La primera diáspora
CAPITULO 5
La primera diáspora
La habitación de su hermano se desplegaba ante su vista haciéndolo sentir incómodo y pequeño, nunca le había gustado el estilo del azabache tan oscuro pero extrañamente cálido, él prefería luz y grandes ventanas con colores vivos, en lugar de los verdes y negros.
Sin embargo debía admitir que el espacio de Loki era especial con los extraños objetos colocados en paredes y muebles, con las montañas de libros puestas aparentemente al azar creaban un ambiente que te invitaba a relajarte, bueno no a él en particular, siempre que entraba en esa habitación terminaba haciendo rabiar a su hermano por la destrucción de su propiedad, pero en esta ocasión el príncipe de Asgard se había prometido su mejor comportamiento.
Tenía dos semanas sin ver a su hermano quien pasó diez días en el área de sanación bajo el cuidado de su madre y solo hace tres le permitieron regresar a su habitación bajo el mayor cuidado posible, pero hoy la reina tuvo que atender un compromiso real y por primera vez en esa dos largas semanas, una brecha de oportunidad para ver a su hermanito a solas se abría.
El aroma de las hierbas curativas y relajantes inundo el ambiente cuando vislumbro la cama de su hermano con la figura de este recostado leyendo un libro. Y por primera vez sintió miedo, estaba tan decidido a ver a Loki que no pensó en que posiblemente este no deseaba verlo y tenía todo el derecho de estar enojado, tal vez él debería pedirle que le imponga tareas extremadamente difíciles para ganar su perdón.
— ¿Vas a continuar parado ahí mirándome fijamente? En verdad es un poco escalofriante— lo cuestiono Loki sin levantar los ojos de su libro.
Mala señal pensó Thor, continua molesto por el accidente — Solo no estaba seguro de que desearas me acercara más a ti— respondió el rubio acercándose lentamente hasta que su hermano se encontraba al alcance de su mano.
El azabache lo observo fijamente — ¿Cómo te encuentras Thor? — preguntó buscando la mirada del mayor.
Thor lo miro sintiéndose como un idiota, su pequeño estaba preocupado por él — Estoy bien los sanadores no encontraron nada raro y la magia de madre no encontró ningún hechizo extraño en mí, en general todos concluyeron que fue un episodio aislado, como los de mi infancia y que todo estará bien.
El dios del trueno contuvo la respiración cuando el hechicero tomo su mano y con suavidad mando un pulso de su magia a través de él, llenándolo de una sensación de confort y tranquilidad.
— Efectivamente no tienes absolutamente nada, pero sin duda alguna, algo extraño paso en ese momento tu energía rebaso tu cuerpo. Fue...— el hechicero fue interrumpido por un sorpresivo abrazo.
— ¡Juro por nuestro padre que nunca volveré a hacerte daño hermano! — exclamo Thor apretando fuertemente al ser más preciado para él.
— Eres un tonto Thor, no puedes jurar sobre algo que no puedes controlar— lo regaño el azabache mientras se movía en su lecho permitiendo que el mayor se recostara a su lado.
— Ese es un juramento que mantendré toda mi vida Loki— recalco el príncipe tomando un libro de la cabecera de la cama.
— Nuestra vida querido hermano es demasiada larga, hacer esa clase de promesas es estúpido seguramente será rota y las personas que confiaron en ti serán lastimadas — insistió el menor antes de retomar su lectura.
— Tal vez eso sea cierto, pero somos los hijos de Odín, no existe nadie en los nueve mundos que pueda superarnos solo nuestro Padre, pero algún día tu y yo seremos más grandes que él. — dijo exaltado el dios del trueno ganándose una mirada de fastidio por parte del hechicero.
— Como digas Thor, ahora la única incógnita que me preocupa es cuando terminaras ese libro ¿Crees lograrlo antes de que muera otra estrella? — se burló el menor de los hermanos.
