normal" cuando ambos somos hombres—finalmente termino su relato y sintió como su cuerpo se aliviaba.
Tras procesar la información Misaki trato de dar su opinión cuidadosamente.
—Sé que sean hombres complica muchas cosas, pero si lo amas ¿no es mejor expresar tus sentimientos directamente? ¿No es menos doloroso que solo estar a su lado sin ser nada? ¿No solo es una cuestión de orgullo o vergüenza no admitir la realidad? Si no hay manera que nada pase ¿no es mejor olvidar todo y seguir adelante?
¿Quién demonios era este muchacho? Que lo leía enseguida como si fuera un libro abierto mirando en el fondo de su corazón donde había ocultado todos sus sentimientos ¿No estaba dándole las repuestas que tanto andaba buscando?
—No es tan fácil decir eso-trataba desesperadamente de buscar una salida.
—Lo sé—recordó lo mucho que le costaba decir esas palabras a él—no estoy diciendo que sea fácil de decir pero es mejor aclarar todo y expresarlo de forma clara, si no nunca va a saber cómo te sientes en realidad y que surjan muchos más malentendidos.
Lo que yo he tardado ver en tanto tiempo él lo ha visto en una sola semana se sorprendió Onodera—gracias—fueron las únicas palabras que pudo decir antes de que los recuerdos y sentimientos lo invadieran y que las lágrimas empezaran a caer por su rostro.
Misaki impotente y sin saber cómo reaccionar se acercó para darle un abrazo.
En esto se cortó la corriente dejándolos a oscuras aunque la luz solo se apagó durante un instante. Pero a pesar de que la luz volvió, la oscuridad no se marchaba un aura negra empezó a cubrir toda la habitación.
—¡MISAKI!—se oyó una voz conocida a su espalda pero al no esperársela se asusto aferrándose a Onodera.
—¡Kyaaa! Usagi-san no me asustes—se quejo—has cogido una mala costumbre últimamente—se apartó lentamente de Onodera al que se había aferrado por el susto—ya que llegaste te voy a preparar algo de comer—según decía esto se dirigía a la cocina.
Onodera levanto la mirada y sintió un escalofrío al ver como unos ojos como chuchillos se clavaban en él aunque no pudo distinguir mucho más del rostro de aquel sujeto debido a que las lágrimas le habían nublado la visibilidad y sus ojos no se acostumbraban aun al repentino cambio de luz por lo que veía borroso.
—¿Quién es este?—pregunto en tono autoritario.
—Usagi...bueno...él es un compañero del trabajo que se empapo en la lluvia y le ofrecí un cambio de ropa es Onodera Ritsu-explico.
—Onodera-san él es el casero...—cuando trataba de presentar a la otra persona fue interrumpido...
—Soy su amante—dijo firmemente.
Onodera quedo atónito por el hecho de que esa persona dijera ese tipo de cosas tan fácilmente.
—Vamos Usagi-san no sea bromista—río nervioso Misaki.
—¿Quién esta bromeando?—agarro a Misaki por la muñeca y lo arrastro hasta que este quedo más cerca de él, sin previo aviso le agarro por el cuello de la camisa levantándolo y le dio un beso delante del invitado.
—Esto yo lo siento estoy interrumpiendo algo—Ritsu huyo rápidamente de la escena saliendo corriendo de la casa. La lluvia no era tan fuerte ahora afuera por lo que corrió por la calle sin mayor preocupación durante un largo rato hasta que se paro al darse cuenta que había olvidado su bolsa en el departamento de Misaki y con ello las llaves de su departamento; su billete de tren; su móvil y su dinero. ¿Que opciones tenía? La única solución posible era volver a ese departamento a recoger su bolso. Así que no muy seguro tomo el camino para regresar a ese departamento.
Ritsu había dejado la puerta abierta cuando salió corriendo pero al volver le extraño que la puerta aun siguiera abierta y no la hubieran cerrado, cuidadosamente entro solo tenía que coger su bolso que estaba en la entrada-disculpe me deje mi bolsa-aviso. A pesar de este aviso y procurar no escuchar no pudo evitar oír una discusión y gemidos proveniente del salón por lo se apuró aun más de lo que ya hacía en recoger su bolso.
Esa pelea y gemidos tenían una razón de ser en el tiempo en que Onodera había tratado de alejarse y antes de que volviera a recoger el bolso habían pasado una serie de acontecimientos que desembocaba en la situación actual.
—¿Quién era ese? ¿Por qué esta a esta hora aquí? ¿Por qué lo abrazabas? ¿Por qué estaban a oscuras?—interrogaba Usami a Misaki.
—Ya lo dije todo antes, es un compañero de trabajo que se callo en un charco y como fue mi culpa le ofrecí venir aquí para que pudiera cambiarse de ropa y lo abrace porque tu me asustaste...esa es la verdad ya no empieces a inventar enemigos que no existen.
—Si es así no te importara que te revise, cierto—según termina de hablar se abalanzo sobre Misaki y empezó a desvestirlo y tocar su piel.
—Parad...no estoy de humor...ahm...ahg —antes de que siguiera tocándolo se deslizo de los brazos de Usagi y pudo alejarse, se había vuelto un poco más hábil en escabullirse en el último tiempo.
—Además ¿Por qué le dijiste eso?—esta vez estaba mosqueado de verdad, no iba caer en la trampa de Usami.
—Hago lo que me apetece—soltó.
—¡TÚ, NO CAMBIAS!—reclamo enojado
—No sé porque te molesta tanto. De todas formas mañana se lo vas a decir a Takahiro entonces no importa que se lo digas a los demás.
—Eso son dos cosas muy diferentes—siguió discutiendo con el.
—No, porque eres mío-vaprovechando que Misaki estaba inmerso en la discusión y en esos momentos se encontraba distraído se había acercado sin que él se diera. Entonces lo cogió esta vez acorralando y dejándolo sin escapatoria.
—Suéltame o sino no le digo mañana a nii-chan sobre nuestra relación y mis sentimientos—amenazo aunque mientras lo hacía temblaba por dudar que podría hacer si sus amenaza no lograban la reacción deseada.
—Tsché; te has vuelto más hábil en controlarme, mi pequeño amante está creciendo— dijo en tono burlesco-supongo que te dejare por hoy...a pero al menos necesito un incentivo—señalo su frente—aquí—A pesar de la extraña petición, normalmente Usagi le pediría algo más pensó Misaki y finalmente aunque avergonzado se lo dio, un beso en la frente.
Onodera caminaba por la calle se había apurado mucho al recoger su bolso y esperaba no haberle causado problemas a Misaki por eso no hizo mucho esfuerzo para que notarán su presencia y que había vuelto sino todo lo contrario y esperaba que la discusión que oyó, aunque no le presto atención a las palabras que decían, no fuera grave. Ya era bien entrada la noche, las líneas de trenes incluso habían dejado de funcionar en un vano intento se dirigió a la estación pero ya se encontraba cerrada.
—Supongo que tendré que pasar la noche en un hotel—suspiro.
Trataba de no pensar en la situación que acaba de pasar pero inútilmente todo estaba grabado a fuego en su mente y no podía ignorarlo solo trataba de convencerse a si mismo con estas palabras.
Yo no vi nada; no he visto nada; yo juro que no he visto nada; definitivamente no vi nada.
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