Siempre puedes perder una batalla pero no la guerra.
Capítulo 4
Siempre puedes perder una batalla pero no la guerra.
Thor se levantó desanimado esa mañana, su escapada nocturna no termino como hubiera querido y ahora estaba comprometido con Sigyn y sus estúpidas clases, además su hermano y ella pasarían más tiempo juntos y por si fuera poco sospechaba que sus amados desayunos familiares serian arruinados por cierta despreciable criatura.
Así que alargando su rutina mañanera el príncipe aprovecho para llegar retrasado al desayuno ganándose una mirada reprobatoria por parte de sus padres.
—Hasta que te dignas a aparecer Thor — le recriminó su padre impidiéndole sentarse en la mesa —las lavanderías del palacio empiezan a funcionar en diez minutos, tu madre me ha contado tu castigo y sobra decir que vas retrasado para cumplir con tu sanción, además al medio día te unirás a mí para continuar tus lecciones — comentó el rey mirando seriamente a su hijo quien solo tomó una rebanada de pan para salir de la habitación de su madre, notando la mirada de satisfacción de Lady Sigyn quien nuevamente se encontraba sentada aun lado del padre de todo.
El heredero al trono caminó por los pasillos hasta llegar a las áreas de servicio donde todo mundo hizo una reverencia al fututo rey —Muchachos, doncellas nuevamente me encuentro entre ustedes y sé que como siempre cuento con su apoyo para sobrevivir a este castigo— guiño un ojo el príncipe para después palmear la espalda de un siervo.
—Su majestad ¿Podría relatarnos la historia de cómo peleo contra la serpiente de Jörmundgander? — pidió uno de los mozos siendo secundado por los demás.
—Claro, Claro pero primero, primor tráeme algo de comer y un buen vaso de hidromiel para acompañar— ordeno el principe sentándose en una de las mesas mientras todos empezaban sus labores.
Thor odiaba que lo castigaran mandándolo a la lavandería debido a que estas se encontraban en lo profundo del castillo, sin vistas a los jardines o corrientes de aire que golpearan en la cara. Pero debía reconocer que tampoco lo pasaba tan mal, sus siervos lo amaban y adoraban que pasara todo el día contando historias de sus aventuras fuera de Asgard, en todos sus castigos jamás había tocado ninguna sabana o cortina del palacio.
Pero aun así era tan aburrido estar ahí que el príncipe no pudo evitar resoplar de frustración. Pronto las mancebas se encontraban sirviendo al rubio mientras escuchaban los relatos de sus hazañas en Midgard.
— Vamos Thor, no estarás aburriendo a todo el mundo con esas viejas historias ¿Verdad? —lo interrumpió Frandal saludándolo efusivamente.
— ¿Qué te habías hecho, viejo amigo? — le respondió Thor invitándolo a sentarse.
— He estado ocupado Thor, ya sabes las damas de la corte extrañaron a este caballero —respondió guiñándole el ojo a la joven que servía su copa de vino.
—Dime que nuevos rumores has escuchado en la corte — pidió el dios del trueno sorprendiendo a su amigo.
— Nunca te has interesado en los dichos de la gente ¿Qué ocurre? —lo cuestiono el guerrero.
El príncipe de Asgard miro a su amigo reflexionando si debía confiar en él o no, pero necesitaba ayuda para enfrentar la situación y Frandal después de Loki era su confidente de mayor confianza.
— Lady Sigyn ¿Qué sabes de ella? — preguntó el señor de los truenos seriamente.
Frandal observo a su compañero de batallas, notando la preocupación en sus gestos —. Es una dama de la corte que llego hace unos meses por solicitud de su majestad la reina, se le ha visto cercana a la familia real, pero nadie se cuestiona este hecho debido a que es hija de amigos íntimos de los reyes y su padre ocupa un puesto político importante en Vanaheim al servicio del Padre de Todo — respondió, robando un poco del desayuno de su amigo.
— ¿Qué relación tiene con Loki? — la pregunta del señor del trueno le cayó como agua fría era bien sabido para él y sus amigos de lo extremadamente protector que era el príncipe con respecto a su hermano menor.