— No tengo ninguna prisa, yo si disfruto de mi lectura, no tengo necesidad de adelantar mi placer— rezongo el rubio.
Ganándose un codazo por parte del hechicero, después de un momento el silencio normal entre ambos lo hizo sentir en casa y la presencia tranquilizante de Loki lo relajo hasta el punto de entrar en un estado de letargo que poco a poco lo arrastraba a la inconciencia.
Solo podía escuchar la tranquila respiración de su hermano y el suave sonido de las hojas al ser cambiadas por sus dedos, una suave fragancia a sándalo ocasionalmente lo llenó de confort, por fin el sueño lo llamaba tranquilamente después de días donde solo pesadillas llenas de muerte y dolor lo atormentaban.
— Duerme hermano, yo te protegeré — susurro Loki, comenzando a tararear una nana que su Madre acostumbraba cantarles.
Y entonces un suave mundo oscuro lo cubrió lleno de pequeños destellos verdes y dorados que lo rodeaban guiándolo por diversos escenarios donde aventuras extrañas se desplegaron ante él, rayos alumbraban el paisaje cambiándolo drásticamente de un mundo a otro.
Por fin después de volar entre los cielos de Asgard su amada laguna lo esperaba, el lugar que solo su familia conocía, lo invito a sentarse bajo un gran árbol con grandes y gruesas ramas que proyectaban una gran sombra, sus ojos recorrieron los troncos del árbol hasta que noto aun ¿gato Midgardiano? ¿Leyendo un libro?
El gato lo miro un momento para después ignorarlo por completo concentrado en su grueso compendio, pero eso no impidió que Thor siguiera observándolo, disfrutando de la magnificencia y lo absurdo de ver al felino en esa posición.
—... Me ha pedido que te vigile y te atienda el día de hoy, mientras ella se encuentra de diligencia — escucho a lo lejos una voz.
—Te lo agradezco, pero me encuentro mejor, no es necesaria tu presencia en este momento — contesto el gato quien se levantó de la rama en la que estaba mientras hablaba con alguien a quien Thor no podía ver.
— Estas fuera de tu cama, ese simple hecho implica que no eres capaz de cuidar de ti mismo, el sanador fue claro reposo total hasta nuevo aviso — regaño la voz al gato.
Thor no entendía porque un sanador tendría que ver al gato y mucho menos porque el gato parecía molesto, pero todas esas dudas quedaron a un lado cuando vio a un gran lobo acercarse desde la parte superior del árbol.
— Soy mejor sanador que tú, y creo que soy perfectamente capaz de juzgar hasta donde puedo llevar mi cuerpo sin lastimarme — respondió el minino mostrando sus uñas colocándose en una posición amenazadora ante el gran lobo marrón.
El dios del trueno intento levantarse para proteger al gatito del lobo, pero se encontró incapaz de moverse, sus brazos y piernas estaban siendo rodeadas por serpientes que entraban y salían del suelo manteniéndolo sujeto.
— No quiero pelear contigo, por favor solo permíteme recostarte revisar tus vendajes y aplicar las pomadas necesarias, su majestad no olvide que su salud es lo más importante para esta súbdita — contesto el lobo mientras se inclinaba ante el gato.
Pero Thor no era un estúpido y claramente noto que a pesar de la sumisión mostrada por la criatura marrón lentamente está había envuelto entre su cuerpo al pequeño felino impidiendo huir o moverse, atrapándolo.
El azabache parecía molestó pero en un última instancia, cambio de opinión permitiendo que el lobo colocara su cabeza sobre la suya.
— De acuerdo sierva pero estoy aburrido de estar encerrado, salgamos al balcón— contesto el mínimo alejándose del lobo quien lo siguió dócilmente.
