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Capítulo 48 [Bienvenida 2/2]

Anuncio importante terminando el capítulo, léanlo por favor

***

Victoria y Lucía se encontraban afuera del edificio de RCA Records, era un inmenso bloque de concreto gris, era intimidante, pero está vez Victoria no se sentía intimidada, se sentía lista, se sentía como si pudiera volar y romper cosas; quería romper cosas.

Y lo primero que quería romper era su contrato.

Lucía la veía tratando de averiguar que era lo que pensaba, ¿qué planeaba? 

Ambas mujeres estaban detenidas en la acera viendo las letras doradas con el nombre de la disquera.

En el momento que la cantante pusiera un pie dentro de ese edificio todo cambiaría, una parte de su vida siempre le iba a pertenecer a RCA Records, pero ya no más, ella estaba lista para avanzar y seguir moviéndose.

—¿Lista? —Lucía le preguntó y Victoria inhalo y exhalo para recolectarse.

—Lista.

Sin esperar más, las dos mujeres entraron, parecía ser que nadie esperaba verlas porque en cuanto entraron varios de los trabajadores se les quedaron viendo sin disimulo alguno, ninguna de las dos les prestaron atención.

En la sala de espera estaba John, el abogado de Victoria, en cuanto las vio, se puso de pie y fue hasta ellas con una sonrisa en el rostro. Ambas se veían de un humor excelente, hasta podría decirse que la piel de Victoria brillaba.

Al llegar al escritorio de la recepcionista general anunciaron que tenían una cita, solo los más altos rangos sabían de ella, les dieron los pases y se fueron directo al elevador.

—John, está vez creo que hablaré yo —Victoria anunció decidida, ahora no parecía esa chiquilla asustadiza de hace días —De todos modos, tienes completamente la libertad de meterte en caso de que sea necesario y de detenerme si comienzo a hablar de más.

—Gracias.

El viaje al último piso no fue muy tardado, Victoria se sentía con ganas de correr, estaba ansiosa por ver la cara de su jefe en cuanto le dijera que iba a cancelar el contrato.

En cuanto las puertas del elevador se abrieron otra vez hubo miradas de sorpresa al verla entrar, recordaban cómo había ido la última junta con la rubia. Todo mundo sabía el escándalo que Victoria había provocado y como había salido de ahí azotando puertas y haciendo que su reputación como una niña mimada no se viera frustrada.

Se dirigieron a la sala de juntas, la misma sala donde le habían dado la noticia de que Olive iba a tomar todo el protagonismo y atención de la disquera.

—Buenos días —Victoria llegó saludando, ya todos la estaban esperando.

Como buenos hombres de negocios fingieron demencia y comenzaron a saludarla a ella y a su equipo como si la última junta no hubiera sucedido.

Victoria tomó asiento en el mismo jodido lugar de la vez pasada, con Lucía a su derecha y su abogado a la izquierda.

—¿Esperamos a alguien? —La cantante preguntó al notar una silla vacía a un lado de Norman, el CEO de RCA Records.

—A mi abogado —La sonrisa que Norman le acababa de dar no le gustaba para nada, parecía una serpiente.

Victoria sonrió falsamente asintiendo y durante 5 minutos todo mundo estuvo en silencio esperando al dichoso abogado de su jefe.

No fue hasta que después de un rato, por la puerta entró, nada más y nada menos que Rogelio Castillo.

En cuanto la cantante lo vio entrar una sonrisa divertida se puso en su cara, se veía como siempre, usaba un traje gris, sus rizos estaban perfectamente peinados, traía una barba al ras y por el olor, sabía que traía su mejor colonia.

Fue imposible para ella no sentir nada, estaba segura que había una que otra mariposa revoloteando en su estómago, ella pensaba que ya estarían muertas para ese punto, pero al parecer no, y mientras disfrutaba de la vista, desvió su mirada al CEO de la compañía, Norman estaba sonriendo como si le hubieran contado el mejor chiste del mundo.

Victoria volteó a ver a Lucía y con solo una mirada las dos supieron que la otra pensaba lo mismo.

"Trajeron a Rogelio para desequilibrarte"

—Disculpen la tardanza, caballeros, Victoria, Lucía —El abogado los saludó a todos desde lejos y tomó el lugar desocupado.

Victoria y Lucía ocupaban una cabecera de la mesa, Norman y Rogelio ocupaban otra.

—Dinos Victoria, ¿para qué nos llamaste? —Norman preguntó con un tono condescendiente —Lo cierto es que tengo muchas cosas que hacer y no quiero rodeos.

John le pasó una carpeta a la rubia donde estaban todos los documentos para la cancelación del contrato.

—He estado pensando en mis opciones —Victoria comenzó a hablar con el folder entre sus manos —Y lo cierto es, que no quiero quedarme sin trabajar indefinidamente...

Antes de que ella pudiera continuar, fue interrumpida por Norman.

—Me alegra de que hayas recapacitado, desgraciadamente ya no te queremos en el disco de Olive —Norman no sabía la bomba que estaba por venir, porque él seguía sonriendo como un desgraciado.

Pero Rogelio, oh Rogelio sabía porqué Victoria había pedido esa reunión y lo supo en cuanto entró y le dio un vistazo, Victoria olía, valga la redundancia, a Victoria, ella tenía el golpe final.

—Oh estoy segura de que Olive puede hacer un disco fabuloso sin mí y es una lástima no estar aquí para verlo.

Fue en ese momento que la sonrisa de Norman se borró de su cara, todos los presentes se voltearon a ver confundidos, Rogelio tuvo que cubrirse su boca con una mano o iban a ver como estaba sonriendo o tal vez no, porque todos veían la enorme sonrisa en la cara de Victoria.

—Me voy —Y al no ver reacción, deslizó la carpeta por la mesa, Norman no pudo tomarla por la sorpresa, fue Rogelio quien lo hizo.

Y como abogado de RCA Records comenzó a revisarlo. Todo estaba en orden, Victoria había conseguido el dinero y según los documentos, el pago se haría una vez que firmaran la cancelación del contrato.

Norman no iba a decir nada hasta asegurarse de que la mocosa frente a ella no mintiera, volteó a ver a Rogelio completamente desesperado esperando que Victoria estuviera mintiendo. El abogado asintió confirmándole uno de sus miedos.

La cosa estaba así, Norman iba a dejar a Victoria fuera por unos años, en la banca, como en los deportes, solo hasta que Olive tuviera fama suficiente y mientras se enfocaba en la carrera de Olive, seguiría usando a la rubia para catapultar la fama de Olive, nunca pensó que Victoria conseguiría el dinero.

¡No había forma de que lo consiguiera!

—¿Cómo lo hiciste? —Norman le había arrebatado las cuentas a Rogelio y comenzaba a revisarlas por él mismo —Tú no tienes esta cantidad, tu valor neto no pasa de los 70 millones de dólares, eso es lo que tú vales, no vales 150 millones de dólares.

La desesperación en la voz de Norman era enorme, Victoria Ellis siempre había sido una piedra en su zapato por más dinero que le trajera a la compañía.

—Mi cliente no tiene autorizado discutir esa información con ustedes —John se metió por Victoria —Lo único que deben de saber es que queremos la cancelación de su contrato de inmediato.

Norman se volvió loco al escuchar aquello, ¿no tiene autorización de hablarlo? La perra había conseguido una nueva disquera.

—¡Maldita malagradecida! Después de todo lo que hicimos por ti —El CEO se puso de pie azotando las hojas en la enorme mesa.

Todos se quedaron en completo silencio al verlo perder el control de tal manera.

—¿No fue eso lo que me dijiste? —Victoria también se puso de pie, pero con la diferencia de que ella no estaba gritando —Que si no me gustaba el arreglo podía largarme.

—¿A dónde te vas? ¿Quién recibiría un desastre como tú? Adicta de mierda —Lucía se quiso poner de pie a golpearlo pero Victoria la detuvo con una mirada —Te sacamos prácticamente de las calles, sin nosotros sólo serías una camarera como tu madre.

Los demás ejecutivos se estaban pasando las hojas de Victoria, esperando encontrar un error, algo que la hiciera quedarse.

—Solo eres una cantante mediocre e insípida, la única razón por la que te has mantenido en esta industria es porque nosotros así lo hemos querido, alejando a la competencia y dejándote el camino libre.

—Yo jamás les pedí eso.

—¿Quién crees que detuvo la carrera de María para darte el reflector? ¡Lo hicimos por ti!

Victoria le dio un vistazo rápido a Rogelio, el abogado tenía una mirada que decía "te lo dije".

Lucía se puso de pie y le susurró a su cliente —No te rebajes a su nivel, no hasta tener la cancelación del contrato.

—¿Y ahora te largas? ¿Solo así? ¡Te dije que por el momento tu disco no sería prioridad! ¿Es que acaso no toleras compartir la atención? —Norman se comenzó a calmar —No eres más que una niña mimada, una vez que de verdad tienes algo de competencia te largas.

—¿Terminaste? —Victoria volvió a tomar asiento, hablando tranquila y con una sonrisa burlona en su cara —Necesito mi terminación, tengo cosas que hacer.

Si Norman se había calmado, ese comentario lo volvió a encender. 

—Eres una puta cínica —La cara de Norman pasó de rojo a morado en segundos —NO APRECIAS NADA DE LO QUE SE HA HECHO POR TI, LO QUE ESTA DISQUERA TE HA DADO. RCA RECORDS HA SIDO TU HOGAR, PRÁCTICAMENTE TE CRIAMOS CUANDO TU MADRE TE ABANDONÓ CON NOSOTROS.

Vale, se estaba metiendo con temas muy delicados y aunque tenía solo un poco de razón, lo hacía ver como si ellos se hubieran preocupado por ella cuando no fue así.

—AHORA DECIDES DARLE LA ESPALDA A LAS PERSONAS QUE CREARON A VICTORIA ELLIS, PORQUE A VICTORIA SOLARES NADIE LA CONOCÍA, SOLO ERA UNA SUCIA NIÑA MEXICANA, UN FRACASO COMO ACTRIZ INFANTIL —Era la primera vez que Victoria veía a un hombre adulto hacer un berrinche de esa magnitud, quería interrumpirlo, pero por otro lado quería ver hasta dónde podía llegar.