—Bueno... tu sabes...no— la mirada del dios del trueno se oscureció delatando su molestia por el balbuceo —. Se rumora que Lady Sigyn será la futura consorte del pequeñuelo, además se dice que la dama ha logrado dominar al lengua de plata quien se ha portado ejemplarmente desde que ambos fueron presentados formalmente— dijo atropelladamente el espadachín al notar como su líder reventaba el vaso que sostenía.
—Nadie es capaz de dominar al dios del caos ¿Qué clase de barbaridad es esa? Loki ha estado tranquilo porque yo me encontraba ausente y no tenía quien lo secundara en sus aventuras— declaró el príncipe retando a su compañero a contradecirlo.
—Thor, tranquilo, tienes que respirar— intento relajarlo sin mucho éxito Frandal —, son solo rumores sus majestades no han confirmado nada en absoluto— comentó él caballero intentado relajar el ambiente.
— Esa mujer no es de fiar...algo en ella no me agrada, tú me ayudaras a desenmascararla ante todos, no la quiero en mi reino y menos cerca de mi hermano, ahora sígueme iremos a investigar en persona el asunto— ordenó el dios olvidando por completo su castigo saliendo a los jardines para buscar a su pequeño que debería estar en ese momento trabajando en los huertos para recolectar las plantas.
Frandal ni siquiera pudo asentir antes de ser arrastrado por el príncipe hasta los invernaderos, donde ambos buscaron a la pareja para confrontarla. Escucharon sus voces al otro lado del jardín...
— Estas en lo cierto, estas plantas te ayudarían a hacer una poción más consistente pero el efecto duraría menos en realidad, yo prefiero tener un brebaje que sea efímero pero sus efectos permanezcan y la rapidez para usarlo se la dejo a mi ingenio no a la oportunidad— oyeron a Loki comentar, Thor intento ir hacia él pero fue detenido por Frandal quien lo empujó hacia el suelo para cubrirse tras una enredadera que les permitía observar sin ser vistos.
—Entiendo tu punto, pero creo que no siempre puedes forzar la mano del contrario, mi madre dice que "cosas buenas llegan a los que saben esperar", a veces solo tienes que poner la carnada y esperar a que la presa llegue sola, para eso requieres una pócima de larga duración — respondió la dama tomando entre sus manos un capullo de una flor para colocarla en una cesta.
— Supongo que podemos concluir que es cuestión de estilos — contesto el azabache tomando la cesta del piso para cargarla ofreciéndole una mano a la mujer que se encontraba sentada en el piso.
—Supongo que podemos considerarlo un empate—dijo la pelirroja aceptando la mano de su compañero entre risas de ambos.
Ambos espías observaron como la joven pareja se paraba a lado de un arbusto sin gracia y con cuidado buscaban unas esferas verdes que depositaban en un vaso que contenía un líquido azulado.
—Creo que tengo que aceptar que este castigo no es tan terrible, contigo como compañía— comentó el hechicero sin dejar su labor.
—Eso es un cumplido Loki. Debo estar haciendo las cosas muy bien, para que su excelencia encuentre agradable mi compañía — se burló la dama mientras tapaba los frascos y abría un nuevo frasco para cada uno.
— No te vanaglories tanto Syg, mi tolerancia no es tan grande — y con un movimiento de sus dedos pequeñas chispas rodearon a la mujer haciéndola reír.
— Disculpe su majestad, esta sierva a veces no sabe el lugar que ocupa — le respondió siguiéndole el juego, guiñándole un ojo.
—Entonces continua con tu faena y no hagas perder el tiempo a tu rey — contestó el azabache entregándole el frasco esperando le entregaran uno nuevo para empezar nuevamente.
Sigyn hizo una profunda reverencia después de tomar el frasco ganándose la risa del dios, pero no se percató de que se encontraba abierto provocando que el líquido azulado se derramara quemándola al contacto.
Thor se sintió confundido cuando su hermano soltó el trabajo de todo el día sin importar que el contenido se perdiera y tomo delicadamente la mano de la doncella para examinar la herida.
— Eres una tonta, te he dicho que tengas cuidado cuando haces las cosas, otra vez te quemaste por una negligencia —la regaño el azabache mientras un flujo de energía verde envolvía la mano de la mujer, para empezar a sanar la herida.
— Lo siento no me di cuenta— contesto refugiándose en el pecho del segundo príncipe de Asgard mientras este la curaba.
