Capítulo 55 [Everything I Didn't Say] SIDE A
Quedan 3 capítulos para el gran final
- - - - - -
Aviso
Este ha sido lo más complicado de escribir de toda la historia, quiero decir, me tardé meses intentando de que fuera perfecto (o eso se intentó).
Ahora explicaré un poco, está dividido en cuatro partes:
POV de Victoria
POV de Carlos
La letra de la canción
Y extractos de la libreta de Victoria, que a veces funciona como diario.
Se presentarán recuerdos nuevos de nuestros personajes principales así como algunos que se llegaron a ver a lo largo de la historia, todo para darle coherencia de porqué se eligieron estas canciones.
Espero que se logre entender porque eso fue más complicado de lo que pensaba, y espero les guste y no les sea muy aburrido, pero la verdad es que este ha sido de mis capítulos favoritos y el secreto mejor guardado que nunca quise revelar.
Además, antes de que comiencen a leer, quiero darles las gracias a todas las que me mandaron canciones o ideas, y siento si sus sugerencias no llegaron al capítulo, solo quiero que sepan que las aprecio muchísimo.
Sin más interrupciones, espero que lo disfruten.
***
El link de la playlist está en los comentarios
***
Victoria estaba preparándose para la fiesta que la disquera daría en honor a su tercer disco, era jueves y podía sentir la emoción por todo su cuerpo. Ni siquiera había dormido por la ansiedad y para sorpresa de nadie, había visto la "gran" revelación del monoplaza de Ferrari para la siguiente temporada, wow, había sido rojo, nadie lo esperaba.
En ese momento estaba en su departamento siendo arreglada y manoseada por un equipo de estilistas, se sentía como una muñeca de trapo de nuevo. La fiesta comenzaría a las 10 pm para que después el disco saliera oficialmente a las 12:00. Ella necesitaba que este disco fuera un éxito, ya debía suficiente dinero por romper su contrato con su antigua disquera y necesitaba reponerlo antes de ver verdaderas ganancias. Ni de chiste le pediría prestado a Wes.
—¿Ya comiste algo? —Lucía le preguntó a su cliente que estaba siendo peinada —Además de tus uñas.
Esa fue la señal de Victoria para dejar de morder sus cutículas.
—No.
—¿Quieres algo? Iré a buscar algo de comer para el equipo —Ella asintió —¿Segura que no quieres lucir tu nuevo look para la fiesta?
Lucía estaba por salir cuando se regresó a ver a Victoria, en ese momento, a la castaña le estaban poniendo una peluca rubia lo más parecida al antiguo tinte que había estado luciendo por años.
—No me siento muy segura, extraño el rubio.
—¿Es eso o quieres seguir saliendo de la casa sin que te molesten? —Lucía preguntó burlona para aminorar los nervios, mientras ella le enseñaba el dedo medio.
—Es en serio. No me siento yo si no es con el rubio. El rubio ha estado en mi vida más años que mi madre o que tú.
Victoria todavía no se había acostumbrado a su "nuevo" tono, considerando que ese era el color de cabello con el cual había nacido. Sentía que no era ella cuando se veía en el espejo, así que en una noche tan especial como aquella, lo mejor era lucir algo que la hiciera sentir cómoda, aunque fuera una peluca.
—Vale, vengo en un rato, tú tranquila y déjate las uñas —Le había dado un manotazo para que dejara de morderse nuevamente.
Y la agente salió.
Cuando Lucía regresó ya había terminado con el cabello y el maquillaje, había dicho que ella se pondría el labial para que así pudiera comer en paz. Ya se había hartado de tanta gente en su casa y por lo que veía, Bodoque también estaba harto pues se había escondido y no había salido por un buen rato.
Lucía puso la comida en la mesa, era para todo el equipo de estilistas y la de ellas las llevó a la recámara de Vic, así ellas podían comer tranquilas.
—Supongo que no era así como pensabas terminar la semana de tu cumpleaños —Lucía dijo abriendo el recipiente de comida.
—No importa, prefiero estar trabajando a estar encerrada sola. Además, una fiesta no es trabajo como tal —Vic hizo lo mismo viendo que Lucía había pedido una ensalada para ella, se veía buena —Pero tú, ¿es así cómo vas a pasar tu jueves por la noche?
—Llevaré a Patrick a la fiesta, debe de entender que mi trabajo es importante —Victoria rió un poco —Ya luego veremos.
Las dos comenzaron a comer en silencio, y Victoria estaba revisando sus redes sociales, sabía que después de sacar el disco todo sería diferente, para bien o para mal.
Entró a Instagram y después de mucho tiempo, subió una foto de ella, ahora que era rubia, podía hacerlo. Y entonces se percató de que Lando había estado subiendo historias, no había puesto la ubicación, pero reconocería esas calles donde fuera.
—Lando está en la ciudad —Victoria le comentó a Lucía.
—¿Quién es Lando? —La cantante rió al ver la confusión en la cara de su agente.
—Amigo de Carlos, mi fan, creo que es mi amigo también —Victoria le enseñó una foto a Lucía y ella sonrió.
—¡Claro! El jovencito de los boxers de Mario que estaba en tu habitación.
Victoria nuevamente rió al escuchar la forma en la que Lucía lo recordaba —Justo ese. ¿Será prudente invitarlo a la fiesta?
—No veo por qué no —Lucía le regaló una sonrisa de apoyo y la cantante asintió.
Se metió a sus mensajes y le mandó uno a Lando con la dirección de la fiesta y un plus one en caso de que quisiera traer a alguien.
—Agrégalo a la lista —Victoria le ordenó a su agente y ella asintió abriendo el documento en su celular.
—Ya está.
Las dos continuaron comiendo en silencio hasta que Victoria se atrevió a volver a hablar.
—Caco me mandó felicitaciones y dice que envió algo pero no sé qué es —Lucía no la miró con cuidado, era la primera vez que ella mencionaba a los españoles por gusto y no por obligación.
—Yo traje una caja, pero con tantas flores y arreglos frutales que envió la disquera no la viste —Ella asintió —Puedo ir por ella ¿Quieres?
—¿Me harías ese favor? —Lucía se levantó y se tardó unos minutos antes de regresar.
—Ten —La castaña le entregó la caja, era claro que la había enviado desde Madrid. Al abrirla había otra caja más bonita, esa la había arreglado. Lucía estaba al pendiente de la reacción de Victoria.
La cantante no hablaría sobre el dichoso cupcake que le había llegado.
Victoria abrió la caja y dentro de ella había varias cosas, primero sacó las bolsas de gusanos agridulce que normalmente solía consumir, luego había un suéter tejido y unos juguetes para Bodoque, hasta abajo había una tarjeta.
"Para los fríos inviernos en Nueva York, no sé de moda pero lo ví y pensé que te gustaría, además ¿qué le regalas a la mujer que ya tiene todo? Feliz cumpleaños, Vic.
Te extraño.
-Caco"
—¿Llegó hoy? —Victoria preguntó mientras Lucía negaba.
—Me llegó a mí hace una semana, pero Caco me dijo que esperara a tu cumpleaños para dártelo —Ambas sonrieron mientras siguieron comiendo —Y cuando te vi ese día se me olvidó, pero aquí está.
—A Bodoque le van a gustar sus juguetes —Victoria soltó viendo que Caco había pensado hasta en su gato gordo.
Y entonces lágrimas se comenzaron a formar en sus ojos.
—No, no, no —Lucía se paró de nuevo de la cama para ir corriendo por papel.
—Maldita sea —Victoria decía mientras se echaba aire con sus manos —Mi maquillaje.
Lucía llegó pronto y le comenzó a limpiar, no se había corrido para nada.
—Perdón, es que no sé qué pasó —Era mentira, ambas sabían lo que había pasado. Victoria extrañaba una vida que ya no tenía.
Después de ese pequeño contratiempo, Victoria siguió con el itinerario, se colocó el vestido y fue directo a la fiesta. Cuando ella llegó ya había todo tipo de gente, mientras caminaba para ver a su jefe, todo mundo la felicitaba por su disco.
No sabía a donde voltear, había toda clase de entretenimiento, había bailarines, gente en telas colgando del techo, música a todo volumen, había reconocido una de sus canciones. Lucía iba detrás de ella esperando no separarse.
Una vez que vieron al director ejecutivo de la disquera fueron hasta él.