Era ver algo completamente hipnotizante. 

—Creo que tenemos que calmarnos —La cereza en el pastel fue que Rogelio comenzara a poner orden. Vic quiso soltarse a reír al verlo.

—¡CALMARNOS Y UNA MIERDA! —Norman la señaló con los ojos inyectados de sangre —TODO LO QUE ERES ES GRACIAS A NOSOTROS. NO HUBIERAS SOBREVIVIDO UN AÑO CON TU ACTO DE CHIQUILLA REBELDE ¿SABES POR QUÉ? ¿SABES CUÁNTOS TRAPOS SUCIOS HEMOS TENIDO QUE OCULTAR POR TI? —En ese momento, Norman comenzaba a caminar por toda la sala acercándose a ella, Victoria no se movía, pero no le daba la espalda, todavía lo veía como una serpiente listo para atacar, cuando vio que estaba más cerca de ella, se puso de pie esperando hacerse más grande de lo que era —¿Cuántos sobornos tuvimos que pagar para que no publicaran la mayoría de tus escándalos? ¡TODO LO QUE HEMOS INVERTIDO EN TUS TOURS, DISCOS, TUS JODIDAS FIESTAS Y VIAJES EN AVIÓN PRIVADO PARA QUE LA PRINCESA ESTUVIERA CONTENTA!

Ahora sí había llegado hasta ella, Lucía se había puesto frente a ella, pero tanto Norman como Victoria se movieron a un lado para no cortar el contacto visual.

—SI YO QUIERO MAÑANA A PRIMERA HORA TODO EL MUNDO SABRÁ QUIEN ES LA VERDADERA VICTORIA ELLIS, UNA FALSA, EGOÍSTA, MANIPULADORA, PERRA DROGADICTA.

—¡Aléjate de ella! —Lucía dio un paso al frente lista para empujarlo, pero se detuvo al escuchar la voz de su cliente detrás de ella.

—Hazlo, suéltalo, ¿por qué no les dices que fue el manager que me pusieron ustedes quien me daba las drogas? ¡HUGO ERA QUIEN ME FACILITABA TODO SOLO PARA MANTENERME COMPLACIENTE! —La cara de los otros ejecutivos le indicaron que era un arma de doble filo —Dile a todo mundo, para que sea yo quien le diga a la prensa que la misma persona que hizo que yo tuviera una sobredosis es la que está trabajando con su nueva estrella.

Norman se echó para atrás con miedo, no esperaba la respuesta de Victoria.

—¿O qué te parece esto? Diles él como no tenías problemas en presentarme a sus inversionistas mayores de edad cuando yo tenía 16 años, en como los invitabas a mis fiestas, en cómo me hacías saludarlos a besos y sentarme en sus piernas, en como algunos te pedían que me llevaras a sus mansiones, pero nunca lo hiciste porque yo me escapaba, porque yo era ¿cómo me llamaste? ¿"una chiquilla rebelde"?

Lucía se quedó completamente en shock porque eso no lo sabía, la castaña volteó a ver a Rogelio y parecía que el abogado estaba igual que ella.

Era algo que Victoria nunca comentaba.

—Tengo nombres, fechas y no lo sabes, pero tengo fotos —Victoria sonrió —¿Recuerdas mi regalo de cumpleaños? Una cámara digital a la que supe sacarle uso y por más desastre que sea, todavía la mantengo.

La cantante sonrió, sabía que tenía las de ganar, un caso de explotación infantil, abuso y toda clase de ilegalidades contra la disquera era algo que no se olvidaba fácil y sabía que si a ella le habían hecho eso, habría otras chicas igual que ella o peor.

Norman se quedó callado y regresó a su lugar a la cabeza de la mesa, se quedó de pie tomando el respaldo de la silla sintiendo como su mano lo apretaba lo más fuerte posible, Victoria vio como sus nudillos se ponían en blanco

—Castillo, dale su cancelación —Ese comentario era para Rogelio y luego regresó su atención a la rubia —Y tú, lárgate en cuanto te lo den, no quiero volver a verte.

Y en cuanto Norman dijo eso, salió de ahí azotando la puerta.

Los demás ejecutivos no podían decir nada, decidieron obedecer a su jefe y salir de ahí, los únicos que continuaban en la sala de juntas eran John, Lucía, Rogelio y Victoria.

Todos miraban a la cantante, esperando que explotara o se soltara a llorar, pero Victoria solamente estaba tratando de que sus piernas no se doblaran.

—Victoria —Rogelio se acercó hasta ella y Lucía nuevamente se puso en posición de ataque, pero el abogado la ignoró y caminó hasta quedar frente a la cantante —Puedes irte, mandaré la cancelación al despacho de tu John y no tienes que volver a pisar este edificio.

Lucía se sorprendió de la actitud de Rogelio, no confiaba en él y más valía que no molestara a Vic.

—¿Por qué te llamaron? —Fue la pregunta de la rubia.

—Tú sabes por qué, creyeron que si nos ponían en una misma habitación te ibas a venir abajo —El abogado se alzó de hombros indiferente —Además, es trabajo y últimamente no ando tan bien en ese departamento.

La rubia volteó a verlo a los ojos.

—¿Tienes un cigarro? —Nuevamente Rogelio sonrió y sacó una de esas cajetillas metálicas y un encendedor, tendiéndoselos a Vic.

Victoria había dejado de cargar su cajetilla porque buscaba dejar su vicio, pero después de la pelea de hoy, necesitaba uno.

—Será mejor que nos vayamos —Lucía comentó viendo con asco a los nuevos mejores amigos y Victoria tuvo que regresarle sus cosas a Rogelio.

Todos asintieron, pero antes de salir, Victoria vio por el cristal a Olive, había presenciado la pelea, no había escuchado con claridad todos los gritos de Norman, pero sí supo que las cosas no estaban bien, estaba claro que Victoria había hecho algo, así se ponía Norman cuando las cosas no salían como él quería.

—John ¿traes una tarjeta de presentación?

—Claro que sí, linda —Su abogado sacó una de sus tarjetas y se la tendió, Victoria la escondió en sus manos.

Al salir, Lucía y Rogelio salieron al mismo tiempo, seguidos por John y por último Victoria.

—Vic yo —La joven quiso hablar, pero Victoria no se lo permitió

—Escúchame bien, Olive —La rubia tomó las manos de Olive y sin que nadie se diera cuenta le entregó la tarjeta de su abogado —Si algo pasa, llama a este número y al mío ¿Entendiste?

—¿Pasa...?

—Tú sabrás a qué me refiero —Victoria sabía que Olive no era una chica tonta, solamente tenía un sueño, como ella.

—¡Olive! ¡ALEJATE DE ELLA! —Norman le gritó desde la puerta de su oficina y ese grito hizo que la castaña diera un brinco y guardara la tarjeta en sus jeans.

—Corre, vete —Victoria le dio una sonrisa y se retiró al elevador, que mantenían con las puertas abiertas —Estarémos en contacto.

Victoria fue la última en entrar y mientras las puertas se cerraban, Victoria no pudo dejar de ver a Olive, la castaña no decía nada, al igual que ella solamente se veían, en los ojos de Olive se veía tristeza, incertidumbre y miedo.

Victoria la había abandonado, se había ido y parecía que ella se quedaba ahí, era lo único que podía pensar mientras veía las puertas del elevador cerrarse.

—Olive, ¡Ven acá! —Norman le gritó desde su oficina y ella tuvo que obedecer, no podía quedarse viendo la puerta esperando que Victoria regresará.

Y como si le leyeran la mente, le llegó un mensaje de la cantante:

No estás sola, mi amor. Llámame cuando así lo sientas.

Sin decir nada más, Olive sonrió a la pantalla de su celular, sonrisa que borró cuando entró a la oficina de Norman

—¿Qué pasó?

—Victoria ya no será problema para ti, muñeca —Norman actuaba como si en verdad la quisiera —No volverá a molestarte.

Y mientras Olive trataba de descifrar qué era lo que había ocurrido, el elevador había llegado al estacionamiento subterráneo del edificio.

—Me tengo que retirar —John comenzó a despedirse —Rogelio, espero esa cancelación.

—La tendrás mañana por la mañana —Ambos abogados estrecharon sus manos y el abogado de Victoria se retiró despidiéndose de las dos chicas —¿Cigarro?

—Yo sí —Victoria lo aceptó sin problemas, Lucía se negó, no sabía si por las medicinas que el doctor le estaba haciendo tomar podía fumar.

—Estaré a unos metros de aquí, tienen 5 minutos —Lucía se fue hasta su auto y se subió, desde lejos vio a la ex pareja prender sus cigarros, Rogelio le había ayudado a la cantante y por un segundo le recordó como había comenzado todo.

—No pensé que nos veríamos tan pronto, no después de nuestra plática —Victoria habló sacando la primera calada de humo.

—Yo sí.

—¿Ah sí? —Victoria sonrió burlona, se olvidaba lo engreído que era Rogelio.

—Claro, estaba seguro de que tenía varias propuestas en la mesa, ¿quién fue?

—Columbia Records —El abogado soltó una risa burlona y Victoria hizo lo mismo.

—¡Muero por ver la cara de Norman cuando sepa que su más grande competencia se robó a su, ¿cómo te llamó? —Rogelio aplaudió entre risas

—No lo sé, me llamó muchas cosas, puta drogadicta, niña mimada, chiquilla rebelde.

—¡Esa era! Columbia Records se lleva a su chiquilla rebelde.

Los dos estaban recargados en la camioneta de Rogelio, estaban hombro con hombro fumando sin verse, pero la plática era lo suficientemente placentera.

—Gracias por la información —Victoria agradeció nuevamente.

Luego, siguieron en silencio fumando y compartiendo su compañía.

—¿Carlos sabe?

—¿Sobre qué? —Victoria se sorprendió al escuchar el nombre de Carlos en boca de Rogelio.

—Sobre... lo de las fiestas y los inversionistas.

—No.

Rogelio volteó a verla esperando no estar invadiendo mucho su espacio, ni siquiera él sabía y eso que sabía lo de su sobredosis, tampoco Lucía sabía.