— Nunca serás una buena sanadora o hechicera si no prestas atención a los detalles en todo momento — siguió reprendiéndola el hechicero que había terminado la curación y observaba una pequeña marca en la palma de su mano.
El dios del trueno noto la tristeza en los ojos de su hermano al ver la cicatriz en la pelirroja, aumentando su confusión al notar la preocupación de Loki por alguien que no pertenecía a la familia.
— Mira lo que has hecho ahora tendrás una horrible marca en tu mano — le reclamó el azabache con un profundo dolor en su voz que sorprendió a todos los presentes.
Thor intento levantarse para consolar a su hermano, pero se congelo al ver a Sigyn tomando la mejilla de su pequeño para verlo a los ojos y sonreírle —Estoy bien, no tienes por qué preocuparte— antes de que el dios pudiera protestar ella coloco un dedo sobre sus labios—. Mira la cicatriz Loki ¿Qué ves? — El dios del caos observo la palma abierta de la mujer y sus ojos comenzaron a brillar y una gran sonrisa lleno el rostro del hombre—. Ahora veré la marca y recordare la generosidad del dios del caos que curo a su humilde sierva con sus grandiosos poderes— le dijo la chica ganándose un abrazo rápido por parte del príncipe que provocó que Frandal sufriera un golpe en el pecho al detener nuevamente a Thor de interrumpir la conversación.
— Bueno supongo que puedes considerarte afortunada y agradecérmelo esta tarde durante las dichosas clases de baile y quitarme a las molestias de encima cuando mi tolerancia se vea reducida— contestó el dios levantando lentamente la canasta tratando de recuperar el trabajo de toda la mañana—. Hemos tenido suerte pequeña manceba solo tendrás que trabajar media hora para recuperar lo perdido...mientras tanto me recostare bajo el árbol vigilando que no tengas mas descuidos. — ordeno retirándose hasta la sombra de un gran Olmo.
Sigyn solo rodo los ojos dispuesta a trabajar rápidamente para poder irse a sus clases, sin embargo no paso de percibida la sonrisa de felicidad y suficiencia que la dama no pudo quitar mientras ambos amigos se retiraban los más silenciosamente que podían del lugar envueltos en un profundo silencio que Frandal no se atrevía a romper.
Thor se despidió de su amigo pidiéndole que se reuniera con él por la noche y se dirigió al despacho de su padre donde observo salir a su madre con un antiguo cofre donde guardaba las joyas más preciadas que el rey le había obsequiado con el paso de los años.
— ¿Padre puedo pasar? — preguntó el príncipe teniendo como respuesta solamente un gesto de la mano concediéndole el permiso, el dios del trueno miro a su majestad sellar un baúl con las insignias de su casa para después colocar emblemas de la casa gobernante de los enanos impidiendo que alguien ajeno pudiera abrir él envió.
— Debe ser muy importante aquello guardado en el baúl para la cantidad de seguros que has colocado, padre.
— Ciertamente lo es, tu madre adora el contenido y tiene puestos sus mejores deseos dentro de este cofre, es mi obligación asegurar que llegue indemne a su destino— le respondió el rey parándose para entregar a su guardia personal el cofre —Llévalo y permanece a su lado hasta que lo traigas de regreso— ordenó su majestad a su jefe de guardia quien con una reverencia abandono el lugar dejando intrigado al príncipe—. Ahora hijo, estudiaremos los principios de la ley de nuestro mundo y de los nueve en su conjunción. Como bien sabes lejos de los códigos y leyes que rigen cada uno de los mundos que protegemos existe una fuerza superior que nos une con reglas básicas que como rey jamás debes romper porque las consecuencias de hacerlo serian terribles— dijo su padre con aire solemne tomando con su mano un libro dorado que abrió mostrando la conocida imagen del árbol del Yggdrasil.
Thor suspiro aburrido, la historia de la formación de los nueve mundo la tenía más que aprendida y no entendía la intención de su padre al explicarle algo que los niños aprendían.
—La energía tiene tantas formas y maneras de presentarse ante nosotros, desde los poderosos rayos que convocas, hasta en la delicada música de los elfos que es capaz de curar los daños ocasionados por la oscuridad, pero esta tiene reglas que nos someten, nos enlazan y nos separan por razones que solo yo alcanzo a distinguir en la lejanía del destino. — continuó su discurso el rey atrayendo la atención del heredero quien sintió curiosidad por estas revelaciones—.El Yggdrasil es el centro de todo nos une y esta energía fluye de un mundo a otro llenándonos y manteniendo el equilibrio que permite la existencia de cada uno de los nueve mundos y así el microcosmo es un reflejo del macrocosmo la energía nos envuelve llevándonos por el camino correcto. — expreso Odín colocando la punta de su dedo sobre las imágenes permitiendo que su poder fluyera por el libro recreando lo que el dios había dicho anteriormente.