—¡Victoria! Que bueno que llegas —El hombre le dio un abrazo algo incómodo, más formal que otra cosa —Te ves hermosa, muchas felicidades.
La cantante estaba luciendo un vestido dorado y strapless que en lugar de parecer tela, parecía metal. Se veía como una estatua dorada y era así como se sentía.
—Gracias Sr. MacMillan. ¿Qué tal la fiesta?
—También voy llegando, pero veo que la gente se está divirtiendo. La verdad es que solo pasaba a saludarte, felicitarte y decirte que disfrutes, ya nos veremos en la semana para hablar sobre los números —Su jefe le dio una caja y se despidió de todos —Disfruta el momento y esperemos sea un éxito.
Después de eso, saludo a Lucía y se fue de ahí abriéndose paso entre la gente.
Al abrir la caja vio un pequeño dije oro como regalo, lo guardó y fue directo a la barra para pedir un trago, si tenía que aguantar esa fiesta no lo haría estando sobria.
Lucía estaba hablando con gente y presentado a Patrick a gente de la disquera mientras ella observaba todo. Se merecía esta fiesta, se había partido el trasero haciendo un disco por el cual estaba orgullosa y merecía embriagarse hasta desfallecer.
A lo lejos vio a Harry moverse por toda la pista de baile, trataba de pasar, pero la gente no lo dejaba avanzar. Ella alzó una mano desde la barra para que la viera, en cuanto lo hizo su sonrisa se ensanchó en su cara y fue hasta ella.
—Veo que si viniste, creí que no te gustaban las fiestas —Fue lo primero que ella le había dicho en cuanto llegó a su lado.
—No lo hacen, pero luego me dije "Harry te mereces un trago después de ese disco" Me hiciste trabajar mucho —Ella rió y asintió. De verdad que le gustaba volver a la rutina de antes con el hombre —Te ves increíble.
—Gracias, tú no te ves tan mal —Harry estaba usando un atuendo totalmente negro, se veía muy atractivo. —Y sobre el trabajo, es cierto, pero valdrá la pena. Te invito un trago —Victoria llamó al bartender y Harry indicó su orden.
—Son gratis, pero lo acepto. ¿Sabes que falta una hora para las 12? —Ella se sorprendió, no tenía ni su celular ni un reloj con ella.
—¿Ya tan rápido? Será mejor que pida otro —Victoria tomó de un trago su bebida y pidió algo más fuerte.
—¿Nerviosa? —Harry preguntó, él estaba sereno mientras la veía perder el control.
—Mi carrera depende de esto, necesito que todo salga bien.
—Dios, no lo sobrepienses todo. Este disco es increíble, ahora disfruta tu fiesta saluda gente y diviértete.
—Tienes razón —Victoria volvió a terminar su bebida, de nuevo, en menos de dos tragos —Iré a bailar. ¿Vienes?
—Necesito más de estos para bailar, pero te veo allá. —Harry alzó su vaso y Victoria no esperó por él, ella podía bailar sola.
Al llegar a la pista de baile robó algunos tragos de otras personas y bailaba con quien se le pusiera enfrente, estaba disfrutando, sentía su cuerpo relajarse y entonces vio al inglés entrar.
—¡Lando!
Victoria ya estaba feliz por el alcohol en su cuerpo y básicamente corrió hasta donde estaba él y se lanzó hacia sus brazos.
—¡Victoria! —El piloto inglés apenas pudo hablar porque lo había tomado por sorpresa que ella brincara para abrazarlo.
¿No les pasa que no sabían cuánto habían extrañado a alguien hasta que lo vuelven a ver? Así se sentía Victoria con Lando.
—No puedo creer que me mandaste un mensaje, después de que pediste un tiempo pensé que no volvería a saber de ti —La cantante rió apenada.
—En verdad lo siento, estaba —Y antes de que pudiera responder, Lando la detuvo con una mano en el aire.
—Entiendo. No debió de ser fácil.
—¿Viniste solo? —Vic comenzó a buscar al plus one del piloto, pero no vio a nadie a su lado.
—Sí, vine a la ciudad por negocios y bueno, no conozco a nadie aquí —Él alzó sus hombros indiferente, pero por un segundo sus ojos se veían tristes. Claro que Victoria estaba muy ebria como para notarlo.
—En ese caso, déjame presentarte a algunas personas.
La cantante entrelazó su brazo con el de Lando y comenzaron a caminar, pero se vieron interrumpidos porque alguien bajó la música y comenzó a hablar por el micrófono.
—Bueno gente, faltan exactamente dos minutos para que el nuevo disco de Victoria Ellis salga, vaya, que forma de comenzar la noche, porque sigue siendo joven —Toda la gente tenía puesta su vista en ella, pero Victoria ya estaba muy ebria como para reconocer a todos los que estaban ahí.
—No te alejes de mí —Victoria agarró a Lando, que parecía querer dejarle el reflector para ella sola, pero la cantante no se lo permitió.
De la cocina salieron varias personas con un pastel de tres pisos, lleno de bengalas y velas para ella, todas las personas abrieron camino y el pastel fue puesto frente a ella. Victoria esperaba que fuera un pastel por el disco y no por su cumpleaños.
En cuanto sopló las velas todos vitorearon, en verdad tenía que ir al baño pero según el cronómetro en las pantallas faltan 20 segundos para que el disco saliera.
—¡Felicidades Vic! —Era Lucía quien le daba un abrazo, a ella si podía reconocerla.
Harry también había llegado a su lado.
—¡Mi amor! Lo lograste. Estamos muy orgullosos —Addison y Wes le decían llegando hasta donde estaba.
Ahora estaba rodeada por Lando, Harry, Lucía y sus padres, que no sabía en qué momento habían llegado.
—Vic, ya faltan 10 segundos —Le dijo Lando mientras tomaba su mano para llamar su atención, la otra estaba sujetada por Lucía.
La cuenta iba en 10 y todos gritaban.
10
9
8
7
6
5
4
3
2
1
¡El disco había salido!
Su trabajo estaba hecho y solamente falta que a los demás les gustara su esfuerzo, porque esta era su última oportunidad.
***
Y del otro lado del mundo, Carlos apenas y había podido dormir, si el disco saldría a las 00:01 del viernes significaba que en Maranello saldría a las 6:01 am.
Se había puesto una alarma para despertar, pero no fue necesario. Fue como si su cuerpo le dijera: Es hora campeón, vas a morir.
Se sentó y revisó la hora, eran las 5:55 am.
En lo que esperaba el lanzamiento del disco, se metió a sus redes y la sorpresa fue ver que Victoria había subido varias fotos.
Una de ellas, era una foto con Lando.
—Maldito —Carlos susurró para sí mismo, aunque en realidad no estaba enojado.
Supuso que era bueno que esos dos se vieran sin problemas después de que él había arruinado todo.
Estaba a punto a meterse a Spotify desde su televisión cuando escuchó su puerta sonar. Fue hasta ella y al abrirla se encontró con tres personas, Caco, Rupert y Charles estaban ahí.
—¿En serio? —El madrileño preguntó rodando los ojos.
—Apoyo moral —Charles entró sin pedir permiso y los demás lo siguieron.
—Trajimos café y algo para desayunar —Rupert enseñó los vasos en sus manos y le entregó uno de ellos a Carlos.
—¿Ya salió? —Caco preguntó y Carlos asintió revisando la hora de su celular.
—Será mejor que lo escuchemos lo antes posible y comencemos con la reparación de daños.
Caco le quitó el control a su primo y puso él mismo el álbum en Spotify. Con solo ver el título de la primera canción quisieron hacerlo salir corriendo del apartamento y hacer que Carlos no volviera a mostrar su cara en público.
Charles abrió los ojos sin decir nada aprovechando para tomar un poco de su café. Carlos era hombre muerto.
—Solo ponlo. Terminemos con esto —Carlos habló y se sentó para escuchar y buscar las letras en internet, porque en la plataforma todavía no aparecían.
Carlos respiró profundamente y comenzaron a escuchar.
SIDE A
I Knew You Were A Trouble (1)
I knew you were trouble when you walked in
So shame on me now
Flew me to places I'd never been, yeah
Now I'm lyin' on the cold hard ground
Victoria P.O.V.