—Sabe lo de las drogas, pero no sé si pueda soportar lo otro, no está acostumbrado a mi estilo de vida, es muy...

—Te protege mucho —Victoria sonrió, sí, esa podía ser una palabra para describirlo —Todavía recuerdo su puño en mi cara.

Nuevamente los dos rieron y continuaron fumando.

—Es un imbécil —Rogelio volvió a hablar y Victoria asintió continuando fumando su cigarro —Y bueno, tú, tú eres libre, Victoria.

Ahora quién volteó a verlo fue ella, era cierto. Era libre o lo sería en cuanto firmara esa cancelación.

—Lo soy.

Victoria sonrió sintiendo unas lágrimas de felicidad bajar por sus mejillas y continuó disfrutando su cigarro.

—Será mejor que me vaya, tengo que preparar los papeles —Rogelio apagó su cigarro en su zapato y lo lanzó a un arenero de ahí, Victoria hizo lo mismo.

Ambos se quedaron frente a frente, viéndose directo a los ojos.

—Victoria Ellis, espero no volver a verte en mi vida —El abogado estiró su mano esperando que la rubia la tomara, en cuanto lo hizo volvió a hablar —Y lo digo con todo el cariño que te tengo. Te deseo lo mejor.

—Lo mismo digo, Rogelio Castillo.

Y por última vez, ambos compartieron una sonrisa y se soltaron.

Victoria se fue caminando hasta el auto de Lucía, quien la esperaba con una sonrisa en la cara y Rogelio la vio partir igualmente con una sonrisa en la cara.

La cantante se subió al auto y puso la canción We Are The Champions de Queen a todo volumen.

—¡Soy libre! —Victoria gritó para que Lucía pudiera escucharla.

—¡Eres libre! —La agente gritó de la misma manera, porque después de meses, parecía que el sol salía en la vida de Victoria —Tenemos que celebrar, yo invito.

Y así fue como salieron de ese jodido edificio, cantando We Are the Champions como si fuera el mejor día de sus vidas, porque lo cierto era, que así se sentía.

*** 

Victoria Ellis dice hasta la vista, baby.

Después de 6 años, Victoria Ellis abandona RCA Records, se rumora que hubo un rompimiento nada amigable entre la cantante de 22 años y su disquera.

Victoria Ellis canceló su contrato con RCA Records después de lo que algunos críticos llamarían su gira más exitosa, las razones aún no se saben, pero se cree que fue la presencia del nuevo talento de RCA, Ophelia.

Ophelia ha sido el nuevo talento contratado por RCA Records y fue la telonera de Victoria Ellis en su gira por Europa, fuentes cercanas a la artista nos informaron que la joven se ha vuelto el foco en la disquera y que eso no le ha gustado a nuestra chica dorada.

Pues debido a esta nueva gestión, Victoria se ha visto en la necesidad de salirse y dejar pendiente ese tercer disco que sus fans esperaban, la misma fuente asegura que no es más que un capricho y que no tiene un plan B.

La agente de Victoria, Lucía Blanco, no ha querido hacer comentarios al respecto.

Victoria se ha quedado sin disquera y después de más de la mitad de una década uno se pregunta ¿qué es lo que está chica estaba pensando?, esperemos que pronto alguien quiera darle una oportunidad a nuestra chica de oro.

Tal vez después de todo el crecimiento que vimos los últimos meses ha sido en vano y Victoria siga siendo nada más que una joven inexperta incapaz de compartir el reflector.

De cualquier manera, estaremos pendientes de su siguiente movimiento.

***

Carlos estaba revisando twitter de camino al resort en México, tenía una semana libre y pensaba descansar lo más que podía, no había estado durmiendo bien y era momento de aprovecharlo.

En ese momento, estaba leyendo la nota sobre Victoria y por un segundo quiso enviarle un mensaje para ver si todo estaba bien, pero no lo hizo. 

Por dos razones, seguía molesto con ella por querer cancelar el contrato sin decirle nada y también sabía que debía de darle su espacio, si ella quisiera hablar con él lo hubiera contactado.

Lo mejor era dejar las cosas como estaban, probablemente estuviera completamente molesta por su estupidez de no cancelar el contrato y ahora que su disquera la había botado, peor.

Tal vez el rumor del bebé había sido demasiado para ellos y les había dado el pretexto perfecto para soltarla.

Al llegar al resort los escoltaron directo a una suite privada, con su propia alberca y con un camino directo a la playa. Era casi como una cabaña con todos los lujos.

Isa ya estaba ahí, como siempre, nadie la había visto o reconocido, la mujer había tratado de disfrutar desde antes, pero lo cierto es que esperaba tener la conversación con Carlos.

Al ver llegar a su novio fue una sorpresa para ella, Carlos tenía una cara de no haber dormido desde hace días y hasta se veía un poco pálido, pensó que debió de haber sido el viaje.

—Hola, Isa —Caco fue el primero en entrar y saludarla.

—Hola, Caco. Cuanto tiempo —Los dos se abrazaron para que luego el primo de Carlos se retirara a su habitación, necesitaba alejarse de Carlos y su mal humor y de todo el mundo.

—Hello, love —Rupert hizo lo mismo.

Carlos estaba esperando su turno para saludarla, sabía que las cosas estaban terriblemente tensas y se confirmaron en cuanto la española le dio toda la atención.

—Hola —Isa estaba parada en medio de la cabaña, con un short de mezclilla y una playera de manta veraniego, con nervios metió sus manos en sus bolsillos traseros.

—Hola —Carlos dejó su maleta en el suelo y buscó acercarse a ella, pero Isa fue más rápida y se hizo para atrás haciéndola saber a su novio que no estaba para nada feliz.

—Creo que tenemos algo pendiente —Isa no iba a permitir que Carlos evadiera el tema, no más.

—Vale, deja que me cambie y hablaremos.

El piloto tomó su maleta y fue a uno de los cuartos, al parecer le atinó porque ahí estaban las cosas de su novia, con pesadez dejó la maleta en la cama y sacó algo más cómodo.

Algo tan simple como una playera y unos shorts deportivos, Isa lo había seguido en silencio y estaba recargada en el marco de la puerta viéndolo cambiarse.

¿Por qué sentía que ya había estado en esa posición? Claro, porque así había sucedido la vez que había decidido dejarlo por primera vez. Era un horrible deja vu.

La habitación transmitía paz, todo de blanco, tenía un ventanal que daba a un balcón con la mejor vista del mundo, el viento veraniego entraba, en esa zona de México siempre hacía calor, sin embargo el viento era fresco.

Si tan solo la paz que se sentía en el cuarto se transmitiera a ellos.

Carlos se terminó de cambiar y se sentó en la cama, Isa lo veía de perfil y poco a poco comenzó a acercarse a él.

—¿Qué quieres que te diga? —Carlos comenzó a hablar, su cara se había ensombrecido.

—Quiero la verdad, toda la verdad —La rubia se puso frente a él, recargándose en una cómoda con los brazos cruzados.

Carlos volteó a verla por primera vez, o más bien, a verla con atención, no traía maquillaje y sus ojos se veían más verdes de lo normal, Isa lo veía como si una parte de ella deseaba que todo lo que estuviera sucediendo fuera mentira, un sueño; ¿y la verdad? Una parte de él también quería que fuera un sueño.

—No te mentí del todo, la relación sí comenzó por publicidad y también es cierto de que no nos conocíamos antes, no fue por una fiesta o un acostón de una noche —Carlos comenzó con su relato —Todo comenzó siendo lo más profesionales que podíamos, pero Lucía y Caco nos pusieron reglas y una de ellas era que teníamos que conocernos, llevarnos bien y otra era vivir juntos.

Isa no quería interrumpirlo, quería escuchar todo. Sabía que Victoria le había contado algo, pero también sabía que la cantante no le había dicho todo, además, así se aseguraba de que sus historias concordaran.

—Y bueno, vivir juntos, estar constantemente en la misma casa nos hizo comenzar a conocernos de formas que nadie esperó —El madrileño jugaba con sus manos.

—¿En qué momento comenzaron a acostarse? —Isa preguntó con agresividad.

Carlos desvió su mirada para ver al mar, no necesitaba recordar porque todavía lo tenía sumamente presente —En su cumpleaños, 14 de febrero.

—Fue su primera aparición como pareja —Isa sabía todo de la pareja, se había dedicado a investigar todas sus apariciones públicas, todas las fotos de paparazzis, las notas de revistas, los post de instagram.

Eso fue lo que había estado haciendo, estaba obsesionada y no se sentía orgullosa.

Carlos asintió —Fue la gala de Ferrari en Maranello, habíamos bebido, ambos estábamos solteros y ella era una mujer hermosa.

—Ella es hermosa —La española puso énfasis en la palabra es.

—¿Perdona? —Ese comentario descolocó a Carlos.

—Victoria Ellis es una belleza, no pretendas que no lo ves, no me hagas sentir tonta —El coraje en la voz de Isa se podía sentir, Carlos podía tomarlos con sus propias manos, o bien, el mismo coraje podría ahogarlo.

—No me hagas admitirlo, Isa —Carlos pedía como un hombre herido.

—Quiero escucharlo de ti, dilo —El piloto se sintió como si Isa tuviera un pie sobre su cuello y lo estuviera presionando para hablar.

—Victoria es hermosa ¿feliz? —No, no era feliz, ninguno de los dos estaba feliz.

—Continua ¿qué pasó después?

Carlos respiró profundamente y siguió recordando como todo había aumentado, era como ver una bola de nieve rodar colina abajo, cada vez se hacía más grande y más grande y estaba por explotar y matar a todos a su paso, en especial a ellos dos.

—Dejamos de acostarnos, dijimos que solamente había sido cosa de una vez, que no queríamos arruinar la relación pública, ya sabes, mantenernos profesionales —Carlos recordaba que se sintió un tanto sucio acostándose con Victoria la primera vez, porque Carlos había estado diciéndole que quería recuperar a su ex novia durante todo ese tiempo —Ella se fue a su gira y yo comencé la temporada, cuando me mandaba mensajes yo la ignoraba, cuando llamaba pretendía que estaba ocupado, hasta que en el gran premio de Cataluña volvimos a acostarnos.