El príncipe contemplo la escena fascinado con las imágenes en movimiento naciéndole una pregunta — ¿La magia es otra manifestación de la energía, verdad? Mi hermano alguna vez me dijo que las personas sensibles a la energía eran capaces de manipularla a su antojo a través de su propio cuerpo— comentó el rubio sintiéndose muy orgulloso de entender lo que su padre le explicaba a la primera.
—Estas en lo cierto, tu madre y hermano son sensibles a la energía y cuando la manipulan lo llaman magia pero esta es una de las muchas formas de usar la fuerza primea. Siempre debes respetar esta esencia Thor, tal vez pienses que no es lo correcto o no te guste a donde te lleve pero debes de saber que a pesar del gran poder que posees no puedes ir en contra de esta sin sufrir las consecuencias.
Un profundo momento de reflexión llego hacia Thor sacudiéndolo al ver la verdad de esas palabras —Por esa razón dejaste vivo a Laufey ¿no es cierto? Ya habías ganado la guerra lo tenías a tu merced y tu simplemente te retiraste una vez que estuvo indefenso, lo hiciste porque no puedes erradicar a los gigantes de hielo sin sufrir las consecuencias que eso traería— concluyó Thor sentándose en una de las sillas del lugar.
El rey observo a su heredo sintiéndose complacido, su hijo tenía nobles sentimientos que madurarían con el tiempo convirtiéndolo en un rey justo y esperaba que lo suficientemente sabio para dirigir a su pueblo.
Unos golpes en la puerta interrumpieron la solemnidad del momento, Thor se levantó dando espacio a su padre para que atendiera a los consejeros, decidiendo concentrar su atención en el libro que aún conservaba en sus manos, su padre dejo vivir a los gigantes de hielo seres repugnantes que solo deberían servir para practicar sus habilidades de guerrero, un mundo tan primitivo y de pesadilla no sería extrañado por nadie, él era testigo de los múltiples problemas que daba esa raza de seres monstruosos, su hermano y él casi habían sido asesinados por los mismos.
Tal vez todo el asunto de la energía uniéndolos marcando su destino tenía mucho sentido para su padre mas no para él, él era el hijo de Odín Nieto de Bohr príncipe heredero al trono de Asgard y el no sentía miedo y no se detenía jamás a pesar de las consecuencias, un digno hijo de su padre tendría que ser valiente y osado, cubrirse en la gloria de alcanzar lo que el rey anterior no había logrado.
Con esa convicción el futuro señor de Asgard decidió que nada lo detendría al final de cuentas su futuro consejero principal, su pequeño hermano lidiaría con todo el asunto de la magia librándolo de cualquier terrible consecuencia. "Alguna ventaja tiene que tener que tu hermano sea un futuro hechicero supremo" deslindo Thor sintiendo la confianza correr por sus reales venas.
—Padre entiendo la lección todo tiene consecuencias y uno debe ser lo suficientemente fuerte para afrontarlas — concluyó el príncipe acercándose a la salida dejando confundido al rey quien solo le dedico una dura mirada
—Mañana continuaremos la lección hijo, todavía tenemos cosas que aclarar— le respondió su majestad regresando a la plática con sus consejeros.
—Mi señor, no podemos esperar más los acuerdos con Vannahein están llegando a un punto crítico tiene que hacer el anuncio oficial— fue lo último que escucho Thor antes de salir del despacho con el objetivo de buscar a su hermano para convencerlo de una nueva fuga.
Y ese hubiese sido su brillante plan si una pelirroja cabellera no se hubiese puesto en su camino —Príncipe Thor su majestad la reina me solicitó lo escolte a su salón para cumplir con su promesa— enuncio la dama haciendo la debida reverencia.
—Por supuesto lady Sigyn— respondió el dios cambiando de dirección, dirigiéndole una mirada de fastidio — ¿Dígame no extraña su casa después de tanto tiempo lejos de ella? — cuestionó Thor aprovechando la oportunidad para obtener información.