Los ojos del príncipe se abrieron de golpe sintiendo un escalofrió de terror ante la mirada de burla que le dedico el lobo antes de seguir al gato, su primer pensamiento fue desconcertante al desconocer el lugar donde estaba, el sueño había sido tan real que despertar en la habitación de su hermano lo dejo confundido pero pronto los recuerdos y el ensueño se acomodaron en su mente.
Una vez enfocado el dios del trueno escucho los susurros provenientes del balconcillo de su hermano y con la inquietud naciendo desde su pecho se dispuso a encontrarlo.
— No podemos retrasarlo otra vez, Loki tenemos una pequeña ventana de oportunidad y está empezando a cerrarse — oyó la irritante voz de Sigyn desde la habitación.
—Ya lo sé Sigyn, pero en este momento mi posición es complicada. Padre de Todo me tiene bajo el cuidado directo de Heimdall, ni siquiera podremos acercarnos sin que este notifique a padre de mis intenciones — respondió el azabache.
— Eso no lo sabía... lo siento... pero es que... es tan emocionante... si lo logramos haremos historia— comento la pelirroja para irritación de Thor quien a través de un espejo observo como la mujer abrazaba a su hermano, soplando un polvo sobre él que hizo estornudar a su bebe.
— Errores de novata, yo te avisare cuando el tiempo sea perfecto confía en mi Syg cumpliré tu sueño — prometió el príncipe menor sosteniendo con cuidado la mano con la cicatriz que tanto molestaba al dios del trueno.
— Siempre Loki, por siempre confiare en ti, permaneceré a tu lado aun después del final de los tiempos — confeso la pelirroja tomando con sus manos la cara del azabache para acercarlo a ella, despertando la furia de Thor quien en un arrebato llamo a su hermano, entrando de golpe en el estudio.
— ¡Hermano! Se supone que debes estar en reposo, por esa razón dormimos juntos en lugar de salir a pasear — se quejó el mayor sin pensar claramente lo que estaba implicando, causando vergüenza en el menor.
— En verdad que nunca te fijas en lo que dices ¿Verdad? ¡Idiota! — contesto Loki alejándose de Sigyn quien no pudo evitar fulminar con su mirada al rubio.
— Loki, no te enfades no puede ser bueno para tu salud, mejor ven conmigo vayamos a ese lugar que amas tanto donde ofrecen postres sumamente dulces — ofreció el dios del trueno tomando la mano de su hermano para arrastrarlo con él.
— ¡Alto! ¡Príncipes! Les recuerdo que su majestad Loki no se encuentra en condiciones de salir del palacio por órdenes de la reina. Loki por favor... — termino suplicando la mujer sosteniendo la otra mano del hombre.
Para sorpresa de Thor, el hechicero se frenó en seco y miro por un momento a la mujer frente a él y sin soltar la mano del mayor se acercó a la doncella.
— Mi hermano odia ese lugar con todo su corazón, algunas veces sale con alergia, nunca se ofrece a ir conmigo porque la dueña del local lo ama ciegamente y está segura que son almas gemelas y cree que algún día Thor se dará cuenta y correrá a sus brazos para desposarla, no puedes perderte eso Syg ven con nosotros — concluyo el joven jalándola hacia ellos.
El príncipe dorado observo todo con incredulidad que fue remplazada por molestia al tener que soportar a esa arribista en un momento donde estaría solo con su hermano pero no se sentía con el valor suficiente para oponerse a los deseos del menor después de haberlo dejado varios días en cama.
"Yo su majestad seré una de sus principales aliadas, usted ¿Lo será para mí?" Las palabras de Sigyn lo golpearon cuando sus ojos se encontraron.
— Como quieras bebé de mamá si necesitas una niñera, será como tú digas — respondió Thor intentando manipular a su hermano.