>>Fue ahí donde acordamos que sería algo pasajero, algo sin sentimientos, puramente sexual.

—¿Por qué? Ya lo dijiste tú, ambos estaban solteros y estoy segura que para la relación por publicidad sería mejor que ustedes estuvieran juntos a que lo fingieran —Isa lo interrumpió, había algo que no le cuadraba en su mente.

—Porque ella no estaba lista, acababa de salir de una muy mala relación.

—¿Y tú?

—¿Yo qué? —Carlos preguntó confundido.

—Dijiste que fue mutuo, ¿por qué tú no querías nada serio?

La mirada de Carlos nuevamente se dirigió a su novia.

—Tú —Isa quiso soltarle una cachetada y no se resistió porque lo hizo, estaba claro que ninguno de los dos se lo esperaba, porque a ambos les dolió.

—Jodido imbécil.

La rubia tomó su mano mientras que Carlos no se movió, solo sentía calor en la zona.

—¡Era verdad! En ese entonces mi único propósito era regresar a ti.

Carlos se puso de pie y fue hasta el minibar del cuarto, sacó un lata de refresco y se la puso a Isa en la palma de su mano, Isa quiso volver a moverse, no quería que Carlos se acercara a ella, porque sabía que si eso sucedía iba a dejarse vencer, porque en el fondo ella lo amaba más que a nadie, o eso era lo que ella creía.

—Solo quería que estuviéramos juntos —Carlos habló a escasos centímetros de ella, Isa quiso volver a golpearlo.

—Que lindo, Carlos —Isa habló con sarcasmo —¿Follándote a Victoria y pensando en mí? Es lo más romántico que me han dicho.

Carlos hubiera preferido otro golpe a tener que escuchar eso, porque sabía que tenía razón.

—Está claro que la cagué, pero te diré esto, no voy a ver lo que sea que haya tenido con ella como un error, porque no lo fue.

Isa no supo qué responder a eso, Carlos aprovechó para continuar hablando y volver a su asiento en la cama.

—Las cosas solamente aumentaron de complejidad, porque seguíamos acostándonos y conociéndonos, actuando como una pareja enamorada, que eventualmente hubo sentimientos, de parte de ambos —Vale, lo había admitido.

Carlos acababa de admitir algo que no había podido soltar con nadie más además de su padre, desgraciadamente había sido una cagada admitir sus sentimientos por otra mujer enfrente de su novia.

—¿Victoria lo supo? —Isa dejó el refresco a un lado, ya no le dolía y estaba segura de que si lo seguía teniendo en sus manos iba a lanzárselo.

—Nunca, jamás se lo dije.

—¿Por qué?

Carlos se alzó de hombros, no tenía la respuesta o más bien sí la tenía, solo no quería soltarla.

—Ella no es lo que los Sainz esperan o eso creía yo, porque casualmente en cuanto pensaron que estaba embarazada la aceptaron como si nada —Carlos habló con rencor al recordar lo fácil que había sido para ellos aceptarla en sus vidas una vez que supieron lo del bebé.

E Isa sintió que ahora era Carlos quien le daba una cachetada, el admitir que la familia de Carlos la aceptaba fue horrible, porque algo que Carlos le dijo cuando comenzaron a salir era eso, que su familia no aceptaba a cualquiera y que era muy difícil que te vieran como una pareja digna para uno de sus hijos.

—¿Victoria qué te dijo con lo del bebé?

—Ella —Carlos comenzó a hablar y esta vez Isa lo interrumpió.

—¡Di su puto nombre! ¿Por qué no puedes nombrarla? —Nuevamente la española gritó, odiaba que Carlos no podía ni mencionarla, así de cabrón la cantante le afectaba, era como si dijera su nombre fuera peor.

—¡Victoria! ¡Victoria! ¡VICTORIA! ¿Ok? ¡Ya lo dije! —Carlos se puso de pie y gritó con todo lo que su voz le daba —Victoria no dijo nada sobre el bebé, solamente se disculpó, las pruebas eran para una de sus amigas.

El piloto comenzó a dar vueltas por el cuarto, jalándose el cabello —¿Y sabes qué es lo peor de todo? Que sé que si Victoria hubiera estado embarazada, hubiera abortado. ¡Lo sé!

Isa podía ver como el tema le afectaba de una manera para nada sana, tal vez eso explicaba sus ojeras y el hecho de que parecía que no había dormido en semanas.

—¿Ha pasado algo entre ustedes una vez que tú y yo nos juntamos? —Era la prueba máxima, quería que Carlos fuera honesto, si mentía sobre esto iba a morirse, más de lo que ya estaba.

Carlos se detuvo y desde donde estaba la miró y asintió —Nos besamos.

—¿Y? —Isa quería saber si la cantante había mentido o si en verdad solo había sido solo un beso.

—Y nada más, fue en Monza, ella estaba borracha y se había escapado con Charles a buscar pizza —Carlos recordaba esa noche como si hubiera sido ayer, podía sentir el los fríos labios de Victoria sobre él —Ella me pidió que la besara y lo hice, porque en el fondo también quería hacerlo.

>>Después de eso, hemos tratado de mantenernos lo más profesionales que podemos.

Ahora fue Isa quien se sentó en la cama, sentía que se iba a caer o que sus piernas iban a doblarse como espagueti.

La mujer le estaba dando la espalda, tenía la mirada en el suelo y Carlos no podía odiarse más.

—¿Cuáles son tus planes terminando este contrato?

—Todo depende de ti —Carlos dijo en un susurro.

—¿Disculpa? —Ese comentario reavivó la furia de la mujer, haciendo que se pudiera de pie —¡¿Quieres decir que si te dejo vas a correr con ella?! ¿Es eso lo que me estás diciendo? Eres un gilipollas.

Isa fue hasta su patética excusa de novio y se plantó frente a él, no le daría el beneficio de no verla a los ojos, no si iba a admitir que iba a dejarla por Victoria.

Pero lo que dijo Carlos a continuación la sorprendió de sobremanera.

—No, no voy a buscarla —Era cierto, esa decisión estaba tomada desde hace mucho tiempo —Digo que depende de ti porque quiero continuar con lo que tenemos, pero después de todo lo que te he dicho, no pienso obligarte a quedarte.

>>Y si fuera tú, me iría.

Eso fue suficiente para romper a Isa y mientras lloraba se lanzó a él golpeándolo a puños y manteniendo sus ojos cerrados por las lágrimas, Carlos no se movió mucho, se lo merecía.

Sintió como la mayoría de los golpes eran en su pecho, pero uno que otro se escapó a su cara, a pesar de eso, no le importó, no trató de detenerla, supo que merecía eso y más. 

—¿Cómo me dices eso? ¡Eres un imbécil! Mentiroso. ¡Te odio! ¡Te odio! —Isa decía entre golpes y llantos —¿Cómo puedes decirme eso cuando sabes que yo te amo? Yo iría al final del mundo por ti. Lo dijimos y lo decíamos todo el tiempo, sí tu saltas yo salto.

Carlos la abrazó, porque sabía lo herida que estaba y que todo ese dolor lo estaba causando él.

—Lo siento, de verdad lo siento —Carlos lo decía en serio con arrepentimiento en su voz.

Hoy más que nunca se sentía como un maldito cobarde, no podía corresponderle a ninguna de las dos como se lo merecían y dejaba que ellas tomaran las decisiones.

Isa se rindió y se dejó abrazar por su novio, lo odiaba, odiaba que no podía odiarlo.

Se lo dijo a Victoria, Isa ya sabía lo que significaba perderlo y no quería volver a hacerlo y estando en los brazos de Carlos recordó las palabras de la cantante:

"Yo amé de esa manera y me destruyó de formas que que no entendí"

La joven se separó de Carlos y después de limpiarse las lágrimas, lo miró.

—Quiero irme, no me mereces y nunca lo harás —Carlos asintió, no tenía respuesta alguna —Pero no puedo, no puedo hacerlo y me siento como una estúpida, me haces sentir como una estúpida.

—Lo siento, de verdad.

—¡Deja de disculparte conmigo! —Isa gritó nuevamente —Hemos estado juntos por 6 años, no pienso tirarlos por la borda, no puedo. No puedo tirarlos por más que quiera.

Era como ver a alguien tener una lucha interna con ella misma.

—Pero sí me dices que seguimos juntos en esto, entonces, yo me quedo, porque así funcionan las relaciones —Isa trataba de convencerse a sí misma, más que al madrileño de que podían salir de esta —Hemos pasado peores cosas, y nosotros siempre hemos sabido como hacer funcionar lo nuestro, pero será mejor que me escuches.

Nuevamente volvió a su tono amenazante, lo obligó a sentarse para que pudiera verla a los ojos.

—Tienes hasta Abu Dhabi para superar cualquier sentimiento por la cantante, después de eso, eres mi novio y más vale que actúes como tal.

Carlos tragó en seco porque por un segundo se sintió como un pequeño, pero era lo justo.

—Lo prometo —Carlos habló con seriedad.

Isa asintió satisfecha, y conociendo a Carlos iba a cumplir con su palabra, las promesas eran sagradas para él.

Y ahí terminó el tema, ninguno de los dos volvió a mencionar el nombre de Victoria durante su estadía en el resort y cuando se dieron cuenta, la semana había pasado.

Isa se regresó a Madrid

Y Carlos se fue directo a Brasil.

***

¡Victoria Ellis tiene un nuevo hogar!

Hace unos días informamos que Victoria Ellis, la cantante de 22 años quien inició su carrera a los 16 con RCA Records había terminado su contrato de forma abrupta y todo indicaba que no había quien la recibiera.

En esta revista estamos orgullosos de habernos equivocado y nos complace hacerles saber que Victoria tiene nueva disquera, Columbia Records.

No tenemos todos los detalles, pero esta semana se estará firmando el contrato, y todos sabemos lo que eso significa, parecer ser que tendremos nuevo disco de Victoria, después de todo.

Fuentes cercanas a la cantante nos compartieron que esa fue la verdadera razón por la cual la rubia no fue vista en el paddock de México con su novio, Carlos Sainz.