La joven sin mirarlo solamente respondió —. Pronto estaré de regreso en casa, así que supongo que disfruto el momento y trato de obtener todo lo que pueda para recordar este maravilloso lugar, su majestad— Thor disfrutó el saber que pronto dejaría de tener a esa intrusa en su hogar aunque algo en las palabras que uso le dejo preocupado—. Es una pena que no hayamos coincidido desde el principio de mi viaje, me hubiese gustado conocerlo sin todos esos rumores tan incomodos rondando por la corte, después de todo nuestros padres son tan cercanos, lo más lógico es que nosotros estrechemos esos lazos ¿No lo cree, su majestad? Loki ha estado de acuerdo conmigo en ese punto. Al fin todos nosotros seremos aliados de la corte en el futuro— expreso la pelirroja girando su cuerpo para confrontar al rey.
— ¿Tú serás mi aliada en la corte? — la cuestiono el dios intentado descifrar el juego de esa mujer a demás ¿Loki? desde cuando alguien fuera de la familia tenía permitido llamarlo así.
— Yo, su majestad, seré una de sus principales aliadas, usted ¿Lo será para mí? — le respondió la mujer deteniéndose de golpe ocasionando que Thor le cayera encima. El golpe no le molesto tanto al rubio como ver la sonrisa de esa mujer tan cerca de él, obligándolo a recordar un incidente similar que había presenciado horas antes en los jardines—. Espero una respuesta su majestad— murmuró la mujer obligándolo a regresar al presente.
—No me agradas Sigyn y no sé qué estúpido juego estés jugando pero Loki es mi hermano y no habrá nada que nos separe, no necesitamos aliados solo nos bastamos, tu sobras. ¿Estoy siendo lo suficientemente claro?
La mujer observo a Thor con una fría calma —. Como agua — contestó desprendiendo un ligero polvo rojo de su cuerpo; Thor se sorprendió levantándose en el acto reconociendo esa magia como la misma que se enredaba en la esencia de su hermano — ¿Qué has hecho maldita mujer? — lo cuestionó Thor agresivamente.
—Nada mi señor solamente me he tropezado— contestó desde el suelo mirando sobre la espalda del rubio.
— ¿Qué demonios crees que estás haciendo estúpido? —le grito Loki empujándolo para ayudar a la joven a levantarse.
—Hermano, ¡Ella me provoco! no sé qué viste pero...— los furiosos ojos del azabache bastaron para silenciar al hermano mayor.
— ¿Estas bien Syg? El bruto es tan grande que a veces no se fija como camina, siempre le he dicho a nuestra madre que alimentarlo con tanta carne traería consecuencias pero nadie me escucha...
— ¡Loki!— dijo Thor enojado siendo ignorado por un molesto hechicero. Que sostenía delicadamente a la dama.
— No pasa nada su majestad, me tropecé y por mi culpa su hermano se cayó, tenía razón para estar molesto, vamos que no pasa nada a demás estoy ansiosa por empezar a trabajar en las clases de baile, adoro ser tu compañera de danza y no quiero que empecemos en un ambiente tenso — aclaró la dama a Loki soltándose de sus brazos para acercarse a darle la mano al rubio dios.
Este observaba la mano ofrecida con recelo pero conocía suficientemente bien la mirada que su hermano le estaba dirigiendo para saber que si no la aceptaba estaría en serios problemas —Claro mi lady, solo fue un accidente— le contestó apretando ligeramente su mano para después girarla intentado observar de cerca la cicatriz que tanta alegría había ocasionado en su hermano.
Pero solo pudo apreciar una mancha rojiza en la palma pero después de un pequeño destello rojizo se sorprendió al notar la forma de un lobo uno de los animales favoritos de su hermano.
— Me alegra que todo esté bien entre nosotros su majestad, no quisiera que hubiera malas interpretaciones— le susurró la chica tomando nuevamente la mano del dios de las mentiras para alejarse mientras recargaba la cabeza en el brazo del hechicero y murmuraba algo que Thor no alcanzo a escuchar pero provocó que Loki le dirigiera una fría mirada.
Siguiendo a la pareja, entró al salón donde nuevamente pudo percibir el brillo en los ojos de su madre mientras veía como su hermano caminaba tomado de la mano de Sigyn.
