Capítulo 6

¿Puedo estar contigo esta noche?

A veces existían días en que él dios del trueno y primero en línea al trono odiaba ser él, por increíble que parezca en días como estos, lo único que deseaba era tomar a su mejor corcel Lyn y perderse entre los nueve mundos, solo él y la vida que existía a su alrededor, pero ¡No! Se encontraba aquí sentado enfrente de su madre, oyéndola parlotear sobre otro baile.

¿Qué demonios había ocurrido con la conquistadora Asgard? Ahora en lugar de planear campañas militares, el tiempo se gastaba planeando festividades, su propia y bien merecida fiesta de bienvenida no tenía más de un mes y la siguiente campaña de cacería no empezaría a ser planeada hasta dentro de otros  4 ciclos, entonces no veía razón para hacer una gran reunión por la llegada de un grupo de Vanir.

Otra razón para estar molesto era la ausencia de su hermano, ¿Por qué? El pequeño tramposo podría saltarse esta sesión de tortura y él no.

—Entonces, Madre ¿Dónde está Loki y Padre? — Cuestionó Thor observando con sospecha la soñadora mirada de la reina.

—Están ocupados mi cielo, tu hermano también tiene sus momentos de profundidad con tu padre — contestó la reina con algo de nostalgia en su voz.

— Claro, lo entiendo pero ¿Tiene que ser en este momento, cuando acostumbramos reunirnos a desayunar?— reprochó el príncipe mientras tragaba su segunda ronda de carne y vino.

—Me temo que el momento está en nuestra contra mi amor, esperábamos tener más tiempo para preparar todo con calma y darles tiempo de adaptarse al cambio, pero supongo que todos tendremos que improvisar es una suerte que Loki sea bueno en eso.

— No te entiendo madre ¿De que estas hablando? Sabes que los juegos de la corte no son mi fuerte y solo estás hablando sin sentidos para mí, con todo respeto. — se apresuró a agregar el príncipe al ver la mirada de reproche de su madre quien parecía agobiada eligiendo entre diversas muestras de menús y colores. 

Thor observaba confundido a la inquieta reina quien siempre era tan ecuánime y firme al planear las grandes reuniones del palacio, ciertamente pocas veces la había visto tan preocupada por un asunto tan poco relevante.
Los pasos al fondo de la habitación distrajeron su atención para darle una gran sensación de alivio, al notar que su padre y hermano se aproximaban al comedor, ambos parecían pensativos aunque Padre de Todo parecía sumamente pagado de sí mismo, mientras que su hermano lucia aturdido.

— Espero que perdones nuestro retraso, mi cielo— se disculpó el rey tomando su asiento habitual —, pero tenemos excelentes noticias— añadió Odín mirando con gran orgullo a su segundo hijo.

Los ojos de la reina brillaron con felicidad —  ¿Que noticias son esas, amor? — preguntó  a su majestad sin despegar la vista del azabache.

—He decidido pedirle matrimonio a Lady Sigyn, madre, como tú ya sabes— interrumpió Loki la conversación entre sus padres.

La soberana no pudo ocultar su felicidad mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, apenas conteniéndose tomó al hechicero en sus brazos, llenándolo de besos.

— ¡Soy tan feliz por ti, hijo mío! —exclamaba la reina, no pudiendo negar la felicidad en sus rasgos.

Thor observaba el cuadro sin entender realmente que estaba pasando  “tu hermano se va a casar” murmuro una voz en su cabeza “con una heredera extranjera”  continuaba molestándolo “lejos de Asgard, lejos de ti”; escucho las palabras de felicidad de su madre y nada más, el tiempo se detuvo mientras su cerebro trataba de procesar la información.
Y entonces toda la realidad llegó de golpe y como siempre de su boca salieron las palabras — ¿Pero por qué? — ya que él seguía sin entender la razón, por la cual  su hermano tenía que casarse con una cualquiera.

— Porque Lady Sigyn es una hermosa y fuerte dama, digna de emparentar con la casa de Odín, su familia mantiene una amplia influencia en Vanaheim  y tu hermano ha llenado de honor esta casa, cumpliendo con su deber de príncipe de Asgard, aceptando unir su vida a la de Lady Sygin, para partir como consejero residente en Vanaheim, terminando con todos los conflictos que hemos tenido con nuestros aliados. — declaró el rey colocando su mano en el hombro de Loki.

— ¡Van a mandar a mi pequeño hermano a otro reino! ¿En qué mundo eso es correcto? ¡Maldición Padre, por eso me mandaste de expedición! ¿No es cierto?...Entre ambos planearon separarnos… ¿De que sirven todas las historias que nos contabas si esto era tu plan desde un principio?— el dios del trueno sentía su sangre hervir y al mismo tiempo un frio desolador lo embargaba lentamente.

Esas sensaciones eran viejos enemigos que hubiera jurado, exilio en su infancia, cuando ser el hijo de Odín lo separaba de los demás, las sonrisas falsas, la condescendencia estúpida y luego Loki, su Loki esa pequeña cosita que lloraba cuando lo cargaba o le quitaba un juguete, pero que también se atrevía a golpearlo o escupirlo.

Su Loki quien llenó sus días de sonrisas y juegos, quien no tenía miedo de humillarlo ni consolarlo, con Loki solo era Thor no el hijo de Odín, no el dios del trueno, con Loki no había nada más que el mismo.

Los truenos lo asustaron, su mirada cayó en el balcón donde un fuerte viento era el anuncio de nubes tormentosas.

— ¡He dicho que te detengas, Thor! — Ordenó el rey sacudiendo a su primogénito —. Ya no eres un niño y esto no es más que un berrinche, tu hermano se va a casar con una honorable dama, no es como si lo exiliáramos a Jotunheim.