Al parecer Victoria había estado buscando una nueva disquera desde hace meses y sus esfuerzos finalmente rindieron frutos, no podemos esperar que es lo que el futuro le depara a la chica dorada.

Enhorabuena, Victoria.

***

Victoria estaba en la sala de juntas donde hace dos semanas había ido a pedir clemencia. Ahora entraba como una mujer nueva. El contrato estaba listo, su abogado había trabajado duro para que las dos partes estuvieran satisfechas y en caso de que las cosas no salieran bien, no la perjudicaran tanto, al menos no como en su antigua disquera.

También, Rogelio había cumplido su parte del trato y había mandado la cancelación hasta ella, no tuvo que volver a pisar RCA Records ni tener que volver a ver a Norman.

Victoria estaba sentada a la cabeza de la mesa, con todos rodeándola, habían decorado la sala con globos blancos y dorados y una que otra serpentina.

La cantante ya había conocido a casi la mayoría de los inversionistas y grandes ejecutivos, todos la habían recibido con brazos abiertos, Victoria sabía que sus intenciones eran buenas, sin embargo no olvidaba que mientras ella les rindiera frutos sería así como la tratarían, después de todo, eran negocios.

El CEO, Rob MacMillan, le tendió una pluma para firmar su nuevo contrato.

—Por favor, haznos los honores —Victoria se acercó hasta el contrato y lo firmó sintiendo como tomaba la pluma con más fuerza de la requerida.

En el momento que se enderezó y dejó la pluma en la mesa, una botella de champaña se abrió.

Victoria sonrió viendo a Lucía, aplaudiendo igual que todos, hubo varios flashes pues pensaban anunciarlo a la prensa como golpe final a Norman.

La junta directiva estaba ahí para felicitar a su nueva integrante, todos nuevamente se acercaron a ella soltando pequeños golpes en sus brazos y regalándole abrazos, hablando de lo ansiosos que estaban por trabajar con ella, además de John y Lucía que no dejaban de ver a su cliente con orgullo, Lucía la veía y veía a una Victoria nueva, se veía feliz, verdaderamente feliz.

Las copas comenzaron a pasarse.

Victoria estaba hablando con unas personas cuando escuchó a alguien llamar su nombre.

—¡Victoria! —Rob, su nuevo jefe le gritó y ella fue hasta donde él estaba abriéndose paso entre la gente.

Al parecer también había un pastel y lo estaban cortando para ella, pero Vic lo ignoró y fue hasta Rob.

—Hola —La rubia llegó sonriendo.

—Me gustaría presentarte a alguien —Detrás de él salió el hombre que había conocido en el GP de Texas, Victoria sonrió de oreja a oreja al verlo —Él es el mejor productor de toda esta industria, Harry Carling, será mejor que se lleven bien, pasarán mucho tiempo juntos.

Harry sonrió al verla, él la había reconocido de inmediato esa noche en el bar y cuando supo que ahora trabajarían juntos, comenzó a pensar que el destino trataba de decirles algo.

Victoria conocía el nombre de Harry Carling, él había trabajado con las mejores estrellas y producido los mejores discos, ganado todos los grammys que podía, pero no conocía su cara. Harry la miraba con una sonrisa divertida, sabía que la rubia estaba en un estado de shock, si es que así se podía decir.

—Un placer, puedes decirme Harry —El hombre frente a ella extendió su mano en forma de saludo y ella aceptó gustosa.

—Victoria.

—Bueno, ahora que se conocen, solo diré que espero grandes cosas de ambos —Y después de decir eso, Rob se alejó de ellos para ir a hablar de otras cosas.

—No puedo esperar para comenzar a trabajar contigo, me dicen que tienes talento —Estaba jugando con ella, fingía que no la conocía y bueno, ella también podía hacerlo.

—Yo tampoco puedo esperar —La rubia sonrió imitando la cara divertida de Harry.

Y luego, los dos chocaron su copa de champaña burbujeante para darle un trago.

—¿Sabes? No quiero inflar tu ego, pero no hacen esto para todos —El productor señaló las decoraciones y la fiesta con su copa.

—¿Ah no? —Victoria era una persona fácil de hacer feliz, y Harry había acertado, aunque había dicho que no quería "inflarle" el ego, era justo lo que estaba haciendo y a ella le encantaba.

—Supongo que ven algo especial.

—¿Cómo estás, Harry? —Victoria cambió el tema dejando de fingir no conocerse.

—He estado mejor —Harry no quería hablar de su vida, desgraciadamente su padre había perdido la batalla con el cáncer —¿Ya te enseñaron el estudio de grabación?

—¡No! —La cantante se tomó su copa de champaña de un trago y la dejó en la mesa.

—¿Quieres verlo? —Harry preguntó esperando distraerla.

La cantante volteó para todos lados, parecía que la pequeña fiesta estaba siendo un éxito, claro que algunas personas habían venido a felicitarla, tomado pastel y regresado a sus trabajos.

—Sí, me encantaría, ¿dónde está?

—En Greenwich Village, puedo llevarte —Harry sacudió sus llaves en la cara de la cantante y Victoria asintió.

—Genial, dejame decirle a Lucía.

—Yo iré por pastel ¿gustas? —Victoria asintió y los dos se separaron.

La rubia fue hasta su agente quien platicaba con alguno de los trabajadores de Columbia, estaban en el departamento de Marketing, Victoria las excuso y la alejó del grupo.

—¿Crees que pueda retirarme? Harry me quiere mostrar el estudio y quiero verlo —Lucía volteó hacia el productor, quien estaba agarrando enormes rebanadas de pastel y las estaba poniendo en platos.

La agente regresó la mirada a su cliente y asintió, era bueno que la cantante tuviera distracciones y por cómo había visto, Victoria estaba más que lista para comenzar a grabar.

—Con cuidado, te veo luego ¿ok?

—Me parece genial —Y después de eso, se lanzó hacia ella y le dio un abrazo y un beso —Te amo, nos vemos después.

Victoria no se dio cuenta, pero era la segunda vez que le decía "te amo", la primera vez fue cuando la sacó de la clínica de rehabilitación, Lucía solamente pudo sonreír y sonrojarse un poco viéndola partir con el productor al que llamaba Harry.

Ambos salieron de ahí despidiéndose de todos muy generalmente y con las manos llenas de pastel y una botella sin abrir de champaña.

—No vayas a tirar el pastel o nos quedamos sin comer —Harry le dijo en cuanto le enseñó su auto, era un mustang color vino del 67' como le había mencionado —Y odio que mi auto se ensucie.

Victoria rodó los ojos, típico.

Durante todo el camino Victoria le contó la historia de cómo había llegado hasta Columbia Records y Harry parecía muy interesado, cualquier que estuviera en la industria musical conocía el nombre de Victoria Ellis así como su música y desgraciadamente, su larga lista de escándalos.

En cuanto llegaron, los dos se bajaron y Harry fue el primero en entrar —Bienvenida a Electric Lady Studios

Al llegar al estudio de grabación, Harry comenzó con el tour, todas las paredes estaban decoradas con fotos de artistas que habían grabado en ese lugar, todo mundo conocía la historia de ese lugar y Victoria estaba incluida.

Electric Lady Studios fue creado por Jimmy Hendrix en los 70 's, él al inicio quería hacer un club, pero después de comprar el edificio supo que lo mejor era hacerlo un estudio.

Después de su muerte el estudio siguió abierto para todos y artistas como Kiss, Stevie Wonder, Led Zeppelin, AC DC, David Bowie y muchos más habían grabado ahí.

Victoria podía ver fotos de todos ellos en las paredes, esas paredes tenían historia y ahora ella se estaba volviendo parte de ellos.

—No sabía qué Columbia Records grababa aquí —La cantante no dejaba de ver todo como niño en dulcería.

Sus ojitos brillaban y estaba segura de que estaba con la boca abierta.

—No lo hacen —Harry nuevamente le confirmó —Como te dije, no hacen esto por todos sus artistas.

Eso nuevamente captó la atención de Victoria, frunció el ceño, ¿acaso había algo que no sabía ella?

—¿Por qué me dices todo esto?

—Porque te voy hablar con honestidad, no sé cómo haya sido tu experiencia con otros productores —Harry estaba serio y se había erguido, ambos se pusieron frente a frente —Pero yo me tomo mi trabajo muy en serio, si vamos a trabajar juntos, no quiero que mi nombre se vea arruinado, si no veo profesionalismo y seriedad de tu parte me largo. Columbia te está dando todo en bandeja de plata para que crees algo bueno, te ven con potencial y sé que lo tienes, ahora demuéstralo.

A Victoria le gustaba lo que estaba escuchando, porque ella tampoco estaba ahí para hacer tonterías.

—Excelente, porque yo tampoco vengo a jugar, planeó crear un álbum para la posteridad, no estoy aquí por las modas ni para ser una estrella pop pasajera.

Y al notar que ambos estaban en el mismo canal, el tour continuó.

Harry le enseñó todo, Victoria solo quería comenzar a trabajar, jugaron un rato, ella cantó un pedazo de la canción Boogie Wonderland del grupo Earth, Wind and Fire mientras que el productor le daba una demostración de su trabajo y fue entonces que ambos supieron que iban a ser buenos compañeros.

Durante días, Harry y Victoria comenzaron a tener una rutina, la rubia iba por las mañanas al gimnasio a nadar y de ahí se iba al estudio a comenzar a grabar algunas de las canciones que llevaba escritas.

La sorpresa de Harry fue ver lo obsesiva y perfeccionista que Victoria era con su trabajo, Rob, el jefe de ambos les había dicho que técnicamente Victoria tenía libertad creativa, pero lo cierto es que no tenía mucha.

No quería que la cantante explorara otros géneros o cambiara su estilo demasiado, porque quería que sus antiguos fans compraran el disco, pero al mismo tiempo quería algo fresco e innovador para nuevos fans llegaran, era como estar en la cuerda floja.

Rob MacMillan le exigía perfección, le exigía todo y nada al mismo tiempo, quería que Victoria fuera extraordinaria y Victoria, quien siempre se había exigido lo mismo estaba lista para probar que tenía lo necesario para darle todo lo que el CEO le pedía.