Estaba en una junta con la nueva disquera, fue casi inmediatamente después de firmar el contrato. Harry y yo habíamos estado hablando sobre cómo quería que el nuevo disco fuera, pero solo eran comentarios al azar. Le comentaba que quería probar nuevas cosas, explorar otros géneros y en su mayoría, Harry parecía estar en el mismo canal que conmigo, pero había un problema y esa era la junta directiva de Columbia Records.
—¿Tienes algo escrito? —Me pregunta una mujer frente a mí, tiene algunos papeles regados y a su asistente a un lado anotando cosas para ella sin que ella tuviera que decirle.
La verdad es que no conozco sus nombres todavía, siempre me ha costado aprenderlos, pero parecía ser una mujer sumamente eficiente y que no venía a jugar, así que lo mejor era responderle y tratar de ser lo más profesional posible. Eso significaba no chistes de mal gusto.
—Tengo algunas canciones escritas, y solo he grabado una, pero creo que los derechos le siguen perteneciendo a RCA Records —Le digo con mi fiel libreta en la mano, casi estoy por llenarla por completo.
Nota mental, comprar otra libreta.
—No te preocupes por eso, por el momento quiero escuchar algunas de tus ideas de que "vibra" tendrá este tercer álbum —Me mira a través de sus anteojos, le calculo unos 60 años, tal vez menos.
Harry está del otro lado de la mesa, también está anotando cosas, aunque sé que él entiende lo que quiero.
—Quiero hacer como una línea del tiempo de este último año, no sé si todo mundo lo entienda pero siento que crecí mucho como persona y espero que se vea reflejado en el disco —Anunció con seguridad y el ceño de la mujer no cambia, solo asiente —¿Muy cliché?
Mi seguridad se ha ido al caño.
—Algo, pero si lo haces bien, puede funcionar.
—Correcto —Digo porque no quiero fallar.
No quiero ser predecible, no quiero ser aburrida, necesito que esto sea un éxito en todos los aspectos. Mis fans esperan algo grande, sus expectativas están por los cielos y no quiero entregarles algo que no las cumpla.
—¿Algún sonido o género que quieras explorar? Te seré sincera, no queremos que experimentes demasiado, queremos algo que tus fans conozcan para que no se alejen —Asiento porque ya iniciaron las restricciones.
Era de esperarse, al final del día son un negocio, como cualquier otro, quiere ver ganancias y conmigo ya gastaron suficiente dinero sin ver una ganancia.
—Vale, seguiré con mi sonido que les gusta a los fans —La mujer sonríe, y es la primera que me da, es como si me dijera: "me agrada que estemos en el mismo canal"
Seguimos hablando, le suelto una que otra estrofa que he escrito, no vuelve a sonreír por completo pero estoy segura que le agradan algunas, porque comienza a anotar por ella misma.
Así estamos, Harry habla ocasionalmente y después de la junta estoy muerta, solo quiero regresar a casa, pero entonces, Harry me encuentra en el elevador.
—¡Hey! Caminas muy rápido —Es así como saluda.
—Vivo en Nueva York, es obvio —Le contesto burlona y él asiente.
—Tengo algunas ideas para una de las canciones que me mostraste, ¿quieres escucharlas? —Me dice moviendo las cejas de una forma que lo hace ver ridículo y me hace reír —Vamos, cena, tú y yo, conozco el lugar perfecto y te muestro mi trabajo.
Desvío mi mirada recordando si tengo algo que hacer, pero la verdad es que solo me espera Bodoque en mi apartamento, Lucía tiene la noche libre y no quiero estar sola, el trabajo será lo único que me mantenga cuerda en estos casos.
—Vale, ¿pedimos para llevar y nos vamos al estudio? —Harry sonríe como si acabara de leerle los pensamientos.
Después de que me enseñara algunas pistas en las que ha trabajado, decidimos ponernos a comer o la comida se enfriará, solo estamos los dos en el estudio.
—Es un verdadero cretino, ¿jamás te dijo que estaba casado? —Yo niego sin decir nada porque tengo comida en la boca —Jodido cabrón.
No le cuento la verdad a Harry, no nos conocemos tanto como para hacerlo.
—La verdad es que no quería hablar de él en ese disco, pero no puedo, no puedo simplemente ignorarlo, así que creo que de todo lo que escribí sobre él, esta canción es de lo más ligero —Harry se ríe mientras le da un trago a su bebida.
Y la verdad es cierto, yo sabía que era un problema, lo supe en cuanto lo vi con su traje hecho a la medida y su cabello perfecto, su barba al ras y sus ojos que gritaban "corre", pero ¡Dios! Como amaba meterme en problemas, como amaba obtener las cosas que no eran para mí.
Lucía me advirtió, estaba segura que a mi madre no le agradaba y mucho menos a Bodoque y a mí no me importó.
Luego, cuando me enteré que era casado ya me tenía en sus garras y no podía escapar porque el miedo de estar sin él era todavía peor, pero en el fondo, siempre supe que conocer a Rogelio Castillo había sido mi culpa.
And the saddest fear
Comes creepin' in
That you never loved me
Or her
Or anyone
Or anything
Victoria P.O.V.
Estaba empapada, siempre que salía se me olvidaba llevar paraguas y esta vez no fue la excepción. Había salido a comprar algo para cocinar cuando al llegar a unos metros de mi edificio me recibió el buen Michael con un paraguas, pero ya era tarde. Yo escurría como si acabara de tomar un baño
—Ay señorita Ellis, siempre sin paraguas —Ya me conocía.
—¿Qué te digo Michael? Así sucede, además, no pensé que estaría lloviendo en Noviembre —Le sonrío amable.
—El planeta está de locos —Me ayuda con la puerta y ambos entramos al edificio —La están esperando, lleva dos horas sentada y dice que no piensa moverse hasta que la reciba.
Michael me señala a una mujer sentada a lo lejos en una banca frente al elevador.
—No creo que sea prensa, parece de dinero ¿sabe? —Michael vuelve a hablar pero mi mirada está sobre aquella mujer —No me quiso dar su nombre y la estaba esperando afuera pero me pareció una grosería dejarla ahí mientras el cielo se cae.
Yo asiento mientras trato de descifrar si la conozco.
Traer ropa cara, como de lujo silencioso, pero desentona porque trae lentes de Sol y yo más que nadie sabe que no es clima para traer lentes de Sol.
—Gracias, Michael. Yo me encargo, cualquier cosa, te llamo —El portero me regala un guiño cómplice y me deja irme.
Camino lentamente hasta aquella mujer, la cual ya se ha percatado de que he llegado. En cuanto me ve se pone de pie pero no camina hacia mí, se queda esperándome.
Conforme me acerco me congelo, y no porque estoy empapada, si no porque la reconozco, es la Señora Castillo, la esposa de Rogelio. ¿Qué es lo que está haciendo aquí?
—Buenas tardes —Rompo el silencio y me siento como una chiquilla, es como si de nuevo tuviera 15 años.
Gracias a Dios estoy empapada, porque así puedo fingir que estoy temblando por el frío y no por el miedo que me paraliza al tenerla frente a mí.
—Buenas tardes —Su tono es frío y al quitarse sus gafas, sus ojos verdes perfectos me hacen querer salir corriendo —Victoria Ellis ¿cierto?
Ambas sabemos que esas son puras mierdas formales, pues yo sé quien es ella y ella sabe quien soy yo.
—Así es, ¿usted es... —Me interrumpe con una mano y yo dejo de respirar.
—No finjas que no me conoces, no insultes mi inteligencia —Asiento y me quedo en silencio esperando a que continúe hablando porque no quiero cagarla más de lo que ya lo he hecho —Pero me presento formalmente, Cordelia Goldsby, o Castillo, como te funcione mejor ¿Podemos hablar en algún lugar más privado?
—Claro, mi departamento está en el último piso —Ella asiente y pide el elevador por mí, puesto estoy llena de bolsas.
Durante ese pequeño viaje a mi departamento, ninguna dice nada y en verdad lo aprecio, porque no sé qué decir y no sé qué dirá ella, mientras tanto, aprovecho para verla.
Es una mujer sumamente elegante, no solo en su forma de vestir, en su forma de caminar, en su forma de hablar, tiene un perfil hermoso y un cabello que parece virgen y es perfecto. Su postura denota seguridad y aunque es una situación completamente incómoda, se ve tranquila.
Me gustaría saber cómo es que lo hace, ¿cómo logra verse así? ¿Será algo que se aprende con la edad o nace uno con ello?