Thor observó el piso, intentando recuperar su postura — ¿Por qué, Madre? ¿Por qué mandarme lejos para separarnos de esa manera? — susurro el dios con aprehensión.

— Mi cielo, tu padre y yo nunca pensamos en separarlos, aún ahora sabemos que su relación se mantendrá tan fuerte como siempre, pero necesitábamos que Loki tuviera espacio para conocer a Sygin, tiempo para que ellos pudieran conocerse— le explicó la reina mientras tomaba su cara con una de sus manos y con la otra sostenía la mano de Loki.

— El único propósito de tu padre y el mío es asegurar la felicidad de ambos y el futuro de nuestro reino, Sigyn será una maravillosa hermana para ti, una aliada inestimable, esta noticia hijo es de buen augurio, te lo digo yo la diosa del matrimonio, puedes confiar en mis dones tesoro— explicó Freiya tomando la mano del rubio mientras se colocaba enfrente de sus hijos. 

— Lady Sygin cuenta con mi aprobación y esa unión tiene mi bendición y nada me hará más feliz que ver a mi segundo hijo unido a esa dama ¿Esta claro Thor?  — aclaró el rey sosteniendo la mirada a su heredero quien solo asintió con la cabeza antes de abandonar la habitación.

Thor caminó por los pasillos hasta llegar a la sala de armas donde sus camaradas se encontraban entrenando, los observó y sintió por primera vez envidia, ellos eran libres de decidir su futuro, por primera vez en su historia el príncipe entendió que su vida no le pertenecía, sus decisiones no valían de nada frente a la voluntad de Odín.

Y entonces una peculiar sonrisa poco característica del primogénito surgió en su rostro y con renovados bríos partió a buscar a  su hermano del alma, quien seguramente compartiría sus pensamientos.

La biblioteca se encontraba sorprendentemente vacía seguramente debido al ambiente  lúgubre y terrorífico, su hermano a veces era muy predecible. 

— Loki, ¡Basta, no más ilusiones! — gritó en medio de la habitación.

Una neblina verde brillo por un momento para dejar ver al príncipe de Asgard sentando en su lugar favorito aun lado de la ventana.

— No tienes que hacerlo, hermano mío, he encontrado la solución… ¡Escaparemos! Por unos siglos y después antes del sueño de Odín volveremos y padre nos perdonara y nadie tendrá que casarse con nadie —  anunció Thor caminando hacia su hermano quien mantenía su vista en la ventana.

El azabache lo miro y soltó un ligero suspiro— No deseo escapar Sigyn será una buena esposa — respondió el menor, haciendo aparecer una pequeña caja en sus manos, dejando aturdido al rubio.

— ¿Qué demonios te pasa? — lo cuestionó el  mayor.

— ¿Sabes Thor? a diferencia de ti, no soy tan ingenuo desde un principio sospeche de la situación, madre hizo muy evidente la razón de la permanencia de Sigyn en esta casa… yo permití que la situación llegara a este punto.

— ¿Pero por qué? Loki no puedes estar considerando abandonar Asgard, tú y yo gobernaremos juntos, a quien más podría recurrir por su consejo   — suplicó el príncipe recargando su cabeza en las piernas del hechicero.

El dios del trueno sabía que esta era una muy rastrera forma de obtener aquello que deseaba, pero… con Loki solo con él mostraría este lado infantil y vulnerable.  Él podría tomar al resto del mundo con golpes y rudeza, pero la única forma de llegar a su hermano era así a través de su corazón.

— ¡Porque tú serás el heredo al trono de Asgard! Y yo… con suerte seré el  gobernante de las tierras de Vanaheim si las cosas siguen el flujo esperado, en el peor de los casos mi influencia será lo suficientemente grande para ser el apoyo infalible de Asgard ¡El futuro de nuestro pueblo será asegurado con esta unión! Y eso es más importante que tus deseos, que mis deseos. — declaró el azabache acariciando la cabeza del rubio.

— Eso no es cierto, Asgard estará bien como siempre, no necesitamos esos tontos actos de diplomacia, somos guerreros demostraremos nuestra fuerza y  todos se rendirán a nuestro poder— proclamó Thor sosteniendo a su hermano, preguntando se de que servía ser el príncipe del reino mas poderoso, si a quien mas amaba le seria arrebatado. 

Thor observó con horror como su hermano se desvanecía en el balcón, golpeando fuertemente el piso, pero aquello que paralizo su corazón fue sentir el desprendimiento de la magia de Loki, dejando solo un cascaron vacío.

Su cuerpo se movió sin que fuera consiente y pronto se encontró sosteniendo a su hermano en sus brazos mientras lo llamaba a gritos.
Las voces de sus amigos lo sacaron de su histeria dirigiendo su atención hacia el enorme lobo que amenazaba Asgard que se encontraba rodeado de una telaraña verde que refrenaba sus ataques, reduciendo lentamente su tamaño.

— ¡Tu hermano esta usando un hechizo de sacrificio para detener a la bestia!— sollozó la reina quien se había reunido por primera vez con él desde que Padre de Todo calló en el sueño de Odín.

Thor no podía negar que esto era su culpa, el había fallado protegiendo Asgard y ahora su hermano estaba por perder su vida, solo para corregir un error suyo y evitar la muerte de Padre de Todo.

Pronto los aullidos del lobo disminuyeron a lastimeros ladridos y Thor pudo apreciar como el cielo despejado se encontraba ahora repleto de nubes y truenos pero no podía evitar sentirse mal aunque recordara su pasado estaba obligado a volver a cometer los mismos errores, Sigyn y su hermano eran dos gotas de agua, dos almas similares que se habían encontrado.

— Thor, déjalo ir — suplicó la reina.