En ese momento, los músicos de Victoria estaban en la cabina, la rubia había salido un poco para hablar con Harry, Lucía estaba ahí viendo la magia suceder, se mantenía en su celular organizando algunas entrevistas para Victoria por su cambio de disquera.

—¿Qué opinas del bajo? ¿Se escucha mucho? —El productor le pasó unos audífonos para que juzgara por ella misma y le puso de nuevo la pista.

—Creo que sé sabe lo que quieres hacer con él —Harry sonrió, para este punto ya se sabía algunos trucos de Victoria.

"Técnicamente" no podía explorar otros géneros, pero estaba metiendo guitarras eléctricas, percusiones, sintetizadores y bajos tratando de acercarse solo un poco al rock, RCA Records tampoco la dejaban experimentar.

—Mira, baja el volumen del bajo, sube el de las guitarras y vemos que tal suena ¿entendido? —Victoria era buena para ordenar y Harry para obedecer.

—Lo que usted diga, jefa.

La cantante asintió y entró a la cabina, Harry apretó el botón para hacerle saber que estaban listos afuera —Cuando tú me digas, Victoria.

La rubia asintió y les dio la señal a su banda y a Harry, en tres fue cuando comenzaron.

Harry estaba poniendo atención en todo lo que sucedía dentro, que no se percató que dos intrusos habían entrado a donde él estaba, hasta que escuchó una voz chillona.

—¡Lucyyyyy! —Lucía abrió mucho los ojos al ver como Addison y Wes habían llegado de "sorpresa".

¿Cómo era posible que Harry escuchara eso cuando tenía los audífonos con la voz de Victoria, ¿que estaba sucediendo?

Luego, otra cosa pasó, Victoria se quedó callada quitándose sus auriculares que traían la pista.

—¿Mamá? —La cantante estaba con los ojos abiertos de par en par y con una mueca de sorpresa en su cara, Harry no estaba entendiendo lo que pasaba —Chicos, tomen un descanso.

La cantante les indicó a sus músicos y salió corriendo a ver qué carajos sucedía.

—Madre —Fue lo primero que se escuchó una vez que ella salió.

—¡Mi amooooor! —Nuevamente esa voz chillona —Tori, ya estaba regañando a Lucy, ninguna me contó de sus planes de cambiar de disquera.

—Nadie podía saber, Addison —Lucía se metió a defenderla.

—Hola, Wes —Victoria fue hasta el marido de su madre y lo saludó con un beso en la mejilla.

—Hola, mi amor, ¿cómo estás? —Wes le sonrió y le dio un abrazo aprovechando para besar su cabeza, Victoria quiso salir corriendo.

—Disculpen, no quiero meterme, pero ¿quiénes son ustedes? —Harry se puso de pie interrumpiendo el reencuentro familiar.

Victoria suspiró pesadamente —Harry, te presentó a mi madre, Addison y Wes, su esposo.

—¿Harry? Pero que guapo eres muchacho —Addison se acercó hasta el productor para besarlo en cada una de sus mejillas —Y alto.

Victoria solamente rodó sus ojos al ver como Harry se ponía completamente tímido ante la madre de Victoria, odiaba que su madre fuera atractiva y joven. Uno pensaría que con Wes a su lado sería menos coqueta, pero no fue así.

—¿Y cómo has estado, Tori?

—Bien, como ves ya no estoy con RCA Records y ahora estoy con Columbia —Victoria estaba explicando hasta que su mente la distrajo —¿Cómo sabías dónde estaba?

Lucía en ese momento se trató de mezclar en el sillón, la cantante solo negó, claro que Lucía le había dicho dónde estaba.

—No importa, vinimos a Nueva York y si nos hizo apropiado venir a verte —Wes habló poniendo una mano en la cintura de su mujer.

—¿A qué vinieron a Nueva York?

Harry regresó al tablero, estaba claro que no quería meterse en los asuntos personales de Victoria.

—Wes tenía unos negocios que atender y fuimos invitados a un baile de caridad. ¡Será fabuloso! —Addison decía con emoción mientras su hija asentía, en el fondo estaba feliz de verlos y de que hayan venido a verla —¿Te falta mucho? Podríamos ir a cenar.

—Ummm —Victoria buscó a Harry, lo cierto era que habían pasado un buen rato encerrados y técnicamente habían terminado desde hace un rato, pero a los dos les gustaba quedarse hasta hartarse —Sí creo que ya hemos terminado.

Harry asintió y les avisó a los músicos que fueron los primeros en partir, antes de que todos salieran, Victoria les dijo que podían tomarse el día de mañana libre, la cantante quería pasar un rato con su familia.

—Vamos a cenar.

—Va a venir el bonito vaquero o... —Addison habló viendo a Harry, lo cierto era que Addison quería conocer a los nuevos compañeros de trabajo de su hija mientras que Victoria quería saltar por la ventana directo a la calle y que un coche la atropellara al escuchar a su madre decirle como ella.

¿Por qué siempre sucedía lo mismo? Había sucedido igual con Carlos, llamándolo guapo.

—Hehe, no sé si... —Harry comenzaba a excusarse y todos supieron que no era buena idea, lo que decía Addison era ley.

—No digas tonterías muchacho, ven a cenar con nosotros —Wes también se metió —Hay restaurantes excelentes.

—Entonces, me parece genial —Algo que el productor disfrutaba era una buena comida y veía a los padres de Victoria como gente inofensiva.

Victoria y Lucía se voltearon a ver, no querían que hubiera fotos con los padres de Vic y un nuevo hombre, no estando ella con Carlos.

—¿Por qué no vamos a mi departamento? Por favor, los paparazzis no me dejan en paz —Victoria pidió suplicante y los recién casados asintieron cumpliendo los caprichos de su niña.

—Excelente, ¿Lucía vienes? —Addison preguntó, pues no sabía si la agente tenía otros planes.

—Tendré que pasar, tengo una... tengo trabajo —Era mentira, Lucía tenía una cita y todavía necesitaba tiempo para arreglarse, Victoria sonrió al verla mentir, pero fue su mirada recibida por un golpe en su brazo.

—En ese caso, vámonos.

Todos salieron del estudio, Victoria se vio sorprendida al ver que Wes había rentado una limusina para su madre y Harry se arrepintió de no haber traído su auto ese día, porque no quería que lo vieran subirse a esa cosa, Victoria parecía compartir el sentimiento.

—¿No es genial? Viajamos con estilo —Addison fue la primera en subirse, seguida de su esposo.

—Creí que me habías dicho que tu familia no tenía dinero —Harry se acercó hasta ella a susurrarle en el oído.

—No lo tiene, Wes por el otro lado, es millonario —Victoria sonrió sabiendo que no había mentido.

Los dos jóvenes entraron, dentro de la limusina había un minibar y bocadillos, ambos tomaron algunos dulces, pues morían de hambre y no se habían dado cuenta de que no habían comido nada.

—¿Qué opinas, Vic? ¿Te gustaría una mientras estás aquí? —Wes preguntó a su hijastra.

—¿Una limusina? —Victoria quiso soltarse a reír, ella tomaba el metro, por Dios.

—Claro o podría comprarte el auto que quieras, una camioneta tal vez, blindada, con vidrios polarizados para que no te tomen fotos y podríamos contratar un chofer que esté disponible las 24 horas —Harry quería reírse por la cara de desconcierto que tenía la cantante —Lo que tu quieras.

Victoria volteó a ver a su madre, quien asentía eufórica esperando que su hija aceptara la ayuda de Wes, algo que había descubierto la mayor de los Ellis, era que a Wes le gustaba demostrar su amor y afecto a base de regalos costosos.

—Creo que estoy bien por el momento, no soy fan de conducir por la ciudad, pero Harry tiene un gran auto —Victoria no sabía si era cierto o no, solo quería cambiar el tema —Un mustang del 67'.

—¿Ah sí?, me encantaría verlo —Wes era fácil de distraer.

Y después de eso el tema cambió. Al llegar al departamento de Victoria los 4 entraron esperando que nadie los hubiera visto y mientras la cantante les daba unos bocadillos como semillas y lombrices de gomita, Wes había ordenado a uno de sus trabajadores que les consiguiera un banquete.

La comida no tardó en llegar y los 4 se sentaron a comer.

—Y Harry, dime, ¿cuántos años tienes?

—32 —El productor preguntó sintiéndose en una cena como cuando conoces a los padres de tu novia.

—¿32 años y ya tienes 8 Grammys? Debes de estar muy orgulloso —Addison sonrió entre sus bocados.

—Eres un muchacho trabajador y muy talentoso —El tejano asintió sintiendo un sonrojo en sus mejillas —Y hablando de muchachos, ¿cómo está Carlos, Vic?

Wes preguntó y todas las miradas se dirigieron a ella, desde que se había reencontrado con Victoria se le había olvidado que ella tenía novio. Lo cierto es que la cantante no hablaba mucho de él y lo que había trabajado con ella eran muchas canciones de rompimiento, un rompimiento feo y que claramente había sido previo a una relación desastrosa.

El productor supuso que 2+2 era 4 y bueno, ella y Carlos habían terminado de forma abrupta y fea.

—Carlos está bien, está en Brasil y nos veremos en una semana para su última carrera —Victoria sonrió, hace mucho que no pensaba en el madrileño y desde su junta con Columbia Records no habían hablado.

—Debo decir que vimos la carrera en México, ese hombre sí que le gustan las cosas extremas —Harry quería salir corriendo de ahí, no quería escuchar cómo los padres de Victoria halagaban al novio de la cantante por la que estaba desarrollando sentimientos y la que no tenía la menor idea de ellos.

—Es un tonto, su accidente en Japón fue terrible, pero es lo que le gusta y lo respeto —Victoria tomó un poco de vino y continuó comiendo.

—Tiene que cuidarse más, pensar en su futuro —Addison habló viendo directo a su hija mientras que la rubia solo sonreía.

¿Futuro con Carlos Sainz? Sí claro, se dijo ella con sarcasmo en su mente.

—Y bueno, escuché que vinieron a un baile de caridad, ¿cuándo es? —Harry cambió el tema, no quería escuchar lo genial e intrépido que era Carlos Sainz.