— No soy ningún bebé de mamá, te recuerdo que es a ti a quien madre acostumbra vigilar durante la noche, porque tiendes a caerte de la cama — contesto el azabache siguiendo el juego a Thor quien camino hasta el balcón para empezar a buscar la red con la que acostumbraban ayudarse para escapar—. Levanta el arbusto de la esquina tuve que cambiar de escondite, cuando sospeche que padre tenía una idea de donde estaba. — comento Loki parándose en la orilla del balcón para vigilar los movimientos de los guardias.
— Loki tú diriges, da la orden — dijo el mayor acomodándose para hacer su movimiento.
El hechicero movió sus dedos y pequeñas lucecitas salieron de estos, para dirigirse a las torres de vigilancia, el dios del trueno sabía que eso mantendría distraído a los guardias para poder escapar y bloquearía momentáneamente la visión del guardián del bifrost.
— Muy bien ¡Ahora Thor! — Exclamo el menor tomando la mano de Syg para acomodarla en su espalda, haciendo resoplar al mayor—. Sostente fuerte — índico al mismo tiempo que saltaba sobre el barandal y se deslizaba por la malla siendo imitado por el rubio, quien al llegar al piso jalo dos veces el tejido para que esta se enroscara regresando a su lugar original.
— ¡Increíble, invento! — escucho el príncipe dorado sin poder evitar sentirse orgulloso por el comentario, la red era un invento hecho por los dos, él la había tejido y conseguido los materiales para la fabricación del dispositivo que permitía que la malla se ocultara de nuevo, mientras que su hermano coloco los hechizos para hacerla resistente y por supuesto el diseño de la maquinaria era creación de él.
— Yo diría que increíble se queda corto es el trabajo de dos mentes geniales y sincronizadas ¿No es cierto; Hermano? — presumió Thor.
—Una mente genial y una en la media de lo normal diría yo, pero no demeritemos su uso, fue muy útil para cargar las cosas pesadas — confirmo el hechicero ganándose una mirada de indignación y una de diversión—. Ahora la parte difícil— continuo encabezando la marcha entre los jardines de la reina para salir por una pequeña puerta que daba acceso a la servidumbre de confianza a los jardines desde ahí sería más fácil salir al pueblo.
Caminaron siguiendo los pasos del hechicero lentamente con la doncella entre ellos, para fastidio de Thor pero se contuvo debido a que su hermano hablaba con él y realmente podía imaginar que no llevaban un peso muerto entre ellos.
Y entonces ocurrió en una distracción de Loki, la pelirroja rozo una flor haciéndola florecer, permitiendo que liberada un polvo brillante.
— ¿Thor a qué hora regresaba nuestra Madre a Asgard? — cuestiono el azabache al mayor mientras retomaba la marcha rápidamente.
— No lo sé, no dio horarios pero es poco probable que se encuentre ya de regreso— confirmo el dios del trueno tratando de sentirse seguro con sus palabras pero prefirió mirar sobre su hombro solo para ratificar esa seguridad.
Loki cabeceo en aceptación de esa información pero no desacelero el paso, la puerta se encontraba a unos cuantos metros cuando la primera luz los ataco, Thor sabía lo que significaba esa bola luminosa.
Su madre estaba en Asgard con suerte aun no llegaba al palacio pero seguramente ahora sabía que el azabache no se encontraba descansando en su cuarto.
Pronto más luces se unieron a la primera señalando su ubicación y tendiéndoles una trampa.
— Haz algo Loki, todavía estamos castigados de la última vez, no puedo purgar dos castigos al mismo tiempo, moriré de aburrimiento— se quejó el dios del trueno corriendo tras la pareja.
— Loki no puede usar su magia está recuperándose, no debería ni sobre esforzarse en este momento Thor — reclamo Sigyn, desprendiendo magia roja que desaparecía las amenazantes luces que los seguían.
—Solo necesitamos avanzar la salida no se encuentra lejos— los animo Loki, girando detrás de un rosal enorme que los encubrió y les permitió ver el apreciado objetivo.