—Muy bien jóvenes me alegra saber que hubo tan buena recepción de estas clases entre los miembros más nuevos de la corte— dijo la reina sorprendiendo a Thor quien no había notado la gran cantidad de chicos en la habitación incluyendo a sus compañeros de armas.
—Empecemos haciendo las parejas para después practicar los pasos más básicos de las danzas — los guío la reina mientras todos los participantes se movían formando a sus parejas. Thor se apresuró hacia sus amigos y para sorpresa de ellos tomando la mano de Frandal lo jalo hacia el centro de la pista dejando a Sif con la mano estirada.
—Thor, hermano quería aprovechar esto para ligarme a la mensajera de Tyr ¿Has visto las curvas que tiene? — se quejó el rubio mientras intentaba soltarse.
—Eso no importa esa mujer trama algo y tenemos que descubrirlo— le respondió el príncipe colocando sus manos en la cintura y mano del rubio.
— ¡Y tengo que ser yo la mujer!— exclamó Frandal con voz quejumbrosa empezando a imitar los pasos que la pareja central hacía de manera lenta esperando que todos pudieran copiarlos.
—Soy el príncipe de Asgard ¿Que esperabas? — le respondió con una gran sonrisa el rubio. Que se perdió cuando su mirada se cruzó con la pareja que nuevamente parecía sumergida en un momento privado.
Thor observo horrorizado como una ligera nube verde se mezclaba por momentos con otra de color rojizo y tras girar alrededor de su pareja un sentimiento extraño empezó a inundarlo al notar como Loki veía a esa simplona y traicionera mujer.
El había visto antes esa forma de mezclar la magia, reflexiono el dios deslizándose sus ojos hacia su madre quien desprendía una ligera nube dorada a su alrededor intentando reconfortar a los jóvenes a su lado que no habían conseguido pareja.
Y entonces lo supo con la misma claridad con la que sabía en qué momento su martillo estaba en su mano listo para sujetarlo aun sin verlo, esa forma de unir su magia solo lo había presenciado en sus padres y ¡No! ¡No! ¡No! esto que veía no podía ser verdad ella regresaría a su casa y se llevaría a Loki lejos de él, pronto su cuerpo se llenó de una furia que provoco que ligeras chispas corrieran por su piel.
Frandal sintió el cambio en su pareja y sabiendo de antemano del temperamento de su amigo lo sujeto fuertemente sintiendo las descargas eléctricas provocadas por el dios quemando ligeramente las puntas de sus dedos — ¡Thor! — gritó el espadachín intentando distraer su atención en un fútil intento por calmarlo atrayendo la atención de los congregados a su alrededor.
Pero el dios del trueno se encontraba en un mundo distinto al de Asgard un lugar donde solo los dioses más poderosos son capaces de entrar y aun entre esos seres únicamente aquellos que conocen por completo sus capacidades son aptos para encontrar el camino a través de la destrucción.
Ajeno a su realidad el príncipe de oro solo podía observar a su pequeño hermano tan ingenuo y confiado siendo separado de él, debido a la ambición de esa mujer, siendo lastimado en el proceso y en su interior la primicia con la cual fue forjado surgió, su deber de proteger lo impulso a tomar una decisión que creía correcta.
Porque el dios del trueno nació para ser el protector de los nueve reinos y ¿Cómo podría ostentar ese título si su tesoro más preciado era robado y destruido?
— ¡Thor! — escuchó que gritaban pero su mirada estaba fija en la pareja que sorpresivamente se había separado al notar el alboroto en el salón.
Entonces los ojos verdes de Loki lo miraron y movido por sus sentimientos arrojo a Frandal al suelo, quien impedía que pudiera tomar aquello que estaba destinado a proteger y camino decido a su hermano.
— ¡Loki! — grito estirando la mano en un esfuerzo para llegar al hechicero que solo permaneció parado observándolo fijamente.
— ¡Thor; basta! — le ordeno la reina colocándose delante de él en un intento más de calmarlo debido a que los rayos empezaban a caer cerca de la sala asustando a los jóvenes reunidos.
Pero lejos de responder a sus reclamos el dios solo la empujo aun lado sin perder de vista al azabache que ocultaba con su cuerpo a la pelirroja.