El cómo era el mejor novio del mundo y mucho menos quería ver la sonrisa en la cara de Victoria en cuanto lo mencionaron.

—Es este sábado —Wes tomó la palabra —Estamos emocionados, el baile es para combatir el cáncer infantil y bueno, he donado una buena cantidad a la fundación.

—Además, de que hemos practicado desde que nos enteramos, desgraciadamente no soy tan buena en los vals como me gustaría.

Para entonces, Victoria sabía lo del padre de Harry, y volteó a verlo preocupada en cuanto escuchó la palabra cáncer.

—Pero bailaron en su boda —Victoria le recordó a su madre.

—¡Una boda de 40 invitados! No un salón lleno de celebridades, políticos y diplomáticos —Addison gritó escandalizada haciendo que Victoria se burlara de su mamá.

—Mi madre era maestra de baile —Harry intervino y los ojos de la mamá de Victoria brillaron —Créame que lo más importante es la seguridad.

—¿Y tú sabes bailar? Porque si tienes algún consejo para mí, estará genial.

—Tal vez tenga uno que otro grupo —Harry se metió un bocado sin saber lo siguiente que vendría.

Sin esperar más, Addison se puso de pie obligando a Harry a hacer lo mismo y antes de que Victoria se diera cuenta, estaban moviendo sus muebles para hacer una pista de baile.

Bodoque se vio molestado y corrió a las piernas de su dueña, Victoria lo tomó en sus brazos y lo dejó recostarse en su regazo.

—¿Puedo preguntarte por qué te cambiaste de disquera? Tu madre dijo que las cosas eran complicadas, pero que Lucía y tú sabían lo que hacían —Wes aprovechó para hablar con Victoria en privado.

—Las cosas se estaban tornando feas, simplemente ya no me sentía a gusto —Victoria acariciaba a su gato mientras respondía las preguntas de Wes.

—¿Estás bien? ¿Necesitas dinero? —Nuevamente, Victoria sonrió amable ante la oferta de su padrastro.

—Estoy bien, conseguí lo que querían para cancelar el contrato.

—¿Cuánto era? —Si de números se trataba, Wes sabía manejarlos.

—150 —El hombre asintió y Victoria tuvo que volver a hablar —No te preocupes, estoy bien y Columbia Records es mejor que mi anterior disquera.

—No, sí me preocupo, la siguiente vez que tengas problemas de ese tipo no dudes en llamarme, tengo a los mejores abogados en LA y no me importa escatimar en gastos, además, ¿qué son 150?

—Pero no eran 150 mil, eran 150 millones —Victoria supo que había habido un mal entendido, porque ¿quién hablaba así de la cantidad que le habían pedido?

—Sí, ya sabía que eran millones, Victoria —Nuevamente, la cantante abrió la boca en signo de sorpresa ¡Joder, Wes si que estaba pudriéndose en dinero para hablar así de 150 millones! —Te lo dije, ahora yo me encargaré de ustedes, por favor no dudes en llamarnos.

—Gracias, Wes.

Ambos asintieron y siguieron viendo a Addison y Harry bailar, nuevamente, Wes habló.

—Tu madre quiere pedirte que pases Navidad y Año Nuevo con nosotros aunque le da un poco de pena que la rechaces, no sé si tengas planes de pasarlos con la familia de Carlos, pero creo que sería bueno verte durante esas fiestas.

Vic sonrió viendo a su madre bailar.

—No te preocupes, pasaré las fiestas con ustedes —Victoria lo volteó a ver con una sonrisa —No creo que Carlos tenga problema.

En especial, porque ya no estaremos juntos. Victoria volvió a decir solo para ella.

—¡Ese es el espíritu! Además podemos ir a jugar golf, te encantará —Wes habló con emoción al ver como Victoria no los rechazaba o se alejaba de ellos.

Después de la cena, Harry se despidió y se fue. La familia Chatman-Ellis se quedaron en el departamento de la cantante, Wes se ofreció a recoger todo y lavar los trastes para darles un momento a solas a las chicas, además de que Bodoque tuvo la misma idea porque siguió al señor hasta la cocina y se quedó viendo cada uno de sus movimientos.

Victoria y Addison estaban reacomodando la sala de la cantante.

—¿Cómo está Lucía? Ya sabes, con su situación —Addison fue la primera en hablar del tema y Victoria sabía que eventualmente lo preguntaría.

—Se lo está tomando mejor de lo que creía y tranquila.

—¿Cómo estás tú? —Una vez que los muebles quedaron como antes, ambas tomaron asiento en el sillón más grande.

—Bien, ¿por qué no lo estaría?

—Pues todo el mundo creyó que Carlos y tú serían padres, dejaste de responder y las historias que salieron de ustedes eran cada vez más ridículas.

Victoria se puso de pie y fue hasta su refrigerador por un poco de helado y dos cucharas, si iba a tener que hablar con su madre sobre su embarazo hipotético, lo mejor era hacerlo tolerable.

Addison veía como los engranajes del cerebro de su hija trabajaban a mil por hora.

—Estoy bien dentro de lo que cabe, pero no fue fácil —Victoria comió un poco de helado.

—¿Qué hubieras hecho si sí hubieras estado embarazada? —Addison preguntó con curiosidad, quería saber la respuesta de su hija.

Victoria tenía la respuesta en la punta de la lengua y aún así, decirla iba a dolerle.

—¿Sabes? Nunca te lo he dicho, pero quiero una familia, quiero esa familia tradicional que nunca tuve, quiero un esposo o esposa, quiero hijo y una casa con jardín y quiero envejecer para ver a mis nietos junto a mi pareja —Addison sonrió al escuchar los sueños de su pequeña, sueños que ella nunca compartió —Pero, a pesar de que quiero todo eso, no lo hubiera tenido, no ahorita. Hubiera abortado.

Una parte de la madre de Victoria descansó al escucharla decir eso.

—¿Y sabes que es lo peor de todo esto? Que sé que Carlos jamás me lo hubiera perdonado —Victoria pudo sentir como su voz se rompió —Pero no estoy lista para ser madre, hubiera sido una terrible madre.

—Hubieras sido yo... —La mayor de las Ellis no pudo evitar soltar.

Ambas se vieron a los ojos en completo silencio, porque en este caso las palabras no eran necesarias, estaba claro que sabían que era cierto.

—Estoy formando una carrera, una trayectoria y si hubiera sido yo la del embarazo y lo hubiera tenido, sé que seguiría dedicándome a los escenarios y dejaría al pequeño encargado con niñeras o sus abuelos, yo que sé, porque sé que Carlos no renunciaría a su carrera por nuestro hijo y yo tampoco querría hacerlo, y eso destruiría lo que sea que tuviéramos Carlos y yo.

>>Seríamos los peores padres y ese pequeño crecería odiándonos.

Addison podía verlo, era literalmente lo que ella había vivido con Victoria. En el fondo le gustaba que su hija era consciente de lo que sucedería y no dejaría a sus hijos pasar por lo mismo que ella pasó, si tan solo Addison hubiera sido así de madura.

Las dos comieron helado en silencio.

—¿Cuándo dices que los dejarías con sus abuelos no te refieres a mí? ¿verdad? —Victoria rió al ver la cara de desagrado de su madre, ella nunca fue fan de los niños y Victoria lo sabía, claro que lo sabía.

—No, me refiero a los padres de Carlos. Ellos se hubieran hecho cargo de todo —Ambas rieron —¿No te conté lo que pasó? —Addison negó tomando un poco más de helado —¡Dios! Fue horrible.

—¿Qué hicieron? ¿Qué te dijeron? ¿Debo de ir a Madrid a golpearlos? —Addison preguntó en "broma", pero no tanto.

—No, fue muy lindo, lo horrible fue tener que romperles la burbuja —Victoria agarró más helado y con la boca llena continuó platicando —Estaban viendo casas para Carlos y para mí, ginecólogos para mí, Reyes, la madre de Carlos, estaba sacando ropita de bebé que tenía guardada de sus hijos. Todo un show, listos para hacerse cargo.

—No suena tan mal —Addison mentía, sonaba asquerosamente horrible para ella —Siento no haber reaccionado igual, para la siguiente vez prometo comprarte ropita.

Victoria se rió al escuchar el comentario sarcástico de su madre.

—La verdad es que prefiero tu reacción a la de los Sainz. ¡Querían que me mudara con ellos! —Victoria gritó y luego regresó a su antiguo tono —Lo cierto es que fue un detalle muy lindo.

Fue ahí donde Addison no pudo detenerse, tenía que compartir lo que pensaba, su hija se estaba metiendo a un lugar al que solo había una forma de salir y eso era a patadas.

—Suena horrible, Victoria.

—¿Verdad? Romperles el corazón diciendo que no era yo quien esperaba el bebé fue horrible.

—No es por lo mismo que tú crees —El tono de su madre era serio, la mujer había dejado la cuchara de lado y se había acomodado, iba a darle una lección de vida a su hija —¿Mudarte a Madrid con ellos mientras Carlos trabaja? ¿Conseguirles casa? ¿Quién eres? ¿Qué clase de personas son los Sainz?

—Son buenas personas.

—¿Y tu carrera? ¿También te dijeron algo sobre ella? Seguramente esperaban que renunciaras a ella con tal de criar al heredero del linaje real de Carlos y su familia.

—¿De qué hablas?

—Me pregunto en cuánto tiempo pasaría antes de que dejaras a los niños con la "nanny" y te fueras a clase de pilates —Nuevamente el turno de burla estaba presente.

—Te digo que son buenas personas, madre —Victoria soltó con un toque de molestia.

—No dudo que lo sean, Tori —Addison se dio cuenta que su hija en verdad quería a los padres de Carlos, así que debía de ser cuidadosa con lo que decía de ellos, no quería poner a su pequeña en modo de ataque —¿Pero acaso estás escuchando todo lo que me estás diciendo?

—Si.

—Pues no parece, porque si en verdad hubieras sido tú quien estuviera embarazada, ¿por qué serían los Sainz quienes decidirían por ti? ¿Por qué ellos escogerían donde tú y Carlos vivirían? ¿Tu ginecólogo?

Victoria se quedó en completo silencio, ella nunca lo había pensado de esa forma.

