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seis



-- Oye... ¿No decías que ibas a luchar por tu estrellita? No te deprimas tan rápido. -- 

-- No estoy deprimido... -- Musitó el rubio dando un sorbo a su batido de arándanos. 

Jungkook ante aquella negación alzó una de sus cejas, no es lo que estaba reflejando; mucho menos con ese tono decaído y ese batido que era el tercero que pedía. El cuerpo de Jimin era adicto al dulce cuando se sentía triste. 

Los mullidos labios del chico estaban abultados, tomando el líquido a través de una pajita de plástico color amarillo. Tener frente a  él a Taehyung y Jungkook era gratificante y a la vez ¡él también quería estar así con su estrellita! Pero parecía que esta brillaba para otra persona. 

-- Jiminie ¿qué esperabas? Incluso cuando le conociste le viste besarse con alguien más, posiblemente sea esa chica, según lo que hyung nos dijo se trata de su novia. -- 

-- Lo sé, lo sé ¡y voy a seguir luchando porque se fije en mi, Taehyung-ah. Pero déjame hacer un poquito de drama porque el futuro padre de mis hijos está con otra. -- 

Jeon rodó los ojos, estirando su mano para golpear con su dedo índice la frente de su mejor amigo. -- ¡Jungkookie! -- Se quejó este sobándose la parte dañada con delicadeza. 

-- Deja de hacer un show dramático,  Sharpay Evans se queda chiquita a tu nivel. -- 

Kim rió por la humorística referencia de su novio llevando la porción de tarta hacia los labios de este, quien la tomó gustoso. -- Vamos, no molestes a Jimin. -- 

-- No te preocupes, Taehyung. Cualquier día lo ahogo con la almohada mientras dormimos. -- 

-- Sí, con tus manitas de bebé ¿no? -- 

-- ¡Jeon Jungkook! -- Gritó el rubio con su ceño fruncido, arrugando su nariz y mirándole de forma desafiante. 

El menor sin poder evitarlo tuvo que partir en una carcajada, sacar de quicio a su hyung podría ser de las cosas que más le entretuviesen, y en parte se sentía incluso mal, porque el de mejillas regordetas parecía irritarse bastante; pero bueno, igual de rápido que se enfadaba, se le quitaba el enojo de encima. 

Apartándose algunas lágrimas de las esquinas de sus ojos tomó con su tenedor un trocito de tarta, la misma que estaba compartiendo con su novio. -- Toma un poco, hyung. Y deja de arrugar el ceño, te van a salir arrugas. -- Dijo ahora con una pequeña sonrisa extendiendo el cubierto hacia los labios de su amigo 

Por supuesto Jimin, sin quitar su mirada asesina de sobre el azabache, tomó la porción de dulce que le estaba ofreciendo. Ahora se estaba arrepintiendo de haber solo pedido el batido de arándanos... esa tarta de fresas y nata estaba muy rica. 

-- ¿Le buscarás el lunes? -- Inquirió el de piel canela acurrucando su cabeza sobre el hombro de su novio. 

-- Claro que sí. Tengo muchas ganas de verle, quiero que me cuente que ha hecho este fin de semana y verle sonreír. ¿Has visto que cuando lo hace sus encías salen? Me gusta llamarle Gummy smile ¿Has visto que sus dientes son pequeñitos? Es adorable... Además como aún hace un poquito de calor, tiene la carita con un sonrojo natural porque se quema con el sol -- Explicó después tomando su belfo inferior entre sus incisivos, su hyung era demasiado lindo. 

Taehyung sonreía escuchando a su mejor amigo hablar mientras disfrutaba de las caricias que Kook estaba dejando en una de sus piernas. 

-- Sus manos son super grandes también, seguro que se verían bonitas al lado de las mías... ¡Y sus ojos parecen los de un lindo gatito! -- Siguió diciendo enumerando con sus deditos todas las cosas que les estaba contando a sus amigos. 

Los otros dos se limitaron a escuchar, deseando que en serio ese hyung del que Jimin tanto hablaba fuera capaz de ver todo el amor que el rubio estaba dispuesto a darle. 



-- Hacía mucho que no pasábamos un fin de semana juntos. -- Comentó el pálido mientras manejaba, con una sonrisa que se sentía imborrable sobre sus labios. 

-- ¿Se sintió bien? -- 

-- Siempre se siente bien tenerte a mi lado, MiWoo. --

La chica chica no pudo evitar sonreír, incluso cuando se estaba pintando sus labios frente al espejo del auto. Hacía muchos días que había dejado de comunicarse con su novio, sin embargo el siquiera se había mostrado molesto. En cuanto el pasado viernes le había llamado, este le había ido a buscar, tal y como ella pidió. 