Tomando valor el segundo príncipe dio un paso hacia su hermano tomando la mano ofrecida sintiendo como un rayo lo golpeaba prácticamente tirándolo al suelo del dolor acarreado.
— ¡Loki! — Grito asustada su madre — ¡Thor, suéltalo! Lo lastimas — rogó la reina quien observaba imposibilitada como su primogénito cargaba a su hermano provocando que los rayos que desprendía su cuerpo descargaran en su bebe.
— Thor, hermano tienes que calmarte — susurró el dios de las mentiras superando el dolor, intentado entender qué demonios le pasaba al mayor para salvar la situación.
Y entonces ante la sorpresa de todos, la magia de Loki envolvió a Thor y este pudo escuchar la voz de su hermano rogando que parara, prometiendo que todo estaría bien, pero que tenía que volver con él.
El señor del trueno siguió el llamado y entonces sintió el peso en sus brazos y el olor de carne quemada, sacudido por la sorpresa soltó su carga sin darse cuenta de sus actos cayendo sentado en el piso por el cansancio.
— Mi amor ¿estas bien? — oyó decir a la reina aun lado de él—. Traigan a los sanadores inmediatamente.
Thor se sorprendió por el tono de angustia de su madre y levantando la mirada se congelo cuando noto a Loki en el piso con quemaduras y manchas de sangre por todo su cuerpo siendo sostenido por la reina mientras ella usaba su propio poder para empezar la sanación.
—Estoy bien madre, no tienes que gastar tu magia deja que los sanadores lleguen— consolaba el dios a su progenitora.
—Soy tu madre, no me des órdenes y no te muevas— contesto sin dejar su labor.
— ¿Qué paso? ¿Quién...te...ataco? — cuestionó desconcertado Thor sintiendo correr su furia al ver lastimado a su hermano, reuniendo su fuerza el dios hizo el amago de acercarse pero fue empujado al piso por una furiosa Sigyn quien apuntaba la base de un palo hacia él.
— No te acerques— le ordeno colocándose entre Loki y él.
— No...— la respuesta del príncipe fue interrumpida por la aparición de Odín y de los sanadores que inmediatamente se colocaron a un lado de la reina.
—Todos fuera— ordeno el rey caminando hacia su hijo mayor para levantarlo del suelo—. Ve a tu cuarto y permanece ahí hasta que tu madre o yo vayamos — le ordenó sin dejar derecho a replicas, para después colocarse junto a su esposa e hijo.
Thor se encontró por primera vez en su cuarto solo y confundido, repasando las escenas en el salón sin entender por completo que había pasado, afuera de su cuarto había guardias impidiendo que pudiera salir y la mirada que su madre le dio al salir de la habitación le provocaba un desasosiego que hace mucho no había sentido.
—Llorar nunca ha ayudado a nadie a resolver los problemas, pero acepto que sirve para desahogar el caos que habita en el interior— escuchó el dios del trueno a un lado de él sacándolo de sus recuerdos.
—Y nadie mejor que tú para hablar del caos ¿No es cierto? — contestó el dios sintiéndose inmediatamente mejor al sentir esa presencia.
— Tú los has dicho, no yo — respondió sentándose en la orilla del balcón observando el maravilloso paisaje que se extendía a su vista, una ciudad vibrante llena de vida y esperanzas, — es una lástima que este destinado a destruir todo esto...
— No te lo permitiré y lo sabes— comentó Thor mirando a su compañero que no se perturbo por el comentario.
—Tan típico de ti, Bruto— fue toda la contestación que el príncipe de Asgard recibió mientras veía como el hechicero levantaba las manos y de estas se desprendían hilos de magia que parecían dispersarse como polvo en el viento.
—Cuando esto acabe, prometo que te salvare— dijo Thor, con su característica seguridad.
—Tal vez si, tal vez no, realmente no importa — el señor del trueno escucho la contestación mientras los ojos verdes se cerraban.
Recuerdas la primera vez que has hecho algo muy malo, pero realmente no fue tu intención hacerlo, seguramente intentaste corregir el error y probablemente todo fue aún peor, bueno Loki entendía a la perfección esos sentimientos, sin poder evitarlo su mirada se posó en la quemadura en su mano y el aullido de un lobo perforo su alma.
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"Quiero agradecer especialmente a bom12334578910 porque gracias a su comentario me anime a escribir, siempre cumplo mi palabra"
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