—¿Quién eres? Te vuelvo a preguntar ¿Victoria Ellis o la incubadora del heredero del apellido Sainz?

Esa pregunta casi hace que Victoria regrese toda su comida, sin decir nada, tomó más helado esperando bajarlo con eso.

—Ibas a ser su muñeca embarazada y no dudes que no solamente iban a escoger eso para ti, porque en cuanto el bebé llegara al mundo, ¿Quién crees que elegiría el pediatra?¿O qué le das de comer? ¿Amamantarías o sería fórmula? ¿a qué escuelas crees que lo iban a mandar? ¡A las que mandaron a Carlos y sus hermanos!

—Carlos tiene hermanas.

—¡Eso no importa, Tori! Los Sainz iban a disponer de tu bebé de todas las formas posibles —Addison estaba completamente furiosa —¿Es qué Carlos no les dijo nada?

—Les dijo que Bodoque no se iba —Victoria tenía la mirada perdida en el horizonte.

—¡¿QUERÍAN ALEJARTE DE BODOQUE?! ¿Acaso te estás escuchando?

—Lo hago, solamente no pensé en eso.

Era cierto, Victoria estaba tan preocupada pidiendo disculpas innecesarias que no se percató de que ellos querían elegir todo, después de todo, ellos lo admitieron, ya estaban hasta eligiendo carriolas y asientos para el auto.

Escucharlo de su madre había sido un golpe para ella, pero uno que le había abierto los ojos. Fue como escuchar a la antigua Addison, no a la que intentaba ser madre, la que era manager y le hablaba directo.

—¿Alguno te preguntó si querías al bebé? ¿Carlos lo hizo? —Addison preguntó sabiendo la respuesta.

Victoria no respondió, porque sabía la respuesta: NO.

—Porque cuando hablé con él, me dijo que se haría cargo y que si yo quería, hasta matrimonio te pediría, algo exagerado si me lo preguntas.

—Carlos está chapado a la antigua —Victoria confesó, era cierto.

¿Por qué de pronto Carlos había comenzado a hablar de hacerse cargo? ¿Por qué lo aceptaba como si nada? Cuando meses atrás le había dicho que ellos nunca hubieran funcionado ¿Acaso un bebé era suficiente para cambiar su opinión?

¡Pero no había sido el bebé! No como tal.

Lo que había cambiado la opinión de Carlos había sido la aceptación de los Sainz, los Sainz estaban tan ocupados buscando forma de encargarse del asunto que Carlos lo había visto correcto, había visto correcto el decirle a su madre que se casarían, que haría cargo, porque al igual que sus padres, Carlos lo veía como su deber.

Victoria no quería eso, quería que Carlos la eligiera por ella, no por un jodido bebé, que para colmo de todos ¡NO PINCHES EXISTÍA Y NUNCA LO HIZO!

ESE PENDEJO BEBÉ FALSO ESTABA CAUSANDO MÁS PROBLEMAS DEL QUE ELLA PENSARÍA.

—¿Alguna vez te he contado por qué me divorcié de tu padre? —La voz de Addison la trajo de vuelta.

—No —Victoria agarró más helado, era lo único que la detenía de tener un ataque de ansiedad.

—Cuando tu padre y yo nos casamos teníamos 19 años y ninguno sabía qué hacer con su futuro, en México, nos mudamos con su familia —Victoria recordaba la casa, era enorme, con jardín y animales, había gallinas y perros —Y créeme que me gustaba vivir con los Solares, hasta que me embaracé de ti.

Victoria frunció el ceño.

>>No me mal entiendas, te amo Tori, pero ellos hicieron que mi embarazo fuera un infierno, me llevaban al médico, me decían que comer, qué ropa usar, qué actividades podrá usar y cuales no. Me mantenían acostada casi todo el tiempo. Ellos en verdad querían que nacieras con bien porque ibas a ser el primer nieto —Addison le describía lo que hubiera sucedido con ella si en verdad hubiera estado embarazada de Carlos —Y yo lo permití porque era una pequeña, joven, madre inexperta, no tenía a nadie más.

La cantante estaba viendo a su madre y por un momento no supo qué sucedía, nunca se había sincerado de esta forma, a Addison no le gustaba hablar de su vida en México.

—Las cosas cambiaron conforme crecías, porque ellos querían decirme como criarte, que comer, como vestirte, a que escuelas asistir y yo también maduraba. ¡No quería que extraños se metieran en mi crianza!

Wes había terminado y se había unido a las dos chicas en la sala, dejando que el gato se sentara con él, a ninguna de las dos les importó que lo hiciera, pues Addison ya le había contado todo esto a su esposo.

—¿Y tú padre? ¡Tu padre era un cobarde!

Victoria se congeló al escuchar esa palabra, era así como Victoria lo había llamado en lo que ella consideraba "su gran pelea"

—Cada vez que le pedía que me defendiera, que hablara, que le dijera a sus padres que no se metieran contigo no lo hacía. Me decía "mis padres solo quieren lo mejor para la niña" —Addison imitó una voz de hombre exageradamente, se escuchaba furiosa —Nunca me puso sobre ellos, nunca fuimos su prioridad, por eso supe que tenía que divorciarme y largarme de ese lugar antes de que te dijeran que hacer con su vida.

>>Tu padre no era un líder, era un seguidor, era débil y nunca supo salir de la sombra de ellos.

Victoria se había cansado de tomar helado, lo dejó en su mesa cafetera y Bodoque fue más rápido que todos, porque brincó del regazo de Wes para ir a tomar un poco, ninguno lo quitó, pues la plática era más interesante.

—Siempre se dejó manejar por sus padres y déjame decirte algo jovencita —Addison se puso de pie y señaló a su hija —Si Carlos no sabe poner sus prioridades en orden en estos momentos, antes de que se casen, no lo hará después.

Dios, si tan solo su madre le hubiera dicho todo esto antes, no hubiera sufrido por el amor no correspondido de Carlos.

—Gracias por esto —Victoria soltó sin saber de dónde había salido todo eso, fue como destapar una tubería y toda la mierda había salido.

—Ay mi Tori, no tomes mi palabra como ley y no porque me haya pasado a mí significa que les pasará a ustedes —Addison volvió a tomar asiento y comenzó a pasar sus manos por el cabello de su hija, sabía que todo lo que había hablado había sido como darle unas cachetadas para que reaccionara, fue como quitarle los lentes color rosa —Solo siento que es algo que tienes que hablar con Carlos, ya sabes, discutirlo como pareja, antes de que sea demasiado tarde.

¡Ya lo es!, quiso gritar, pero no lo hizo.

Gracias a Dios no había estado embarazada, porque de verdad todo se hubiera tornado en un puto chiste.

—¿Amor? —Wes habló interrumpiendo a ambas—Creo que ya es tarde y me siento un poco cansado.

Victoria agradeció eso, necesitaba estar sola con sus pensamientos.

—Claro, ya nos vamos Tori, ¿te parece mañana vernos y dar un tour por la ciudad?

—Sí.

Victoria se puso de pie y acompañó a ambos hasta el elevador.

—Hija, nos vemos mañana, descansa —Wes se acercó a abrazarla y está vez, Victoria lo abrazó de vuelta —No dejes que lo que tu madre te dijo te quite el sueño.

—Gracias, Wes.

Antes de que el elevador se fuera, Addison soltó su último comentario.

—Carlos es un gran chico, estoy seguro que él sí te pondría como prioridad, solo tiene que aprender a marcar límites —Y con una sonrisa, los dos se despidieron.

El elevador cerró sus puertas y Victoria se quedó en el mismo lugar sin poder moverse

—No, ese idiota no lo haría y no sabe poner límites.

Victoria habló en voz alta porque necesitaba sacarlo, no importaba que no hubiera nadie para escucharlo.

Después de unos segundos, regresó a su departamento y se encontró con Bodoque tirado lleno de helado derretido, el baboso se había tirado en bote de helado encima llenándose de él y ensuciando su sala y su sillón.

—¡Bodoque! —La cantante se percató de que había huellitas en todo el sillón.

¡Lo que le faltaba!

Se acercó hasta él y lo metió a su caja de viaje antes de que ensuciara algo más, comenzó a limpiar todo, ya mañana llamaría a alguien para que lavara sus sillones a conciencia.

Luego comenzó a llenar la tina de Bodoque, tendría que bañarlo, calentó agua y se cambió de ropa, porque sabía que ella iba a terminar empapada, su gato odiaba los baños.

Una vez que estuvo listo todo, cerró el cuarto de baño y comenzó a limpiar a su gato lleno de helado.

El felino no dejaba de llorar y aullar, estaba claro que se quejaba, pero Victoria no podía dejarlo así, tampoco dejaba de moverse y de mojarla a ella, inclusive le había lanzado unos golpes y había intentado rasguñarla.

—¿Por qué querría un hijo cuando te tengo a ti, bola gorda? —La rubia le dijo como Carlos solía llamarlo mientras lo enjabonaba.

Y fue así como dió por terminado el tema, no quería volver a saber nada de bebés y ginecólogos en mucho tiempo, mucho menos de carriolas y asientos para el auto. 


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Antes que nada, siento si hubo errores, lo terminé a la mera hora (como estoy terminando todos)

Anuncio importante

El siguiente capítulo será el último maratón de la fanfic, el cual será el capítulo 50 [Se baja el telón] 

Constará de tres partes y espero ya sepan como funciona:

La primera parte se publicará el jueves 9 de Noviembre

La segunda parte se publicará el viernes 10 de Noviembre

La tercera parte se publicará el sábado 11 de Noviembre 

El domingo 12 de noviembre discutiremos el capítulo en instagram para quien quiera seguirme, JavaddMad

Y bueno, me tomaré una semana para poder armarlo bien porque no quiero dejar nada fuera de lugar 

Espero les haya gustado esto y bueno, cada vez nos acercamos más y más al final de esta bonita historia. 

siento que todos los personajes están por explotar y me encanta  buajajaja [intento de risa malvada] 

Pregunta del capítulo: ¿Quién creen que sea el primero en explotar? 

Nos vemos, no la siguiente semana, si no hasta dentro de dos

Las amo

Fer <3


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