Una vez que llegamos, abro la puerta y la dejo pasar, para después cerrarla y dejar las bolsa sobre la barra de la cocina. Cordelia ve el departamento con sumo detalle, puedo ver que está analizándolo y mi ansiedad me dice: "Seguramente se pregunta si en esa silla te cogiste a su esposo"
La respuesta es sí.
—¿Agua? —Le ofrezco y ella se niega agradeciendo, hasta sus modales parecen perfectos.
En ese momento, Bodoque sale de su escondite y se acerca a Cordelia, pero está claro que ella no está de humor para gatos, así que lo tomó en mis brazos y lo encierro en el cuarto de baño.
—Lo siento.
—Ahora entiendo el pelo de gato en los trajes de Rogelio —Suelta ese comentario y yo no sé qué responder así que solo sonrío como una estúpida.
—¿Gustas sentarte? —Le digo señalando el comedor y ella camina hasta él y toma asiento. Aquí también me cogí a su esposo (no puedo evitar pensarlo). Yo hago lo mismo viéndola de frente —¿En qué puedo ayudarte?
Es mi forma más amable de decir: "¿Qué carajos quieres?"
—No sé si lo sepas, pero Rogelio y yo estamos en medio de un divorcio —Me muerdo la lengua en cuanto escucho esas palabras, saber que en parte soy responsable de eso no me hace sentir bien.
—Algo así escuché —Recuerdo la vez que hablé con Rogelio, no hace unos días en Nueva York. Me refiero a la vez que me siguió en Londres y recuerdo que él me había comentado que ya se había divorciado. Maldito bastardo. ¿Por qué me sorprende que haya mentido? Es Rogelio, eso hace.
—Bueno, estamos teniendo problemas para dividirnos el patrimonio, y todo por un maldito acuerdo prenupcial que firmamos antes de casarnos —Asiento y tengo unas ganas de fumar que pareciera que moriré sin un cigarro, pero no lo hago —La verdad es que firmé ese acuerdo sin leerlo mucho y creyendo que seríamos felices toda nuestra vida.
Entiendo el sentimiento.
—¿Y cómo entro yo en esta situación? —Pregunto viéndola a los ojos, Cordelia tiene una belleza que como todo en ella, me intimida.
Su piel blanca como porcelana, su cabello oscuro y sus labios rojos, pareciera Blancanieves, pero una Blancanieves algo fría, claro que es obvio porque es así.
—Porque tú serás mi boleto dorado, después de todo creo que me lo debes —Asiento porque no tengo palabras, ella me ha dejado desarmada, cualquier cosa que diga, ella tiene las de ganar.
—¿Cómo?
—Rogelio y sus abogados alegan que él nunca me fue infiel, y como no hay pruebas físicas, se niega a repartir los bienes —Cordelia saca unos papeles de su enorme bolsa.
—Pero hay fotos —Le digo pensando no como la amante, sino como una mujer. —Los paparazzi fueron quienes nos descubrieron.
Recuerdo esas fotos con claridad, Lucía hizo todo lo posible por ocultarlas, pero no fue posible. Simplemente no se pueden borrar del internet.
—Lo sé pero según el juez, no son pruebas suficientes, pues no es una foto clara —Cordelia seguía buscando algo entre sus miles de papeles.
—Declaré en televisión que salimos por un año.
—Tampoco es suficiente, no me dejan tenerlo como prueba —Cordelia se veía sumamente enojada —Así que por eso he recurrido a ti.
Eso sí que es una sorpresa para mí. Esta mujer debe de estar desesperada para buscar a la amante de su esposo.
—¿Quieres que vaya a la corte? —Pregunto asustada, lo último que quiero es meterme en una pelea entre Rogelio y su ex esposa.
No cuando ya he dejado esa parte de mi vida atrás.
—No, pero quiero que declares formalmente que tú eras la amante de Rogelio, que me digas las fechas en las que salieron y si de alguna forma tienes algo que él te haya regalado, algún auto o algo caro, me gustaría presentarlos como evidencia, pues revisan los gastos de nuestras tarjetas —Cordelia leía un papel que claramente había escrito su abogado.
Yo no obtuve regalos caros por parte de Rogelio, tengo una que otra fecha, pero lo cierto es que al mantener nuestra relación en un perfil bajo, significaba que no íbamos a lugares caros o salíamos de la ciudad.
No tuve cara para decirle que a lo mejor no podría ser de mucha ayuda.
—¿Puedo hablarlo con mi abogado para que me ayude con la declaración? Creéme que estoy en la mejor disposición para ayudarte —Ella asiente y yo le sonrió de nuevo.
Y entonces, sucede algo que no creí posible, aquella mujer se rompe frente a mí.
El llanto comienza y yo me paralizo, no sé qué hacer, así que voy por una caja de kleenex que tengo por ahí y se la pongo enfrente. Cordelia toma algunos y se recompone de inmediato.
—Lo siento, no volverá a pasar —Está claro que ella no quiere que yo, la sucia amante, la vea sangrar. Y yo siento como mi estómago se hunde, alguna vez creí que la culpa ya no estaba ahí, pero ahí sigue.
—En verdad, quiero que lo escuches de mi boca. Lo siento mucho Cordelia, jamás debí de meterme con Rogelio —Ella asiente mientras se limpia el maquillaje corrido —Estoy sumamente arrepentida y de verdad sé que el "hubiera" no existe, pero espero que jamás lo hubiera conocido.
—La razón por la que lloro es porque te veo y eres una jovencita para mí, eras una niña para él —Me señala por completo —¡Mírate! Tienes una puta playera de dinosaurios puesta y estás empapada porque de seguro no pensaste en llevar paraguas a pesar de que lleva lloviendo desde hace días, tus tenis sacan agua a cada paso que das, están rotos y mugrosos.
Miro hacia mi playera para bajar la mirada a mi demás atuendo y lo cierto es que ella tiene razón.
—Mi edad no es excusa, fui tonta.
Y entonces recuerdo algo, y así como yo me he disculpado, hay algo que no me deja avanzar con Cordelia.
—Pero usted tampoco tuvo que humillarme en televisión nacional —La mujer abre mucho los ojos, como si no esperara ese comentario.
—¿De qué hablas? —Sus ojos están rojos del llanto y aunque me causa un poco de lástima, no va a detenerme.
—Usted salió a hablar en todos los programas matutinos con Rogelio sobre cómo yo fui una mujerzuela que se metió en su matrimonio. Iban a sacar un libro y sé que se canceló porque yo salí a hablar, pero si no lo hubiera hecho ustedes no se habrían detenido.
Es algo que todavía recuerdo con claridad, además, no necesito recordarlo. Hay clips en internet que no se borrarán nunca y me perseguirán por el resto de mi vida.
—Rogelio me dijo que tú... —Ella inicia a hablar y se detiene de golpe —Tienes razón. No es excusa para lo que hice y me disculpo. ¿Vas a ayudarme?
No se que decir, porque esa disculpa no me hace sentir mejor, solamente me hace sentir peor saber que, de nuevo, Rogelio es el causante de todo esto.
Asiento sin decir nada más y ella se levanta de mi silla, me deja la tarjeta de su abogado y se va.
Y en ese momento, sé que ambas pensamos lo mismo:
No quiero tener que volver a verla en mi vida.
***
La primera canción había terminado, Caco solo volteó a ver a su primo de reojo, Carlos no había despegado la mirada de la televisión donde la canción acababa de terminar.
Charles le puso pausa, porque pareciera que Caco quiere decir algo y porque es obvio que Carlos necesita un descanso antes de continuar.
—¿Es para ti esa canción? —Caco preguntó con agresividad y Carlos no movió su mirada del suelo.
—No lo sé, no creo...
—Por que sí lo es, Dios, tendremos que prepararnos para lo peor —Caco de nuevo anunció y Carlos asintió aunque en el fondo no tiene la menor idea a que se refiere su primo cuando dice: "prepararnos para lo peor"
Y después de leer la letra que encontró por internet habló nuevamente:
—Creo que es para Rogelio, espero que sea para Rogelio —El madrileño solo esperaba que la cantante fuera más amable con él.
—¿Estás bien? —Charles le preguntó porque estaba claro que el madrileño se notaba algo pálido.
—Sí —Carlos respondió. No iba a abandonar su misión tan pronto —Continúa, quiero saber todo lo que escribió. Tal vez me odia tanto que ni siquiera se tomó la importancia de escribir sobre mí.