De alguna forma se sentía culpable, posiblemente Yoongi no se merecía una relación así, pero estaba en un momento de su vida que requería ese espacio.

-- Oye ¿a qué huele el auto? ¿Has cambiado el ambientador? -- Inquirió ella arrugando la nariz. 

YoonGi asintió con su cabeza, acordándose de la conversación que tuvo con su pequeño dongsaeng la primera vez que entró en su vehículo. JiMin dijo que el aroma a frutillas del bosque era su favorito, por eso había probado con este. -- Frutillas del bosque. -- 

-- El otro estaba mejor... lo elegimos juntos el de coco. -- Dijo, y al notar que ella misma había hecho pesado el ambiente, cambió de tema -- Las chicas van a volverse locas al verme entrar por la puerta de vuestra universidad, hace tiempo que no vengo a visitarlas. -- 

-- Sí, ellas me preguntan por ti todo el tiempo, les va a alegrar mucho verte. Llegamos. -- Anunció, y la chica guardó el espejo y sus cosméticos para poder salir del auto de su pareja. 

Esa mañana llevaba su cabello recogido en una coleta bastante larga, vestía con una falda tableada negra y un sueter color vainilla. Sin duda Yoongi podría presumir de novia, ella era una chica muy bonita. 

-- Yoonie ¿Sabes si- -- 

-- ¡Yoongi hyung! -- 

La pareja que acababa de comenzar a andar con sus manos entrelazadas por el aparcamiento llevaron su mirada hacia donde el grito había provenido. Fue entonces que pudieron ver a un chico de cabellos ondulados y rubios salir de un auto con prisa, colocándose la mochila en sus hombros para correr hacia el nombrado con una sonrisa enorme. 

-- Oh, buenos días. -- Saludó el pálido, guardándose la pequeña risa que quería salir por la escena adorable que Jimin le solía regalar cada mañana. 

-- ¿Cómo le fue en el fin de semana? ¿Estuvo bien? -- Inquirió relamiendo sus labios, apretando las asas de su mochila, intentando obviar las manos de sus dos mayores, se veían encajar como un puzzle. 

Min asintió con su cabeza, mirando hacia su chica -- Ella es MiWoo, mi novia. Estuvimos juntos el fin de semana ¿Cierto; Woo? -- La chica asintió, escaneando con sutileza al joven que se encontraba frente a ellos, Yoongi no le había hablado de él nunca. 

-- Uhm, es un placer noona. -- Dijo haciendo una reverencia, siendo realmente incapaz de mirarla por demasiado tiempo a la cara ¿Cómo ese que ella no era ulzzang o algo así? -- Yoongi hyung, me gustaría preguntarle si- -- 

-- Yoon, si vas a quedarte hablando con Jimin-ssi iré adelantándome, quiero ver a las chicas antes de que tengan que entrar en clase. -- Explicó en un tono calmado, soltando la mano de su novio para darse prisa, sin embargo este entrelazó de nuevo sus dedos. 

-- Jimin, me lo preguntas en otro momento ¿Si? MiWoo y yo tenemos que saludar a unas amigas, cuídate pollito ¡Buenos días a ti también, Taehyung-ah! -- Saludó moviendo su mano hacia donde el otro castaño se encontraba, un poco más alejado para dejarles intimidad. 

Después de aquello la pareja se fue y Park tuvo que quedarse con los pies anclados en el suelo, con las palabras a punto de salir de sus labios, aunque no fueran a ser escuchadas por el contrario. 

-- ¿Le dijiste sobre la  invitación del desayuno que hiciste? -- Preguntó Taehyung acercándose al más bajo. 

El de mejillas regordetas negó con su cabeza. -- ¿Te tomarás las galletas tú conmigo? -- 

-- Pues claro que sí, mil veces sí, Jiminie ¡Más galletas para nosotros! -- Celebró el de piel canela con ganas de animar a su mejor amigo. 



YoonGi había llegado con su pareja a donde esta quería, ya se encontraba allí con sus amigas. Justo en ese momento se preguntó qué es lo que hacía el allí, apenas había querido acompañar a MiWoo hasta ellas para pasar más tiempo con la nombrada, después de ese fin de semana majestuoso, temía que se volviera a separar de su lado. 

Le necesitaba. 

Pero ahora se encontraba allí, echado a un lado mientras las cuatro chicas rodeaban a la azabache para hablar emocionadas con ella. De cualquier forma, Yoongi sabía que no era del gusto de ellas. 

Y ahora que tenía un poco de tiempo para pensar ¿Qué es lo que le iría a preguntar JiMin? Uh, había sido bastante irrespetuoso con el chico, siquiera le había dejado terminar. Esos pensamientos le pusieron nervioso ¿y si era importante? El rubio había parecido emocionado ¿y si era importante para Jimin? Creanle, YoonGi no se perdonaría haber desilusionado a ese chico que brillaba por si solo. 