—Las buenas noticias es que mamá no ha pedido ayuda a nuestro padre y no informo a los guardias de nuestra desaparición— reconoció Thor mirando como los soldados seguían entretenidos con la magia de su hermano.
— Las malas noticias es que la magia y el poder de mamá están rodeando el castillo, buscándonos y puedo sentir como se aproxima a casa desde el bifrost, no tenemos forma de cruzar hasta el pueblo sin ser rastreados por ella. — sentencio el azabache sentándose en el suelo con indignación.
—Estamos atrapados— susurro Sigyn mirando a los demás.
— ¡No! Loki, ¡Otro castigo, no lo soportare! — exclamo Thor examinando histéricamente los alrededores esperando ver a su Madre en cualquier esquina.
— ¡Cálmate, hermano! Algo se me ocurrirá — contesto el hechicero intentando concentrarse mientras tomaba a Thor por su abrigo y lo jalaba al piso con él.
— Engañemos a la reina— murmuro la pelirroja atrayendo la atención de los hermanos
— ¡Imposible! — Grito el dios del trueno — ¡Engañar a la reina, es un delito capital! Me rehusó a participar en tal sacrilegio. — recrimino el príncipe mayor golpeteando en el piso con su puño.
— De hecho no es mala idea — contribuyo el azabache mirando con astucia a la mujer, — realmente no estaríamos haciendo nada malo solo cambiando de planes — continuo con confianza mientras se acostaba en el pasto.
— Claro, mi señor, usted se encontraba sumamente aburrido por lo que decidimos salir al jardín a despejarse un poco nada muy elaborado solo una ligera merienda y una suave manta — contribuyo la hechicera haciendo aparecer una canasta y varias mantas que con magia se envolvieron alrededor de Loki.
— Nuestra madre no es estúpida olerá el engaño desde que entre al jardín — aclaro Thor, mientras abría la canasta para sacar la comida que había materializado Sigyn — ¿A quién le robaste su cena mujer? Esta comida no es por creación mágica. — pregunto el dios del trueno.
—A nadie, ordene que la tuvieran lista en la cocina por si se necesitaba, su alteza — respondió sarcásticamente la dama mientras entregaba un plato con fruta al menor de los príncipes.
Thor observo la escena sintiéndose molesto, la fruta era buena pero su hermano preferiría obviamente un pedazo de tarta antes que la insípida fruta y cuando se disponía a hacer su punto, la tranquila voz de su hermano lo interrumpió, — La reina nos observa, tranquilos — conteniendo la respiración para dejarla ir lentamente los sentidos del dios se abrieron localizando la sutil presencia de su madre en la copa de un árbol, usando el reflejo de sus muñequeras la diminuta forma de un sencillo pajarillo capturo su atención.
— Su majestad Thor ¿Desea un poco de vino? He notado que no ha tomado ni una gota desde que nos sentamos a descansar — pregunto gentilmente Sigyn, interrumpiendo los pensamientos del príncipe de oro
— Por supuesto querida ¿Tu hermano un poco de tarta, no es de tu agrado? — siguió la corriente Thor manteniendo la calma mientras tomaba la copa y ofrecía a su vez un trozo de la tarta que fue interceptado por la doncella para ofrecerlo de su propia mano a la boca del príncipe quien tenía en sus manos un libro que el dios del trueno no tenía idea de donde había sacado.
— Eres muy amable Syg, — comento Loki con una tranquila sonrisa, para la desesperación del dios del trueno.
— Me alegra que mi idea de pasear por los jardines le gustara, mi señor — contesto la pelirroja mientras pelaba otro fruto para ofrecerlo en un trozo de pan al señor del trueno quien asintió con la cabeza para tomarlo.
— También le agradezco a usted su alteza sin su notable fuerza no hubiéramos podido mover a su majestad de manera tan eficiente y discreta. — continuo hablando cortésmente la dama entregando su bocadillo al rubio príncipe quien solo atino a lanzarle su mirada más mordaz.