—¿Por qué te odiaría? —Caco preguntó queriendo saber pero Carlos negó y le indicó que pusiera la siguiente canción.
La pregunta era, ¿Por qué no lo odiaría?
***
Castles Crumbling (2)
Once, I had an empire in a golden age
I was held up so high, I used to be great
They used to cheer when they saw my face
Now, I fear I have fallen from grace
Victoria P.O.V.
No recuerdo cuándo ha sido la última vez que la he cagado de esta manera. Verdaderamente estoy viendo mi carrera irse por la coladera y todo porque no me he podido alejar de un hombre.
¿Por qué no me he ido antes? Yo sabía que no debía quedarme con él.
En ese momento, Rogelio acaba de salir de mi departamento y Lucía ha prendido la televisión para ver que dicen de mí.
A las mujeres de los programas de chismes parece que les brillan los ojos de felicidad al saber que tienen que reportar esta noticia.
¡Vengan a ver! ¡Por fin Victoria ha caído del pedestal en el que todo mundo la tenía!
Sí no pudieron hacerlo cuando sospechaban que yo consumía drogas, ahora lo habían logrado.
Estaba sentada fumando, con la mirada perdida y Bodoque sobre mis piernas. Lucía estaba atenta a cada palabra que decían sobre mí, como si estudiara y se preparara para responder.
Por un segundo escuché lo que decían de mí en la televisión.
—¿Victoria Ellis? Vamos, es la mujer más falsa del mundo y ahora se sabe. ¿Se los dije o no se los dije? Siempre ha causado problemas, pero no sabíamos que también tenía gusto por meterse con hombres que no eran de ella.
—Y no olvidemos que no solo se metió con un hombre casado, ¡es padre! Esa muchachita destruyó una familia y no le importó.
¿Lo peor de todo esto? Es que tienen razón, creí que podría quedarme con Rogelio.
—Buena suerte vendiendo el resto de los boletos para la gira por Europa.
Lucía apaga la televisión y por primera vez en todo el tiempo que ha trabajado conmigo la escucho gritar por frustración. Luego, como si no hubiera pasado nada, se calma y regresa a su postura de siempre.
—No escuches eso, Victoria. Ya pasará y en días todos nos reíremos de lo ridículo que es esto.
Lucía me regresa a la sala, pero yo no puedo verla a los ojos, porque sé que está vez no tiene razón.
He arruinado mi carrera y me he quedado sin el hombre al que amo.
Once, I was the great hope for a dynasty
Crowds would hang on my words, and they trusted me
Their faith was strong, but I pushed it too far
I held that grudge 'til it tore me apart
Victoria P.O.V.
Por primera vez en días había podido conciliar el sueño, recuerdo que había visto el amanecer desde mi cama y eso había sido lo último que recordaba, hasta que escucho unos gritos desde lo que creo es mi sala y despierto.
—Escúchame bien, ella no sabía nada —Me siento en mi cama en lo que despierto y escucho a Lucía hablar agitada por el teléfono.
Una vez que estoy lo suficientemente despierta, me pongo de pie y sin ponerme zapatos para no hacer ruido, camino hasta la puerta de mi habitación.
—Tenemos un contrato, no puedes corrernos de la campaña solo por esto.
Su voz suena agitada, y la persona del otro lado del teléfono no lo sabe, pero Lucía está desesperada, puedo escucharlo. Claro que yo lo sé por todos los años que hemos trabajo juntos.
—¡Bien! Eso quieres hacer. Adelante. Solo te diré que es el peor error de tu vida y no volveremos a trabajar con ustedes.
Y cuelga.
Otra marca me ha abandonado.
Durante estas dos semanas desde que ha salido la noticia sobre el amorío de Rogelio, me han soltado 7 de 15 marcas con las que tenía contrato, como ser embajadora y eso.
Y estoy segura que las 8 marcas no tardan en dejarme.
Sin hacer ruido, salgo de mi habitación y veo a Lucía sentada en la mesa de mi comedor, llena de papeles, su laptop frente a ella, pero mi agente tiene sus brazos sobre la mesa y está cubriendo su cara.
Al verme salir de mi habitación alza su cabeza y cambia su postura, vuelve a fingir que todo está bien, pero ambas sabemos que eso es mentira.
—Siento haberte despertado, sé que no has estado durmiendo.
—No importa —Me alzo de hombros indiferente porque no quiero preocuparla más de lo que ya está y voy directo a mi bolsa, donde tengo una cajetilla de cigarros a punto de terminarse.
Ni de coña salgo por otra. Los paparazzis no se alejan del edificio y cada vez que Lucía se va en su auto la acechan para ver si voy con ella.
Prendo el cigarro y después de darle unas caladas hablo para confirmar lo que ya se: —¿Otra marca se fue?
—Sí.
—¿Quién?
—¿Importa? —Lucía se ríe sin ganas, tiene razón. No importa.
Sigo fumando en silencio, traigo puesta una playera que no me he cambiado en días y unos shorts que están manchados de lo que creo es catsup, pero no recuerdo.
En silencio, voy a la cocina y saco el vodka del congelador, desgraciadamente, el vino se ha terminado. Sin usar un vaso, abro la botella y le doy un trago.
—¿Ya comiste? —La voz de Lucía me obliga a voltear a verla.
—Sí
Vuelvo a mentir, porque de nuevo, no quiero preocuparla y no quiero que me regañe, pero no recuerdo cuándo fue la última vez que comí algo.
Últimamente, no recuerdo muchas cosas.
Ella asiente y sé que no me cree porque a diferencia de mi vino, mis cigarros y mi vodka, la comida del refrigerador sigue intacta. Lucía lo sabe porque es ella quien me hace la compra, y es ella quien sube todo al departamento por temor de que un repartidor se meta y trate de tomar fotos.
Nadie me ha visto en días, pero no importa. La gente ya ha decidido en que soy el problema y debo de desaparecer.
—Dame una razón para quedarme —Lucía vuelve a hablar y yo siento como la ceniza de mi cigarro cae sobre uno de mis pies.
No me importa, porque las palabras de Lucía duelen más que otra cosa.
"No tengo razones para que te quedes" Es en serio "Puedes irte"
Quiero decirlo, pero no puedo. No puedo correrla porque eso significa que no tendré a nadie, pero si ella se quiere ir no voy a detenerla, no hundiré su carrera con la mía.
Es más, para este punto quiero que se vaya, porque creo que es lo mejor para ella.
Me volteo porque no quiero que me vea llorar, todos estos días he llorado por Rogelio, pero no pensé que Lucía también estaba considerando dejarme.
—La disquera habló —Ella cambia de tema y yo aviento mi cigarro a la barra de mi cocina, porque no pensé en sacar un cenicero —No van a correr a Rogelio, solamente "ocultaran" que trabaja con ellos y lo "suspenderán" por un rato.
Asiento y agacho la cabeza porque es la primera vez que Lucía usa el nombre de Rogelio.
Sin decir nada me limpio las lágrimas y camino de nuevo por otro cigarro, lo pongo sobre mis labios y cuando estoy por prenderlo, Lucía me agarra por los brazos e interrumpe todo lo que estoy haciendo.
—¡Dime por favor que no sabías sobre la esposa de Rogelio! Necesito que me mires a los ojos y me digas que no tenías la menor idea.
Nuevamente, puedo escuchar la desesperación en su voz, se escucha cansada, molesta y a punto de rendirse conmigo.
Comienzo a dejar de ver su cara porque las lágrimas interrumpen mi vista y arde.
—¡Dime que no sabías o me largo!
Y entonces siento mi cuerpo ponerse completamente frío. Como si hubiera perdido toda la vida que me quedaba.
Lucía sabe detectar cuando miento, es experta, me tiene medida y aún así estoy por hacer mi mejor esfuerzo para que no lo sepa.
Esto puede terminar de dos formas, o se da cuenta que estoy mintiendo o no lo hace y aunque sé que está mal, no puedo perderla a ella también.
Sus manos están apretando mis brazos y puedo sentir sus uñas enterrarse en mi piel, no sé si quiere lastimarme o no, pero no tiene que tocarme para hacerlo.
Y después de unos segundos suelto la mejor mentira de todas: —No tenía la menor idea.
Ella asiente, regresa a su compostura que la caracteriza y me suelta.