-- MiWoo... -- Llamó el castaño a su novia y esta solo suspiró de forma inconsciente, odiaba cuando le interrumpían en una conversación. 

-- ¿Sí? -- 

-- Voy a buscar a un amigo, además pronto empezará mi clase, así que... bueno, eso, que me tengo que ir. -- 

-- Sí, sí, vete. MiWoo, escúchame, la fiesta del sábado fue increíble. -- 

Fue una de las otras chicas las que prácticamente lo estaban echando, y su novia apenas dijo algo. Una prueba más de que las amigas de MiWoo le odiaban, wow, qué habría hecho él. 

Sin más se fue de allí en busca del rubio, aunque el tiempo se le echó encima. Puesto que no lo encontró antes de que tocase el timbre que anunciaba el principio de la clase. Lo buscaría, después lo haría

[...]

Y claro que lo hizo, en cuanto el descanso hizo acto de presencia, no dudó en tomar su laptop para seguido salir de su aula con prisa. No sabía donde es que fuera a estar el chico de mejillas regordetas en estos momentos, por lo que debía de ser rápido en buscarle, para que el tiempo no jugara demasiado en su contra otra vez. 

Lo primero que hizo fue ir a su aula, pero no se encontraba allí. Después fue a la cafetería y tampoco. Con algo de desespero se asomó a una de las ventanas de la segunda planta, queriendo respirar un poco, se encontraba algo ahogado de andar tan rápido; y como si el destino quisiera ayudarle encontró la cabellera dorada del chico en el jardín. 

-- ¡Jimin-ah! -- Gritó desde arriba con una gran sonrisa. 

Tanto el nombrado, como el chico que le hacía compañía, alzaron el rostro para mirar al pálido asomado al alto ventanal -- ¿Si? -- Respondió confuso. 

-- ¡Ni se te ocurra moverte, voy a por ti! -- Y salió corriendo hacia donde los dos más jóvenes se encontraban. 

Las pomposas mejillas del chico se colorearon "voy a por ti", eso había sido lindo. 

En menos de dos minutos el de cabellos chocolates hizo acto de presencia, apoyando sus manos sobre sus rodillas para respirar. Bueno, se sentía ahogado, pero feliz, por fin tenía frente a él a Jimin, bueno y a Taehyung. 

-- ¿Qué necesita, YoonGi hyung? -- Inquirió el más bajo mirándole curioso. 

-- Quería saber qué es lo que me tenías que decir antes, fue horrible por mi parte irme sin más, dime. -- 

-- Oh, no era nada, hyung. No se preocupe por eso. -- 

El pálido arrugó sus labios sabiendo que posiblemente el rubio no querría decirle, y se sitió como la peor persona del mundo. -- JiMin... Es en serio, dime, por favor. -- 

-- Es en serio, era una tontería y- -- 

-- Jiminie había hecho galletas para desayunar con usted, pero como se sintió triste se las ha acabado comiendo antes del descanso. Jimin necesita azúcar cuando está decaído. -- Explicó Taehyung dándole un bocado a su manzana. 

-- ¡Kim Taehyung! ¿¡Por qué cuando no está Jungkook te encargas de ocupar su puesto?! -- 

-- ¡Porque le extraño! -- 

Yoongi se quedó de pie allí quieto, estaba sorprendido. Nadie se había molestado en cocinar algo expresamente en él. Incluso había hecho que un gesto tan lindo se viera como una tontería para el más joven. No, no quería eso. -- Jimin, hagamos galletas. -- 

-- ¿Q-qué? -- 

-- Ven a mi apartamento mañana, compraré las cosas yo mismo y haremos galletas para merendar ¿quieres? -- 

El corazón del rubio estaba latiendo con fuerza, tenía miedo de que el mayor incluso descubriera lo nervioso que le ponía que le estuviera mirando con esos ojos expectantes. -- Hyung, de verdad, no hace falta que haga nada por lástima, está bien. -- 

-- No es por lástima, me apetece que lo hagamos, pollito metiche. ¿Acaso no quieres? -- Dijo ahora sentándose a su lado con su belfo inferior abultado, tenía que conseguir que aceptase. 

-- Claro que sí quiero, hyung. Pero déjeme pagar parte de los ingredientes, por favor. -- 

-- Lo que quieras con tal de que vengas. -- 

Y ahí se encontraba Min Yoongi sonriendo, deslumbrándole más que cualquier rayo de sol; y él solo podía mirarle con ojos brillantes y corazón desbocado. 


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Kissssuuu~~

011020

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