Y entonces ante la impotencia e incredulidad del dios del trueno observó a la ramera pegajosa depositar su cabeza en las piernas de su hermano.
— Recuerdas esa linda canción que me enseñaste esa tarde en el rio — comentó Sigyn empezando a mover sus manos en un patrón misteriosamente conocido para él junto con un armonioso tarareo que lentamente empezó a formar palabras que potencializaron la magia de sus manos desplegando sombras rojizas de árboles y animales que ilustraban las oraciones de la canción.
Su ojos siguieron las imágenes y su mente lo llevó a las tranquilas tardes de primavera cerca de un caudaloso rio donde Loki lo arrullaba con esa misma canción mientras practicaba su magia permitiéndole descansar en su regazo, las historias variaban con el tiempo y su hermano encontraba la forma de hilar las palabras en la melodía logrando que pareciera natural como si desde un principio ese fuera el sentido de la canción.
Una ráfaga de viento seguida de una lluvia de luces de colores interrumpió la interpretación de la joven, justo al final de la canción.
— Nunca me ha gustado el final de esa epopeya, cuando el gigante de hielo muere solo, lejos de todo lo que conoce únicamente porque sintió curiosidad de entrar al bosque — dijo la reina acercándose al grupo para sentarse a lado de Thor, aceptando el saludo sorpresa de los jóvenes.
— Pensé que mi orden de reposo total había sido entendida, antes de marcharme — los regaño Frigga mientras tomaba un trozo de la tarta y se sentaba a la derecha del mayor.
—Me encontraba muy aburrido y amenace con usar mis poderes si intentaban detenerme — respondió el menor de los príncipes, mirando a su madre con una mezcla de súplica y molestia.
— Para ser sincera, me encuentro sorprendida por la cantidad de tiempo que logre mantenerte en reposo, supongo que te debo un favor joven Syg — comento la reina, brindado una sonrisa, cómplice a la mujer — me recuerdan tanto a mis días de juventud, cuando tenía que arrastrar a su padre a la cama para que descansara después de alguna contienda — suspiro la mujer mientras recordaba esos tiempo.
— Madre por favor...— se quejó el dios del trueno.
— Algún día, querida Syg te contare los mejores momentos de mis hijos, eran tan tiernos y amorosos...— fue interrumpida su majestad por la queja de ambos hombres.
— Estaré encantada, de escuchar esas historias su magnificencia— dijo la joven.
— ¡Oh! ¡Pequeña mía! No sabes cuánto llevo esperando por tener una brillante doncella a quien guiar en los secretos de esta familia, créeme cuando te digo que mantener el orden en la primera casa de Asgard no es una tarea fácil, pero vale cada onza de esfuerzo— habló la reina tomando la mano de la pelirroja y del hechicero.
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Loki recordó esa hermosa tarde con su madre, su hermano y Sigyn, en ese momento había entregado parte de su corazón sin saberlo.
El piso se cimbro y la realidad golpeo al hechicero forzándolo a reforzar su magia, entretejiendo entre su hechizo fragmentos de su alma para evitar que el lobo llegara al palacio de Asgard, una punzada de dolor en su mano, le indico que por el momento su plan estaba funcionando y con un poco de suerte todo saldría bien.
El azabache miro el maravilloso cielo de su tierra y sintió la debilidad propia de usar ese tipo de hechizo basado en el sacrificio, pronto perdería la conciencia y quien sabe que destino le esperaría una vez que despertara, ¡Claro! Suponiendo que despertara.
Con todo la fuerza que le restaba permitió que su propia conciencia quedara atada a la red que con cuidado estaba tejiendo, no pude evitar esa pequeña voz en su conciencia regañándolo en el último momento por no haberle avisado a Thor las consecuencias de su plan, tal vez hubiera evitado el fuerte golpe que se llevaría al caer en el piso.
Y entonces todo fue oscuridad.
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