—Voy a conseguir más cigarros y será mejor que comas algo antes de que regrese. Hablaré con el resto de las marcas para ver que se puede hacer.
Lucía toma su abrigo, su bolsa y sale.
Y yo solo puedo pensar que Lucía sigue teniendo fe en mí, fe que no merezco.
Power went to my head, and I couldn't stop
Ones I loved tried to help, so I ran them off
And here I sit alone, behind walls of regret
Falling down like promises that I never kept
Extracto de la libreta de Victoria cuando escribió Castles Crumbling
Me gustaría poder escribir lo que recuerdo después de que la noticia sobre la relación con Rogelio saliera a la luz, pero lo cierto es que no recuerdo mucho.
Los días no tenían sentido para mí, el tiempo no existía, las horas no importaban y mi vida consistía en dormir cuando el cansancio me ganaba, despertarme llorando, olvidar cuánto tiempo había pasado sin bañarme hasta que Lucía me obligaba a hacerlo porque apestaba, comer lo mínimo.
Recuerdo una vez que después de semanas me había despertado con tanta hambre que corrí a la cocina y me preparé unos huevos con jamón, café y fruta. ¡Yo nunca como fruta! pero ese día tenía muchas ganas de comer algo.
Estaba sentada comiendo, le había puesto a mis huevos una gran cantidad de catsup que hasta el color les había cambiado y ya iba a la mitad del desayuno cuando sentí un asco horrible. Salí corriendo directo al baño a vomitar.
Y mientras terminaba de vomitar solo podía pensar: No tiene caso. Mi propio cuerpo rechaza la comida.
Me limpié la cara, salí y tiré todo lo que había preparado, ya no tenía hambre.
Cuando Lucía llegó, me encontró fumando viendo La sirenita, porque ver películas de Disney era lo único que entretenía a Bodoque.
People look at me like I'm a monster
Now they're screaming at the palace front gates, used to chant my name
Now they're screaming that they hate me
Never wanted you to hate me
Victoria P.O.V.
Ahora sí, 15 de 15 marcas se han ido, mi disquera me detesta, los precios de los boletos para la gira de Europa están por los suelos y por lo que he visto en redes sociales mis propias fans me han abandonado.
Todas dicen que no quieren tener nada que ver con una zorra rompe hogares. Algunas se han quedado, pero no me defienden como antes porque las insultan peor. Prefiero que no me defiendan, porque todos tienen razón, soy una zorra rompe hogares.
Ni siquiera puedo entender porque no han cancelado la gira, no tiene caso. Nadie quiere verme y yo no tengo ganas de abrir la boca ni para comer.
Estoy acostada en mi cama sin destender, con las cortinas cerradas y las luces apagadas. ¿Cuánto tiempo llevo así? No lo sé, pero no me he movido para nada.
Ni para fumar o ir al baño, siento que podría quedarme en este lugar para siempre y listo.
Lucía no ha venido en ¿días? No sé, pero pienso que si este es el fin de mi carrera, al menos quiero que termine "bien".
Ahora parece que mi cuerpo trabaja en automático mientras me estiro para tomar mi celular y mandar un mensaje:
"Solo unos gramos y que sea discreto. Entrega en mi casa."
No recibo respuesta, pero sé que la persona del otro lado ya vio el mensaje y va a cumplir, porque ya le he depositado el dinero.
Luego, aviento mi celular a un lado y no sé si es el aburrimiento o el hecho que he dormido poco, pero mis ojos se cierran por el cansancio.
Se siente como ese tipo de siestas donde crees que han pasado horas, pero solamente han pasado minutos y desgraciadamente para mí, me despiertan con agua fría cayendo sobre mi cara.
—¡Mierda! —La última vez que me habían despertado de esa forma había sido Hugo porque no reaccionaba.
—¡¿Acaso eres imbécil?! —Esa voz no es de Hugo, es de alguien peor, Lucía.
—¿Qué te pasa? ¡Estaba durmiendo!
Me levanto de mi cama de un brinco completamente molesta porque estaba durmiendo espectacularmente. Con una mano me limpio el agua fría de la cara y la veo parada frente a mí con los brazos cruzados y estoy casi seguro que está sacando humo por las orejas, pero puede ser mi imaginación.
—¡Eso te pregunto yo a ti! ¿Qué mierda te pasa? —Nuevamente me agarra del brazo y comienza a caminar jalándome directo a mi sala —Parece que te gusta hacerme mi trabajo más difícil, porque mientras yo trato de arreglar este desastre tú recurres a tus jodidos trucos de antes.
Y entonces me suelta dejándome frente a mi mesa cafetera de la sala donde está un combo de McDonalds.
—Pedí comida, ¿qué tiene de malo? —Yo sé que no pedí la hamburguesa, pero sé que hay dentro de ese paquete.
—¡No te hagas la estúpida! ¡Pediste otra cosa! —Y abre la palma de su mano izquierda enseñándome la pequeña bolsa transparente llena de lo que bien podría ser polvo para hornear y que ambas sabemos que no es polvo para hornear —No es posible que encima de todo, quieras volver a consumir.
No sé qué decir, porque me ha atrapado. No tiene caso fingir demencia, porque en efecto, he pedido cocaína.
En mi defensa, me descubrió porque he perdido práctica, antes era mucho mejor en guardar las apariencias.
—Lucía, ya no tiene caso. Dame eso y te puedes ir, corre. Salva tu trabajo, yo tengo mejores planes —Estiro mi manita esperando que me de la bolsa, pero lo que recibo es una cachetada.
Para los que no lo saben, una cachetada con la cara mojada es mucho peor a que estuviera seca.
Sin decir nada, me sobo mi mejilla.
Soy patética y aún así, lo único que puedo pensar es que si logro hacer que la bolsa se rompa y la cocaína caiga al suelo, puedo lamerla desde el piso.
Ese pensamiento me da asco, pero no evita que me estire para pelear por aquella bolsita como un animal rabioso que no ha comido en días.
Estoy desesperada, no mentiré, he pensando en recurrir a las drogas desde que inició todo este embrollo y hoy por fin me armé de valor para obtener un poco.
Aunque siendo sincera, siempre pienso que puedo obtener un poco y salirme con la mía sin volverme adicta de nuevo. Es un pensamiento que nunca me abandona y es algo que no te dicen sobre las adicciones. ¡Esas nunca se van! Te siguen y siempre hay una vocecilla en el fondo de tu cabeza diciéndote: Un poco no te hará mal.
Lucía pelea conmigo y no me deja romper la bolsa, ¡Joder! La lamería de su manos si tan solo pudiera hacer que la soltara.
—¡Aléjate, Victoria! —Esta es la segunda vez que nuestras peleas se han tornado físicas y siempre es por la misma razón.
Soy un monstruo, no vale la pena fingir que no lo soy. Es hora de que lo acepte y todos podremos continuar con nuestras vidas.
Lucía logra empujarme hacia mi sillón haciendo que pierda el equilibrio y cuando quiero ponerme de pie para ir tras ella, siento como me mareo. ¡Eso me pasa por no comer!
Lucía se mete al baño y cierra la puerta, como puedo corro hacia ella esperando poder abrir la puerta, pero la ha cerrado con seguro.
—¡Lucía no tiene caso ya! ¡Solo un poco! ¡Dámela! ¡Ya la pagué! —Ruego golpeando la puerta, pero en verdad siento como estoy por desvanecerme.
Sin decir mucho, me recuesto en el suelo viendo hacia el techo recuperando mi respiración y minutos más tarde, Lucía abre la puerta con una sonrisa en su rostro. No tiene caso buscarla, se ha deshecho de ella en el escusado.
—Será mejor que empaques tu maleta, porque nos vamos del país.
Ella pasa por donde estoy tirada y se va directo a mi habitación. Lo más seguro es que comience a empacar mi maleta.
—¡Y ni creas que te salvaste de esta! Cuando lleguemos a Madrid te voy a hacer un antidoping.
Ojala hubiera algo que encontrar en ese antidoping, pero saldré limpia y aunque no lo digo en voz alta, me molesta que saldré limpia.
Bodoque se acerca hasta donde estoy en el suelo y lame mi cara.
—¿No tendrás un poco de cocaína entre tus cosas, amiguito? —Le digo y mi gato solo me maulla de vuelta —Supongo que es un no.
And you don't want to know me
I will just let you down (just let you down)
My castle's crumbling down
You don't wanna know me now
Victoria P.O.V.
Lucía me hizo bañarme, porque desde que llegamos a Madrid he repetido la misma rutina que durante las últimas semanas.
Excepto que las cosas han cambiado, ya no podré estar en mi habitación sin hacer nada, tengo que empezar a ensayar para la gira por Europa (que la disquera no quiso cancelar) y no solo eso, ahora tengo un novio nuevo.
Es falso, porque al parecer fingir una relación es la única forma posible en la cual alguien puede amarme.
Ahora, Lucía y yo estamos en una casa en una zona residencial de Madrid, la casa es linda, verdaderamente, a pesar de que está vacía puedo verle potencial.
Escucho un auto estacionarse afuera, Lucía también, ella va a abrir la puerta mientras yo me quedo donde estoy porque Lucía me ha dicho que debo de comportarme lo mejor posible. Eso significa no fumar frente a él o hacer uno de mis comentarios de mal gusto.
Lucía habla y deja a entrar a quien será mi nueva relación por publicidad, supongo que no puede ser tan malo, la primera no lo fue.
Lucía llama mi nombre y volteó a verla sin expresión alguna.
A la casa entran dos hombres, sé cual de los dos es Carlos, lo investigué anoche, pues no podía dormir, ahora así es como pasó la noche. Aún así, no es nada de lo que yo esperaba, el tipo frente a mí se nota malhumorado y aunque se ve que no quería estar ahí, no me quita la mira de encima, ¿acaso tengo algo en la cara?
No muevo un solo músculo, al igual que él, me dedico a observarlo, siento que quiere decir algo, pero no lo hace.
Vale, solamente será una persona nueva a la cual voy a decepcionar porque si algo sé es que este contrato va a ser un jodido desastre.
***
Begin Again (3)
Took a deep breath in the mirror
He didn't like it when I wore high heels
But I do
Turn the lock and put my headphones on
He always said he didn't get this song
But I do, I do
Victoria P.O.V.
Maldita sea, Lucía me ha hecho cambiarme de atuendo unas 5 veces, y estoy segura de que si no tuviéramos la reservación lo haría toda la noche.
Es la primera cita oficial que Carlos y yo tenemos y Lucía busca solo una cosa: Perfección.
Salgo de nuevo y me hacen pararme a un lado de Carlos como muñequita de aparador, Caco y Lucía por fin aprueban el atuendo de ambos y regreso a mi cuarto para alistar los últimos detalles detalles.
Me veo en el espejo y por un segundo no me reconozco, no recuerdo cuándo fue la última vez que me arreglé, estoy maquillada y lista para salir a una cita arreglada, respiro mientras me preparo, solo espero que Carlos sea agradable, lo poco que hemos hablado ha estado bien.
Luego, voy y me pongo unos tacones, mi madre me los regaló hace mucho, y nunca los uso porque Rogelio hizo una vez un comentario diciendo que si trabajaba en la calle cuando me los vió puestos, después de eso, los zapatos jamás salieron de la caja, hasta ahora.
De camino a la cita de nuevo cambio la música de Carlos sin pedir permiso, es una pequeña forma de revelarme porque no quiero que nadie me vuelva a controlar como Rogelio lo hacía y Carlos comienza a acostumbrarse a que lo haga, supongo que es más fácil dejar que haga lo que quiera a pelear conmigo.
You pull my chair out and help me in
And you don't know how nice that is
But I do
Victoria P.O.V.
La cita comienza mejor de lo que había pensado.
Carlos me ayuda a bajar del auto, me ofrece su brazo pero yo opto por tomar su mano porque eso se ve más "natural", además, camina a mi ritmo para que no tenga problemas con mi calzado.
En cuanto llegamos al restaurante me ayuda con mi abrigo y la silla.
¿Es muy patético pensar que me agrada que haga todo esto? Sé que lo finge por el bien de la relación y sé que Lucía le ha dado algunas hojas con notas, pero es que no recuerdo la última vez que fui tratada así.
—Vaya, veo que sí leíste las hojas que te dio Lucía —En cuanto termino de hablar puedo sentir su ceño fruncido sobre mí.
¡Era imposible no mencionarlo!
—Muy graciosa. Lo hubiera hecho sin necesidad de las hojas —El madrileño se siente frente a mí.
Nuestra mesera se acerca, Tommy se escabulle para darnos indicaciones que Lucía le ha mandado de último momento y eso es todo.
Al inicio todo se siente muy incómodo y parece ser que ninguno de los dos sabe comenzar una conversación. No es hasta que Carlos decide preguntarme sobre mis peores citas, que todo comienza a cambiar.
And you throw your head back laughing
Like a little kid
I think it's strange that you think I'm funny
'Cause he never did
Extracto de la libreta de Victoria cuando escribió Begin Again
Ahí estoy yo, contando la peor cita en la que he estado, aunque en realidad, he tenido peores pero no creo que Carlos quiera escuchar esas, como sea, estoy terminando mi historia y Carlos no ha parpadeado mientras la cuento, sé que tengo toda su atención.
Termino de hablar y entonces lo veo como si fuera en cámara lenta. Carlos suelta una carcajada que lo hace hacer su cabeza para atrás, y agarrarse el estómago. Y ¿cuál es mi primer instinto? Sorprenderme y asustarme, además de pensar que lo está fingiendo por el bien de la cita, pero en cuanto lo veo limpiarse unas lágrimas, sé que no está fingiendo, cree que soy graciosa.
¡Él cree que soy graciosa!
Me rió junto con él porque no sé qué otra cosa hacer, es más una risa de nervios pero al final del día lo hago, y de nuevo, hago lo que la psicóloga me pide que no haga, no compares a Rogelio con los demás.
Pero lo hago, Rogelio jamás se había reído de mis chistes, nunca y Carlos cree que soy graciosa, al menos lo suficiente para soltar una carcajada y molestar a algunas personas de las mesas vecinas.
En ese momento supe que Carlos y yo nos íbamos a llevar bien.
***
Happier Than Ever (4)
When I'm away from you
I'm happier than ever
Wish I could explain it better
I wish it wasn't true
Carlos P.O.V.
Sigo escuchando el disco, no le he dicho a Caco, pero estoy 100% seguro que la tercera canción es para mí, bueno, al menos un 92% seguro (hasta donde sé, podría ser de Harry)
Ahora, esta no es mía, esta es de Rogelio porque ya la había escuchado. Cuando regresaba de entrenar, a veces me quedaba en silencio, no prendía la tele ni ponía música, porque así podía escuchar lo que sea en lo que Victoria estuviera trabajando, y recuerdo cuando escribió esta.
Pero entonces recuerdo lo que ella me dijo, no es para él, sí es sobre él, pero jamás será para Rogelio, era para que sus fans que habían vivido por algo parecido se identificaran y se sintieran más cercanas a Vic y lo logra, ella sabe hacerlo a la perfección.
Y entonces trato de recordar la canción anterior y me entra el 20, no es para mí ni para Harry. Es de ella.
Tal vez, ninguna canción que esté aquí será para mí, definitivamente serán sobre mí, pero ninguna será mía.
I don't relate to you
I don't relate to you, no
'Cause I'd never treat me this shitty
You made me hate this city
Extracto de la libreta de Victoria cuando terminó de escribir Happier Than Ever
Quitarse el virus que era Rogelio definitivamente era más fácil en Madrid, donde era una ciudad completamente desconocida para mí, porque ahora que he vuelto a Nueva York, cada lugar al que voy, se siente como un paseo al museo de los recuerdos.
Si voy a mi restaurante favorito, recuerdo que ahí lleve a ese hombre a comer, o si voy a mi librería favorita, hay una esquina donde Rogelio me besó, una donde nadie nos vió, todo por mi necesidad de introducirlo a mi mundo.
¡Jodido Rogelio, está arruinando mi hogar! ¡Carlos arruinó Madrid y Rogelio Nueva York!
Tal vez sea hora de mudarme, pero la verdad es que odio Los Ángeles, tal vez Londrés, aunque no creo que Lucía quiera estar tan lejos de su familia.
No, no me mudaré, no me arruinará más la vida, lo bueno de esto es que puedo buscar nuevos lugares, nuevos y mejores lugares. Hacer nuevas memorias.
***
La canción había terminado y esta vez Caco le puso pausa para poder hablar.
—Es bueno saber que no solo es contra ti —El español sabía que esa canción no era para Carlos, porque varias veces había ido a la casa donde ellos dos residían y había escuchado a Vic cantarla.
—Es contra todos —Carlos respondió tomando un poco de café con una sonrisa que decía: Merecida se la tiene Rogelio —Supongo que está bien que Rogelio sufra un poco más.
—¿Sigue molestándola? —Charles preguntó metiéndose en la conversación.
—Espero que no. Según yo ya no tienen contacto, pero no sé mucho sobre su vida últimamente.
Carlos le respondió y el monegasco asintió.
—No sabes mucho excepto que nos odia por enviarle un cupcake y engañarla sobre la gala.
—No te preocupes, te perdonará porque te quiere —Carlos le regaló una sonrisa sincera a su compañero de equipo y volteó a ver a Caco —Síguele.
***
Labyrinth (5)
It only hurts this much right now
Was what I was thinking the whole time
Breathe in, breathe through, breathe deep, breathe out
I'll be getting over you my whole life
Victoria P.O.V
Estamos en la camioneta que nos llevará a la gala de Maranello y puedo sentir como mis piernas se sienten más débiles, como cuando pasaba días sin comer, excepto que ya no hago eso.
Carlos viene hablando con Caco, pero no les estoy prestando atención, solamente pienso cuando fue la última vez que la gente me vio en un evento como este. ¿Me van a rechazar?
Solo espero que no me lancen algo o me griten cosas muy feas, aunque pensándolo bien, lo más probable es que eso no suceda porque vienen a ver a Carlos, no a mí. Tal vez solo me pidan que me quite de su vista y listo. Espero solo sea eso.
—Chicos, me voy a bajar, en cuanto les den la señal saldrán de la camioneta, y diviértanse —Caco nos dice a los dos y yo volteo a ver a Carlos asintiendo.
No quiero que se de cuenta lo nerviosa que estoy. Lo mejor es que él crea que nada pasa y que todo saldrá bien.
Carlos odia todo lo que tenga que ver con aparecer en público, así que como novio falso apesta un poco. ¡Vaya novio me fue a encontrar Lucía!
Caco se baja y nos quedamos solos, justo como en su habitación, me volteó hacia la ventana porque el solo recordar la cercanía de nuestros cuerpos, sus labios medio abiertos a centímetros de los míos me hacen sonrojarme como si nunca nadie me hubiera tocado.
—¿Estás nerviosa? —Me pregunta y lo voltea a ver, sonrió inevitablemente porque me parece lo más tierno que he visto en años.
El pobre juega con sus manos y entonces sé que él está que se caga. Tengo que ser yo quien mantenga todo en orden. Lucía me advirtió sobre esto, es obvio que lo haré, y solo espero que conforme tengamos más apariciones se sienta más cómodo con ellas y conmigo.
—Solo un poco, ¿tú? —Admito porque quiero que sepa que aunque no pareciera, sí siento miedo. Miedo de cómo me van a recibir.
—Sí.
—Creo que podemos hacerlo, me refiero, todo saldrá bien —No sé si se lo estoy diciendo a él o a mí, pero para ambos casos funciona porque Carlos me regala una sonrisa sincera.
—Claro que podemos.
—Respira profundo, inhala, exhala. —Le digo porque es algo que me ha funcionado durante todos los años en esta industria.
Carlos da un respiro y sale de la camioneta. De inmediato veo como es bañado por los flashes y los gritos para que vea sus lentes comienzan. Yo me voy acercando hasta la salida y veo su mano estirada esperando que la tome, sin que él se de cuenta sonrió porque no esperaba eso. ¿Lucía le habrá dado nuevas hojas de cómo tratarme?
En cuanto los fotógrafos ven mi pierna salir del auto, los flashes aumentan y trato de no voltear a ningún lado o quedaré ciega.
Sonrió con una sonrisa estratégicamente diseñada para continuar viéndome hermosa, sin arrugas o líneas de expresión en mi rostro y camino agarrada de su brazo.
Recuerdo que es día de Carlos y quien tiene que brillar es él así que eso hago. Esta noche solo soy un accesorio y creo que puedo vivir con eso por un rato.
I'll be getting over you my whole life
You know how scared I am of elevators
Never trust it if it rises fast
It can't last
Victoria P.O.V.
Solo quiero correr, Rogelio me tiene rodeada en la pista de baile después de emboscarme, puedo sentir una de sus manos en mi cintura, y yo sé que estoy tensa, lo hago a propósito para que él sepa que su presencia me incomoda.
Pero entonces, Rogelio se pone a hablar sobre una vida juntos, habla de ser el hombre que yo siempre he querido, ¡HABLA DE DEJAR A SU ESPOSA! y yo, por un momento le creo, quiero creerle porque siempre he querido esto, pero ¿en verdad lo quiero o es un capricho más? Siempre he estado acostumbrada a tener todo lo que yo he querido, y mientras trato de descubrir qué es lo que en verdad deseo, alguien se acerca a nosotros.
Espero sea Carlos, pero es Charles, me pide bailar con él y acepto, porque en estos momentos cualquier persona es mejor que Rogelio porque podría volver a caer en sus brazos.
Charles es muy atractivo de forma diferente a Carlos, Charles es un hombre de ojos verdes verdes, con pestañas largas y cejas pronunciadas, y yo conozco el efecto que Charles causa en todos, pero yo solo pienso que me gustaría bailar con Carlos.
Lo busco con mi mirada y está hablando con un grupo de hombres, se ve feliz y está riendo. Es una risa algo escandalosa y es así que me doy cuenta que no está fingiendo.
—Vaya —La voz de Charles me distrae —Eso no se ve todos los días.
—¿De qué hablas? —Le respondo frunciendo el ceño.
—De cómo lo miras —El monegasco suelta una risa burlona y yo ruego los ojos, porque solamente lo estaba viendo normal.
—Cállate.
Seguimos hablando y bailando sin problema alguno.
Carlos no baila, él mismo me lo dijo así que me conformo con Charles, quien en realidad es una excelente compañía y me hace reír, y entonces, cuando creo que lo he visto todo. Carlos se acerca y demanda bailar conmigo, la canción aún no ha terminado, Charles se va sin poner peros y Carlos me toma en sus brazos.
Y entonces, por primera vez en un buen rato me relajo por completo, porque confío en él y descubro que Carlos es tan buen mentiroso como yo, porque baila excelente aunque él dijo que tenía dos pies izquierdos y en mi mente me burlo de él.
It only feels this raw right now
Lost in the labyrinth of my mind
Break up, break free, break through, break down
You would break your back to make me break a smile
Extracto de la libreta de Victoria cuando escribió Labyrinth
¡Estoy jodida! Verdaderamente jodida, y sé que debí darme cuenta antes, pero ahora lo he hecho y es tarde para volver atrás.
Es humillante tener que regresar a él, pero todo empieza con Rogelio, porque estaba segura que después de él y de la humillación que me causó no saldría con nadie más por un rato y entonces llega Carlos y pareciera que lo hace a propósito.
Son las pequeñas cosas lo que hicieron que me enamorara de él sin darme cuenta, como cuando metes a una rana al agua que poco a poco hierve y cuando se da cuenta es muy tarde para saltar, así hizo Carlos conmigo.
Me cambia la comida cuando no me gusta, y ¡Boom! yo sonrió como tonta en la mesa.
Hace que Lucía cambie mi cama y ¡Tras! yo no dejo de mencionarlo en terapia como si me hubiera salvado de un edificio en llamas.
Juega con Bodoque y ¡Zas! Me parece el mejor hombre del mundo.
Carlos hace más de lo que debería conmigo, y cree que no lo noto, pero en realidad no quiero decirlo en voz alta porque mis pensamientos podrían asustarlo.
Este hombre derriba todas mis defensas que puse después de Rogelio ¿y lo peor de todo? ¡Él no tiene la menor idea!
- - - - - - -
Bueno, es así como termina la primera parte de este cap y para sorpresa de nadie, se dividió en tres.
Decisión de último momento. Espero lo entiendan. Mañana se subirá la segunda parte y espero el domingo pueda subir la tercera.
Ahora una pregunta ¿qué tal les está pareciendo esta propuesta? Se que es diferente a lo que hago normalmente, pero me importaba mucho el álbum como para solamente darles la lista y listo.
Las amo
Fer <3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro